martes, 21 de agosto de 2012

EL ORIGEN DE LA INTELIGENCIA EMOCIONA




El término Inteligencia Emocional se refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás. Inteligencia emocional no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas.
El concepto de Inteligencia Emocional, aunque esté de actualidad, tiene a nuestro parecer un claro precursor en el concepto de Inteligencia Social del psicólogo Edward Thorndike (1920) quien la definió como "la habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas".


Para Thorndike, además de la inteligencia social, existen también otros dos tipos de inteligencias: la abstracta –habilidad para manejar ideas- y la mecánica- habilidad para entender y manejar objetos-.


Un ilustre antecedente cercano de la Inteligencia Emocional lo constituye la teoría de ‘las inteligencias múltiples’ del Dr. Howard Gardner, de la Universidad de Harvard, quien plantea ("Frames of Mind", 1983) que las personas tenemos 7 tipos de inteligencia que nos relacionan con el mundo. A grandes rasgos, estas inteligencias son:


Inteligencia Lingüística: Es la inteligencia relacionada con nuestra capacidad verbal, con el lenguaje y con las palabras.


Inteligencia Lógica: Tiene que ver con el desarrollo de pensamiento abstracto, con la precisión y la organización a través de pautas o secuencias.


Inteligencia Musical: Se relaciona directamente con las habilidades musicales y ritmos.


Inteligencia Visual - Espacial: La capacidad para integrar elementos, percibirlos y ordenarlos en el espacio, y poder establecer relaciones de tipo metafórico entre ellos.


Inteligencia Kinestésica: Abarca todo lo relacionado con el movimiento tanto corporal como el de los objetos, y los reflejos.


Inteligencia Interpersonal: Implica la capacidad de establecer relaciones con otras personas.


Inteligencia Intrapersonal: Se refiere al conocimiento de uno mismo y todos los procesos relacionados, como autoconfianza y automotivación.


Esta teoría introdujo dos tipos de inteligencias muy relacionadas con la competencia social, y hasta cierto punto emocional: la Inteligencia Interpersonal y la Inteligencia Intrapersonal. Gardner definió a ambas como sigue:
"La Inteligencia Interpersonal se construye a partir de una capacidad nuclear para sentir distinciones entre los demás: en particular, contrastes en sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones. En formas más avanzadas, esta inteligencia permite a un adulto hábil leer las intenciones y deseos de los demás, aunque se hayan ocultado... "


Y a la Inteligencia Intrapersonal como "el conocimiento de los aspectos internos de una persona: el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar discriminaciones entre las emociones y finalmente ponerles un nombre y recurrir a ellas como un medio de interpretar y orientar la propia conducta..."


LA APARICIÓN DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
En 1990, dos psicólogos norteamericanos, el Dr. Peter Salovey y el Dr. John Mayer, acuñaron un término cuya fama futura era difícil de imaginar. Ese término es ‘inteligencia emocional’.


Hoy, pocas personas de los ambientes culturales, académicos o empresariales ignoran el término o su significado. Y esto se debe, fundamentalmente, al trabajo deDaniel Goleman, investigador y periodista del New York Times, quien llevó el tema al centro de la atención en todo el mundo, a través de su obra ‘La Inteligencia Emocional’(1995).


El nuevo concepto, investigado a fondo en esta obra y en otras que se sucedieron con vertiginosa rapidez, irrumpe con inusitado vigor y hace tambalear las categorías establecidas a propósito de interpretar la conducta humana (y por ende de las ciencias) que durante siglos se han dedicado a desentrañarla: llámense Psicología, Educación, Sociología, Antropología, u otras.



Inteligencia emocional aplicada
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
Aristóteles, Ética a Nicómaco.


La inteligencia emocional determina la manera en que nos relacionamos y entendemos el mundo; tiene en cuenta las actitudes, los sentimientos y engloba habilidades como : el control de los impulsos, la autoconciencia, la automotivación, la confianza, el entusiasmo, la empatía, y sobre todo es el recurso necesario para ofrecer nuestras mayores prestaciones profesionales.
Sobre la inteligencia emocional y la ética
El concepto de la inteligencia emocional postula ampliar la noción de inteligencia (tradicionalmente ceñida a una serie de habilidades racionales y lógicas) incorporando una serie de habilidades emocionales.
1. Conciencia de las propias emociones. Quien no se percata de sus emociones queda a merced de las mismas. Identificar las propias emociones al evaluar situaciones pasadas implica una primaria inteligencia emocional. Distinguir un sentimiento mientras está aconteciendo supone una inteligencia emocional desarrollada.
2. Manejo de las emociones. Me refiero a la capacidad de controlar los impulsos para adecuarlos a un objetivo. Habilidad que se puede "entrenar" como, de hecho, hacen los actores que son capaces de generarse el estado emocional más apropiado para representar un papel. Aprender a crear un determinado estado emocional... son palabras mayores. Recomiendo empezar por intentar controlar la duración de las emociones. Algo que sucede hace emerger nuestra furia. Parece inevitable. Pero esa furia puede durar un minuto, una hora o un día. Algo que acontece nos pone tristes. ¿cuánto tiempo haremos durar esa tristeza?
3. Capacidad de automotivación. Las emociones nos ponen en movimiento. Desarrollar la capacidad de entusiasmarnos con lo que tenemos que hacer, para poder llevarlo a cabo de la mejor manera, aplacando otros impulsos que nos desviarían de la tarea mejora el rendimiento en cualquier actividad que se emprenda.
4. Empatía. Es el nombre que recibe la aptitud para reconocer las emociones en los demás. Proviene del griego empatheia, que significa algo así como "sentir dentro", es decir, percibir lo que el otro siente dentro suyo. Los sentimientos no suelen expresarse verbalmente sino a través del tono de voz, los gestos, miradas, etc. La clave para la empatía reside en la destreza para interpretar el lenguaje corporal.
5. Manejo de las relaciones. Así como un paso posterior a reconocer nuestras emociones consiste en aprender a controlarlas; de modo análogo, una instancia ulterior a la empatía estriba en manipular las emociones de los demás.
Esto último promueve la inquietud acerca de la ética. Las habilidades descriptas arriba, una vez desarrolladas pueden ser empleadas de distintas maneras. Pueden sujetarse a un fin solidario o a una motivación egoísta. Por ejemplo, la empatía puede ser utilizada por un profesor para mejorar la transmisión de una enseñanza a sus alumnos. Puede ser usada por un vendedor para vender un producto.
Si se desarrolla el autocontrol emocional y la empatía, se puede efectivamente manipular a otra persona que no haya desarrollado estas capacidades. Se puede saber cómo hacerla enojar, entristecerla, hacerle sentir miedo, etc. Cómo van a canalizarse estas habilidades es un tema que es preocupante. Por cierto, la inteligencia emocional ha despertado aún mucho mayor interés en el ámbito empresarial que en el terapéutico. ¿Por qué han sido recibidas con tanta atención las ideas de la inteligencia emocional en las empresas? Creo humildemente que es apresurado contestar esta pregunta hasta no realizar una profunda investigación sobre el tema. Por el momento es válido dejar planteado el asunto y arriesgarnos a traslucir algunas sospechas.









¿Qué piensa Daniel Goleman de la Inteligencia emocional?
La Inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, etc. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.
El rendimiento escolar del estudiante depende del más fundamental de todos los conocimientos, aprender a aprender. Los objetivos a reeducar como clave fundamental son los siguientes:
1. Confianza. La sensación de controlar y dominar el propio cuerpo, la propia conducta y el propio mundo. La sensación de que tiene muchas posibilidades de éxito en lo que emprenda y que los adultos pueden ayudarle en esa tarea.
2. Curiosidad. La sensación de que el hecho de descubrir algo es positivo y placentero.
3. Intencionalidad. El deseo y la capacidad de lograr algo y de actuar en consecuencia. Esta habilidad está ligada a la sensación y a la capacidad de sentirse competente, de ser eficaz.
4. Autocontrol. La capacidad de modular y controlar las propias acciones en una forma apropiada a su edad; la sensación de control interno.
5. Relación. La capacidad de relacionarse con los demás, una capacidad que se basa en el hecho de comprenderles y de ser comprendido por ellos.
6. Capacidad de comunicar. El deseo y la capacidad de intercambiar verbalmente ideas, sentimientos y conceptos con los demás. Esta capacidad exige la confianza en los demás (incluyendo a los adultos) y el placer de relacionarse con ellos.
7. Cooperación. La capacidad de armonizar las propias necesidades con las de los demás en las actividades grupales.


La obra de Daniel Goleman intenta recuperar el prestigio de las emociones como objeto digno de estudio. La tesis de esta obra es que los tradicionales tests de inteligencia (con los que se "saca" el famoso coeficiente intelectual) miden una serie de habilidades intelectuales que no suelen servir de mucho para afrontar los "problemas de la vida". Es decir, un CI (coeficiente intelectual) elevado no es garantía de felicidad, prosperidad, etc. Sirve para obtener buenas notas en la escuela pero no para responder con eficiencia frente a los distintos trastornos que se presentan en la vida diaria. Para complementar el CI, Goleman introduce el concepto de CE (coeficiente emocional). La inteligencia emocional incluye habilidades como la capacidad de automotivarse, la perseverancia, el autocontrol. Todo podría resumirse en este último concepto, el control sobre las emociones.
La etimología de la palabra emoción remite al movimiento. Las emociones son las que nos mueven, nos llevan a entrar en acción. Esto es muy claro en los animales y en los niños. No tanto en los adultos quienes 'civilizadamente' hemos aprendido a separar la emoción de la acción.
Las emociones cumplen una función natural. Con el miedo, explica Goleman, la sangre se retira del rostro (por eso palidecemos) y se dirige a los músculos de las piernas para facilitar una reacción de fuga ante el peligro. En la ira, la sangre fluye a las manos, aumenta el ritmo cardíaco y el nivel de adrenalina generando condiciones propicias para una acción enérgica.
Ahora bien, desde las primitivas emociones de los primeros hombres hasta el día de hoy indudablemente las condiciones de vida han cambiado. "Mientras en el pasado una ira violenta puede haber supuesto una ventaja crucial para la supervivencia, el hecho de tener acceso a armas automáticas a los trece años la convierte en una reacción a menudo desastrosa."
La cultura educa nuestras emociones. Al niño pseudonatural se le va enseñando cuando son aceptables ciertas emociones y cuando no. Se le enseña a minimizar ciertas emociones, a exagerar otras, a reemplazar una emoción por otra y a reprimir otras. Sobre las emociones y sobre cómo educarlas, queda la sensación de haber mucho por investigar.



La Inteligencia Emocional

El término inteligencia emocional fue utilizado por primera vez en 1990 por Peter Salovey de Harvard y John Mayer de la New Hampshire, como la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción. La inteligencia emocional se concreta en un amplio número de habilidades y rasgos de personalidad: empatía, expresión y comprensión de los sentimientos, control de nuestro genio, independencia, capacidad de adaptación, simpatía, capacidad de resolver los problemas de forma interpersonal, habilidades sociales, persistencia, cordialidad, amabilidad y respeto.
Un fundamento previo lo encontramos en la obra de Howard Gardner, quien en 1983 propuso su famoso modelo denominado "inteligencias múltiples" que incluye 7 tipos de inteligencia: verbal, lógico-matemática, espacial, musical, cinestésica, interpersonal, intrapersonal. Si bien, como él mismo subrayó, en Estados Unidos, en la mayoría de las escuelas se sigue cultivando exclusivamente, al menos consciente y premeditadamente, los dos primeros tipos de inteligencia: la verbal, y matemática.
Pero fue Daniel Goleman con su libro Inteligencia Emocional quien lo popularizó y convirtió en un betsseller, refiriéndose a las siguientes habilidades:
· conciencia de sí mismo y de las propias emociones y su expresión
· autorregulación, controlar los impulsos, de la ansiedad, diferir las gratificaciones, regular nuestros estado de ánimo
· motivarnos y perseverar a pesar de las frustraciones (optimismo)
· empatía y confianza en los demás
· las artes sociales

En su primer libro "La inteligencia emocional" se centra en temas tales como el fundamento biológico de las emociones y su relación con la parte más volitiva del cerebro, la implicación de la inteligencia emocional en ámbitos como las relaciones de pareja, la salud, y fundamentalmente el ámbito educativos.
En su libro "La práctica de la inteligencia emocional" destaca particularmente las habilidades sociales referidas al manejo de las emociones en las relaciones, la interpretación de las situaciones y redes sociales, la interacción fluida, la persuasión, dirección, negociación y resolución de conflictos, la cooperación y el trabajo en equipo.
En este segundo libro, analiza en profundidad las implicaciones de la inteligencia emocional en el mundo laboral y en la vida de las organizaciones, y entre los temas centrales destacan la distinción entre habilidades fuertes y débiles, las primeras referidas a las capacidades analítica y la formación técnica, requerida en ocupaciones cualificadas, y las segundas referidas a la habilidades emocionales y sociales; la valoración de inteligencia emocional y sus habilidades asociadas, como criterio diferenciador entre los empleados estrella y otros, o el tema de la eficacia de la formación en inteligencia emocional y los requisitos para su éxito.
Un breve comentario respecto a la técnica literaria que utiliza Goleman en sus libros: en "La Inteligencia emocional" predomina el uso de los ejemplos introductorios de carácter espectacular, incluso muchos dramáticos, a los que hay que reconocer una gran eficacia, no sólo como ejemplos de los conceptos que implican, sino también como factor motivacional y controlador de nuestra atención; por otra parte en su segundo libro mantiene es estilo ejemplificador, si bien la característica dominante la demostración de la mayor eficacia profesional de quien muestran una alta inteligencia profesional. (distinto público).
En resumen, Daniel Goleman plantea la inteligencia emocional como sinónimo de carácter, personalidad o habilidades blandas, que concreta en las cinco habilidades emocionales y sociales reseñadas y que tienen su traducción en conductas manifiestas, tanto a nivel de pensamientos, reacciones fisiológicas y conductas observables, aprendidas y aprendibles, forma específica y bien distinta a otro tipo de contenidos, y cuyo fundamento biológico explica en gran medida su importancia, funcionamiento, valor adaptativo, desajustes, y la posibilidad y forma de modificarlo.
En el párrafo anterior se refleja la relación jerárquica existente entre los distintos conceptos que estamos considerando. Este desarrollo conceptual, inclusivo, de lo más general a lo más particular, no implica que la investigación histórica de dichos conceptos haya seguido el mismo orden, más bien se han ido desarrollando de forma inversa o al menos independiente.
Más bien creo que podremos afirmar que el concepto de Inteligencia Emocional surge como conclusión de la confluencia de una parte, de décadas de investigación sobre las habilidades emocionales y sociales y su aplicación terapia y la educación, y por otra de la reformulación científica del concepto de inteligencia en el ámbito de la psicología, como es el trabajo de Gardner.
El gran mérito de Daniel Goleman ha sido su capacidad divulgadora, su acercamiento al público en general. Me gustaría poder valorar la importancia que ha tenido en su éxito el presentar las habilidades emocionales y sociales y las conductas a ellas asociadas, bajo un concepto como el de inteligencia emocional. Concepto que reúne en uno solo, dos conceptos tradicionalmente contrapuestos e incluso excluyentes, pero cargados de referencias positivas de valor.
Así, inteligencia es algo deseable, de lo que uno se siente orgulloso y que se asocia a competencia, facilidad y logro. Y que emoción se relaciona con los sentimientos, la pasión, la libertad y la posibilidad de sentir y disfrutar, con lo más característico y lo más personal de uno mismo, con lo más vital, y lo más humano y sin ser patrimonio de unos pocos, al contrario, siendo quizás el aspecto más democrático e igualador.
Descritos de este modo, fácilmente podremos reconocemos dos de los valores principales de nuestra cultura actual.
LAS EMOCIONES
Un diccionario de psicología define la emoción como esa determinada categoría de experiencias, para las que utilizamos las más dispares expresiones lingüísticas: amor, odio, ira, enojo, frustración, ansiedad, miedo, alegría, sorpresa, desagrado...
Son un estado complejo que incluye una percepción acentuada de una situación y objeto, la apreciación de su atracción y repulsión consciente y una conducta de acercamiento o aversión. Etimológicamente emocion proviene de movere que significa moverse, más el prefijo "e" que significa algo así como "movimiento hacia".
Veamos cuáles son las más importante y hacia dónde nos mueven, relacionándolas con el aprendizaje.
· La ira nos predispone a la defensa o la lucha, se asocia con la movilización de la energía corporal a través de la tasa de hormonas en sangre y el aumento del ritmo cardiaco y reacciones más específicas de preparación para la lucha: apretar los dientes, el fluir de la sangre a las manos, cerrar los puños (lo que ayuda a empuñar un arma)...
· El miedo predispone a la huida o la lucha, y se asocia con la retirada de la sangre del rostro para que fluya por la musculatura esquelética, facilitando así la huida, o con la parálisis general que permite valorar la conveniencia de huir, ocultarse o atacar, y en general con la respuesta hormonal responsable del estado de alerta. (ansiedad)
Estas dos emociones, en su manifestación extrema, están asociadas con el secuestro del cortex prefrontal gestor de la memoria operativa, obstaculizando las facultades intelectuales y la capacidad de aprender. Mientras que en intensidades moderadas, son promotores del aprendizaje (la ansiedad como activación y la ira como "coraje").
· La alegría predispone a afrontar cualquier tarea, aumenta la energía disponible e inhibe los sentimientos negativos, aquieta los estado que generan preocupación, proporciona reposo, entusiasmo y disposición a la acción. Un el estado emocional que potencia el aprendizaje.
· La sorpresa predispone a la observación concentrada y se manifiesta por el arqueo de las cejas, respuesta que aumenta la luz que incide en la retina y facilita la exploración del acontecimiento inesperado y la elaboración de un plan de acción o respuesta adecuado. Podemos decir que la sorpresa está relacionada con la curiosidad, factor motivacional intrínseco..
· La tristeza predispone al ensimismamiento y el duelo, se asocia a la disminución de la energía y el entusiasmo por las actividades vitales y el enlentecimiento del metabolismo corporal, es un buen momento para la introspección y la modificación de actitudes y elaboración de planes de afrontamiento. Su influencia facilitadora del aprendizaje está en función de su intensidad, pues la depresión dificulta el aprendizaje. Como reacción puntual y moderada disminuye la impulsividad, la valoración objetiva de las tareas y retos y sus dificultades, elaboración de un autoconcepto realista evitando caer en el optimismo ingenuo, la planificación de la solución del problema, contribuyendo a la modificación positiva de actitudes y hábitos. Tiene particular importancia en el efecto final el manejo de dicha emoción por parte de profesores y padres y la ayuda contingente que se presta al alumno para elaborarla y concretarla en conductas y planes realista y eficaces.
· También podemos comentar la influencia de otra emoción: los celos. Podemos apreciar que en cuanto manifestación de valoración de algún logro, deseo de emular, y de identificación con el modelo, constituye un factor motivacional positivo. Pero en la medida que se vive como una amenaza a la autoestima, una pérdida de status, un reto inalcanzable o contrario a las propias actitudes es más bien generadora de conflictos.
Para comprender el funcionamiento general de las emociones y qué papel cumplen vamos a considerar brevemente su fundamento cerebral. Primero destacamos que toda la información sensorial es conducida desde los sentidos a la corteza cerebral, pasando por una estación intermedia, situada en el tronco cerebral, el tálamo. El tálamo está conectado con una de las estructura fundamentales del cerebro emocional, la amígdala, que se encarga entre otras importantes funciones emocionales de escudriñar las percepciones en busca de alguna clase de amenaza, activa la secreción de noradrenalina, hormona responsable del estado de alerta cerebral. Ambas están relacionadas por una vía nerviosa rápida, de una sola sinapsis, lo que posibilita que la amigdala responda a la información antes de que lo haga el neocortex y que explica el dominio que las emociones pueden ejercer sobre nuestra voluntad y los fenómenos de secuestro emocional. Una tercera estructura implicada es el hipocampo, encargada de proporcionar una aguda memoria del contexto, los hechos puros, mientras la amígdala se encarga de registrar el clima emocional que los acompaña. Por su parte, el lóbulo prefrontal se encarga constituye una especie de modulador de las respuestas de la amígdala y el sistema límbico que desconecta los impulsos emocionales más negativos a través de sus conexiones con la amígdala, es el responsable de la comprensión de que algo merece una respuesta emocional, ejemplo la alegría por haber logrado algo o el enfado por lo que nos han dicho, además controla la memoria de trabajo, por lo que la perturbación emocional obstaculiza las facultades intelectuales y dificulta la capacidad de aprender.
Las emociones son, en esencia impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución y que nos permiten afrontar situaciones verdaderamente difíciles; un sistema con tres componentes:
1.el perceptivo, destinado a la detección de los estímulos elicitadores; que incluye elementos hereditarios, como es nuestra predisposición a valorar el vacío, los lugares cerrados , los insectos o las serpientes..., como posibles situaciones peligrosas, y a veces fruto de las experiencias, como puede ser el surgimiento de una fobia o la ansiedad a los exámenes, o el placer por una buena nota.
2.el motivacional, encargado de impulsar, mantener y dirigir la conducta, gracias a su relación con el sistema hormonal: por ejemplo, el miedo nos impulsa a la evitación.
3.El conductual, que hemos de analizar en su triple manifestación, reacción fisiológica perceptible, pensamientos y conductas manifiestas. Es el elemento más influído por las experiencias de aprendizaje previo y el medio cultural. Por ejemplo: la expresión de la pena en distintas culturas o el desarrollo de estrategias de evitación de las situaciones de prueba en el ámbito escolar o las fobias escolares.



HABILIDADES PROPIAS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Como hemos dicho la inteligencia emocional incluye cuatro grupos de habilidades, si excluimos las habilidades sociales: la conciencia de sí mismo, la autorregulación, la motivación, la empatía.
La primera, la toma de conciencia y expresión de las propias emociones es la capacidad de reconocer una emoción o sentimiento en el mismo momento en que aparece y constituye la piedra angular de la inteligencia emocional. Hacernos conscientes de nuestras emociones requiere estar atentos a los estado internos y a nuestras reacciones en sus distintas formas (pensamiento, respuesta fisiológica, conductas manifiestas) relacionándolas con los estímulos que las provocan. La comprensión se ve facilitada o inhibida por nuestra actitud y valoración de la emoción implicada: se facilita si mantenemos una actitud neutra , sin juzgar o rechazar lo que sentimos, y se inhibe la percepción consciente de cualquier emoción si consideramos vergonzosa o negativa. La captación de las emociones está además relacionada con la salud; al tratarse de impulsos tendentes a la acción (por manifestación comportamental, cambio de la situación o la reestructuración cognitiva) su persistencia origina problemas fisiológicos, e lo que denominamos somatizaciones. Su adiestramiento es fruto de la mediación de adultos iguales, a través del aprendizaje incidental, centrando la atención en las manifestaciones internas y externas, especialmente no verbales, que acompañan a cada estado emocional y la situación que las origina. La expresión voluntaria de distintas emociones, su dramatización, es un camino eficaz de modelado y aprendizaje de las mismas.
La segunda de las habilidades es la capacidad de controlar las emociones, de tranquilizarse a uno mismo, de desembarazarse de la ansiedad, la tristeza y la irritabilidad exageradas. No se trata de reprimirlas sino de su equilibrio, pues como hemos dicho cada una tiene su función y utilidad. Podemos controlar el tiempo que dura una emoción no el momento en que nos veremos arrastrados por ella. El arte de calmarse a uno mismo es una de las habilidades vitales fundamentales, que se adquiere como resultado de la acción mediadora de los demás, es decir, aprendemos a calmarnos tratándonos como nos han tratado, pero aprendible y mejorable en todo momento de la vida.
En relación al enfado hay que conocer que su detonante universal es la sensación de hallarse amenazado, bien real o simbólicamente. Consiste desde la perspectiva hormonal en una secreción de catecolaminas que producen un acceso puntual y rápido de energía y una descarga adrenocortical que produce una hipersensibilidad difusa que puede durar hora o incluso días, descendiendo progresivamente nuestro umbral de irritabilidad. Podemos pues decir que el enfado se construye sobre el enfado; que cada pequeño incidente nos predispone a reaccionar nuevamente enfadándonos con causa menores y a que la reacción sea cada vez más violenta También podemos afirmar que es la emoción mas persistente y difícil de controlar, aunque el peor consejero es la creencia errónea de que es ingobernable. Lo importante para su control es intervenir en la cadena de pensamientos hostiles que los alimenta. Y entre las técnicas que han demostrado su eficacia destacan ante la reacción ya provocada: la relajación, la comprensión y una actitud contraria al enfado (quien se enfada tiene dos trabajos: enfadarse y desenfadarse). En cuanto a la catarsis y la expresión abierta del enfado no parece surtir el efecto deseado, al contrario, según la anatomía del enfado es contraproducente.
Respecto al miedo, conviene recordar que como reacción ante un peligro real y objetivo, tiene un indudable valor adaptativo y está relacionada con la conducta de huída o lucha, para las cuales el organismo se prepara biológicamente mediante la movilización de sus recursos energéticos. Cuando esta movilización de los recursos energéticos se origina ante causas más subjetivas o difusas, y de forma más persistente, también ante las más variadas actividades que suponen un reto, la emoción resultante la podemos denominaransiedad. La ansiedad se ha relacionado con el rendimientos o el éxito en la actividad, concretamente en la escolar, comprobando que mientras que a niveles moderados es beneficionsa e imprescindible, su exceso es contraproducente. El componente fisiológico de la ansiedad es controlable a través de las técnicas de relajación. El componente cognitivo (la preocupación) responde ante estrategias de cambio del foco de la atención, la autocrítica de las creencias asociadas, inducción activa de pensamiento positivo, la utilización del sentido del humor. El componente conductual, evitación y lucha, requiere desensibilización, prevención o autoinstrucciones. Sin alvidar que una buena prevención de la ansiedad es el aumento del ejercicio, una dieta baja en calorías, una cantidad apropiada de sueño y descanso.... es decir, los hábitos de conducta asociados al incremento de la secreción de serotonina.
Respecto a la tristeza, en su manifestación extrema, desadaptativa, la depresión, volvemos a destacar el uso de estrategias de modificación de conducta y cognitivas. Y además la utilización de la tercera de las habilidades de la inteligencia emocional, el optimismo.
La habilidad de motivarnos, el optimismo, es uno de los requisitos imprescindibles cara a la consecución de metas relevantes y tareas complejas, y se relaciona con un amplio elenco de conceptos psicológicos que usamos habitualmente: control de impulsos, inhibición de pensamientos negativos, estilo atributivo, nivel de expectativas, autoestima.:
· El control de los impulsos, la capacidad de resistencia a la frustración y aplazamiento de la gratificación, parece ser una de las habilidades psicológicas más importantes y relevantes.
· El control de los pensamientos negativos, veneno del optimismo, se relaciona con el rendimiento a través de la economía de los recursos atencionales; preocuparse consume los recursos que necesitamos para afrontar con éxito los retos vitales y académicos.
· El estilo atributivo de los éxitos y fracasos, sus implicaciones emocionales y su relación con las expectativas de éxito es una teoría psicológica que contribuye enormemente a nuestra comprensión de los problemas de aprendizaje y a su solución.
· La autoestima y su concreción escolar, autoconcepto académico o expectativas de autoeficacia, son conceptos que podemos relacionar con la teoría de la atribución; además consideramos al autoconcepto como uno de los elementos esenciales no sólo del proceso de aprendizaje escolar, sino también de salud mental y desarrollo sano y global de la personalidad.
La capacidad de motivarse a uno mismo se pone especialmente a prueba cuando surgen las dificultades, el cansancio, el fracaso, es el momento en que mantener el pensamiento de que las cosas irán bien, puede significar el éxito o el abandono y el fracaso (aparte de otros factores más cognitivos, como descomponer los problemas y ser flexibles para cambiar de métodos y objetivos).
El desarrollo del optimismo, la autoestima y la expectativa de éxito, están relacionados con las pautas de crianza y educación, evitando el proteccionismo y la crítica destructiva, favoreciendo la autonomía y los logros personales, utilizando el elogio y la pedagogía del éxito, complementado con la exigencia y la ayuda .
A nivel escolar es muy relevante la evolución, estudiada por Martín Covington, de la comprensión que tienen los niños y niñas de la relación entre el esfuerzo, la capacidad y el logro que se produce desde la infancia hasta la adolescencia: inicialmente esfuerzo es sinónimo de capacidad; de los 6 a los 10 años el esfuerzo se complementa con el factor capacidad innata; a partir de los diez algunos toman mal que su trabajo se vuelva más duro y requiera más tiempo, por lo que comienzan a desarrollar hábitos de postergar o evitar el trabajo; y a partir de los 13 se vuelven pesimistas sobre sus posibilidades de éxito. Ante este problema la mejor intervención es la prevención y la supervisión y apoyo familiar y la enseñanza de la habilidad de administración del tiempo (recursos de salud mental, que evita el estrés y aumenta eficacia laboral), así como cultivar hobbys, pues contribuyen a crear hábitos de trabajo.
Finalizamos este recorrido por las habilidades de la inteligencia emocional, con la empatía, La capacidad de captar los estados emocionales de los demás y reacionar de forma apropiada socialmente (por oposición a la empatía negativa). En la base de esta capacidad están la de captar los propios estado emocionales y la de percibir los elementos no verbales asociados a las emociones. Su desarrollo pasa por fases como el contagio emocional más temprano, la imitación motriz, el desarrollo de habilidades de consuelo ... pero el desarrollo de la empatía está fundamentalmente ligado a las experiencias de apego infantil (los hijos maltratados que se convierten en maltratadores).
CONCLUSIÓN
Quiero concluir mi exposición destacando la importancia de mantener como objetivo educativo el desarrollo de la inteligencia emocional de nuestros alumnos por varias razones:
· Primero, porque comparto plenamente el actual enfoque de la reforma sobre los objetivos educativos, al destacar la importancia de una formación integral que incluya el desarrollo de los aspectos emocionales y de relación interpersonal junto a los motrices, cognitivos y de inserción social.
· Segundo, porque como he ido reflejando a lo largo de la exposición, el rendimiento académico está íntimamente relacionado con los aspectos emocionales tratados, manteniendo relaciones de dependencia e influencia mutua.
· Tercero, porque como destaca Shapiro, el denominado Efecto Flinn supone la comprobación de cómo mientras que el CI ha aumentado unos 20 puntos en la población en general en lo que va de siglo, el coeficiente emocional parece estar disminuyendo vertiginosamente (fracaso escolar, violencia, delitos, embarazos no deseados, etc...).
· Y finalmente, porque como profesionales de la educación, tenemos una enorme repercusión en el desarrollo de las habilidades emocionales de nuestros alumnos/as, tanto a través del ejemplo en el trato directo como de la utilización de la inteligencia emocional en las distintas esferas de la vida de los centros educativos, contibuyendo a crear un clima institucional emocionalmente saludable.



CÓMO ELABORAMOS UN
SENTIMIENTO EMOCIONAL
Las emociones, en el sentido más restringido del término, son reacciones psico-físicas momentáneas. Los sentimientos engloban emociones, pero les añaden duración. ¿Cómo? Asociándolas a un pensamiento, imponiéndoles un ‘significado psicológico’.
La fórmula que construye el sentimiento es la siguiente:
EMOCIONES + PENSAMIENTO = SENTIMIENTO EMOCIONAL
(activación física) + (etiqueta cognitiva) = sentimiento emocional


Por ejemplo, si cuando entras en una sala donde hay un grupo y todos se ríen, tienes una respuesta física emocional (activación) y puedes pensar muchas cosas:
‘He hecho el ridículo’ = sentirás vergüenza
‘Se están divirtiendo, vamos a pasarla bien’ = sentirás alegría
‘Son maleducados’ = sentirás enojo
‘Creo que les gusto porque al entrar yo se han alegrado’ = sentirás aprecio


La forma en cómo nuestros pensamientos afectan nuestras emociones fue experimentado científicamente (Schachter).
Se administró una inyección a unos sujetos diciéndoles que era una preparación vitamínica cuyo efecto se quería probar (grupo A).
Al segundo grupo de sujetos se les dijo lo que era: una sustancia altamente estimulante (grupo B).
Después de la inyección, los pacientes fueron adscriptos a dos grupos. La mitad de los sujetos del grupo A (A1) y la mitad de los sujetos del grupo B (B1) hablaban, luego, con una persona que creían que también, como ellos, participaba como sujeto experimental (compinche), el cual se mostraba de mal talante. Las otras mitades de los grupos A y B lo hacían con otro supuesto sujeto (compinche), pero que se mostraba alegre.
Encontraron que la respuesta de los sujetos que no sabían que habían recibido un estimulante (grupo A) fue de una intensidad emocional mayor. Estos sujetos activados fisiológicamente, que recibieron adrenalina creyendo que eran vitaminas, se sintieron invadidos por la ira A1 (la mitad de los que hablaron con el colaborador antipático), o bien por la alegría A2 (la mitad de los que hablaron con el colaborador alegre), porque no sabían qué les pasaba y etiquetaban la fuerte descarga emocional que sentían pensando que su interlocutor los estaba ‘afectando’.
El grupo de sujetos conocedor de que se les había suministrado un estimulante (grupo B) no atribuía (no ‘etiquetaban cognitivamente’) sus reacciones como emoción y, por tanto, no experimentaban cólera ni alegría.
Así, en gran parte, lo que sentimos depende de lo que ‘decidimos’ pensar. Como consecuencia, podemos controlar en cierta medida cómo te sentimos mediante el pensamiento. Esta ‘cierta medida’ viene limitada porque en la vida real tenemos ideas preconcebidas de los objetos y la gente, y pensar diferente requiere cambiar de actitudes, lo cual no es tarea fácil
COMPETENCIAS EMOCIONALES
Cada una de las 5 Habilidades Prácticas de la Inteligencia Emocional, fueron a su vez subdividas, por el Dr. Daniel Goleman, en diferentes competencias. Estas capacidades son:
Autoconciencia: Implica reconocer los propios estados de ánimo, los recursos y las intuiciones. Las competencias emocionales que dependen de la autoconciencia son:
- Conciencia emocional: identificar las propias emociones y los efectos que pueden tener.
- Correcta autovaloración: conocer las propias fortalezas y sus limitaciones.
- Autoconfianza: un fuerte sentido del propio valor y capacidad.


Autorregulación: Se refiere a manejar los propios estados de ánimo, impulsos y recursos. Las competencias emocionales que dependen de la autorregulación son:
- Autocontrol: mantener vigiladas las emociones perturbadoras y los impulsos.
- Confiabilidad: mantener estándares adecuados de honestidad e integridad.
- Conciencia: asumir las responsabilidades del propio desempeño laboral.
- Adaptabilidad: flexibilidad en el manejo de las situaciones de cambio.
- Innovación: sentirse cómodo con la nueva información, las nuevas ideas y las nuevas situaciones.


Motivación: Se refiere a las tendencias emocionales que guían o facilitan el cumplimiento de las metas establecidas.
- Impulso de logro: esfuerzo por mejorar o alcanzar un estándar de excelencia laboral.
- Compromiso: matricularse con las metas del grupo u organización.
- Iniciativa: disponibilidad para reaccionar ante las oportunidades.
- Optimismo: persistencia en la persecución de los objetivos, a pesar de los obstáculos y retrocesos que puedan presentarse.


Empatía: Implica tener conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de los otros.
- Comprensión de los otros: darse cuenta de los sentimientos y perspectivas de los compañeros de trabajo.
- Desarrollar a los otros: estar al tanto de las necesidades de desarrollo del resto y reforzar sus habilidades.
- Servicio de orientación: anticipar, reconocer y satisfacer las necesidades reales del cliente.
- Potenciar la diversidad: cultivar las oportunidades laborales a través de distintos tipos de personas.
- Conciencia política: ser capaz de leer las corrientes emocionales del grupo, así como el poder de las relaciones entre sus miembros.


Destrezas sociales: Implica ser un experto para inducir respuestas deseadas en los otros. Este objetivo depende de las siguientes capacidades emocionales:
- Influencia: idear efectivas tácticas de persuasión.
- Comunicación: saber escuchar abiertamente al resto y elaborar mensajes convincentes.
- Manejo de conflictos: saber negociar y resolver los desacuerdos que se presenten dentro del equipo de trabajo.
- Liderazgo: capacidad de inspirar y guiar a los individuos y al grupo en su conjunto.
- Catalizador del cambio: iniciador o administrador de las situaciones nuevas.
- Constructor de lazos: alimentar y reforzar las relaciones interpersonales dentro del grupo.
- Colaboración y cooperación: trabajar con otros para alcanzar metas compartidas.
- Capacidades de equipo: ser capaz de crear sinergia para la persecución de metas colectivas.

domingo, 12 de agosto de 2012

Coaching personal

Llegado un punto de nuestras vidas, muchos de nosotros descubrimos que, por inercia, hemos caído en situaciones y rutinas sumamente insatisfactorias. De pronto comprendemos que no vivimos conforme a nuestros deseos y, aún peor, que ni siquiera sabemos cuales son esos deseos. Esta es la clave del problema:DESCONOCEMOS CUALES SON NUESTROS DESEOS más profundos y verdaderos. Un muro invisible cimentado en la pasividad nos separa de nuestros sueños, pero abrir una brecha en ese muro no es tan difícil como pudiera pensarse. Basta un poco de convicción y empuje. 
¿Cómo se hace?
La relación coach-coachee se establece en un marco íntegro de confianza en el otro. El coach pone su atención en el desarrollo de habilidades que mejoren las distintas àreas de la persona, sea en su vida sentimental, relacional, su estado físico o la obtención de metas personales. En ciertos momentos, ayuda a que el coachee sea consciente de sus insuficiencias para luego estar en mejor posición frente a la consecución de sus objetivos. El coach ayuda la persona a sacar lo mejor de sí misma y a buscar el camino que la lleva desde donde está ahora hasta donde quiere estar.
¿Es el coach un psicólogo?
El psicólogo suele estudiar pautas de conducta mirando hacia el pasado de la persona.
El coach mira al presente y al futuro y la ayuda a sacar todo su potencial para llegar
a lo más alto posible.
¿Un coach motiva a la persona?
Es la propia persona la que ya tiene que estar motivada para desarrollarse y la que tiene que creer que puede llegar a ser más feliz. El coach la motiva y anima en sus momentos difíciles. Lo que hace es canalizar esa motivación para que se convierta en un trabajo productivo. Primero se establecen las metas que se quieren conseguir, se analiza la realidad actual y se empieza a trabajar en el plan de acción para alcanzarlas.
¿Y qué pasa si la persona no consigue alcanzar sus metas?
El coaching es un proceso que requiere tiempo. Conviene analizar todas las opciones que surgen en cada sesión y la conveniencia o no de llevarlas a cabo, las opciones alternativas y el grado de satisfacción de la propia persona al tomar la decisión de cambiar una actitud o poner en marcha un nuevo proyecto. Ese es el modo en el que conjuntamente se siente que la persona se está desarrollando como desea o no. Si en el proceso la persona cree que su meta inicial ya no le satisface, es ella quien la cambiará o adaptará a la nueva situación.
¿A quién se dirige?
A todas las personas que quieren mejorar su calidad de vida, su liderazgo personal y sus relaciones interpersonales.
A las personas que quieren realizar un cambio personal o profesional.
A las personas aquejadas de dificultades en la salud por padecimientos crónicos.
A las personas que han sufrido pérdidas: divorcios, muertes.
A las personas que atraviesan una crisis de identidad ligada a procesos de cambio: envejecimiento, menopausia, conflictos de pareja, conflictos familiares, relación conflictiva con hijos o padres, etc. 

A las personas que quieren  mejorar su propia motivación.
A las personas que quieren desarrollar su potencial creativo y intuitivo.
A las personas que quieren desarrollar la alegría sin objeto, como estado de conciencia del propio sujeto.
¿Cuánto tiempo dura?
El proceso suele durar de ocho a quince sesiones de 55 minutos, aunque no hay nada establecido al respecto. El período entre sesiones es fijado de mutuo acuerdo, siendo seis meses un período medio para completar el proceso. El tiempo entre sesiones puede ser entre 7 y 15 días.

Algunos ejemplos de los beneficios concretos del coaching personal

Imaginemos que queremos hacer algo que nos importa mucho, que queremos cambiar algo en nuestra vida y que mucha de la gente que nos rodea nos dice que no tenemos la capacidad de hacerlo, o que es demasiado tarde, o demasiado temprano, o que estamos locos. Imaginemos que nosotros tenemos la firme convicción de que sí podemos dar este paso, pero nos parece muy difícil darlo solos. El coach personal nos dirá que lo podemos conseguir, nos dará más fuerza para que podamos llegar a donde queremos ir, nos proporcionará herramientas para que tengamos un paso más firme. El coach nos ayudará a levantarnos si nos caemos, y si es preciso ¡hará sonar su silbato para marcarnos el ritmo!

Imaginemos que estamos hartos de mirar la vida como algo monolítico, que nuestra visión temerosa ya no nos encaja, que intuimos que la felicidad no está en los grandes logros sino en las pequeñas cosas. El coach nos animará a mirar allí donde está la maravilla.

Imaginemos que teníamos una meta pero no la pudimos cumplir, o que la meta ha ido perdiendo interés a medida que nos hemos ido acercando a ella. El coach nos ayudará a soltar lo innecesario, nos hará percibir cuáles son nuestros objetivos reales, a descubrir, por ejemplo, que queríamos dar más paseos en el bosque cuando hablábamos de cambiar de empleo, que queríamos cambiar de empleo cuando hablábamos de dejar a nuestra compañera, que deseábamos tener un perro cuando decíamos que pretendíamos irnos a vivir a Nueva Zelanda, que anhelábamos viajar en solitario durante varios años alrededor del mundo cuando pensábamos en volver a casa con nuestro ex, o que queríamos sentarnos a meditar cuando hablábamos de hacer diez mil cosas. La lista es tan infinita, como nuestras posibilidades. Al fin y al cabo, el coach será el que nos animará a ser felices. 
¿TE CUESTA IR TRAS LO QUE DESEAS EN ESTA VIDA PORQUE IGNORAS DE QUE SE TRATA?

La razón de que ignores que quieres es que existe algo dentro de ti que te impide conseguirlo. El primer propósito del COACHING es ELEVAR TU NIVEL DE CONCIENCIA, para que puedas verlo con toda claridad. Tan pronto como adviertas qué se interpone en tu camino, sabrás exactamente porque no has creado la vida que deseas. Comprenderás que has sido incapaz de ponerte en marcha porque existe una razón.

El segundo propósito del COACHING es conseguir que TE PONGAS EN MARCHA. Cuando ves a personas apasionadas con su vida y su trabajo, que han encontrado su sitio perfecto, el mundo parece a veces muy injusto.

¿Cómo tuvieron tanta suerte?

Te diré algo que hicieron. Se pusieron en marcha..., y siguieron en marcha.

LA CANTIDAD DE BUENA SUERTE QUE TE LLEGUE DEPENDE DE TU VOLUNTAD PARA ACTUAR. Espero que esta página te anime a ponerte en marcha y empieces a CREAR la vida que deseas.
Disfruta de tu visita.
"La experiencia del coaching me ha mostrado aquellas posibilidades que era incapaz de ver y de vivir. Estar perdido o no saber lo que quieres no es una barrera, sino una puerta con muchas puertas nuevas por detrás. Me parece que todo el mundo debería conocer y vivir un proceso de coaching. ¡Ojalá hubiera ido antes!"

Pensamientos y Reflexiones Para Cada Día de la Semana:MOTIVACIÓN


Te has percatado que en ciertas ocasiones tu euforia y alegría de vivir son tan intensas que sientes que podrías hacer cualquier cosa, y que en otras ocasiones estás abatido/a, sin fuerzas, sin optimismo y preguntándote cómo es posible sentirse sin falta de energía?
Lo cierto es que probablemente ninguno de los dos estados sea el más “natural” en las personas.
Ambos constituyen extremos de un origen posiblemente neuroquímico, los cuales son reacciones de nuestro cuerpo para tener una conexión con el ambiente que nos rodea.
Todo en la vida debe tener un equilibrio. Por ello, si lo que buscas es motivarte y no perder la cabeza, entonces estos siete puntos te ayudarán en lo que quieras realizar.

1.- Utiliza una agenda donde escribas diariamente objetivos claros de corto, mediano y largo plazo. Sé extremadamente claro.
2.- Programa salidas y reuniones sociales, aunque en principio te resulten difíciles, debes multiplicar tu relación social para vencer la falta de motivación.
3.- Efectúa una sesión diaria de meditación y visualización. Debes buscar un lugar dentro de tu casa o fuera de ella y visualizar lo que deseas. Verás los resultados en menos de dos semanas. Otro secreto es poner lo que deseas en el espejo donde te miras al levantarte. Mentalízate con ello.

4.- Haz una lista con 20 pequeñas cosas que te dan una felicidad personal, cosas que no todo el tiempo te detienes a reconocer y cuya existencia te reconforta. Proponte repasar mentalmente esta lista de manera diaria.
5.- Realiza ejercicios. Esto debe ser sagrado para ti, no puede pasar un día sin que los efectúes. Los efectos en la motivación comenzarán a verse en muy corto plazo.
6.- Ten gestos de gentileza con los que te rodean. Prepárate para despojarte de algo personal si hiciera falta. Dales cualquier ayuda, cualquier gesto que te valiera su bendición. Recuerda el principio divino: “Dar es mejor que recibir”.

7.- Cuando experimentes alegría y ganas de hacer cosas toma una muy buena nota en tu memoria de los componentes de ese estado mental. Procura grabar con detalle las sensaciones que experimentan tu cuerpo y mente. Dite a ti mismo/a: “Yo puedo enseñarme a inducir este mismo estado en cualquier momento que yo quiera”.

  • Lunes:
    "Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlos"
    Peter Bamm
  • Martes:
    "Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad" 
    Winston Churchill
  • Miércoles:
    "El secreto de mi éxito está en pagar como si fuera pródigo y vender como si estuviera en quiebra" 
    Henry Ford
  • Jueves:
    "Obrar es fácil, pensar es difícil; obrar según se piensa aún es más difícil" 
    Johann Wolfgang von Goethe
  • Viernes:
    "Si amas la vida, economiza el tiempo, porque de tiempo se compone la vida"
    Benjamín Franklin
  • Sábado:
    "Es preciso saber lo que se quiere; cuando se quiere, hay que tener el valor de decirlo, y cuando se dice, es menester tener el coraje de realizarlo"
    Georges Clemenceau
  • Domingo:
    "La constancia es la virtud por la que todas las obras dan su fruto"
    Arturo Graf

Las claves del éxito



Hoy leía un artículo  que hacía referencia a las claves del éxito de Steve Jobs. En concreto se refería a un listado de doce elementos que convirtieron a un outsider universitario en uno de los empresarios de mayor éxito del planeta. No soy muy amigo de los listados cerrados, y  menos de poner sobre la mesa de un emprendedor cualquiera las dinámicas que se suceden en Sillicon Valley. Los que hemos estado allí sabemos que no todo se mueve por el “talento” o la capacidad de tus ideas. Las relaciones personales y la capacidad para entrar en uno u otro lobby determinan el éxito de tus ideas. Sin embargo en este caso hay detalles que son interesantes de leer.
En esa línea quiero compartir otro material significativo. En este caso es otro decálogo pero de mayor valor. Se refiere a los factores que permiten a alguien convertirse en un emprendedor de éxito. Coincido en casi todas las apreciaciones. El post original es de Roth Carol y lo publicó  en el The Globe and Mail intentando resumir su libro “La ecuación del emprendedor”. Lo he traducido para poder compartir vuestras reflexiones.
Fase 1: Defina su motivación.
Pregúntate por qué realmente deseas iniciar un negocio. ¿Estás buscando hacerte rico rápidamente? ¿Quieres demostrar tu talento o servicio? ¿Estás cansado de tu jefe? Estas no son razones para iniciar un negocio. Por otro lado, si te gusta la idea de dirigir una entidad, si te gusta la creación de sistemas y procedimientos, adoras dar a los clientes un buen servicio, si prosperas siendo muchas cosas en la vida modificando tus responsabilidades, entonces el espíritu empresarial puede ser algo a considerar.
Fase 2: Dá la bienvenida a su nuevo jefe.
Al iniciar tu propio negocio, ya no tienes ningún control. Y, puede que no tenga la libertad que pensaba iba a tener. Ahora pasas a estar controlado por tus clientes, inversionistas o prestamistas y usted es personalmente responsable de responder a todos ellos. Eso sucede todo el tiempo.
Fase 3: Evaluar qué tan bien se trabaja con los demás.
Muchas personas sueñan con abrir un negocio como un escape. Las razones van desde no soportar el molesto compañero de trabajo o de un jefe autoritario. Pero tener un negocio no significa que ya no tienen que interactuar con la gente. De hecho, es todo lo contrario. Para conseguir clientes, inversionistas y otras personas le ayuden con su negocio (incluyendo contables, abogados, y más) que necesita para mantener sus habilidades de relacionarse con la gente deben aumentar.
Fase 4: Sume sus responsabilidades.
Ser propietario de un negocio es muy parecido a criar a un niño. Es un trabajo 24/7. ¿Serás capaz de responder inmediatamente cuando el “niño” tiene una emergencia? Si algo le pasa a la empresa (incluida la pérdida de su dinero de inversión y los ingresos), ¿cómo va a afectar a tu familia o la vida familiar? Considera los escenarios del peor caso en la evaluación de tus responsabilidades y el impacto de su estilo de vida actual.
Fase 5: Busque en su gestión la experiencia en el sector.
Ser capaz de manejar a los empleados y a los proveedores es el tipo de habilidad empresarial que tendrás que adquirir antes de comenzar tu propio negocio. Tú también necesitas conocer tu interior y capacidades. Pasa tiempo de trabajo en una empresa similar, la sombra de un empresario en su industria es alargada y si no sabemos del tema podemos conducir todo el proyecto a la basura. Puedes aceptar una oferta en prácticas. Conozco quien lo ha hecho y luego ha sido un empresario especialmente exitoso. Experimentar con la empresa de otro.
Fase 6: Hacer un balance de lo que sabes.
Si el negocio se reduce a lo que no sé, puede ser suplido por gente que si lo sabe. Si tu no sabes mucha gente puede aportar ese valor. El problema es que si desconoces cosas determinantes de tu proyecto puedes pasar por alto factores clave que comporten el fracaso. Una red conectada de personas que sepan más que tú, debería aportar el conocimiento para que sea un éxito. Eso al fin y al cabo permite cuidar tu networking. Una buena conexión vale su peso en oro. El interés de los inversores aparece por ese factor social de cualquier proyecto.
Fase 7: Sea honesto acerca de su relación con el dinero.
Se financieramente responsable. ¿Tienes algún dinero para invertir en tu negocio, o va a depender de otros? Es preciso no entrar en pánico acerca de gastar dinero o evitar el riesgo financiero a toda costa. No esperes que tu relación con el dinero para cambie sólo porque has abierto un negocio. La apertura de un negocio requiere dinero – el suficiente para que usted pueda establecer u operar el negocio.
Fase 8: Evaluar que tipo de emprendedor eres.
Ser consecuente y analizar el modelo de emprendedor que uno es. A partir de ahí tomar las medidas que potencien lo bueno o establezcan criterios de reducción del peso de lo malo. Por ejemplo, un emprendedor excesivamente autodidacta puede estar perdiendo el factor del grupo en apoyo y, en estos tiempos, se aleja de la herramienta más potente para la gestión empresarial jamás inventada: el talento global y la inteligencia colectiva.
Fase 9: Examine el mercado y la competencia.
Antes de saltar a la iniciativa empresarial, se debe tener una mirada dura con el mercado y la competencia. ¿Está tu mercado saturado de empresas de éxito? ¿Está tu industria plagada de malos negocios tantos que han desarrollado una mala reputación? Ambos competidores, buenos y malos, sólo influirán en el éxito que tu negocio tenga. Siempre necesitarás a tu mercado de marca para brillar por encima de los buenos competidores.
Fase 10: Pon a prueba tu capacidad de ampliación.
Las empresas más exitosas se basan en la automatización y la delegación. ¿Otros empleados puedan hacer tu trabajo? ¿Puedes enseñar a los demás hacer lo mismo pero mejor y más rápido? Si su negocio se basa en sus habilidades y sus conocimientos solo ¿que pueda aportar un producto y trabajo exitoso a cada uno de los socios.

sábado, 28 de julio de 2012

PENSAR EN POSITIVO


Debido al estrés diario, es común que los pensamientos negativos se acumulen en nuestra mente.
Muchas veces creemos cosas que,  en realidad, no hemos probado. Simplemente, nos repetimos hasta el cansancio que “no podemos hacerlo”, “no somos lo suficientemente buenos para eso”, y otros pensamientos negativos similares. Es un hábito y lo podemos cambiar.
Cuando por fin nos decidimos a intentarlo, en la mayoría de los casos comprobamos que aquello que pensábamos antes era un fantasma fundado en nuestra falta de confianza, y que nada era tan grave como parecía.
Hay personas que piensan que  jamás aprenderán a conducir un automóvil, o a nadar, usar una computadora, etc. Pero, la realidad es que muchas de ellas ni siquiera lo han intentado, se quedan varadas en la fase del pensamiento negativo.
Lo primero que debemos hacer para eliminar estos pensamientos negativos y transformarlos en positivos, es invertirlos. Por ejemplo, si uno está convencido de que nunca aprenderá a nadar o a conducir, lo primero que debe hacer es decirse a sí mismo: “Lo intentaré. Quizás me lleva algún tiempo despojarme de mis temores, pero de todos modos lo intentaré. La mayoría de la gente conduce (o nada) y lo hacen con naturalidad. Hoy lo voy a intentar y veré qué pasa”.
Lo segundo que debemos hacer es darnos tiempo. Algunas personas lograr superar sus miedos y se liberan de los pensamientos negativos con mayor facilidad y rapidez que otras. Dése tiempo para comprender que nada malo le pasará si empieza a pensar en positivo, por el contrario, comenzará a hacer progresos en su vida y a sortear obstáculos que antes no le permitían avanzar.
Por último, cuando logre hacer algo que antes no hacía (como empezar a pensar en positivo, eliminando los pensamientos negativos), felicítese!  Hágalos de corazón, sinceramente. Dése una palmadita en la espalda, párese frente al espejo y sonría, experimente el placer de haber logrado vencer un mal hábito y comience cada día a vivir en positivo.

No sea un blanco de ataques emocionales


Tu puedes elegir no ser el blanco de los ataques emocionales de otras personas.
Las confrontaciones dolorosas, con frecuencia nos dejan con una sensación de agotamiento y confusión mental. Cuando alguien nos ataca emocionalmente, solemos preguntarnos qué hicimos para disparar su ira, y lo tomamos de un modo personal. Nos preguntamos qué pudimos haber hecho para que esa persona actúe y nos hable del modo en que lo hizo. Es importante recordar que en los ataques emociones, no existen blancos reales. Por lo general, suele ser la manera en que la persona que ataca a otras redireccione sus sentimientos negativos lejos de sí misma.
Cuando las personas se sienten abrumadas por emociones fuertes, como el dolor o la angustia, es posible que se vean a sí mismas como víctimas de estas emociones y busquen redirigirlas a otras personas como una manera de protegerse o de sentirse mejor.
La manera en que tu puedes protegerte a sí mismo de un ataque emocional es no tomando esa conducta de un modo personal. No obstante, en primer lugar, es buena idea cultivar un estado de desapego (poner distancia mental y física) que le pueda brindar protección contra la persona que lo está atacando. Esto le permitirá sentir compasión por ella y le recordará que su comportamiento no está relacionado con usted, sino que esa persona tiene necesidad de expresar su dolor y librarse de las emociones negativas que la acosan.
Si tienes dificultad para lograr que las conductas de otra persona no le afecten, tómate un instante y respira profundamente y recuérdate  a ti mismo que  no has echo nada malo, y que no es responsable por los sentimientos y las acciones de los demás. Si logra ver que esa persona está expresando, indirectamente, una necesidad —ya sea que esté buscando ayuda o que sólo desee que la escuchen— podrá atenuar el ataque permitiéndole a esa persona hablar sobre lo que realmente le está afectando.
Uno mismo no puede controlar las emociones de otras personas, pero sí puede controlar las propias. Si se da cuenta de que está respondiendo a la negatividad de otra persona, intente no responder. Mantenga su mente abierta y es posible que quien lo ataca, deje de hacerlo y se abra a su compasión.

VER,OIR Y CALLAR


Una vieja frase nos dice “El que calla, otorga”. Si bien el silencio no siempre es sinónimo de consentimiento, normalmente, la persona que calla está manifestando que no quiere dar su opinión respecto de un tema.
Cuando somos testigos de una injusticia o un agravio, nuestro silencio no significa -necesariamente- que estamos de acuerdo con esa injusticia o ese agravio. Callar puede significar otras cosas, incluso mucho más profundas de lo que podemos comprender.
Por ejemplo, cuando guardamos silencio ante un agravio, significa -principalmente- que no queremos adoptar una posición. Que queremos permanecer en terriotorio neutro. Que no queremos expresar nuestra opinión al respecto. Incluso si no estamos de acuerdo con una conducta inadecuada, nuestro silencio está expresando que no deseamos manifestar, abierta o sinceramente, nuestro desacuerdo con dicha conducta.
Las personas emocionalmente débiles o más vulnerables suelen autoengañarse por lo que refiere al uso de sus silencios. Callar es un arte. Pero una cosa es callar por educación o porque una situación no amerita una respuesta u opinión, y otra muy distinta es callar por la falta de capacidad que tiene una persona de poner un límite dónde debería ponerlo.
Las personas emocionalmente vulnerables suelen engañarse a sí mismas y creen que callan porque un tema, verdaderamente espinoso, no les afecta (cuando, en realidad, sí les afecta), en lugar de ver dentro de sí que el verdadero problema radica en que no pueden poner límites saludables a personas que atacan emocionalmente a otras.
Si bien no todo el calla otorga, tampoco es correcto decir que todo el que calla, guarda silencio por educación o porque un problema no le afecte. A veces, las personas encuentran muy difícil poner un límite, o expresar lo que realmente piensan, por temor a ser vistos como villanos o enemigos.
La verdad es que a nadie le gusta ocupar el rol de villano, por lo que es natural caer en el autoengaño de decir: “No hago ningún comentario al respecto, ni positivo ni negativo (no expreso mi opinión, ni adopto una posición) porque este tema no me afecta o (lo que es más grave aún) este tema no es tan importante”.
Paradójicamente, ver, oír y callar un problema, es una manifestación -en sí misma- de lo que pensamos al respecto. Cuando somos testigos de un problema y preferimos callar, estamos enviando un mensaje claro de que no queremos involucrarnos y no queremos dar nuestra opinión, ya sea una opinión positiva o negativa. Estamos enviando también, el mensaje de que no vamos a adoptar una posición al respecto, no vamos a actuar, no vamos a poner un límite, no vamos a tomar partido ni defender a ninguna de las partes.
Cuando caemos bajo el autoengaño del pensamiento diplomático y evitamos poner un límite claro, expresando nuestra opinión abiertamente, estamos permitiendo que una conducta inadecuada se perpetúe en el tiempo. Le estamos dando luz verde a una persona para que repita un ataque emocional contra otras personas, tantas veces como lo desee, ya que nuestro silencio acarrea una aprobación implícita.
No le estamos diciendo a esa persona: “Está bien que hagas eso” o “Estoy de acuerdo o apruebo lo que haces”, de un modo directo, pero tampoco le estamos diciendo lo contrario. Tampoco le estamos diciendo que no estamos de acuerdo con lo que hizo o que no aprobamos su conducta.
Al no encontrar ningún límite ni impedimento, la persona que acostumbra agraviar o atacar emocionalmente a otras, continuará haciéndolo porque no hay nadie que le ponga límite (de hecho los que callan no ponen límites de ningún tipo), como tampoco hay evidencia alguna de que su conducta es inadecuada (en este caso, los que callan, sí otorgan su consentimiento o aprobación, aunque no lo vean así).

CONFIANZA EN UNO MISMO..CULTIVALA


 Se comenta, que no hay nada de malo en esperar que las cosas salgan bien y querer ganar. Sin embargo, esto es lo que nos frena para tener confianza. Si nosotros cometemos un error, terminamos perdiendo confianza.
Somos responsables de nuestros actos, debemos estar atentos en nuestras acciones, comportamiento, cultivar día a día nuestra confianza, crecer como personas y sobre todo en lo espiritual.
Debemos ya conocernos, saber en  donde están nuestras debilidades, fortalezas, aprovechar el tiempo de vida que se nos da y sobre todo, tenernos confianza.
Al respecto, superación-personal.net, nos aporta que, muchos son los factores que pueden influir en el hecho de que una persona tenga o no confianza en sí misma, pero hay uno que es primordial: la manera en que es criada la persona. Cuando hablamos de persona, pensamos en una persona adulta y a menudo olvidamos que esa persona adulta fue antes una persona niña. Es durante la infancia que se echan las bases de lo que será la persona adulta, y es muy difícil que esta persona adulta pueda cambiar el rumbo que le fue marcado en su infancia.
 De acuerdo a como nos comportamos en nuestra infancia, se preocuparon por cultivar nuestra seguridad, confianza en uno mismo, nuestro comportamiento se manifiesta en el presente
 Se nos agrega, que consideremos, que  la infancia es la época en que la mente es más maleable, cuando más intensamente recibe la influencia de lo que la rodea. De aquí que cuando se habla de la influencia del medio ambiente o del entorno, se está haciendo referencia a la acción de los padres, de los parientes, de los amigos, de los maestros, de los compañeros escolares, durante la época en que la persona es más influenciable: su infancia.
Existen maneras de criar a un niño que estimulan la confianza en sí mismo y otras que tienden a destruirla. Deshacer el efecto de una mala crianza o una mala educación, es muy difícil cuando la persona ya es adulta. Sin embargo, el cambio puede darse, ya sea de manera fortuita o de manera deliberada.
Si pensamos que la confianza en sí mismo (o auto-confianza) se refiere a la creencia en la propia capacidad para llevar a cabo una tarea, podemos darnos cuenta de las diversas formas en que puede incrementarse la auto-confianza de una persona. En primer lugar, existen experiencias fortuitas que permiten a la persona darse cuenta de que es capaz de llevar a cabo una tarea para la que pensaba no tener condiciones. Se les suele llamar "experiencias cruciales" porque marcan una encrucijada en el camino vital.
 Nos indica reirse.wordpress.com  que tomemos muy en consideración,, que en cualquier área de la vida, la falta de confianza en uno mismo, puede ser fatal. Nos inmoviliza, nos deja mudos. Sobre la necesidad de cultivar y alcanzar una excelente confianza en uno mismo  se nos proporcionan  algunos consejos :
1. Ante el primer síntoma de desconfianza, pregúntese, "¿Qué es lo peor que nos  podría pasar?". Muy a menudo se otorga excesiva importancia a los potenciales problemas que pueden surgir si intentamos algo. ¿Porqué no usar toda nuestra energía en lograr nuestras metas, en lugar de gastarlas preocupándonos de lo que podría ocurrir? Se debe actuar  sin miedo ! Minimizar riesgos, vale, pero que el miedo no nos puede detener.
2. Si estamos asustado  porque vamos  a hacer algo por primera vez... sencillo! imaginémonos  que ya lo hemos  hecho en el pasado ! Cerremos nuestros ojos e imaginémonos nosotros mismo, y de  forma realista posible (poner nuestro cinco  sentidos en ello), culminando con éxito lo que ahora se va hacer por primera vez.  Se nos comenta, que la mente realmente no sabe diferenciar entre algo imaginado con mucho detalle, de algo real. Lo confunde. Habremos  superado el miedo a la primera vez.
3. Viajemos al futuro y, desde allí, preguntémonos  si a lo que nos enfrentamos es algo tan importante como ahora nos  parece.  Se dice, que este ejercicio puede ser un poco morboso, pero funciona a la perfección. Imaginemos en nuestro lecho de muerte  de muerte, haciendo  un recuento de lo que ha sido nuestra  vida. Nos rodean nuestra  familia y amigos. Estamos  revisando los momentos más significativos de nuestra  existencia. ¿Realmente creemos que a lo que ahora hacemos  frente va a aparecer en ese repaso? Eso es altamente improbable. Viendo las cosas con la perspectiva adecuada nos damos cuenta de la importancia que realmente tienen. Al ponerlas en su sitio, el miedo -el respeto- que nos da desaparece.
4. Anulemos  a la molesta y negativa vocecilla interna que nos  dicta como actuar.
5. Pensemos  en el "como sería si...". Este truco es realmente bueno. Ante una situación concreta, ¿Si tuviéramos  confianza, como actuaríamos? ¿Como nos  moveríamos? ¿Como hablaríamos? ¿En que pensaríamos? ¿Que cosas nos diríamos a nosotros mismo? Preguntándonos estas cuestiones, estamos, literalmente, forzándonos  a imaginarnos  en un estado de confianza... ya lo único que tenemos  que hacer es "actuar" en función a las respuestas que demos. Poco a poco se irá  olvidando que estamos  actuando, y se convertirá en un hábito automático.
6. Encuentre a alguien que ya demuestra confianza en ese área, e imítelo. Tome como modelo su comportamiento, su actitud, sus valores, sus creencias... y aplícalo, de la forma que puedas, en el contexto que  necesita. ¿Cómo hacer esto? Si tienes la posibilidad hable con él, y si no, pues trata de acercarse, y de observarlo lo más que puedas. Aprenda de él.
7. Recuerde: perdemos  el 100% de las oportunidades que no intentamos. Para conseguir lo que queremos, debemos  actuar. A veces lo que nos inmoviliza es el pensar que vamos a molestar... que estamos en un entorno hostil. Por ejemplo, necesitamos preguntar por algo, pero preferimos no hacerlo y dejarlo pasar. Hay que cambiar.  Debemos creer que la gente realmente está ansiosa por ayudarnos. Puede que esto no sea del todo cierto en el Mundo Real... pero tener esta mentalidad es algo muy útil. Si no lo conseguimos  a la primera, preguntemos  a cuantas personas sean necesarias para obtener lo que buscamos. Al final casi siempre lo conseguiremos. De hecho la mayoría de la gente está encantada en poder ayudar a otros. Se sugiere extrapolarlo  a otros ámbitos: tome en cuenta  creer ciegamente que te mueves en un entorno amistoso.
 No olvide por último,  lo que nos aporta tess.blogcindario.com ,  sobre algunas de la características de la persona "segura" :
  • Expresión facial distendida.
  • Postura corporal sólida y autoafirmada.
  • Mirada de frente y a los ojos.
  • Tono de voz suave y profunda.
  • Gestos armónicos, congruentes con las palabras.
  • Interacción con otros de manera natural y espontánea.
  • Manera de vestirse "personal" y no dependiente de la moda.
Para aumentar nuestra confianza necesitamos  cambiar nuestras percepciones y estándares. Nuestra confianza es determinada en como nosotros actuamos en el pasado en una situación similar. Nosotros evaluamos las situaciones a través de comparaciones. Debemos de aprender  cómo aumentar la confianza en uno mismo.
laautoestima.com  nos lega algunas formas para aumentar la confianza en nosotros mismos a saber:  
  • Hacer una lista de lo que le gusta de nosotros mismo, hace bien. Es una manera simple de aumentar su confianza.
  • Recordémonos que no tenemos que  esperar que otra persona determine nuestro  valor.
  • Hablemos   con alguien con la que se puede confiar. Especialmente cuando nos encontramos en una situación que nos sintamos con confianza. Ellos nos  darán un mensaje positivo y nos  ayudarán a aumentar su confianza.
  • Hagamos  algo riesgoso, que nos  de miedo. Hagamos  algo que nunca hemos hecho  antes eso nos dará  más confianza

viernes, 6 de julio de 2012

Creatividad Emocional


Cuando hablamos de Creatividad Emocional nos referimos a la capacidad que tienen las personas de realizar propuestas creativas para solucionar situaciones diferentes, no sólo desde su experiencia previa, sino también desde su experiencia vital, de su personalidad y de la forma de sentir e interpretar las emociones que le pueden provocan dichas situaciones. Cuando actuamos de manera racional -dejando a un lado las emociones- solemos agudizar nuestra autocrítica lo cual suele ser el típico bloqueo entre las personas y su Creatividad Emocional. Si esto sucede solemos limitar nuestras acciones a aquellas que nos parecen más seguras y perdemos el interés por innovar. En estas situaciones olvidamos nuestras habilidades creativas, innatas desde niños, como investigar, jugar, inventar, crear y trabajar con la energía que provocan algunas emociones como la pasión.
Despertar y desarrollar la Creatividad Emocional nos permite despertar estas capacidades y nos conduce a trabajar con espontaneidad, lo que nos aleja de los bloqueos y nos ayuda a superar muchos de los obstáculos que nos encontramos día a día en nuestros proyectos.
La Creatividad Emocional se define como una habilidad para experimentar y expresar combinaciones de emociones originales, eficaces y honestas para generar ideas y pensamientos diferentes a los esperados normalmente y que aportan un valor diferencial a lo previsto.
La Organización Mundial de la Salud ofreció recientemente las estadísticas siguientes el suicidio es la primera causa de muerte de jóvenes, uno de cada seis muchachos al llegar a los 20 años, presentan síntomas de embriaguez crónica.
El 5% de las mujeres a nivel mundial presentan problemas de bulimia o anorexia por hecho de no aceptarse como son.
Por eso hay que aprender a manejar las emociones y los sentimientos.
Esto es lo que se encuentra dentro de este trabajo, la importancia de obtener esa inteligencia emocional.
Las emociones y los sentimientos ya no están en el corazón se encuentran en la amígdala. (Glándulas hormonales que se encuentran en el cerebro)
El desarrollo de las diferentes inteligencias es un paso adelante en la creatividad porque tiende a eliminar los bloqueos que pueden surgir en el proceso de pensamiento.
En todos los momentos de la vida se presentan situaciones y problemas los cuales requieren ser solucionados, y para que esto se dé, el cerebro debe actuar de manera conjunta estableciendo un perfecto equilibrio entre los dos hemisferios, tanto el lógico como el creativo.
El desarrollo de la creatividad es muy importante para el día a día y trabaja junto con el pensamiento creativo, sus aspectos, características, etapas entre otras serán estudiadas a continuación, y se determinaran un conjunto de estrategias creativas para facilitar la interpretación, el análisis o el estudio de problemas o temas.
A comienzos de este siglo, en cuanto a la educación, se está subrayando la importancia de la educación creativa.
Si la educación está considerada como "una vía hacia una mejor manera de vivir", entonces uno de los factores primordiales en ella es la Creatividad. Ella ha de estar presente como rasgo característico de la educación eficaz y completa, ya que se ha demostrado que sin creatividad no hay desarrollo.
E. Torrance (1992) concede una gran importancia al maestro en la facilitación de la creatividad de sus estudiantes, de esta manera, destaca entre las condiciones para una enseñanza creativa:
La relación creativa maestro - estudiante, lo cual implica una actitud constructiva, de confianza.
El conocimiento de sus características y funcionamiento psicológico.

El desarrollo de la creatividad es muy importante para el día a día y trabaja junto con el pensamiento creativo.
Carl Rogers (1991) plantea ideas coincidentes en relación con las condiciones que propician el desarrollo de la creatividad:
El trabajo en grupo.
El ambiente de libertad.
La libre expresión.
La estimulación de ideas nuevas y originales.
El clima de confianza, de aceptación y respeto a la persona.
La eliminación de la amenaza de la evaluación.
La independencia.
La libertad de proyectar y seleccionar diversas opciones.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”A. Einstein

Y eso es lo que busca esta monografía. No hacer siempre lo mismo, buscar diferentes soluciones si se quiere llegar a resultados distintos. A eso hace referencia la inteligencia creativa, a no pensar directamente en una solución única, lógica sino que pretender mirar el problema desde diferentes ángulos, desfragmentandolo para, después encontrar una solución original, diferente. Estamos acostumbrados a cerrarnos a determinada situación, que la solución sea siempre la misma y cuando se cambia esa situación, algo fuera de la rutina el pensamiento se ve interpuesto, hay algo que no nos deja seguir, y ahí es donde entra la creatividad.

Desarrollo
Inteligencia emocional:
La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía(es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar), la agilidad mental, etc. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión , que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.
Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida.
La inteligencia emocional es, por tanto, un conjunto de talentos o capacidades organizadas en cuatro dominios:
Capacidad para percibir las emociones de forma precisa (es decir, capacidad de percepción).
Capacidad de aplicar las emociones para facilitar el pensamiento y el razonamiento.
Capacidad para comprender las propias emociones y las de los demás (empatía).
Capacidad para controlar las propias emociones.
Éstas habilidades como todas, pueden ser aprendidas con el tiempo y la práctica.
La inteligencia emocional, según D. Goleman "Es la capacidad para reconocer sentimientos en si mismo y en otros, siendo hábil para manejarlos al trabajar con otros".
PRINCIPIOS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL:
Percepción: Cualquier cosa que incorporemos por cualquiera de nuestros sentidos.
Retención: Corresponde a la memoria, que incluye la retentiva (o capacidad de almacenar información) y el recuerdo, la capacidad de acceder a esa información almacenada.
Análisis: Función que incluye el reconocimiento de pautas y el procesamiento de la información.
Emisión: Cualquier forma de comunicación o acto creativo, incluso del pensamiento.
Control: Función requerida a la totalidad de las funciones mentales y físicas.
CARACTERISTICAS DE LA MENTE EMOCIONAL:
1. La mente emocional es infantil, en cuanto a que es categórica, todo es blanco o negro, para ella no existen los grises.
2. Todo lo enfoca personalizándolo en una misma.
3. Es auto confirmante, ya que confirma lo que anteriormente creíamos.
4. Impone el pasado sobre el presente, lo cual quiere decir que si una situación posee alguna característica o rasgo que se asemeje de alguna forma a un suceso del pasado cargado emocionalmente (esto es, que suscito en nosotras gran emoción), la mente emocional ante cualquier detalle que considere semejante, activa en el presente los sentimientos que acompañaron al suceso en el pasado.
5. Se auto justifica en el presente utilizando la mente racional, de forma que sin tener idea de lo que está ocurriendo, tenemos la total convicción de que lo sabemos perfectamente.
6. Realidad específica de estado, esta característica se refiere al hecho de que cada emoción tiene su propio repertorio de pensamientos, sensaciones y recuerdos asociados, que el cerebro percibe y emite automáticamente sin control racional. Así pues la visión de la realidad se modifica en función de la emoción que estemos sintiendo; lo que percibo no es lo mismo si me siento furioso o enamorado.
7. La mente emocional también posee el rasgo de la memoria selectiva lo cual implica, que ante una situación emocional determinada, reorganiza los recuerdos y las posibles alternativas de forma que sobresalgan los que considera relevantes.
8. Es asociativa, esto es considera los elementos que activan los recuerdos como si fuera la realidad, y ya sabemos que un solo rasgo similar puede evocar la totalidad de los sentimientos asociados.

9. El tiempo no existe para ella y no le importa como son las cosas, sino como se perciben y lo que nos recuerdan.

10. Por lo que respecta a las palabras asociadas a este tipo de mente, podemos hablar de rapidez, impaciencia, relacionarse, decisiones a partir de ensayo error, globalizar, orientada a las emociones, sentir, creer, intuir, vincular.
11. Es cálida, imprecisa y está orientada básicamente a las relaciones con nosotros mismos y con los demás.
Inteligencia Creativa:

La creatividad y su Estimulación
La creatividad supone por lo menos tres condiciones:
 1) una idea o respuesta nueva debe ser producida.
 2) esta idea o respuesta debe resolver un problema o alcanzar cierta meta 
 3) el conocimiento original debe ser mantenido y desarrollado al máximo. La creatividad se extiende en el tiempo en vez de limitarse en un breve episodio, y se caracteriza por originalidad, adaptación y realización.
 
El Pensamiento Creativo:
Se puede definir de varias maneras. Halpern afirma que "se puede pensar de la creatividad como la habilidad de formar nuevas combinaciones de ideas para llenar una necesidad".
Perkins destaca una característica importante del pensamiento creativo: El pensamiento creativo es pensamiento estructurado en una manera que tiende a llevar a resultados creativos. El criterio último de la creatividad es el resultado. Se llama creativa a una persona cuando consistentemente obtiene resultados creativos, significados, resultados originales y apropiados por el criterio del dominio en cuestión.
Perkins implica que para enseñar creatividad, el producto de los alumnos deber ser el criterio último. El pensamiento creativo debe tener un resultado.
Características esenciales del pensamiento creativo:
Las cuatro características más importantes del pensamiento creativo son:
La fluidez
La flexibilidad
La originalidad
La elaboración
La primera característica se refiere a la capacidad de generar una cantidad considerable de ideas o respuestas a planteamientos; en este caso se busca que el alumno pueda utilizar el pensamiento lateral, con la intención de que tenga más de una opción a su problema, no siempre la primera respuesta es la mejor y nosotros estamos acostumbrados a quedarnos con la primera idea que se nos ocurre, sin ponernos a pensar si realmente será la mejor.
La segunda considera manejar nuestras alternativas en diferentes campos o categorías de respuesta, es voltear la cabeza para otro lado buscando una visión más amplia, o diferente a la que siempre se ha visto.
En tercer lugar encontramos a la originalidad, que es el aspecto más característico de la creatividad y que implica pensar en ideas que nunca a nadie se le han ocurrido o visualizar los problemas de manera diferente; lo que trae como consecuencia poder encontrar respuestas innovadoras a los problemas.
Una característica importante en el pensamiento creativo es la elaboración, ya que a partir de su utilización es como ha avanzado más la industria, la ciencia y las artes. Consiste en añadir elementos o detalles a ideas que ya existen, modificando alguno de sus atributos.

Creatividad en la escuela:
Cada vez se otorga mayor interés al tema de la creatividad e inteligencia , pasando de ser un privilegio individual exclusivo de "genios", a una cualidad inherente a todo ser humano, la cual es desarrollada en menor o mayor grado en la escuela. Es decir, la creatividad es considerada como un bien social y como uno de los valores fundamentales de la sociedad.
La Psicología y Pedagogía de la Creatividad en el área de la educación tiene como objetivo el estudio de los procesos cognoscitivos y afectivos, así como los factores que afectan su desarrollo y manifestación en la escuela. Uno de sus principios básicos plantea que la creatividad se da a través de la interacción social y en los contextos específicos donde se desarrolla el alumno. Por lo tanto, la creatividad puede ser enseñada y, convertirse en un agente de cambio en la escuela. Pero sobre todo debe ser parte de la cultura de la organización escolar.
Desgraciadamente es común que varios niños se adapten y rindan por debajo de sus capacidades en el sistema escolar, incluso no es raro que muchas potencialidades estén dormidas o aletargadas debido a la escasa estimulación que se brinda para que afloren. Esto se observa muy frecuentemente con los alumnos sobresalientes, talentosos y de altas capacidades. Ahora todo niño tiene potencialidades, en distintas áreas y a diversos niveles y se pueden obtener resultados si se le sabe estimular las mismas a través de un adecuado clima, para lograrlo el maestro juega un papel primordial y ha de dotarlos de recursos, lo cual debe ser una tarea primordial de nuestra educación.
Es claro que para lograr una educación de calidad se necesita una capacitación eficiente, completa e integral, que no vea al docente como un simple instrumento mecánico que tiene la obligación de cumplir con un programa, sino un ente con un sistema propio de valores y principios, con cualidades y deficiencias, inmerso en un entorno social en el cual interactúa. En el sistema educativo, el principal beneficiario ha de ser el alumno, por tanto hay que estar pendientes de su desarrollo, una manera de ejercer influencia en él, es indudablemente a través de sus maestros.
Si se ejerce acción en una aula, posiblemente se logren resultados en 30 niños, pero si la acción se realiza en una aula con veinticinco maestros posibles líderes de cambio, el resultado se multiplica en muchos alumnos y en otros muchos educadores, es por ello que en este texto se busca modestamente , ante todo contribuir en la mejora educativa. Es decir cuando se ofrezca en este texto una visión panorámica de como se ha trabajado e investigado la educación creativa estaremos concientizando a muchos educadores de la importancia de esta para su labor diaria.
En situaciones de tensión o amenaza un individuo puede presentar emociones que provoquen bloqueos como terror o vergüenza, las personas que trabajan desde la creatividad emocional generan situaciones innovadoras para estos bloqueos ya que experimentan con sus emociones variándolas o generando específicas. Estas personas también exploran sus propias emociones, aceptándolas y comprendiéndolas, lo que le permite tener una predisposición más abierta y honesta a experimentar nuevas emociones. La transformación social o empresarial desde las búsqueda de nuevas formulas, nuevos mercados, nuevos productos o nuevas ideas no sólo se tiene que plantear en momentos de dificultad, es fundamental la reinvención continua y una búsqueda de la innovación proactiva. Desde la Creatividad Emocional es imprescindible plantear esta transformación desde la persona, para ella y por supuesto con ella.
Las comunidades, las organizaciones, las empresas y los equipos están formados por diferentes personas, con ideas, emociones, sentimientos, percepciones, necesidades y expectativas muy dispares. Y hablamos de un concepto de modelado global que vendrá de la mano del desarrollo de estas personas que forman esas sociedades, empresas, organizaciones…
El cambio es posible, sólo hay que empezar por creer en él.

Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...