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miércoles, 24 de noviembre de 2021

Echale Ganas!

 

Echale Ganas!





Todos tenemos que hacer cosas que nos desagradan, en algún punto.Ya sea en el trabajo, en el hogar, en tus estudios o donde te desempeñes, hay tareas que simplemente no nos gustan, no les vemos el sentido o, incluso, no estamos de acuerdo con el punto de vista o con la forma de hacerla que nos han indicado.

Ahora, te propongo que, solo por esta semana, le eches ganas. Ponte las pilas Haz eso inevitable que depende de ti con una sonrisa, con buena voluntad y predisposición, desde aquí hasta el sábado o domingo próximos, como prefieras.

Tu actitud es determinante a la hora de hacer que algo pase rápida o lentamente. De intentar disfrutar todo o parte de lo que te insumirá tiempo. De dejarte fluir y lograr lo que deseas aún antes de lo previsto o que ese lapso te parezca interminable y tedioso. Si te quejas o llevas a cabo lo que tienes que hacer con mal genio o mala predisposición, lo único que estarás haciendo es malgastar tu energía y generar mala vibra el resto del día.

Si alguna vez no entiendes por qué te sientes “envenenado” o de mal humor sin motivo, la razón puede estar radicada allí: en vez de aceptar que a todos nos toca hacer ciertas cosas que nos desagradan, te quejas o estás de mal genio. Nunca conocí a nadie a quien le gustara hacer trámites en dependencias públicas, por ejemplo, pero tomarlos como un paso necesario hacia algo que uno quiere o necesita conseguir es una buena manera de descomprimir lo tedioso que puede resultar el proceso en sí. Asimismo, si hay alguna tarea del hogar que te resulta aburrida, piensa en lo útil que es el resultado para todos los miembros de tu familia mientras la realizas.

Tan sólo durante esta semana, deja de lado la tensión que te produce alguna de esas obligaciones ocasionales o permanentes de solo pensarlas. Abórdalas con tranquilidad, sabiendo que hay un bien final que la justifica (cumplir un objetivo en el trabajo, obtener algo, aportar a la dinámica de tu familia o de tu pareja, evitar discutir, ayudar a quien quieres, etc.) Concéntrate en este objetivo y siente cómo estás acercándote a esta meta mediante lo que te toca realizar.




jueves, 4 de noviembre de 2021

CERRANDO EL PASADO



CERRANDO EL PASADO
Siempre es bueno saber cuándo se concluye una etapa en la vida.
Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del presente.
Lo importante es poner punto final a los momentos de la vida que se han terminado. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente pensando en los ¿por qué? y tratando de entender lo qué sucedió o no sucedió y aquellas situaciones o circunstancias que ya pasaron y que solo son recuerdos.
Vivir así produce un gran desgaste en tu vida y no solo te afecta a ti, sino a tus seres queridos.
El pasado ya pasó. No esperes que nadie te devuelva nada, no esperes que nadie reconozca tus esfuerzos. Debes liberarte del resentimiento, de las ataduras que traen los recuerdos del pasado. Si no lo haces lo único que conseguirás es no disfrutar del presente y por lo tanto condicionará negativamente tu futuro.
El pasado solo nos debe servir como experiencia, para realizar los cambios necesarios que nos ayuden a superar los inconvenientes que aparecerán en nuestra vida. Hay que dar vuelta la página y vivir con lo que tenemos hoy en nuestras manos, recuerda que Dios tiene un futuro preparado para ti y que depende solo de ti alcanzarlo o quedarte distraído en las cosas del pasado, que dicho sea de paso, no puedes cambiar.
Si andas por la vida dejando las puertas abiertas, cuando deberían estar cerradas, nunca podrás desprenderte del pasado ni vivir el presente plenamente.
Noviazgos, relaciones o amistades del pasado que no acabamos de terminar en nuestra mente. Posibilidades de volver a empezar, necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios fuera de lugar, reacciones, actitudes, malos entendidos… Si puedes enfrentarlos ahora, hazlo, si no, déjalos ir, pasa la página.
Cierra la puerta para siempre, pero no por orgullo, o soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio. Esas cosas ya no forman parte de tu vida.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, pasa la página, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que estás pensando regresar será el mismo que dejaste atrás.
Porque en la vida nada es estático, todo cambia. Es por tu salud mental y amor a ti mismo, que debes desprenderte de lo que ya no forma parte de tu vida.
Recuerda que nada ni nadie son indispensables. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo.
Por lo tanto es tu responsabilidad personal aprender a desprenderte y ser libre.
Muchas veces lo que nos ata, es simplemente costumbre, apego, hábito, necesidad. Así que cierra, corta, vete, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
«Así es la vida y esa es la única forma de acceder a todo lo nuevo que tenemos por delante»

miércoles, 3 de noviembre de 2021

PARA PENSARLO



Hoy tenemos edificios mas altos y autopistas más anchas,
pero temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos.
Gastamos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.
Tenemos más compromisos pero menos tiempo.
Tenemos más conocimiento, pero menos criterio.
Tenemos más medicina, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones,
pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la luna y regresamos
pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino
Hemos conquistado el espacio exterior,
pero no nuestro interior
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral
Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría
Con más comida, pero menos nutrición
Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios
Son tiempos de casas más lindas, pero hogares más rotos.
Por todo esto que vengo diciendo, propongo para lo que queda de este año 2012
No guardes nada “ para una ocasión especial”, porque cada día que vivas ... es una ocasión especial
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista que el día te regala, sin fijarte en malas hierbas
Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, ... Come tu comida preferida y visita los sitios que ames.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar ...
No es para sobrevivir
Usa tus copas de cristal
No guardes tu mejor perfume; úsalo toda vez que te den ganas de hacerlo
Las frases “uno de estos días”, “algún día”, quítalas de tu vocabulario
Escribamos aquella carta que pensábamos ... Escribir uno de estos días
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos cuanto los queremos.
Por eso , no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida
Simplemente recuerda que CADA DIA, HORA Y MINUTO ES ESPECIAL

sábado, 16 de octubre de 2021

Conciencia sin fronteras


Absolutamente todo lo que vivimos en nuestra realidad cotidiana tiene la característica fundamental de que es transitorio. Esto es aparentemente contradictorio con el impulso presente en todo ser humano de buscar la felicidad absoluta y permanente. Todos anhelamos ese estado de paz, gozo y plenitud. Nuestra vida no es sino una constante carrera a ciegas tras de ese estado. En un vano intento, depositamos nuestras esperanzas en diferentes objetos: La persona ideal con la que compartir nuestra vida, un trabajo o actividad que nos haga sentir "realizados", conseguir prestigio, reconocimiento, riqueza, poder; entregarnos a actividades filantrópicas y altruistas…


Sea como sea, ese estado anhelado nunca llega a lograrse por esas vías. Si en alguna ocasión nos ha parecido que lo hemos alcanzado, más tarde hemos tenido que vivir el doloroso proceso de perderlo. O nunca llegó, o se ha eclipsado como un espejismo.
En algunas personas esta comprobación da paso a un sentimiento de derrota y pesimismo y a la convicción de que ese estado de felicidad anhelado es ilusorio. A partir de ahí, se entregan a una actitud nihilista y una vida gris y rutinaria mientras intentan tapar con subterfugios el vacío interior que se abre en ellos.


Otra respuesta es la de buscar refugio en la religión, pensar que esta vida no es más que "un valle de lágrimas" y esperar resignadamente a la muerte.
Existe también una vía más desesperada por la que se intenta acallar ese vacío a través de todo tipo de estímulos intensos para los sentidos.
Sin embargo, es posible que a lo largo de tu vida te hayas ido percatando de que la plenitud, el gozo, la paz, no dependen tanto de lo que nos suceda en el mundo, como de nuestra forma de estar ante las experiencias. Quizás hayas vivido ya como en idénticas circunstancias las reacciones y los estados que las acompañaban fueron diametralmente opuestos. Seguro que recuerdas alguno de esos instantes de "gracia" en los que sin necesidad de ninguna gratificación externa, ha surgido un estado de felicidad absoluta. Incluso puede ser que hayas tenido la experiencia de haber vivido situaciones de extrema dificultad y contemplar con asombro como en medio del sufrimiento se habría en ti un oasis de paz.


Es en esas circunstancias cuando nos damos cuenta de que la fuente de donde mana eso que tanto anhelamos no se haya en parte alguna más que en nuestro interior. Nada de este mundo nos puede dar la felicidad pues la felicidad proviene de nosotros.
Es a partir del reconocimiento de este hecho cuando podemos iniciar el camino para aprender a acceder a ese estado de plenitud, gozo y paz, e ir incluso más allá hasta llegar a descubrir su origen. Entonces habremos iniciado el recorrido hacia nuestra verdadera identidad; hacia nuestro verdadero origen. Habremos iniciado la vía espiritual.



viernes, 15 de octubre de 2021

Todos Somos ESPEJOS



Espejos.



Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo.



Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mí alrededor es una expresión de mí mismo.



Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.



Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.



A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.



Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.



La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.



Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.



Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas.



Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales.

Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser.


Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas. Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.


Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.



Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.















sábado, 4 de septiembre de 2021

Imposible atravesar la vida ...




        



Imposible atravesar la vida ...sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio.
Ese...ese es el coste de la vida
Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, como se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
Uno crece...Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe. 
Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.
Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo. Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.
Crece cuando supera, se valora, y sabe dar frutos. 

Uno crece cuando abre camino dejando huellas, asimila experiencias... ¡Y siembra raíces!
Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor.
Uno crece cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento...¡Y humano por nacimiento!. .Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas. 

Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo. Uno crece cuando se es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse, con residuos de flores...¡Y de encenderse con residuos de amor...!
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe. Uno crece cuando se planta para no retroceder...Cuando se defiende como águila para no dejar de volar......
cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella. Entonces...entonces es,, cuando Uno Crece

Urgente...




Es una palabra con la que vivimos día a día en nuestra agitada vida y a la cual le hemos perdido ya todo significado de premura y prioridad.
Urgente...
es ya, un ritmo de vida... una forma de "pasar" la vida.
Urgente...
es la manera mas pobre de vivir sobre este mundo, porque el día que nos vamos, dejamos pendientes las cosas que verdaderamente fueron urgentes.
Urgente...
es que hagas un alto en tu ajetreada vida y por un instante te veas y te preguntes: ¿ qué significado tiene todo esto que hago?.
Urgente...
es que te detengas y veas... cuan grande eres!.
Urgente...
es que cuando camines por la calle, levantes la vista, voltees y mires a tu alrededor; observa el cielo, los árboles, las aves...¡a la gente!.
Urgente...
es que seamos más humanos... más hermanos!.
Urgente...
es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.
Urgente...
es que una mañana, te levantes temprano y veas salir el sol, siente su calor y dale gracias a dios por tan grande regalo.
Urgente....
es que te sientas vivo en cuerpo y alma!... que veas tus brazos, tus piernas, tu cuerpo, tu inteligencia, y de verdad? ¡vibres con la vida!.
Urgente...
es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas y respires profundo; y sientas como el aire llena tus pulmones... estas vivo!.
Urgente...
es que le digas a la gente que la quieres, cuanto la amas hoy, no esperes hasta mañana.
Urgente...
es que no se te vaya la vida en un soplo y que cuando mires atrás, seas ya un anciano, que no puede echar el tiempo atrás, que todo lo hizo.
Urgente; fue un gran empresario; que lleno su agenda de "urgencias, citas y proyectos"
pero después de todo... se le olvidó....vivir

jueves, 2 de septiembre de 2021

Todo lo que hacemos tiene consecuencias..

 



En cada instante de nuestra vida actuamos, tomamos decisiones que nos afectan y afectan a los otros. Pero, con frecuencia desconocemos el impacto que tienen las cosas que hacemos, muchas veces ni siquiera lo imaginamos y otras aunque lo suponemos, no nos lo preguntamos.

Ocurre que estamos acostumbrados a pensar que solo lo heroico, lo muy importante tiene una consecuencia que valga la pena mirar, desvalorizamos lo cotidiano, lo que hace costumbre, como si esta no se constituyera en un estilo de vida. Menos aún, pensamos que aquellas cosas que hicimos muy ocasionalmente y dada una circunstancia muy específica, puedan tener relevancia.

Sin embargo, la realidad es que todo lo que hacemos y lo que dejamos de hacer tiene consecuencias, unas veces previsibles, otras insospechadas. Los efectos tienen un modo de manifestarse que guarda relación con la idea de que si una mariposa aletea en el desierto, ello puede desencadenar una tormenta en el otro lado del mundo. O con las infinitas ondas que se desencadenan cuando arrojamos una piedra en el agua.

Cada uno de nosotros guarda el recuerdo de una conversación, que marcó una diferencia en nuestras vidas. Alguien me dijo: Una mañana observé a mi padre entristecerse porque no tenía como regalarle a mi hermano un caballo, lo había visto acariciar el del vecino, a escondidas. Ese día entendí que ser padre tiene que ver con ofrecer a los hijos oportunidades para dar amor. No me había dado cuenta, pero actualmente para mí también es crucial descubrir los deseos más íntimos, los menos confesados, de mis hijos. No lo había notado pero así es. En ese momento entendí la esencia de ser padre.

Qué amoroso sería contarle a ese padre esta historia. Para que pueda recoger lo que sembró. Tal vez él no haya olvidado la tristeza de ese momento, pero probablemente ignora hasta qué punto ese episodio formó el corazón de su otro hijo.

Desde luego, también hay episodios que no abren caminos sino que más bien los cierran. Sucesos que haciendo olas conducen al dolor. Es posible, por ejemplo, un momento desafortunado de una madre que no acepta la caricia de la hija y le dice: gente melosa, gente amargosa, cambiando así el rumbo de la expresión afectiva de la niña. Y a partir de ese momento ella desconfíe de las caricias.

En estas experiencias, lo primero es salir del resentimiento y posteriormente hablar con el otro para generar olas de reconciliación. Reconozcamos que sanarnos del dolor nos permite descubrir nuestra fuerza y recursos interiores.

Sin embargo, si desarrollamos la costumbre de preguntar al otro cómo lo impacta lo que hacemos, si nos acostumbramos a reflexionar con el otro sobre el curso que toma su experiencia, después de nuestra interacción, tal vez no tengamos que esperar a que la ola se haya convertido en una tormenta, para darnos cuenta de lo que hicimos.

Reconocer cuáles son los efectos de nuestras acciones se constituye en un camino que nos conduce hacia la sabiduría. Quien no puede ver ni reconocer las puertas que abrió con su comportamiento no puede saber cuál es su sitio en la construcción del mundo en el que vive.

La vida es fácil o difícil



                                                            

El problema no está en si la vida es fácil o difícil, sino en cómo reaccionamos ante los obstáculos. Si un día se te cierra una puerta, la solución no es romperte la cabeza dando contra ella, sino preguntarte si no habrá, al lado de ella o en la misma dirección, alguna otra puerta por la que puedas pasar. En la vida tienes que aceptar a veces salidas de emergencia, aunque te obliguen a dar un pequeño rodeo. Procura, al mismo tiempo, tener siempre encendidas tres o cuatro ilusiones; así, si te apagan una, aún tendrás otras de las que seguir viviendo.

Distingue siempre entre tus ideales y las formas de realizarlos. Aquellos son intocables, estas no. Si alguien pone obstáculos a tu ideal, pregúntate si se opone de veras a tu ideal o a la forma en que estás realizándolo. Y no veas problema en cambiar de forma de buscarlo, siempre en cuanto sigas buscando el mismo ideal. Aprende en la vida a ser persistente y tenaz, pero no confundas la tenacidad con la cabeza dura.

No cedas ni en tus ideas ni en tus convicciones, pero no olvides que una verdad puede decirse de mil maneras y que no siempre vale la pena sufrir por ciertos modos de expresión. Y cuando llegue una ola que sea más fuerte que tú, agáchate, déjala pasar, espera… y luego, sigue nadando. Intenta convertirte en lo mejor que puedes ser. Muchos tienen miedo de lograr su potencial porque temen encontrarse con una puerta cerrada. Esto no es una actitud correcta. Debes desarrollarte a ti mismo lo mejor posible. Aún la persona más pequeña tiene el potencial más grande si utiliza todo lo que está dentro de ella.

martes, 31 de agosto de 2021

NECESITAMOS...





Un borrador, para borrar de nuestra historia todo lo que nos haga daño. Un detergente, para quitar las manchas de las máscaras que usamos a diario. Unas tijeras, para cortar todo aquello que nos impide crecer. Un pájaro, para que nos enseñe a volar alto y cantar con libertad. Una tinaja, para añejar el cariño y la madurez del amor.


Un frasco transparente, para conservar las sonrisas y sin tapa para escuchar su alegre sonido. Unos lentes, correctores de la visión de la vida, que nos permitan observar con amor al prójimo y a la naturaleza. Una ardilla, que nos indique como trepar por las ramas del árbol de la sabiduría.


Unas agujas grandes, para tejer sueños e ilusiones. Un cofre, para guardar todos los recuerdos que construyen y dan vida. Un cierre, que permita abrir la mente cuando se desee encontrar respuestas, otro para cerrar nuestra boca cuando sea necesario, y otro para abrir nuestro corazón Un rebobinador de películas, para recordar los momentos más felices en nuestras vidas. Un reloj, para darle todo el tiempo al amor y al amar.


Los zapatos de la ética y la moral, para pisar firme y seguro por dondequiera que vamos. Y una balanza, para pesar todo lo vivido y todo lo experimentado.

MIRADAS...



Tus ojos no miran, tus ojos no ven eres tu el que mira y el que ve con tus ojos. Por eso cuando miras te muestras, te expones a la mirada de los otros, porque a través de la ventana de tus ojo te asomas buscando lo de afuera y sin advertirlo, muestras lo de adentro. A través de tus ojos te muestras tu con tu mirada, revelas tu corazón al que te mira. Por eso hablamos de miradas tristes y miradas alegres, miradas cariñosas y miradas llenas de odio. “Miradas que matan” y miradas que contagian vida mientras que invitan al encuentro y miradas que provocan el rechazo. Miradas que acarician y miradas que hieren, miradas temerosas y miradas atrevidas, miradas que piden y miradas que amenazan…. Por eso cuando te asomas a tus ojos para mirarme aunque no lo adviertas, aunque no lo quieras, me estás hablando de ti mismo, con la palabra mas sincera, la que no puedes desmentir con todas las palabras que me digas. ¿Sabes lo que dices cuando miras?

LA EDAD MADURA NO SOLO TRAE ARRUGAS....



La edad madura no solo trae arrugas, también trae experiencia por eso para uno, es más fácil hacer amigos verdaderos, sinceros y genuinos. Para un adulto que se relaciona , cuentan mucho los gestos, las palabras, los silencios. Para nosotros, por ejemplo, las lágrimas significan dolor, frustración, impotencia, etc., y nada más. Jamás serán cadenas que sujeten nuestra amistad. Las confidencias, las agradecemos como signo de confianza pero no permitimos que nos conviertan en cómplices. La amistad, mis queridos amigos, es una comunión de almas y espíritus , en la que se comparten confidencias ,puntos de vista, autobiografías , y sentires, por el puro placer de compartir. La amistad tiene otra perspectiva para nosotros, amamos lo que hacemos y es muy raro que nos engañemos, por esa razón somos mas selectivos a la hora de hacer amigos.


Y no porque queramos, sino que, por la misma experiencia, encontramos a nuestros iguales, somos transparentes para los que son como nosotros. Por eso el ciberespacio no nos limita, ya que sin querer damos con ellos. La amistad es el primer paso de la convivencia, hacemos amigos desde nuestra niñez , y con el transcurso de los años, estos han compartido una parte de nuestra vida, y así junto con los nuevos años, viene nuevos amigos. La amistad es el mejor remedio para la soledad, para la incomprensión, cuando éstas aparecen en nuestra vida, por alguna razón. Ya para finalizar, déjenme concluir con esta verdad, cuando se tienen amigos , jamás llegaremos a morir solos, porque muchos nos despedirán, y otros tantos nos estarán esperando.

miércoles, 17 de marzo de 2021

La vida no es estabilidad…es aprender a vivir en equilibrio.


 Son muchas las personas que se levantan cansadas, de mal humor y sin energía por la mañana.

¿Y tú? ¿Alguna vez te has preguntado por qué vives? ¿Cuál es el sentido de todo esto?

La depresión, la apatía y las dudas sobre uno mismo son una avalancha parasitaria que afecta a muchísimas personas.

Incluso seguramente tú mismo has sentido apatía en algún momento de tu vida, o en alguien cercano.

¿Por qué nos pasa esto? Porque nos desanimamos en distintos momentos de la vida.

Para ello debemos entender la diferencia entre dolor y sufrimiento.

Como se dice, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

El dolor tiene su propio proceso cíclico en el que no sólo te hace sentirte mal, sino que también te hace saber apreciar la importancia y la sabiduría de esa experiencia.

Por lo tanto, también hay otras emociones positivas que acompañan y amortiguan ese dolor.

¿Qué es el propósito o sentido de la vida?

Muchas han sido las religiones, maestros y científicos que han intentado explicar el propósito de la vida desde los inicios de la humanidad.

Para responder, creo que debemos diferenciar entre el propósito común, y el propósito individual.

El propósito común es aquel en el que estamos todos implicados como humanos, como personas, como raza.

El propósito individual, es aquel que concretamente te concierne a ti, aquello concreto y específico que tú aportas a esta gran comunidad donde, si miramos con perspectiva, todos funcionamos como hermanos.

Vamos a concentrarnos de pleno en este segundo propósito, en tu sentido para estar vivo.

Si pensamos en la palabra SENTIDO, en parte, lo que nos viene a decir es DIRECCIÓN.

Por lo tanto, tu sentido de la vida es la dirección que debes seguir para vivir en equilibrio, para sentir toda la plenitud de tu ser.

La vida no es estabilidad…es aprender a vivir en equilibrio.

Hoy por hoy creo que muchos de nosotros tenemos como propósito vivir en balance y en armonía. Pero, ¿cómo logramos encontrar equilibrio en nuestras vidas en una era en la que todo parece atentar contra nuestra estabilidad emocional y espiritual?

En una de mis lecturas me encontré con éste texto que me encantó. Espero que a ustedes también les guste.

Aquí les comparto las 7 lecciones de Deepak Chopra para vivir una vida en equilibrio.

1. Escucha la sabiduría de tu cuerpo. ¿Cómo hacerlo? Cuando elijas seguir cierta cierta conducta, pregunta a tu cuerpo qué siente al respecto. Si te envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si envía una señal de comodidad y anhelo, procede. Esa debe ser la pauta a seguir.

2. Vive el presente. Este es el único momento que tienes. Enfoca tu atención en lo que existe aquí y ahora. Acepta lo que viene a ti, aprécialo, aprende de ello; luego déjalo pasar. El presente es como debe ser.

3. Dedica tiempo al silencio, a calmar el diálogo interior. Es en el silencio cuando nos reconectamos con nuestra fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera.

4. Renuncia a tu necesidad de aprobación externa. ¡Acéptalo! Sólo tú eres el juez de tu vida. Tu meta es descubrir tu valor infinito sin dar importancia a lo que piensen los demás. Esa es la llave de la libertad.

5. Abajo el enojo.  Cuando reaccionas con enojo u oposición ante cualquier persona o situación en realidad sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Debes renunciar y luchar contra el enojo, es la única forma de curarte internamente.

6. Deja de juzgar. Cuando juzgamos imponemos el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejamos nuestra falta de auto aceptación. Practica el perdón.

7. Cuídate al máximo. No contamines tu cuerpo con toxinas, entiéndase desde comidas y bebidas hasta emociones y relaciones negativas. Tu cuerpo es tu templo. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar. De ahí que debes procurar consumir alimentos saludables y llenarte de sensaciones positivas a través de buenos hábitos y relaciones que aporten a tu vida.

Acepta lo que viene a ti, aprécialo, aprende de ello; luego déjalo pasar.


Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...