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viernes, 21 de enero de 2022

Hazte Dueño de Tu Destino



Hazte Dueño de Tu Destino


Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente:
Tú has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar
corrigiéndote.


Él triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su
error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntalas con valor
y acéptalas.
Dé una manera u otra son el resultado de tus actos y prueba
que Tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate
ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier
momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para
claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la
causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, dé los fuertes, dé quien no acepta situaciones, dé
quien vivirá a pesar de todo; piensa menos en tus problemas y más en tu
trabajo, y tus problemas, sin alimentarlos, morirán.
Aprende a nacer desde el color y a ser más grande que el más grande de
los obstáculos.
Mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de
ser un títere de las circunstancias,
porque Tú mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las
mañanas y respira la luz del
amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu
vida; ahora despiértate, lucha,
camina, decídete y triunfarás en
la vida; nunca pienses en la suerte,
porque la suerte es el pretexto de
los fracasados.

jueves, 25 de noviembre de 2021

" AQUI , ENTRE NOSOTROS... "












Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassete y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento.

El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
¿Noviazgos o amistades que no clausuran?,¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?),
¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos.

Di a ti mismo que no, que no vuelven.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.

Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!
autor: Desconocido


miércoles, 24 de noviembre de 2021

Echale Ganas!

 

Echale Ganas!





Todos tenemos que hacer cosas que nos desagradan, en algún punto.Ya sea en el trabajo, en el hogar, en tus estudios o donde te desempeñes, hay tareas que simplemente no nos gustan, no les vemos el sentido o, incluso, no estamos de acuerdo con el punto de vista o con la forma de hacerla que nos han indicado.

Ahora, te propongo que, solo por esta semana, le eches ganas. Ponte las pilas Haz eso inevitable que depende de ti con una sonrisa, con buena voluntad y predisposición, desde aquí hasta el sábado o domingo próximos, como prefieras.

Tu actitud es determinante a la hora de hacer que algo pase rápida o lentamente. De intentar disfrutar todo o parte de lo que te insumirá tiempo. De dejarte fluir y lograr lo que deseas aún antes de lo previsto o que ese lapso te parezca interminable y tedioso. Si te quejas o llevas a cabo lo que tienes que hacer con mal genio o mala predisposición, lo único que estarás haciendo es malgastar tu energía y generar mala vibra el resto del día.

Si alguna vez no entiendes por qué te sientes “envenenado” o de mal humor sin motivo, la razón puede estar radicada allí: en vez de aceptar que a todos nos toca hacer ciertas cosas que nos desagradan, te quejas o estás de mal genio. Nunca conocí a nadie a quien le gustara hacer trámites en dependencias públicas, por ejemplo, pero tomarlos como un paso necesario hacia algo que uno quiere o necesita conseguir es una buena manera de descomprimir lo tedioso que puede resultar el proceso en sí. Asimismo, si hay alguna tarea del hogar que te resulta aburrida, piensa en lo útil que es el resultado para todos los miembros de tu familia mientras la realizas.

Tan sólo durante esta semana, deja de lado la tensión que te produce alguna de esas obligaciones ocasionales o permanentes de solo pensarlas. Abórdalas con tranquilidad, sabiendo que hay un bien final que la justifica (cumplir un objetivo en el trabajo, obtener algo, aportar a la dinámica de tu familia o de tu pareja, evitar discutir, ayudar a quien quieres, etc.) Concéntrate en este objetivo y siente cómo estás acercándote a esta meta mediante lo que te toca realizar.




domingo, 7 de noviembre de 2021

Envejecer es obligatorio, crecer es opcional










No dejamos de amar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de amar.
Existen algunos secretos para continuar jóvenes, felices y exitosos. Es necesario reír y encontrar el humor en cada día.
Es necesario tener un sueño. Cuando se pierden los sueños, uno se muere.
Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ¡no se dan cuenta!
Hay una enorme diferencia entre envejecer y crecer. Si tienes 19 años y te quedas acostado en la
cama por un año entero, sin hacer nada productivo, llegarás a los 20 años.
Cualquier persona consigue envejecer. Eso no exige talento ni habilidad.
La idea es crecer siempre encontrando oportunidades en las novedades. Para eso no se precisa ningún talento o habilidad.
La idea es crecer siempre encontrando la oportunidad de cambiar. No tengas remordimientos.
Los viejos generalmente no se arrepienten de aquello que hicieron, sino de aquellas cosas que dejaron de hacer.
Las únicas personas que tienen miedo de la muerte son aquellas que tienen remordimientos.

jueves, 4 de noviembre de 2021

CERRANDO EL PASADO



CERRANDO EL PASADO
Siempre es bueno saber cuándo se concluye una etapa en la vida.
Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del presente.
Lo importante es poner punto final a los momentos de la vida que se han terminado. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente pensando en los ¿por qué? y tratando de entender lo qué sucedió o no sucedió y aquellas situaciones o circunstancias que ya pasaron y que solo son recuerdos.
Vivir así produce un gran desgaste en tu vida y no solo te afecta a ti, sino a tus seres queridos.
El pasado ya pasó. No esperes que nadie te devuelva nada, no esperes que nadie reconozca tus esfuerzos. Debes liberarte del resentimiento, de las ataduras que traen los recuerdos del pasado. Si no lo haces lo único que conseguirás es no disfrutar del presente y por lo tanto condicionará negativamente tu futuro.
El pasado solo nos debe servir como experiencia, para realizar los cambios necesarios que nos ayuden a superar los inconvenientes que aparecerán en nuestra vida. Hay que dar vuelta la página y vivir con lo que tenemos hoy en nuestras manos, recuerda que Dios tiene un futuro preparado para ti y que depende solo de ti alcanzarlo o quedarte distraído en las cosas del pasado, que dicho sea de paso, no puedes cambiar.
Si andas por la vida dejando las puertas abiertas, cuando deberían estar cerradas, nunca podrás desprenderte del pasado ni vivir el presente plenamente.
Noviazgos, relaciones o amistades del pasado que no acabamos de terminar en nuestra mente. Posibilidades de volver a empezar, necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios fuera de lugar, reacciones, actitudes, malos entendidos… Si puedes enfrentarlos ahora, hazlo, si no, déjalos ir, pasa la página.
Cierra la puerta para siempre, pero no por orgullo, o soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio. Esas cosas ya no forman parte de tu vida.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, pasa la página, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que estás pensando regresar será el mismo que dejaste atrás.
Porque en la vida nada es estático, todo cambia. Es por tu salud mental y amor a ti mismo, que debes desprenderte de lo que ya no forma parte de tu vida.
Recuerda que nada ni nadie son indispensables. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo.
Por lo tanto es tu responsabilidad personal aprender a desprenderte y ser libre.
Muchas veces lo que nos ata, es simplemente costumbre, apego, hábito, necesidad. Así que cierra, corta, vete, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
«Así es la vida y esa es la única forma de acceder a todo lo nuevo que tenemos por delante»

CADA UNO DA LO QUE POSEE



CADA UNO DA LO QUE POSEE
Una persona grosera resuelve hacer un presente a otra persona por su aniversario, pero como en realidad la despreciaba irónicamente mandó preparar una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, porque le daba placer humillar públicamente, mandó entregar el presente, que fue recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradeció y pidió que lo esperara un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.
Tiró la basura, lavó la bandeja, la cubrió de flores, y la devolvió con un papel, donde decía:
“Cada uno da lo que posee”.
Así que, no te entristezcas con la actitud de algunas personas; no pierdas tu serenidad.
Domina tus reacciones emotivas.
Sé dueño de ti mismo.
No arrojes leña en el fuego de tu aborrecimiento.
No pierdas la calma y no cedas a tu impulsividad.
Guardar resentimientos es como tomar veneno y esperar que otra persona muera.
Siempre has de dar las flores que llevas en tu corazón

LA ARROGANCIA



LA ARROGANCIA





Arrogancia también es sinónimo altanería y ambas palabras lo son de soberbia cuando se refiere a un orgullo desmedido manifestado por personas que por posición política, intelectual, social, racial, religiosa o económica se consideran así mismas en una postura por sobre los demás que no son de su clase. Algunos actúan también así inconscientemente impulsados por mecanismos psicológicos de temor a sus propias emociones, a las pérdidas, a la soledad, al compromiso afectivo, etc.



Es probable que muchos de nosotros vivamos estos estados en diversas ocasiones y es más frecuente aún que quienes sean los más lapidarios en condenar la soberbia, sea quienes no la soportan precisamente por verse proyectados como en un espejo, cuya cara les refleja lo que más detestan de su propia personalidad.



Sabios y viejos refranes nos recuerdan a menudo que no obstante el lugar que ocupemos en la vida, todos somos iguales frente al misterio de la muerte, frente al cual ningún privilegio nos distingue; pero más allá de esta humana realidad, cabe detenernos a reflexionar sobre muestra propia reacción cuando observamos o somos víctimas de la soberbia. Es natural desde luego que tales actitudes nos produzcan rabia y a nadie se le puede condenar por ello. El problema o más bien la solución, está en que hacemos con esa rabia. Las posibles alternativas van desde la respuesta también arrogante y descalificatoria, hasta la segregación altanera entre ellos los arrogantes y nosotros los humildes, con lo cual no hacemos más que ponernos en el mismo bando que repelemos. El más sano de los caminos debería llevarnos a manifestar nuestra rabia sin el peso de la prepotencia, sin entrar en escaladas infinitas de agresión. La serenidad no es debilidad. Tampoco es bueno caer en el hoyo negro del “pobrecito yo”, peor aún es empinarnos en el precipicio del rencor donde hemos acumulado toda la rabia reprimida. En definitiva no herir a los otros con la misma arma que tanto nos duele, y abrir así las puertas del circulo virtuoso del respeto mutuo y aceptación de la diversidad que nos enriquece como seres humanos.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

PARA PENSARLO



Hoy tenemos edificios mas altos y autopistas más anchas,
pero temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos.
Gastamos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.
Tenemos más compromisos pero menos tiempo.
Tenemos más conocimiento, pero menos criterio.
Tenemos más medicina, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones,
pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la luna y regresamos
pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino
Hemos conquistado el espacio exterior,
pero no nuestro interior
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral
Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría
Con más comida, pero menos nutrición
Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios
Son tiempos de casas más lindas, pero hogares más rotos.
Por todo esto que vengo diciendo, propongo para lo que queda de este año 2012
No guardes nada “ para una ocasión especial”, porque cada día que vivas ... es una ocasión especial
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista que el día te regala, sin fijarte en malas hierbas
Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, ... Come tu comida preferida y visita los sitios que ames.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar ...
No es para sobrevivir
Usa tus copas de cristal
No guardes tu mejor perfume; úsalo toda vez que te den ganas de hacerlo
Las frases “uno de estos días”, “algún día”, quítalas de tu vocabulario
Escribamos aquella carta que pensábamos ... Escribir uno de estos días
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos cuanto los queremos.
Por eso , no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida
Simplemente recuerda que CADA DIA, HORA Y MINUTO ES ESPECIAL

sábado, 16 de octubre de 2021

Conciencia sin fronteras


Absolutamente todo lo que vivimos en nuestra realidad cotidiana tiene la característica fundamental de que es transitorio. Esto es aparentemente contradictorio con el impulso presente en todo ser humano de buscar la felicidad absoluta y permanente. Todos anhelamos ese estado de paz, gozo y plenitud. Nuestra vida no es sino una constante carrera a ciegas tras de ese estado. En un vano intento, depositamos nuestras esperanzas en diferentes objetos: La persona ideal con la que compartir nuestra vida, un trabajo o actividad que nos haga sentir "realizados", conseguir prestigio, reconocimiento, riqueza, poder; entregarnos a actividades filantrópicas y altruistas…


Sea como sea, ese estado anhelado nunca llega a lograrse por esas vías. Si en alguna ocasión nos ha parecido que lo hemos alcanzado, más tarde hemos tenido que vivir el doloroso proceso de perderlo. O nunca llegó, o se ha eclipsado como un espejismo.
En algunas personas esta comprobación da paso a un sentimiento de derrota y pesimismo y a la convicción de que ese estado de felicidad anhelado es ilusorio. A partir de ahí, se entregan a una actitud nihilista y una vida gris y rutinaria mientras intentan tapar con subterfugios el vacío interior que se abre en ellos.


Otra respuesta es la de buscar refugio en la religión, pensar que esta vida no es más que "un valle de lágrimas" y esperar resignadamente a la muerte.
Existe también una vía más desesperada por la que se intenta acallar ese vacío a través de todo tipo de estímulos intensos para los sentidos.
Sin embargo, es posible que a lo largo de tu vida te hayas ido percatando de que la plenitud, el gozo, la paz, no dependen tanto de lo que nos suceda en el mundo, como de nuestra forma de estar ante las experiencias. Quizás hayas vivido ya como en idénticas circunstancias las reacciones y los estados que las acompañaban fueron diametralmente opuestos. Seguro que recuerdas alguno de esos instantes de "gracia" en los que sin necesidad de ninguna gratificación externa, ha surgido un estado de felicidad absoluta. Incluso puede ser que hayas tenido la experiencia de haber vivido situaciones de extrema dificultad y contemplar con asombro como en medio del sufrimiento se habría en ti un oasis de paz.


Es en esas circunstancias cuando nos damos cuenta de que la fuente de donde mana eso que tanto anhelamos no se haya en parte alguna más que en nuestro interior. Nada de este mundo nos puede dar la felicidad pues la felicidad proviene de nosotros.
Es a partir del reconocimiento de este hecho cuando podemos iniciar el camino para aprender a acceder a ese estado de plenitud, gozo y paz, e ir incluso más allá hasta llegar a descubrir su origen. Entonces habremos iniciado el recorrido hacia nuestra verdadera identidad; hacia nuestro verdadero origen. Habremos iniciado la vía espiritual.



viernes, 15 de octubre de 2021

Todos Somos ESPEJOS



Espejos.



Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo.



Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mí alrededor es una expresión de mí mismo.



Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.



Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.



A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.



Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.



La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.



Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.



Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas.



Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales.

Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser.


Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas. Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.


Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.



Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.















lunes, 13 de septiembre de 2021

Soltar lastre en el camino de la vida











Últimamente me rodean personas que tienen un peso encima, algo que no pueden o no saben quitarse de en medio, hoy le he dicho a una de ellas que la veo montada en un globo y que si no tira todo el lastre no va a poder salir libre hacia el cielo y de verdad lo creo, pero no es solo ella, ¿Quién no tiene un lastre?, ¿Quién no tiene pendiente un te quiero, un lo siento, un no se si es para toda la vida pero ahora lo quiero y no me importa que seamos solo un rollo, un perdóname, un abrázame, un creo que podemos intentarlo, un podemos volver a empezar, un te lo agradezco pero no, un te echo de menos, un….



Estoy segura que muchos que estéis leyendo esto os acordareis de alguien ¿pues, qué hacéis ahí parados?¿que os cuesta una llamada, quedar y tirar todo eso que os acompaña?, pensad que el momento es ahora, que mañana quizá sea tarde y que puede que os perdáis algo muy interesante por una razón que seguramente no sea importante y por favor, por favor, que no sea por orgullo, odio el orgullo, me parece un sentimiento sin sentido, que solo hace daño.



Yo también tengo mis lastres personales, de los que intento deshacerme todos los días, no sea que me arrepienta de no haberlo hecho, sobre todo que los que tengáis unas palabras pendientes no dejeis pasar la oportunidad de decirlas. .



Cuando queremos que un globo se eleve, soltamos lastre. Las emociones, y en cierto modo, la felicidad, en muchas ocasiones, se comporta como un globo. Hay momentos en los que sentimos que no avanzamos personalmente, y entonces, es el momento de soltar lastre emocional. Es lo mismo que arrojar la toalla. Pero, a veces, es inevitable. Y luchar contra lo inevitable no sólo es temerario, sino un craso error, y emocionalmente hablando, un billete a la infelicidad. Soltar lastre o arrojar la toalla no es una tarea fácil, porque nos lleva a enfrentarnos a una situación en la que nuestros sueños personales de progreso se ven truncados de alguna forma. Pero no es más un dilema de adaptación influido por la inseguridad social que arrastramos desde la infancia. La inseguridad es miedo, y el miedo, uno de los enemigos más severos de la felicidad. Tomar decisiones difíciles desde el punto de vista de las emociones va en contra de la propia naturaleza del ser humano individual. No queremos que nuestros sueños se malogren, y nos aferramos a ellos para sentirnos vivo.



Sin embargo, aunque en general, tener sueños y perseguirlos es una vía para ser feliz, aferrarse a ellos cuando no se avanza, es todo lo contrario. La solución a tal paradoja es reorientar los sueños de forma que se acerquen a un logro más realista. Tal vez, modificando nuestros sueños ligeramente sea suficiente para avanzar sin tener esa sensación de vacío existencial que influyó en muchas épocas culturales. No creo que haga falta llegar al vacío del logro de los sueños, si aligeramos la carga convencional y social transmitida y nos centramos en el punto inquebrantable de nuestros deseos interno. Soltar lastre no significa arrojar toda la carga, sino la menos imprescindible y pesada. Arrojar la toalla no significa abandonar y perder la lucha, sino detener el fracaso y replegarse para volver a intentarlo cuando haya más opciones de triunfo.



Buena suerte y si necesitáis alguien que os ayude a soltar lastre, ya sabéis donde encontrarme





martes, 7 de septiembre de 2021

Risa, Medicina para el cuerpo y el espíritu

 

                                      


Está comprobado que tener un buen sentido del humor y reírse a carcajadas ayuda a eliminar el estrés y a prevenir enfermedades coronarias.

La risa es parte de la vida cotidiana de todos los seres humanos, una expresión de la alegría que sentimos y que exteriorizamos cuando nos sentimos bien.

Así, la risa está considerada como el mejor remedio no sólo para el alma, sino también para el cuerpo. De esta premisa nació hace años una investigación en la Universidad Estatal de Nueva York, tratando de encontrar una explicación lógica y científica a este hecho.

Fortalece el sistema inmunológico
Después de años de estudios, descubrieron el misterio. La risa estimula un grupo de hormonas llamadas citoquinas, fortalecedoras del sistema inmunológico, ya que incrementan la actividad de los glóbulos blancos en la sangre, que son unas células imprescindibles para protegernos de los virus, bacterias y células cancerígenas.

Igualmente, en 1975 encontraron una serie de sustancias responsables de las sensaciones satisfactorias a las que, debido a su parecido con la morfina, se denominó endorfinas.

Los niveles de endorfinas aumentan de forma considerable cada vez que nos reímos, por lo que los científicos las llamaron coloquialmente las "hormonas felices".

La risa reduce el estrés
Pero este no es el único estudio. Otras investigaciones, como la de Lee Berk y Stanley Tan en Loma Linda University Medical Center (California), determinaron que la risa disminuye la tensión arterial y el estrés.

Esto ocurre porque la risa reduce los niveles de ciertas hormonas presentes en el estrés y que son perjudiciales para el sistema inmune: el cortisol y la adrenalina, así como el ácido dopac (que ayuda a producir adrenalina).

Contribuye a un corazón sano.
Una investigación realizada por el doctor Michael Miller, director de cardiología preventiva de la Universidad de Mayland, descubrió que la risa reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El estudio se llevo a cabó en 20 personas sanas de 33 años, a las cuales se mostró películas divertidas. Concluyeron que la risa provocaba que el tejido que recubre el interior de los vasos sanguíneos, conocido como endotelio, se dilatara y extendiera, permitiendo incrementar el flujo sanguíneo.

Por el contrario, las personas expuestas a películas que creaban estrés mental desarrollaron lo que se conoce como vasoconstricción, reduciendo el flujo de la sangre y provocando el estrechamiento de los vasos sanguíneos.

El endotelio tiene un efecto directo sobre las arterias, ya que regula la coagulación y el espesamiento de la sangre y la producción de sustancias químicas que responden a heridas e infecciones, y juega un papel determinante en el desarrollo de enfermedades del corazón. Es decir, un endotelio sano implica un corazón sano.

Jian Wei, investigador de la Universidad de Duke, analizó 1.000 pacientes con insuficiencia cardiaca. Este estudio descubrió algo sorprendente: las personas con depresión tienen un 44% más probabilidades de morir que las personas alegres.

Otros beneficios de la risa
La risa incide en el sistema endocrino, ordenando al cerebro que segregue endorfinas, que además de fomentar el buen humor, controlan el dolor. A su vez, también estimulan la adrenalina, la dopamina y la serotonina, hormonas que favorecen la imaginación, la actividad mental y la disminución de la ansiedad y el hambre.

Entre otros efectos beneficiosos de la risa están: eleva el colesterol bueno, adelgaza, mejora el insomnio y retrasa el envejecimiento en nuestra piel, pues al reírnos se oxigenan las células y los tejidos del cuerpo.

Las aplicaciones de la risoterapia
Se calcula que un niño se ríe entre 300 a 400 veces al día, mientras que un adulto sólo lo hace 10 veces. Es por esta razón que científicos y psicólogos desarrollaron terapias a base de risas, como estimulantes del sentido del humor y de una buena salud.

El origen de la risoterapia data de los años 70, cuando un doctor californiano aplicó la alegría en la recuperación y tratamiento de enfermedades. A partir de ese momento se comenzó a utilizar la terapia de la risa en hospitales de EE.UU., Suiza, Alemania y Francia.

La risoterapia es una técnica que utiliza la expresión corporal, el juego, la danza, y los ejercicios corporales para hacernos reír de forma natural e intensa.

sábado, 4 de septiembre de 2021

Imposible atravesar la vida ...




        



Imposible atravesar la vida ...sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio.
Ese...ese es el coste de la vida
Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, como se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
Uno crece...Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe. 
Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.
Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo. Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.
Crece cuando supera, se valora, y sabe dar frutos. 

Uno crece cuando abre camino dejando huellas, asimila experiencias... ¡Y siembra raíces!
Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor.
Uno crece cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento...¡Y humano por nacimiento!. .Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas. 

Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo. Uno crece cuando se es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse, con residuos de flores...¡Y de encenderse con residuos de amor...!
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe. Uno crece cuando se planta para no retroceder...Cuando se defiende como águila para no dejar de volar......
cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella. Entonces...entonces es,, cuando Uno Crece

Urgente...




Es una palabra con la que vivimos día a día en nuestra agitada vida y a la cual le hemos perdido ya todo significado de premura y prioridad.
Urgente...
es ya, un ritmo de vida... una forma de "pasar" la vida.
Urgente...
es la manera mas pobre de vivir sobre este mundo, porque el día que nos vamos, dejamos pendientes las cosas que verdaderamente fueron urgentes.
Urgente...
es que hagas un alto en tu ajetreada vida y por un instante te veas y te preguntes: ¿ qué significado tiene todo esto que hago?.
Urgente...
es que te detengas y veas... cuan grande eres!.
Urgente...
es que cuando camines por la calle, levantes la vista, voltees y mires a tu alrededor; observa el cielo, los árboles, las aves...¡a la gente!.
Urgente...
es que seamos más humanos... más hermanos!.
Urgente...
es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.
Urgente...
es que una mañana, te levantes temprano y veas salir el sol, siente su calor y dale gracias a dios por tan grande regalo.
Urgente....
es que te sientas vivo en cuerpo y alma!... que veas tus brazos, tus piernas, tu cuerpo, tu inteligencia, y de verdad? ¡vibres con la vida!.
Urgente...
es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas y respires profundo; y sientas como el aire llena tus pulmones... estas vivo!.
Urgente...
es que le digas a la gente que la quieres, cuanto la amas hoy, no esperes hasta mañana.
Urgente...
es que no se te vaya la vida en un soplo y que cuando mires atrás, seas ya un anciano, que no puede echar el tiempo atrás, que todo lo hizo.
Urgente; fue un gran empresario; que lleno su agenda de "urgencias, citas y proyectos"
pero después de todo... se le olvidó....vivir

¡NUNCA CREAS TODO LO QUE TÚ PIENSAS!

 


Sé muy prudente. Muchas personas han arruinado su vida, se han convertido en amargados e infelices por no tener esto en cuenta:
¡NUNCA CREAS TODO LO QUE TÚ PIENSAS!
Especialmente, los pensamientos...
... en los que te invalidas
... en los que te dices que no lo intentes.
... en los que te auto-compadeces o te haces la víctima de los demás.
... con los que desestimas lo maravilloso que tienes.
... que te llevan a desconfiar o alejarte de la gente.
... en los que tus ideales los ves muy lejos.
....en los que no aprecias tus esfuerzos y logros.
... en los que no reconoces tu increíble capacidad de lograr lo que tú quieres.
Más que estar pendiente de lo que los demás dicen de ti, cuida permanentemente y con recelo, lo que tú te dices a ti mismo. Cambia la forma de hablarte a ti mismo, y cambiarás tu calidad de vida instantáneamente.
Sólo por hoy, elige ser más alegre y positivo: notarás la diferencia!

jueves, 2 de septiembre de 2021

Todo lo que hacemos tiene consecuencias..

 



En cada instante de nuestra vida actuamos, tomamos decisiones que nos afectan y afectan a los otros. Pero, con frecuencia desconocemos el impacto que tienen las cosas que hacemos, muchas veces ni siquiera lo imaginamos y otras aunque lo suponemos, no nos lo preguntamos.

Ocurre que estamos acostumbrados a pensar que solo lo heroico, lo muy importante tiene una consecuencia que valga la pena mirar, desvalorizamos lo cotidiano, lo que hace costumbre, como si esta no se constituyera en un estilo de vida. Menos aún, pensamos que aquellas cosas que hicimos muy ocasionalmente y dada una circunstancia muy específica, puedan tener relevancia.

Sin embargo, la realidad es que todo lo que hacemos y lo que dejamos de hacer tiene consecuencias, unas veces previsibles, otras insospechadas. Los efectos tienen un modo de manifestarse que guarda relación con la idea de que si una mariposa aletea en el desierto, ello puede desencadenar una tormenta en el otro lado del mundo. O con las infinitas ondas que se desencadenan cuando arrojamos una piedra en el agua.

Cada uno de nosotros guarda el recuerdo de una conversación, que marcó una diferencia en nuestras vidas. Alguien me dijo: Una mañana observé a mi padre entristecerse porque no tenía como regalarle a mi hermano un caballo, lo había visto acariciar el del vecino, a escondidas. Ese día entendí que ser padre tiene que ver con ofrecer a los hijos oportunidades para dar amor. No me había dado cuenta, pero actualmente para mí también es crucial descubrir los deseos más íntimos, los menos confesados, de mis hijos. No lo había notado pero así es. En ese momento entendí la esencia de ser padre.

Qué amoroso sería contarle a ese padre esta historia. Para que pueda recoger lo que sembró. Tal vez él no haya olvidado la tristeza de ese momento, pero probablemente ignora hasta qué punto ese episodio formó el corazón de su otro hijo.

Desde luego, también hay episodios que no abren caminos sino que más bien los cierran. Sucesos que haciendo olas conducen al dolor. Es posible, por ejemplo, un momento desafortunado de una madre que no acepta la caricia de la hija y le dice: gente melosa, gente amargosa, cambiando así el rumbo de la expresión afectiva de la niña. Y a partir de ese momento ella desconfíe de las caricias.

En estas experiencias, lo primero es salir del resentimiento y posteriormente hablar con el otro para generar olas de reconciliación. Reconozcamos que sanarnos del dolor nos permite descubrir nuestra fuerza y recursos interiores.

Sin embargo, si desarrollamos la costumbre de preguntar al otro cómo lo impacta lo que hacemos, si nos acostumbramos a reflexionar con el otro sobre el curso que toma su experiencia, después de nuestra interacción, tal vez no tengamos que esperar a que la ola se haya convertido en una tormenta, para darnos cuenta de lo que hicimos.

Reconocer cuáles son los efectos de nuestras acciones se constituye en un camino que nos conduce hacia la sabiduría. Quien no puede ver ni reconocer las puertas que abrió con su comportamiento no puede saber cuál es su sitio en la construcción del mundo en el que vive.

La vida es fácil o difícil



                                                            

El problema no está en si la vida es fácil o difícil, sino en cómo reaccionamos ante los obstáculos. Si un día se te cierra una puerta, la solución no es romperte la cabeza dando contra ella, sino preguntarte si no habrá, al lado de ella o en la misma dirección, alguna otra puerta por la que puedas pasar. En la vida tienes que aceptar a veces salidas de emergencia, aunque te obliguen a dar un pequeño rodeo. Procura, al mismo tiempo, tener siempre encendidas tres o cuatro ilusiones; así, si te apagan una, aún tendrás otras de las que seguir viviendo.

Distingue siempre entre tus ideales y las formas de realizarlos. Aquellos son intocables, estas no. Si alguien pone obstáculos a tu ideal, pregúntate si se opone de veras a tu ideal o a la forma en que estás realizándolo. Y no veas problema en cambiar de forma de buscarlo, siempre en cuanto sigas buscando el mismo ideal. Aprende en la vida a ser persistente y tenaz, pero no confundas la tenacidad con la cabeza dura.

No cedas ni en tus ideas ni en tus convicciones, pero no olvides que una verdad puede decirse de mil maneras y que no siempre vale la pena sufrir por ciertos modos de expresión. Y cuando llegue una ola que sea más fuerte que tú, agáchate, déjala pasar, espera… y luego, sigue nadando. Intenta convertirte en lo mejor que puedes ser. Muchos tienen miedo de lograr su potencial porque temen encontrarse con una puerta cerrada. Esto no es una actitud correcta. Debes desarrollarte a ti mismo lo mejor posible. Aún la persona más pequeña tiene el potencial más grande si utiliza todo lo que está dentro de ella.

martes, 31 de agosto de 2021

NECESITAMOS...





Un borrador, para borrar de nuestra historia todo lo que nos haga daño. Un detergente, para quitar las manchas de las máscaras que usamos a diario. Unas tijeras, para cortar todo aquello que nos impide crecer. Un pájaro, para que nos enseñe a volar alto y cantar con libertad. Una tinaja, para añejar el cariño y la madurez del amor.


Un frasco transparente, para conservar las sonrisas y sin tapa para escuchar su alegre sonido. Unos lentes, correctores de la visión de la vida, que nos permitan observar con amor al prójimo y a la naturaleza. Una ardilla, que nos indique como trepar por las ramas del árbol de la sabiduría.


Unas agujas grandes, para tejer sueños e ilusiones. Un cofre, para guardar todos los recuerdos que construyen y dan vida. Un cierre, que permita abrir la mente cuando se desee encontrar respuestas, otro para cerrar nuestra boca cuando sea necesario, y otro para abrir nuestro corazón Un rebobinador de películas, para recordar los momentos más felices en nuestras vidas. Un reloj, para darle todo el tiempo al amor y al amar.


Los zapatos de la ética y la moral, para pisar firme y seguro por dondequiera que vamos. Y una balanza, para pesar todo lo vivido y todo lo experimentado.

lunes, 30 de agosto de 2021

El poder de la palabra









Te convertirás en aquello en lo que pienses constantemente. Cada día, cada minuto, cada segundo de tu vida estás construyendo tu futuro con tu manera de pensar". Earl Nigthingale.

La persona promedio habla consigo misma más de la mitad de su día. Gran parte de ese diálogo interno ocurre con preguntas y respuestas. Cuando enfrentamos cualquier situación que requiera una respuesta de nuestra parte, ya sea que estemos evaluando una propuesta que alguien nos presente, buscando las causas de una caída que sufrimos, o que estemos experimentando un dolor físico, nuestra mente evaluará dicha situación preguntándose: ¿Qué quiere decir esto? ¿Por qué me está sucediendo a mí? ¿Qué debo hacer y cómo debo responder?

Sin importar la naturaleza de la situación que estés enfrentando, éstas tres preguntas parecen ser siempre la manera en que tu mente busca comprender lo que está sucediendo: ¿Qué es esto?, ¿Por qué yo?, ¿Qué hago? Y para responder a estos interrogantes, tu mente simplemente buscará en los archivos de tu subconsciente la respuesta más acertada posible, basada en la información que allí encuentre -sea cierta o no-.

Si después de sufrir una derrota -así haya sido una caída menor- te preguntas: ¿Por qué será que a mí todo me sale mal? Inmediatamente tu cerebro comenzará a buscar respuesta a esta pregunta. Entiende bien; no dije que tu mente comenzará a buscar la causa de aquella derrota, sino que buscará la respuesta a la pregunta que formulaste.

Lo primero que tu mente seguramente encontrará es que, basado en tus experiencias anteriores, ésta no es una apreciación real, ya que no todo lo que has intentado en tu vida te ha salido mal. Así que, a falta de evidencia real que respalde la exageración implícita en tu pregunta, continuará examinando otra información que se encuentre en tu subconsciente. Tomará en cuenta todo aquello que hayas escuchado de otras personas respecto a las caídas; lo que tú mismo te hayas dicho; lo que hayas leído, visto en televisión, o escuchado en algún lado, y basado en todo este caudal de información, precisa o imprecisa, real o ficticia, te dará una respuesta. Y a lo mejor la respuesta es: ¡Esto te pasa porque no sirves para nada o no eres bueno para eso!

¿De dónde salió esta respuesta? Es difícil determinarlo con exactitud; a lo mejor fue un comentario que alguien te hizo tiempo atrás cuando experimentaste otra caída, o lo escuchaste una y otra vez en tu casa, o quizás lo leíste esa mañana en el horóscopo.

De donde quiera que haya salido, lo cierto acerca de esta respuesta es que lo único que ha logrado es que ahora te sientas peor de lo que te sentías antes. Es simple, si formulas una pregunta estúpida, seguramente recibirás una respuesta estúpida.

La ley de la atracción explica claramente que si las respuestas que recibes, ciertas o erradas, están creando sentimientos y emociones negativos es porque estás formulando las preguntas equivocadas.

Por ejemplo, piensa por un momento en las siguientes preguntas que muchas personas se hacen con sorprendente regularidad:
• ¿Por qué esto siempre me sucede a mí?
• ¿Por qué me es tan difícil aprender cualquier cosa?
• ¿Por qué será que el dinero nunca me alcanza?
• ¿Por qué tengo tan mala suerte?
• ¿Por qué seré tan gordo?

¿Cómo afectan estas preguntas tu actitud? Recuerda que la calidad de vida que experimentas depende de la calidad de las preguntas que te hagas.

Por ejemplo, si te preguntas, ¿por qué seré tan gordo?, prácticamente te estás condicionando para seguir así, y tu cerebro así lo asume. De manera que la única respuesta que puede darte es: "Eres gordo y estás gordo porque comes continuamente, sin ningún control".

Ahora, ¿cómo te hace sentir la respuesta que tu mente te dio, mejor o peor? ¿Te da alguna idea para solucionar tu problema? ¿Te impulsa a asumir el control de la situación o, por el contrario, te hace sentir más incapaz? Lo errado de esta pregunta es que en ella está implícita la idea de que tú eres tu gordura, que ése eres tú, que eso no es circunstancial sino que es parte de tu naturaleza, lo cual no es necesariamente cierto.

Si quieres perder peso, la pregunta que debes hacerte es: ¿Qué puedo hacer para adelgazar y llegar a mi peso ideal? ¿Ves la diferencia?
Es más, puedes ir un poco más lejos y decir: ¿Qué me comprometo a hacer para adelgazar y llegar a mi peso ideal, empezando hoy mismo y disfrutando mi decisión? En esta pregunta está implícito, no sólo que es posible lograrlo, sino que es posible disfrutar del proceso. Estás expresando un compromiso, y le estás pidiendo a tu mente ideas claras que puedas poner en acción inmediatamente.

¿Ves la enorme diferencia que hace la calidad de las preguntas que formules? si haces mejores preguntas, obtendrás mejores respuestas. Asegúrate también que tus preguntas vayan orientadas a buscar los recursos que ya se encuentran dentro de ti y que te pueden ayudar a solucionar cualquier situación que enfrentes.

Veamos otra pregunta que con frecuencia se hacen muchas personas: "¿Será que puedo hacer esto?"
Esta pregunta lleva implícito un sentimiento de duda e inseguridad acerca de tu propio potencial. Da como un hecho la posibilidad de que las habilidades que necesitas para lograr lo que quieres no se encuentren dentro de ti. ¿Cuál es el resultado? Si preguntas con duda, sólo tendrás acceso a los estados mentales de duda que se encuentren en tu cerebro, y sólo obtendrás respuestas que justifiquen esa duda. Inmediatamente, tu mente buscará enfocarse en todas las debilidades que existan en tu vida que justifiquen esa duda, en los posibles fracasos, en las graves consecuencias de intentar algo sobre lo cual no estás absolutamente seguro.

¿Qué clase de respuesta crees que recibirás? Seguramente algo así como: "¡Estás loco! Tú no sabes nada de eso. Mejor no hacer nada que arriesgarte a enfrentar un fracaso seguro".

Así que, ¡haz preguntas que te fortalezcan!

Cuando sufras una caída, en lugar de hacerte las mismas preguntas debilitantes de siempre, formúlate preguntas que te fortalezcan, que atraigan hacia tu vida respuestas que te den orientaciones más claras. He aquí algunas de ellas:
• ¿Qué lección puedo aprender de este revés?
• ¿Cómo puedo utilizar esta caída para crear más poder en mi vida?
• ¿Qué puedo obtener de esta situación para que me ayude a crear una mejor vida?
• ¿Qué nuevas oportunidades me brinda el tropiezo que acabo de sufrir?

La decisión es tuya, ¿vas a utilizar tu diálogo interno para crear limitaciones en tu vida o para crear oportunidades?

Porque este diálogo influirá en ti y te afectará mucho más de lo que te imaginas y no hay nada que puedas hacer para evitarlo. La opción que tienes es escoger entre utilizarlo como una herramienta de programación positiva o como un arma de auto sabotaje.

sábado, 21 de agosto de 2021

El privilegio de toda una vida es ser uno mismo.




Todos tenemos una doble vida: la vida que tenemos ahora, y la que potencialmente podríamos tener si tan sólo nos atreviéramos a ser lo que queremos ser. Si lleváramos a cabo nuestros sueños y le diéramos rienda a nuestra vocación, con seguridad habría menos crisis personales, profesionales y familiares. Estar atrapados en la inercia acaba finalmente por matar el espíritu y la fuerza vital. El éxito, o la búsqueda del éxito, puede ser tóxico.

Se gana en un frente pero se pierde en otros.

La evidencia abunda: predominan los desbalances y las crisis personales y no sabemos cómo salir del pozo, o peor, ni siquiera nos damos cuenta de que estamos en el pozo. Es inconcebible que el éxito sea unidimensional y sea medido en términos económicos. Por lo menos hay otras 4 dimensiones que tienen que tomarse en cuenta en la búsqueda del éxito integral y de la felicidad: la profesional, la personal, la familiar y la social .

Una persona verdaderamente exitosa tiene un balance entre las cinco dimensiones. El peso que tiene el dinero opaca a las otras dimensiones. Como si la valía de una persona estuviera directamente relacionada con la cantidad de dinero que se tiene. Y está comprobado que la gente típicamente tiene un "tope" que aunque se saque 100 millones de dólares, eventualmente el efecto se erosiona, y al tiempo, se está en el mismo nivel de satisfacción que se tenía antes de tenerlos.

Lo mismo pasa con un auto, un traje, un vestido o joyería nueva: el efecto se desvanece. Y sin embargo nos empecinamos a llegar al "éxito", entendiéndolo como status, dinero y poder, sin contabilizar los costos. En una investigación informal entre gente de nivel socioeconómico A y B, el 80% de los entrevistados entre las edades de 35 y 60 años, confesaron estar utilizando alguno de los siguientes métodos: Rivotril, Halcion, Tafil, Valium, Ritalin, Tofranil; y en otro rubro sustancias como la nicotina, el alcohol y en algunos casos hasta drogas. La razón: llenar el hueco, el vacío, parchar lo descosido, cubrir una deficiencia, lidiar con la sombra interna. Y La Sombra es algo serio.

La Sombra es esa parte interna que nos tiene atados a una realidad que no queremos. Se encarga de sabotear, bloquear, frenar. Nos hace hacer cosas que no son buenas para nosotros, como si fuera una fuerza que no nos dejar florecer. La sombra nos hace ser candiles de la calle y oscuridad de la casa; no nos deja hacer ejercicio, nos hace comer mal, beber de más, pelearnos con la gente que queremos, y lo peor: no nos deja desarrollar nuestra parte creativa e incorporarla como parte de nuestra vida cotidiana. Desde Carl Jung, La Sombra ha sido estudiada por muchos, pero una tesis en particular, proveniente de la Psicología Evolutiva es impactante.

La Sombra tiene una explicación de programación genética. Es producto de los miles de años que el humano tuvo que lidiar para sobrevivir a la intemperie y enfrentar a un mundo físicamente hostil. Pertenecer a un clan y fusionarse con el grupo era la única forma de no morir. Hay una propensión humana para pertenecer, estar afiliado y parecerse a los demás. Si se era demasiado original, vistoso o creativo, se ponía en juego la pertenencia a la tribu y por andar de novedosos y arriesgados, se corría el riesgo de quedar aislado y por ende, sentenciado de muerte. A Sócrates lo mataron, Galileo se salvó por astuto y Van Gogh fue segregado; ellos eran "diferentes". Por eso el borreguismo, la programación de las personas para que hagamos lo mismo, la obsesión por ser "normal"y comportarse como la mayoría. El mundo está lleno de copias. Es poca la gente que se atreve a ser ella misma y vencer a La Sombra.

Casi todos sabemos que si hiciéramos "x" o "z" y dejáramos de hacer "h" y "j", nuestra vida podría cambiar por completo. Pero La Sombra nos tiene dominados. La Sombra desaparece con luz y con la claridad. El primer paso es la claridad y la honestidad mental de que La Sombra existe dentro de nosotros y que es una fuerza que nos frena y nos sabotea. No se puede vencer a un enemigo que no se le da el crédito de su existencia.

El segundo paso es declararle la guerra. Y la guerra se gana lidiando con batallas diarias. Un empresario de 74 años parece haber realizado esto de manera intuitiva "todos los días me levanto con flojera, siento ganas de volverme a dormir; pero me levanto a las 7 y me pongo a hacer ejercicio, desde lagartijas, sentadillas y tensión dinámica (lo hace diario, excepto los domingos, desde hace 52 años). Cuando salgo a desayunar, ya bañado y vestido, el psiquis me cambió por completo, estoy listo para el día". Este empresario no tiene panza, es cintura 32, tiene buenos hábitos y desborda energía.

A sus 74 años está por emprender lo que sería su quinto negocio. Habrá quien opine que a esa edad se podrían hacer mejores cosas, y que es imposible conocer su grado de felicidad, pero lo que se resalta es que a La Sombra se le tiene que vencer día a día. Otro empresario de 48 años, millonario y con cáncer, decidió dejar su trabajo y ponerse a pintar. Un alto ejecutivo abandona su carrera corporativa y se pone a escribir. Ambos, forzados por fin a vencer a La Sombra, se dedican a algo que les da gratificación y le dan tiempo a personas que quieren.

Lo paradójico es que la enfermedad acaba por ceder y sienten que por primera vez realmente viven la vida. ¿Habrá que esperar que nos dé un infarto o algo parecido para despertar? El tercer y último paso para quitarle fuerza a La Sombra es identificar a La Luz: rescatar sueños enterrados, darles vida a viejos o nuevos anhelos. Esto no es sencillo, pero podríamos empezar por preguntarnos ¿Qué es lo que estaríamos haciendo si tuviéramos todo el tiempo y todo el dinero? El privilegio de toda una vida es ser uno mismo.

Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...