Mostrando entradas con la etiqueta terapia emocional. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta terapia emocional. Mostrar todas las entradas
jueves, 4 de noviembre de 2021
CERRANDO EL PASADO
CERRANDO EL PASADO
Siempre es bueno saber cuándo se concluye una etapa en la vida.
Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del presente.
Lo importante es poner punto final a los momentos de la vida que se han terminado. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente pensando en los ¿por qué? y tratando de entender lo qué sucedió o no sucedió y aquellas situaciones o circunstancias que ya pasaron y que solo son recuerdos.
Vivir así produce un gran desgaste en tu vida y no solo te afecta a ti, sino a tus seres queridos.
El pasado ya pasó. No esperes que nadie te devuelva nada, no esperes que nadie reconozca tus esfuerzos. Debes liberarte del resentimiento, de las ataduras que traen los recuerdos del pasado. Si no lo haces lo único que conseguirás es no disfrutar del presente y por lo tanto condicionará negativamente tu futuro.
El pasado solo nos debe servir como experiencia, para realizar los cambios necesarios que nos ayuden a superar los inconvenientes que aparecerán en nuestra vida. Hay que dar vuelta la página y vivir con lo que tenemos hoy en nuestras manos, recuerda que Dios tiene un futuro preparado para ti y que depende solo de ti alcanzarlo o quedarte distraído en las cosas del pasado, que dicho sea de paso, no puedes cambiar.
Si andas por la vida dejando las puertas abiertas, cuando deberían estar cerradas, nunca podrás desprenderte del pasado ni vivir el presente plenamente.
Noviazgos, relaciones o amistades del pasado que no acabamos de terminar en nuestra mente. Posibilidades de volver a empezar, necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios fuera de lugar, reacciones, actitudes, malos entendidos… Si puedes enfrentarlos ahora, hazlo, si no, déjalos ir, pasa la página.
Cierra la puerta para siempre, pero no por orgullo, o soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio. Esas cosas ya no forman parte de tu vida.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, pasa la página, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que estás pensando regresar será el mismo que dejaste atrás.
Porque en la vida nada es estático, todo cambia. Es por tu salud mental y amor a ti mismo, que debes desprenderte de lo que ya no forma parte de tu vida.
Recuerda que nada ni nadie son indispensables. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo.
Por lo tanto es tu responsabilidad personal aprender a desprenderte y ser libre.
Muchas veces lo que nos ata, es simplemente costumbre, apego, hábito, necesidad. Así que cierra, corta, vete, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
«Así es la vida y esa es la única forma de acceder a todo lo nuevo que tenemos por delante»
LA ARROGANCIA
LA ARROGANCIA

Arrogancia también es sinónimo altanería y ambas palabras lo son de soberbia cuando se refiere a un orgullo desmedido manifestado por personas que por posición política, intelectual, social, racial, religiosa o económica se consideran así mismas en una postura por sobre los demás que no son de su clase. Algunos actúan también así inconscientemente impulsados por mecanismos psicológicos de temor a sus propias emociones, a las pérdidas, a la soledad, al compromiso afectivo, etc.
Es probable que muchos de nosotros vivamos estos estados en diversas ocasiones y es más frecuente aún que quienes sean los más lapidarios en condenar la soberbia, sea quienes no la soportan precisamente por verse proyectados como en un espejo, cuya cara les refleja lo que más detestan de su propia personalidad.
Sabios y viejos refranes nos recuerdan a menudo que no obstante el lugar que ocupemos en la vida, todos somos iguales frente al misterio de la muerte, frente al cual ningún privilegio nos distingue; pero más allá de esta humana realidad, cabe detenernos a reflexionar sobre muestra propia reacción cuando observamos o somos víctimas de la soberbia. Es natural desde luego que tales actitudes nos produzcan rabia y a nadie se le puede condenar por ello. El problema o más bien la solución, está en que hacemos con esa rabia. Las posibles alternativas van desde la respuesta también arrogante y descalificatoria, hasta la segregación altanera entre ellos los arrogantes y nosotros los humildes, con lo cual no hacemos más que ponernos en el mismo bando que repelemos. El más sano de los caminos debería llevarnos a manifestar nuestra rabia sin el peso de la prepotencia, sin entrar en escaladas infinitas de agresión. La serenidad no es debilidad. Tampoco es bueno caer en el hoyo negro del “pobrecito yo”, peor aún es empinarnos en el precipicio del rencor donde hemos acumulado toda la rabia reprimida. En definitiva no herir a los otros con la misma arma que tanto nos duele, y abrir así las puertas del circulo virtuoso del respeto mutuo y aceptación de la diversidad que nos enriquece como seres humanos.
Labels:
adolescestes,
autoestima,
crecimiento personal,
cuidate,
hábitos,
juzgar,
leyes sin ley,
psicología,
sentimientos,
sociedad,
terapia emocional
miércoles, 3 de noviembre de 2021
PARA PENSARLO
pero temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos.
Gastamos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.
Tenemos más compromisos pero menos tiempo.
Tenemos más conocimiento, pero menos criterio.
Tenemos más medicina, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones,
pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la luna y regresamos
pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino
Hemos conquistado el espacio exterior,
pero no nuestro interior
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral
Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría
Con más comida, pero menos nutrición
Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios
Son tiempos de casas más lindas, pero hogares más rotos.
Por todo esto que vengo diciendo, propongo para lo que queda de este año 2012
No guardes nada “ para una ocasión especial”, porque cada día que vivas ... es una ocasión especial
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista que el día te regala, sin fijarte en malas hierbas
Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, ... Come tu comida preferida y visita los sitios que ames.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar ...
No es para sobrevivir
Usa tus copas de cristal
No guardes tu mejor perfume; úsalo toda vez que te den ganas de hacerlo
Las frases “uno de estos días”, “algún día”, quítalas de tu vocabulario
Escribamos aquella carta que pensábamos ... Escribir uno de estos días
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos cuanto los queremos.
Por eso , no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida
Simplemente recuerda que CADA DIA, HORA Y MINUTO ES ESPECIAL
viernes, 15 de octubre de 2021
Todos Somos ESPEJOS
Espejos.
Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo.
Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mí alrededor es una expresión de mí mismo.
Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.
Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.
A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.
Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.
La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.
Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.
Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas.
Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales.
Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser.
Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas. Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.
Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.
Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.
lunes, 13 de septiembre de 2021
Soltar lastre en el camino de la vida
Últimamente me rodean personas que tienen un peso encima, algo que no pueden o no saben quitarse de en medio, hoy le he dicho a una de ellas que la veo montada en un globo y que si no tira todo el lastre no va a poder salir libre hacia el cielo y de verdad lo creo, pero no es solo ella, ¿Quién no tiene un lastre?, ¿Quién no tiene pendiente un te quiero, un lo siento, un no se si es para toda la vida pero ahora lo quiero y no me importa que seamos solo un rollo, un perdóname, un abrázame, un creo que podemos intentarlo, un podemos volver a empezar, un te lo agradezco pero no, un te echo de menos, un….
Estoy segura que muchos que estéis leyendo esto os acordareis de alguien ¿pues, qué hacéis ahí parados?¿que os cuesta una llamada, quedar y tirar todo eso que os acompaña?, pensad que el momento es ahora, que mañana quizá sea tarde y que puede que os perdáis algo muy interesante por una razón que seguramente no sea importante y por favor, por favor, que no sea por orgullo, odio el orgullo, me parece un sentimiento sin sentido, que solo hace daño.
Yo también tengo mis lastres personales, de los que intento deshacerme todos los días, no sea que me arrepienta de no haberlo hecho, sobre todo que los que tengáis unas palabras pendientes no dejeis pasar la oportunidad de decirlas. .
Cuando queremos que un globo se eleve, soltamos lastre. Las emociones, y en cierto modo, la felicidad, en muchas ocasiones, se comporta como un globo. Hay momentos en los que sentimos que no avanzamos personalmente, y entonces, es el momento de soltar lastre emocional. Es lo mismo que arrojar la toalla. Pero, a veces, es inevitable. Y luchar contra lo inevitable no sólo es temerario, sino un craso error, y emocionalmente hablando, un billete a la infelicidad. Soltar lastre o arrojar la toalla no es una tarea fácil, porque nos lleva a enfrentarnos a una situación en la que nuestros sueños personales de progreso se ven truncados de alguna forma. Pero no es más un dilema de adaptación influido por la inseguridad social que arrastramos desde la infancia. La inseguridad es miedo, y el miedo, uno de los enemigos más severos de la felicidad. Tomar decisiones difíciles desde el punto de vista de las emociones va en contra de la propia naturaleza del ser humano individual. No queremos que nuestros sueños se malogren, y nos aferramos a ellos para sentirnos vivo.
Sin embargo, aunque en general, tener sueños y perseguirlos es una vía para ser feliz, aferrarse a ellos cuando no se avanza, es todo lo contrario. La solución a tal paradoja es reorientar los sueños de forma que se acerquen a un logro más realista. Tal vez, modificando nuestros sueños ligeramente sea suficiente para avanzar sin tener esa sensación de vacío existencial que influyó en muchas épocas culturales. No creo que haga falta llegar al vacío del logro de los sueños, si aligeramos la carga convencional y social transmitida y nos centramos en el punto inquebrantable de nuestros deseos interno. Soltar lastre no significa arrojar toda la carga, sino la menos imprescindible y pesada. Arrojar la toalla no significa abandonar y perder la lucha, sino detener el fracaso y replegarse para volver a intentarlo cuando haya más opciones de triunfo.
Buena suerte y si necesitáis alguien que os ayude a soltar lastre, ya sabéis donde encontrarme
sábado, 4 de septiembre de 2021
Imposible atravesar la vida ...
Imposible atravesar la vida ...sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio.
Ese...ese es el coste de la vida
Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, como se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
Uno crece...Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.
Ese...ese es el coste de la vida
Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, como se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
Uno crece...Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.
Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.
Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo. Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.
Crece cuando supera, se valora, y sabe dar frutos.
Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo. Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.
Crece cuando supera, se valora, y sabe dar frutos.
Uno crece cuando abre camino dejando huellas, asimila experiencias... ¡Y siembra raíces!
Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor.
Uno crece cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento...¡Y humano por nacimiento!. .Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas.
Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor.
Uno crece cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento...¡Y humano por nacimiento!. .Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas.
Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo. Uno crece cuando se es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse, con residuos de flores...¡Y de encenderse con residuos de amor...!
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe. Uno crece cuando se planta para no retroceder...Cuando se defiende como águila para no dejar de volar......
cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella. Entonces...entonces es,, cuando Uno Crece
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe. Uno crece cuando se planta para no retroceder...Cuando se defiende como águila para no dejar de volar......
cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella. Entonces...entonces es,, cuando Uno Crece
Labels:
autoestima,
crecimiento personal,
cuidate,
filosofía,
hábitos,
psicología,
sentimientos,
sociedad,
terapia emocional,
vivir
martes, 31 de agosto de 2021
NECESITAMOS...
Un frasco transparente, para conservar las sonrisas y sin tapa para escuchar su alegre sonido. Unos lentes, correctores de la visión de la vida, que nos permitan observar con amor al prójimo y a la naturaleza. Una ardilla, que nos indique como trepar por las ramas del árbol de la sabiduría.
Unas agujas grandes, para tejer sueños e ilusiones. Un cofre, para guardar todos los recuerdos que construyen y dan vida. Un cierre, que permita abrir la mente cuando se desee encontrar respuestas, otro para cerrar nuestra boca cuando sea necesario, y otro para abrir nuestro corazón Un rebobinador de películas, para recordar los momentos más felices en nuestras vidas. Un reloj, para darle todo el tiempo al amor y al amar.
Los zapatos de la ética y la moral, para pisar firme y seguro por dondequiera que vamos. Y una balanza, para pesar todo lo vivido y todo lo experimentado.
MIRADAS...
LA EDAD MADURA NO SOLO TRAE ARRUGAS....
Y no porque queramos, sino que, por la misma experiencia, encontramos a nuestros iguales, somos transparentes para los que son como nosotros. Por eso el ciberespacio no nos limita, ya que sin querer damos con ellos. La amistad es el primer paso de la convivencia, hacemos amigos desde nuestra niñez , y con el transcurso de los años, estos han compartido una parte de nuestra vida, y así junto con los nuevos años, viene nuevos amigos. La amistad es el mejor remedio para la soledad, para la incomprensión, cuando éstas aparecen en nuestra vida, por alguna razón. Ya para finalizar, déjenme concluir con esta verdad, cuando se tienen amigos , jamás llegaremos a morir solos, porque muchos nos despedirán, y otros tantos nos estarán esperando.
sábado, 14 de mayo de 2016
La autoestima en todos sus estados
Friedrich Nietzsche,
Más allá del bien y del mall
Más allá del bien y del mall
LA AUTOESTIMA FLUCTÚA: puede ser más o menos alta, más o menos estable y necesita ser alimentada, en grados diversos, desde el exterior. Aunque las bases se construyan durante la infancia, la autoestima no es inalterable en otras etapas de la vida. Sigue fluctuando.
Se podrían comparar las estrategias que usamos al invertir nuestro dinero y las que usamos para desarrollar la autoestima. La cantidad y la calidad recibida durante nuestros primeros años constituyen un capital inicial.
Los "grandes inversores", que disponen de un importante capital de salida, apuestan su dinero en inversiones que suponen un cierto grado de riesgo, pero que pueden generar muchos beneficios. No temen perder en ciertas inversiones pues, de todos modos siempre les quedará bastante.
Como nunca han sido muy ricos, "los pequeños ahorradores " temen perder lo poco que poseen si corren un riesgo inmoderado. Invierten, pues, con prudencia. De ese modo, sus beneficios están a la altura del riesgo: son bajos.
Aplicado a la autoestima, este modelo "financiero" permite, especialmente, comprender porque las personas con altas y bajas autoestimas utilizan estrategias distintas. Las primeras tienen una actitud audaz ante la existencia: corren más riesgos y toman más iniciativas, y por ello obtienen mayores beneficios para su autoestima. Los segundos, en cambio son más precavidos y prudentes: se muestran reticentes a correr riesgos, sólo lo hacen en marcos previsibles, lo que les proporciona menos ocasión de aumentar su autoestima .
Si la baja autoestima es frugal, casi abstemia, la alta estima puede ser sibarita , pantagruélica. Y uno suele ser el individuo que puede ser y no tanto el que querría ser. La vida cotidiana parece no ser abundante en estímulos. Se vive en paz, mientras la paz no se convierta en inacción, en la paz del sepulcro. La alta autoestima es pura adrenalina y orilla la embriaguez, que puede ser de poesía y de virtud, decía Braudelaire.Y Nietzsche instaba a vivir "peligrosamente" La autoestima tiene mucho de ambición y de peligros. ¿Cuándo una ambición es desmesurada? El tango dice:"Esos platos fuertes no son para vos". La alta autoestima busca el desafío y el estímulo de los objetivos difíciles y que merecen la pena.
Existen cuatro modalidades de autoestima si se tiene en cuenta su nivel de estabilidad (Horstein, 2011).
Autoestima alta y estable
Las circunstancias "exteriores" y los acontecimientos de vida "normales" tienen poca influencia sobre la autoestima. El individuo está fuera de la manada, sin obedecer ni polemizar con los demás. No consagra mucho tiempo ni energía en la defensa o la promoción de su imagen. No necesita defender la. En todo caso se defiende sola .
La excesiva confianza en el propio valor y eficiencia podrían hacernos más vulnerables a los peligros por el hecho de no reconocer límites y rechazar cierta información.
Es cierto que las personas con una buena autoestima no vacilan en pedir ayuda a los demás. Están seguros que la ayuda es un préstamo que podrán devolver. Y los demás son como los bancos: le prestan al que tiene, al que tiene con qué responder. Dicho de otra manera, ayúdate que te ayudaran. En la ayuda hay una promesa de reciprocidad o reciprocidad virtual. El que pide ayuda puede dar ayuda. Puede haber usureros, claro que se cobran la ayuda con sumisiones varias. Puede haber, por supuesto, una toma y daca, una puntada con nudo. Uno sabe con quién está tratando. O se lo pregunta a otro que si sabe (Horstein, 2011).
Autoestima alta e inestable
Aunque elevada, la autoestima de estas personas padece grandes altibajos. "Se ponen locos" ante las críticas y los fracasos, percibiéndolos como amenazas y nos refriegan en las narices sus éxitos y sus virtudes.
Los sujetos de autoestima alta y estable son mucho más atemperados y positivos, mientras que los de autoestima inestable siempre están pendientes del desafío o del reconocimiento de los otros. La presencia constante de amenazas revela la labilidad de la autoestima .
Esquemáticamente hay dos modos de reaccionar ante el fracaso. O aceptarlo y sacar una enseñanza, o culpar a los demás. A partir de un acontecimiento dado, tendemos a atribuirle ciertas características: lo que ha ocurrido depende de mí o del exterior, va a reproducirse o será un hecho aislado, es representativo o limitado.
Este sentimiento de frugalidad conduce a situar la autoestima como preocupación central y exige preservarla a cualquier precio y apelar a una actitud agresiva (para promoverla) o bien pasiva (para protegerla). Ambas actitudes responden a un sentimiento de vulnerabilidad, consiente cuando corresponde a una autoestima baja, y a veces inconsciente en el caso de una autoestima elevada pero frágil .
Las personas con autoestima elevada pero inestable luchan denodada mente. Sus tentativas para destacarse, dominar o hacer querer son constantes. La imagen les reluce pero no es oro. Cuando se empeña asoma una inquietante inseguridad. Estos perfiles de autoestima se encuentran como base de diversos trastornos psicológicos: ira incontrolable, abuso de alcohol y drogas, adicción al trabajo, depresiones y colapso narcisistas .
El éxito es postizo cuando se siente como un implante, una prótesis, cuando implica desgaste emocional, ansiedad excesiva y riesgo depresivo; así como un sentimiento de fragilidad que provoca inquietud o vulnerabilidad ante las agresiones (reales o imaginarias) sobre la autoestima. Los logros nunca aportan demasiada seguridad. El equilibrio narcisista está perturbado, hipotecado en defenderse de las experiencias negativas. Tienen la tentación de la huída hacia adelante, de brillar para no dudar
Autoestima baja e inestable
Su autoestima es vulnerable. Debido a éxitos o satisfacciones puede subir un poco. Sin embargo, ese sentimiento es frágil y su autoestima se reciente cuando amagan las dificultades.
Las personas con baja autoestima pagan tributo al juicio de los otros. Su temor a engañarse o engañar a los demás los expone a dudas, a sentirse trásfugas, impostores. La vivencia de impostura transforma los aplausos en dudas constantes acerca del merito real. Son indecisos por temor a equivocarse. Con el pretexto de desensillar hasta que aclare (prudencia), terminan montando poco o nada en el caballo
A veces, muchas catástrofes personales y sociales nos dejan cicatrices (narcisistas), porque les puso el pecho una autoestima "suficientemente buena". Otras, un pequeño traspié pudo ser un trauma si la autoestima está por el piso.
Las personas con baja autoestima parecen mansas pero son muy quisquillosas. No soportan la critica que les hace peligrar lo que tienen; en eso se parecen a los soberbios .
El síndrome del impostor puede ser crónico en sujetos con baja autoestima que suelen pensar que no están a la altura del reconocimiento logrado. Padecen una ansiedad permanente en el cumplimiento de sus tareas. Esta ansiedad los expone a estados depresivos a pesar de "éxitos" notables. Su incomodidad ente el éxito se basa en que éste le produce "disonancia cognitiva" producto de la contradicción de la idea que tiene de sí mismo y la mirada de los otros. Si bien necesita los logros, les temen porque les coloca ante una enorme exigencia.
Una baja autoestima, sin embargo, tiene aspectos beneficiosos porque la modestia favorece que aceptemos a los demás y sus puntos de vista, lo que ayuda a comprender aquello que no comprendemos.
Por el contrario, una elevada autoestima puede hacer que el sujeto no escuche las informaciones del entorno y, si bien soporta mejor los fracasos, los atribuye a causas ajenas a él. Para evitar cuestionamientos suele rodearse de halagadores, lo que puede conducirlo a perder contacto con la realidad, fomentando actitudes omnipotentes
Autoestima baja y estable
En este caso, la autoestima se ve poco afectada por los acontecimientos exteriores. Están resignados y hacen pocos esfuerzos para valorarse a sus propios ojos o a los de los demás. Si no se sienten queridos, tenderán a replegarse en lugar de renovar vínculos satisfactorios. Si creen haber fracasado, tenderán a paralizarse y reprocharse sin darse otras oportunidades. Se ilusionan con fantasía de éxito y gloria, pero el temor a las decepciones los paraliza. Dependen excesivamente del reconocimiento de los otros .
En personas con baja autoestima predominan las emociones negativas (vergüenza, cólera, inquietud, tristeza, envidia) y padecen de un sentimiento de vulnerabilidad al sentirse amenazadas por las vicisitudes de la vida cotidiana. Cualquier riesgo es una amenaza. Se dedican más a la protección de la autoestima que a su despliegue, evitan arriesgarse a la crítica o al rechazo. Permanecen en la sombra, porque no están dispuestos a exponerse .
Los sujetos con la autoestima equilibrada tienden a buscar una evaluación, mientras aquellos con una autoestima baja buscan la aprobación. No se trata de miedo sino de alergia al fracaso. En los trastornos de la autoestima (esa hipocondría del yo), el dolor y la muerte se ocultan tras el miedo al fracaso y el rechazo social.
Cuanto más afectada está la autoestima, existe el riesgo de una depresión prolongada y grave. Es menos probable que pueda superar la depresión un individuo pesimista y que no da ocasión de ser alentado. En las depresiones leves, en cambio, las personas están dispuestas a recibir mensajes valorizadores .
En las personas con una baja autoestima no existe ninguna relativización, ninguna distancia, ninguna indulgencia hacia los pequeños defectos. Por pensar sólo en lo que los otros piensan se olvidan en pensar en ellos mismos. La baja autoestima es una forma de alienación, ya que se delega en los otros el poder de dictaminar cuánto vale el sujeto en quien predominará un sentimiento de tedio y vacío.
Cuando la autoestima es baja disminuye a la resistencia frente a las adversidades y las personas encallan frente a vicisitudes superables. El déficit en él autoestima no supone incapacidad para los logros, ya que se puede tener el talento y empuje necesarios para concretarlos. Sin embargo, disminuye la eficiencia y la capacidad de alegrarse con sus logros que serán viven-ciados como insuficientes .
Cuanta menos autoestima tiene una persona, más inadecuada será su comunicación, debido a sus pensamientos y sentimientos, y al temor a la reacción a los otros. A la inversa, una autoestima elevada fomenta la vitalidad y la extroversión
Prefieren tener un lugar asegurado en un grupo poco valorizado a esforzarse para defender un lugar en un grupo competitivo. Los atrae demasiado la inserción en un colectivo: dispuestos a compartir los éxitos, encuentran allí sobretodo la seguridad de una disolución de las responsabilidades si el fracaso se produce
Autoestima equilibrada: ilusión realizable
¿Cuándo la ilusión es "buena" y cuando es "mala"? Es negativa cuando es un sustituto de la acción. La ilusión del trabajador que quería hacerse la casita; sus esfuerzos, sus luchas, sus sacrificios. Las noches de desvelo cuando no le alcanzaba la plata para la cuota del terreno. Ilusiones del ambicioso que a veces, para llegar a sus metas, tuvo que dejar demasiadas cosas en el camino.
En el lenguaje corriente, ilusión quiere decir muchas cosas: creencia, fantasía, proyecto, etc. Aquí trataremos de darle un significado preciso. Lo primero será separarla de la ilusión de error. La ilusión es una representación cautiva en su punto de vista, que requiere incluso al conocimiento de su propia falsedad. Los errores saltan a la vista. Las ilusiones falsas, no. El error es una carencia (de conocimiento). La ilusión, un exceso de creencia, de imaginación. Hacerse ilusiones es tomar los propios deseos por realidad. Puedo equivocarme sin que sea en función de mis deseos (entonces se trata de un error, no de una ilusión). La ilusión, aunque pueda ser falsa, y aunque lo sea la mayoría de las veces no es un error. Es una creencia. Parafraseando a Louis Altrusser, sólo una concepción ilusoria de la humanidad ha podido imaginar una humanidad sin ilusiones: sólo una concepción ideológica de la sociedad ha podido imaginar sociedades sin ideologías .
Con una autoestima equilibrada las ilusiones suelen ser un preámbulo de la acción, en vez de representar una alternativa: su modo de actuar (aceptar riesgos, intentar desarrollar sus competencias, ampliar sus límites) permite consolidar la autoestima .
Si el requisito para una buena autoestima fuera ser perfecto, nadie la tendría. No hay cuerpos totalmente sanos ni psiquismos sin fallas. La vida privada de Picasso no era una pintura. Muchas estrellas de Rock viven a los tumbos con la droga. Elegir es privarse de otras elecciones, como cuando se elige pareja. En general, por más que algunos solos estén bien, elegimos pareja porque solos nos sentimos incompletos. Elegimos emprender negocios inmobiliarios no porque la música no nos apasione. Somos incompletos. Es verdad que a veces podemos hacer mejor lo que hacemos o hacer más cosas, pero no podemos hacer todas las cosas.
Tal vez tengamos que ocuparnos de los distintos sentidos de la palabra "resignación". La entendemos como la renuncia a la satisfacción de un deseo, no como la muerte del deseo. La revelación dice no. La aceptación dice sí. La resignación es un inacabado proceso de duelo, demasiado confortable para que se desee abandonarla. Demasiado triste para quedarse ahí.
No canto perfectamente y no participare en la "Voz México". Pero saberlo no me impide mostrar, en los modestos karaokes, de lo que soy capaz actualmente (me divierte)… sobre todo si me resulta placentero y tomo clases y, así, la semana que viene cantaré un poco mejor, lo cual no es un consuelo sino un aliento legítimo
En una entrevista laboral muestro lo mejor de mí y disimulo mis aspectos débiles, pero sé que los tengo, lo mismo que en cualquier escenario.
Con mis mejores aspectos puedo hacer dos cosas: ) abandonar la lucha en los otros frentes, o 2) darme aliento en los otros frentes ("si pudiste A, quizás puedas B, C, etc.).
La autoestima, si bien no prescinde de los éxitos, está conformada también de convicciones y de una visión de sí mismo.
Las vocecitas. "Crítica interior" son todos los pensamientos críticos destinados a nosotros mismos. Se trata a menudo de un discurso interiorizado, consecuencia de lo que oímos cuando éramos niños. Es necesario tomar conciencia de las modalidades de auto crítica. En Japón, un chico se suicido porque lo habían reprobado de un examen. Otro en Argentina, se lo tomó con calma. Otro, se dijo que en adelante se tomaría más en serio sus estudios. A otro chico, para consolarlo, pobrecito, le regalaron un viaje a Disney World .
La hipercrítica opaca los éxitos actuales y dirige el reflector sobre los fracasos laborales y afectivos. Esta de valuación puede ser constante o activarse sólo en ciertas situaciones en las que, equivocadamente o con razón, tenemos la sensación de revelar nuestros límites y puntos débiles.
La etiqueta no es lo más importante. Para dar cuenta de la autoestima se trata de entender los fenómenos psicológicos y las dimensiones subjetivas de los procesos sociales. Se trata de dialogar. El psicoanálisis ha hecho méritos para representar, en esa asamblea-juicio, a la parte psíquica. Pero la asamblea está abierta a todas las corrientes psicológicas y a todas las corrientes sociológicas. Cuando se "socializan" los procesos psíquicos se "psicoanalizan", no demos más vueltas: hay intereses creados o reducciones empobrecedores .
Tendremos que abordar nuestra concepción del sujeto. Pero no para reflotar el orondo personaje de la modernidad. Era un tipo consciente, autónomo, transparente para sí mismo ("se las sabia todas"), dotado de libre albedrío y dueño de su destino. El tipo de hoy, usted o yo, trata de sacar la cabeza en un mar de contradicciones. En vez de libertad, palabra tan endiosada, hablemos de "márgenes de maniobra". Maniobremos en los márgenes. Los márgenes de libertad no implican ausencia de coerciones sino, por el contrario, que las coerciones son muchas y variadas. En consecuencia, la persona es llevada a tomar decisiones, a elegir dentro del espacio creado por las contradicciones que lo atraviesan.
Es alguien que quiere comprometerse pero no domesticarse, que respeta la autonomía de los demás pero que exige que la suya sea respetada. No es bueno ni es posible que el hombre esté sólo. El sujeto recibe, del medio, alimentos que podrían llegar a ser nocivos, pero también propuestas deseables. El mundo ofrece. Y nosotros elegimos, a corto, a mediano y a largo plazo. En el corto plazo elegimos urgidos por la necesidad. En el mediano y en el largo entran a empujar nuestros proyectos. Cuando estamos mal nos impulsa sólo el pasado. Por supuesto que hay proyectos inviables. Son los desmesurados e inalcanzables. Me propongo jugar al fútbol como Messi, hacer la carrera de Bill Gates o de Daniel Baremboim .
Resumiendo: Los conocimientos necesarios para una autoestima saludable implica que los otros primordiales lo hayan criado con amor y respeto, le hayan ofrecido reglas estables y razonables que contribuyeron a generar expectativas adecuadas, sin recurrir al ridículo, la humillación o el maltrato físico y hayan tenido confianza en sus capacidades.
lunes, 7 de diciembre de 2015
No existe la falta de tiempo, existe la falta de interés
Dicen que no existe la falta de tiempo, que existe la falta de interés, porque cuando la gente realmente quiere, la madrugada se vuelve día, martes se vuelve sábado y un momento se vuelve oportunidad.
Quien mucho espera, se decepciona y sufre. La verdad es que la falta de interés duele, y mucho. Va más allá de la decepción, son crueles punzadas de dolor en el estómago, como si algo por dentro nos desgarrara el alma.
En el momento en el que nos hieren, no podemos hacer nada para aliviar ese dolor, pues mantener nuestra cordura ante el abandono y la humillación ya supone suficiente esfuerzo.
La verdad es que tanto el tiempo como los daños nos cambian, haciendo que lo que hoy nos apetecía compartir mañana no nos resulte tan atractivo. No obstante, esto no justifica la falta de sinceridad ni de correspondencia con los demás.
Aceptar la falsedad del tiempo vivido
Tristemente, la falsedad y la hipocresía son tan resbaladizas que solemos encontrarlas en el rincón que menos esperábamos cuando ya es demasiado tarde. Normalmente, la esperanza de que alguien es lo que creemos conocer nos hace estar tranquilos cuando en realidad deberíamos mantenernos expectantes.
Entonces es cuando vienen los problemas, pues la verdad es que abunda la gente interesada y a nosotros nos cuesta abrir los ojos. Esto ocurre porque nos resistimos a creer que alguien a quien consideramos tan indispensable en nuestra vida no sea sincero.
Normalmente, las personas falsas o interesadas son aquellas que ni comen ni dejan comer y que cuando les pides explicaciones se enervan intentando evadir la confrontación que les hemos planteado.
Es probable que nos devoren con palabras envenenadas, de manera que nosotros, sedientos de encajar, alimentemos la esperanza de quien tiene una de cal y otra de arena.
En ocasiones perdemos el tiempo insistiendo en ver a alguien que no hace nada por vernos y en forzar situaciones que creemos necesarias. Solemos caer en el error de buscar sin permitir que nos encuentren lo que al final resulta en un maltrato a nuestra dignidad.
Cuando nos damos cuenta de esto, hay algo que se rompe en nuestro interior y nos invade una ola de decepción, de miedo y de tristeza. En ese momento, nos percatamos de que no podemos esperar a quien no quiere ser esperado.
Entonces empieza todo un duro proceso de protección que requiere que recubramos nuestra vida de comprensión y que prohibamos la entrada a todas aquellas personas que nos dañaron y se comportaron de manera interesada.
Rodéate de las personas que te gustan y sé feliz
Comprométete con aquellos valores que te resultan fundamentales, disfruta de la sensibilidad, de la bondad, del respeto, de la humildad, de la confianza y la fe, de la gratitud, de la sabiduría, de la sinceridad, del amor, de la amistad, del cariño y de la incondicionalidad.
Mantén cerca de ti la mejor realidad que conozcas, deshecha lo vil y lo cruel, no prestes atención a las personas toxicas, busca tu oxígeno, cuenta hasta tres y respira.Siente las bocanadas de aire psicológico y saluda a tus emociones.
Rodéate de toda esa gente que te hace sentir que el mundo es un lugar que merece la pena y que tu caparazón solo está contigo para que te resguardes en los días de lluvia. Rechaza en tu vida a todos aquellos que te hacen sentir menospreciado y que no te dedican ni un momento sin que tengas que rogarlo.
Libérate de todo lo que te aprisiona y permite que la vida te sorprenda sin necesidad de dañarte. No esperes nada de nadie, espera todo de ti. El resto llegará cuando menos de lo esperes.
jueves, 14 de agosto de 2014
LOS ESTADOS DE CONCIENCIA EN EL SER HUMANO
La fuente del texto es de un extracto del libro de P.D.
Ouspensky "Fragmentos de una Enseñanza Desconocida", capítulo
VIII.
"Hay cuatro estados de conciencia posibles para el
hombre (recalcó la palabra "hombre"). Pero el hombre ordinario, o sea
el hombre número 1, 2 ó 3, vive solamente en los dos estados más bajos de
conciencia. Los dos estados de conciencia superiores le son inaccesibles y
aunque pueda tener chispazos de estos estados, es incapaz de comprendedlos y
los juzga desde el punto de vista de estos dos estados de conciencia inferiores
que le son habituales.
"El primero, el sueño, es el estado pasivo en el cual los hombres pasan un tercio y a menudo hasta la mitad de su vida. Y el segundo, el estado en que los hombres pasan la otra mitad de su vida es en el cual caminan por las calles, escriben libros, conversan de asuntos sublimes, participan en la política, se matan los unos a los otros; es un estado que ellos consideran como activo y que llaman de «conciencia lúcida» o «estado de vigilia». Las expresiones «conciencia lúcida» o «estado de vigilia» parecen haber sido escogidas en broma, sobre todo si uno se da cuenta de lo que debe ser una «conciencia lúcida» y de lo que es en realidad el estado en que el hombre vive y actúa.
"El tercer estado de conciencia es el recuerdo de sí, o conciencia de sí, o conciencia de su propio ser. Es habitualmente admitido que tenemos este estado de conciencia o que podemos tenerlo a voluntad. Nuestra ciencia y nuestra filosofía han pasado por alto el hecho de que no poseemos este estado de conciencia y que por sí solo, nuestro deseo es incapaz de crearlo en nosotros mismos, sin importar cuan clara sea nuestra decisión.
"El cuarto estado de conciencia es la conciencia objetiva. En este estado un hombre puede ver las cosas tal como son. Algunas veces en sus estados inferiores de conciencia puede tener chispazos de esta conciencia superior. Las religiones de todos los pueblos contienen testimonios de la posibilidad de un tal estado de conciencia que califican como «iluminación» o por otros varios nombres, y lo definen como indescriptible. Pero el único camino justo hacia la conciencia objetiva es a través del desarrollo de la conciencia de sí. Si a un hombre ordinario se le lleva artificialmente a un estado de conciencia objetiva y se le vuelve luego a su estado habitual, no recordará nada y pensará simplemente que por un lapso de tiempo había perdido el conocimiento. Pero en el estado de conciencia de sí un hombre puede tener chispazos de conciencia objetiva y recordarlos.
"El cuarto estado de conciencia representa un estado totalmente diferente del anterior; es el resultado de un crecimiento interior y de un largo y difícil trabajo sobre sí.
"Sin embargo, el tercer estado de conciencia constituye el derecho natural del hombre tal cual es, y si el hombre no lo posee, es únicamente porque sus condiciones de vida son anormales. Puede decirse, sin exagerar nada, que en la época actual, el tercer estado de conciencia no aparece en el hombre sino sólo por chispazos muy breves y muy raros, y que este estado no puede convertirse en algo más o menos permanente sino por medio de un entrenamiento especial.
"Para la gran mayoría de las personas, aun las cultas e intelectuales, el principal obstáculo en el camino para adquirir conciencia de sí es que creen que ya la poseen; en otras palabras, están totalmente convencidas de tener ya conciencia de sí mismas y de poseer todo lo que acompaña a este estado: individualidad en el sentido de un «Yo» permanente e inmutable, voluntad, capacidad para hacer, y así sucesivamente. Por tanto, es evidente que un hombre no se interesará por adquirir, a través de un trabajo largo y difícil, algo que en su opinión ya posee. Por el contrario, si se lo dice, pensará que usted está loco o que intenta explotar su credulidad para un provecho personal.
"Los dos estados superiores de conciencia — «la conciencia de sí» y «la conciencia objetiva» — están ligados al funcionamiento de los centros superiores del hombre.
"Además de aquellos centros de los cuales hemos hablado, hay en el hombre otros dos centros, el «centro emocional superior» y el «centro intelectual superior». Estos centros están en nosotros; están plenamente desarrollados y trabajan todo el tiempo, pero su trabajo nunca llega a nuestra conciencia ordinaria. La razón debe buscarse en las propiedades especiales de nuestra pretendida «conciencia lúcida».
"Para comprender la diferencia entre estados de conciencia, tenemos que regresar al primero, que es el sueño. Este es un estado de conciencia completamente subjetivo. Un hombre está sumergido en sus sueños, no importa si los recuerda o no. Aun si al dormido le llegan algunas impresiones reales, tales como sonidos, voces, calor, frío, sensaciones de su propio cuerpo, no suscitan en él sino fantásticas imágenes subjetivas. Luego el hombre se despierta. A primera vista éste es un estado de conciencia completamente diferente. Puede moverse, hablar con otras personas, hacer proyectos, ver peligros, evitarlos y así sucesivamente. Parece lógico pensar que se encuentra en una situación mejor que cuando estaba dormido. Pero, si profundizamos un poco más las cosas, si echamos una mirada dentro de su mundo interior, dentro de sus pensamientos, dentro de las causas de sus acciones, comprenderemos que está casi en el mismo estado que cuando estaba dormido. Y es peor aún, porque en el sueño él es pasivo, esto es, no puede hacer nada. Por el contrario, en el estado de vigilia, puede hacer algo todo el tiempo y los resultados de sus acciones repercutirán sobre él y sobre lo que lo rodea. Y, sin embargo, no se recuerda a sí mismo. Es una máquina, todo le sucede. No puede detener el Unjo de sus pensamientos, no puede controlar su imaginación, sus emociones, su atención. Vive en un mundo subjetivo de «quiero», «no quiero», «me gusta», «no me gusta», «tengo ganas», «no tengo ganas», esto es, un mundo hecho de lo que él cree que le gusta o no le gusta, de lo que él cree que desea o no desea. No ve el mundo real. El mundo real le está oculto por el muro de su imaginación. Vive en el sueño. Duerme. Y lo que él llama su «conciencia lúcida» no es sino sueño — y un sueño mucho más peligroso que su sueño de la noche, en su cama.
"Tomemos algún acontecimiento en la vida de la humanidad. Por ejemplo, la guerra. Hay una guerra en este momento. ¿Qué significa? Significa que varios millones de dormidos están tratando de destruir a otros millones de dormidos. Por supuesto, rehusarían hacerlo si llegasen a despertar. Todo lo que sucede actualmente se debe a este sueño.
"Ambos estados de conciencia, sueño y vigilia, son igualmente subjetivos. No es sino al comenzar a recordarse a sí mismo cuando un hombre puede realmente despertar. Y entonces toda la vida circundante adquiere para él un aspecto diferente y un sentido diferente. La ve como una vida de gente dormida, una vida de sueño. Todo lo que dicen los hombres, todo lo que hacen, lo dicen y lo hacen en el sueño. Nada de esto puede tener el menor valor. Sólo el despertar y lo que lleva al despertar tiene un valor real.
"¿Cuántas veces me han preguntado ustedes si no sería posible detener las guerras? Por supuesto, sería posible. Bastaría que la gente se despertase. Parece una cosa pequeña. Sin embargo, es lo más difícil que puede haber porque este sueño es inducido y mantenido por la totalidad de la vida circundante, por todas las condiciones del ambiente.
"¿Cómo despertar? ¿Cómo escapar de este sueño? Estas preguntas son las más importantes, las más vitales que un hombre tiene que hacerse. Pero antes de hacérselas deberá convencerse del hecho mismo de su sueño. Mas sólo es posible convencerse de esto tratando de despertar. Cuando un hombre haya comprendido que no se recuerda a si mismo y que el recuerdo de sí significa un despertar hasta cierto punto, y cuando haya visto por experiencia lo difícil que es recordarse a sí mismo, entonces comprenderá que para despertar no basta desearlo. Diremos, aún con más precisión, que un hombre no puede despertarse por si mismo. Pero si veinte hombres convienen en que el primero que se despierte despertará a los demás, ya tienen alguna posibilidad. Aun esto, sin embargo, es insuficiente, porque los veinte hombres pueden dormirse al mismo tiempo y soñar que se están despertando. Por consiguiente esto no basta; hace falta más. Estos veinte hombres deben ser vigilados por un hombre que no está dormido o que no se duerme tan fácilmente como ellos, o que se duerme conscientemente cuando es posible, cuando de ello no resulte daño alguno ni para él ni para los demás. Deben encontrar a un hombre de este género y contratarlo para que los despierte y no les permita volverse a dormir. Sin esto es imposible despertar. Esto es lo que hay que comprender.
"Es posible pensar durante mil años; es posible escribir bibliotecas enteras, inventar millones de teorías y todo esto en sueño, sin ninguna posibilidad de despertar. Por el contrario, estas teorías y estos libros escritos o inventados por dormidos simplemente tendrán como efecto arrastrar a otros hombres al sueño.
"No hay nada nuevo en la idea del sueño. Casi desde la creación del mundo se ha dicho a los hombres que están dormidos y que deben despertar. Por ejemplo, ¿cuántas veces se dice esto en los Evangelios? «Despertad», «vigilad», «no durmáis». Los discípulos de Cristo, aun en el Jardín de Gethsemani, dormían mientras su Maestro oraba por última vez. Esto lo dice todo. ¿Pero lo comprenden los hombres? Lo toman como una figura retórica, una metáfora. No ven en absoluto que debe ser tomado al pie de la letra. También aquí es fácil comprender por qué. Tendrían que despertar un poco o por lo menos tratar de despertar. En serio, a menudo se me ha preguntado por qué en los Evangelios no se dice nada acerca del sueño... En cada página se trata de esto. Esto muestra simplemente que la gente lee los Evangelios en sueño. En tanto que un hombre duerma profundamente y este totalmente sumido en sus sueños, no puede ni siquiera pensar que está dormido. Si fuera capaz de pensar que está dormido, se despertaría. Y así todo sigue, sin que los hombres tengan la menor idea de todo lo que pierden a causa de su sueño. Como ya lo he dicho, el hombre, tal como es, tal como la naturaleza lo ha creado, puede devenir un ser consciente de sí. Creado con este fin, nace para este fin. Pero nace entre dormidos, y naturalmente cae a su vez en su sueño profundo justo en el momento en que debería comenzar a tomar conciencia de si mismo. Todo colabora con esto: la imitación involuntaria que hace el niño de los adultos, las sugerencias voluntarias o involuntarias de estos, y su así llamada «educación». Todo intento de despertar de parte del niño es frustrado al instante. Fatalmente. Y cuántos esfuerzos son necesarios más tarde para despertar; y cuánta ayuda se necesitará cuando se hayan acumulado millares de hábitos que compelen al sueño. Uno se libra de esto muy raras veces. En la mayoría de los casos cuando un hombre es todavía un niño ya ha perdido la posibilidad de despertar; vive toda su vida en el sueño y muere en el sueño.
miércoles, 13 de agosto de 2014
LAS EXPERIENCIAS NEGATIVAS Y POSITIVAS
Todos nos encontramos viviendo situaciones algunas de las cuales son positivas y otras negativas (al menos así lo creemos). Las experiencias negativas son necesarias para poder contrastarlas con las positivas y viceversa. Sin oscuridad no puede existir luz; es necesario experimentar frío para saber lo que es calor; sin saber lo que es el dolor no puede experimentarse placer, etc.
Podríamos admitir que todos los acontecimientos que nos suceden están enfocados desde la perspectiva del Ego (refiriéndome a la personalidad no al Yo Superior), es decir, desde nuestra personalidad, la cual es transitoria y se renueva vida tras vida, o sea, no es permanente.
Si tuviésemos en cuenta que las causas que han generado los acontecimientos que vive el Ego en su nueva personalidad (sean positivos o negativos indistintamente), le son del todo desconocidas para él, ya que no tiene conocimiento directo de sus anteriores personalidades, entenderíamos el por qué no puede comprender las circunstancias que lo envuelven en el presente.
Junto con lo anterior, si admitiésemos (aunque sea solo como hipótesis) de que el alma cuando reencarna elige, por voluntad propia, vivir una serie de situaciones y experiencias que considera que le serán útiles para su progreso (al margen de la retribución kármica de la que no puede desentenderse), quizás podríamos llegar a aceptar (no digo comprender) algunas de las circunstancias adversas que puedan suceder en el transcurso de la vida.
Podríamos también considerar que nuestra labor en la vida es la de aprendizaje, y para ello utilizamos experiencias negativas o positivas, pero experiencias a la fin, las cuales al mismo tiempo de enriquecernos, crean conciencia de la realidad.
Si al mismo tiempo aceptásemos que las situaciones cómodas y placenteras provocan un estancamiento del sujeto en las mismas, dado que al encontrarse a gusto en ellas no siente la necesidad de mejorar como individuo, y que esta actitud es contraria a la Ley de Evolución, la cual empuja siempre hacia adelante, forzando a toda forma de vida a la superación, mejora y perfeccionamiento de si misma...
Si pensásemos que la finalidad y sentido de la vida (en nuestro actual periodo evolutivo) es el de alcanzar la perfección como humanos...
Si por último creyésemos que no estamos solos en el Universo y que aunque nos consideremos importantes como individuos, no dejamos de ser una imperceptible partícula mas de su conjunto, y ateniéndonos a la Ley de Evolución entendiésemos (aunque quizás no aceptásemos) que todo proceso en la Naturaleza no es fortuito sino motivado y con un propósito definido y correcto. Y que la misma Ley de Evolución actúa sobre toda forma de vida (conocida o desconocida) y, por consiguiente, lo que puede ser positivo para una no forzosamente ha de serlo para la otra, pero que en el conjunto de su actuación prevalece siempre el beneficio del grupo antes que el individual...
Que el que un conejo sea devorado por un zorro es negativo para el conejo pero positivo para el zorro...
Que las lluvias intensas en una zona eliminan multitud de insectos, los cuales se consideran injustamente tratados, pero que al mismo tiempo esas lluvias favorecen el crecimiento de nueva vegetación la cual sale beneficiada...
Que las células defensivas del organismo consideran negativo el ser expulsadas del cuerpo humano junto a la infección después de haber luchado heroicamente contra la misma, pero que si supiesen que su sacrificio individual permite a un ente superior continuar existiendo, probablemente se sentirían orgullosas y lo verían como positivo...
Que la estatua de mármol piensa que son negativos los golpes que recibe por parte del martillo y cincel, pero que una vez observados frente al espejo los resultados de su sufrimiento y viendo la belleza de la obra final, transmuta lo que creía negativo como positivo...
Si intentásemos expandir nuestra conciencia a estados superiores, probablemente tendríamos un ángulo de visión mas amplio de los acontecimientos y del por qué de las cosas, y quizás aprenderíamos a no darnos tanta importancia a nosotros como individuos ni a nuestras circunstancias personales, y observaríamos la realidad desde un punto de vista grupal, sintiéndonos al mismo tiempo orgullosos de ser parte de un “Algo Superior”, y quizás de esta manera confiaríamos totalmente en ese Ser, y no volveríamos a temer a los envites del destino, ya que al confiar en El sabríamos que lo que ocurre es lo mejor que podía ocurrir, y si ocurre es porque tenía que ocurrir, sabiendo desde lo profundo de nuestro ser, que aunque no sepamos los motivos, es por nuestro bien.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Aprovecha lo que tienes
Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...

-
Muchas personas afirman que tienen tantos problemas que no pueden salir adelante y lograr colocar sus vidas al nivel en el que desearí...
-
Necesidades del operador mercantil en mercados internacionales La actividad mercantil internacional relacionada con el comercio exte...