sábado, 2 de julio de 2022

LA VIDA ES COMO UN VIAJE EN TREN





                                                                






Un día, leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.


Una comparación extremadamente interesante cuando es bien interpretada.


Interesante, porque nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques y desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, con algunas subidas y bajadas tristes.


Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas, que nos harán conocer el viaje hasta el fin: nuestros padres.


Lamentablemente, ellos en alguna estación se bajaran para no volver a subir más.


Quedaremos huérfanos de su cariño, protección y afecto.


Pero a pesar de esto, nuestro viaje deberá continuar; conoceremos otras interesantes personas durante la larga travesía, entre ellos nuestros hermanos, amigos y amores.


Muchos de ellos solo realizaran un corto paseo, otros estarán siempre a nuestro lado, compartiendo alegrías y tristezas.


En el tren, también viajaran personas que andarán de vagón en vagón para ayudar a quien lo necesite.

Muchos se bajaran y dejaran recuerdos imborrables.


Otros, en cambio, viajaran ocupando asientos, sin que nadie perciba que están allí sentados.



Es curioso ver como algunos pasajeros a los que queremos deciden sentarse alejados de nosotros, en otros vagones.

Eso nos obliga a realizar el viaje separados de ellos.

Pero eso no nos impedirá, aunque tal vez con alguna dificultad, acercarnos a ellos.

Lo difícil es aceptar que, a pesar de estar cerca… no podremos sentarnos juntos, pues muchas veces otras son las personas que los acompañan.


Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas.


Sabemos que este tren solo realiza un viaje, el de ida.


Tratemos, entonces, de viajar lo mejor posible, intentando tener una buena relación con todos los pasajeros, procurando lo mejor de cada uno de ellos, recordando siempre que, en algún momento del viaje, alguien puede perder sus fuerzas y deberemos entender eso.


A nosotros también nos ocurrirá lo mismo; seguramente alguien nos entenderá y ayudará.

El gran misterio de este viaje es que no sabemos en cual estación nos tocara descender.


Pienso: cuando tenga que bajarme del tren ¿ sentiré añoranzas?. Mi respuesta es SÍ; dejar a mis hijos viajando solos será muy triste.


Separarme de los amores de mi vida, será doloroso. Pero tengo la esperanza de que en algún momento nos volveremos a encontrar en la estación principal y tendré la emoción de verlos llegar con mucha mas experiencia de la que tenían al iniciar el viaje.


Seré feliz al pensar que en algo pude colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas.

Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas.

Mi emoción aumenta a medida que el tren va parando… ¿ quien subirá?. ¿ Quién será? …



Me gustaría que TU pensases que el desembarcar del tren, no es solo una representación de la muerte o el termino de una historia que dos personas construyeron y que por motivos íntimos dejaron desmoronar.



Estoy feliz de ver como ciertas personas, como nosotros, tienen la capacidad de reconstruir para volver a empezar, eso es señal de lucha y garra, y saber vivir es poder obtener lo mejor de todos los pasajeros.



Agradezco a la vida, porque estemos realizando este viaje juntos y, a pesar de que a veces nuestros asientos no estén juntos, con seguridad el vagón en el que vamos y el maquinista son los mismos.



A ti, que estas leyendo, te dejo un abrazo enorme, que tengas un gran día y gracias por acompañarme en este viaje…!!!

viernes, 1 de julio de 2022

El arte de la paciencia: Por qué cultivar esta virtud puede hacernos más felices








                                                   




La capacidad de mantener la calma en situaciones difíciles puede aprenderse y practicarse. La paciencia es una herramienta excelente para combatir el estrés.



Cultivar la paciencia puede ser muy beneficioso para el ser humano, porque ayuda a regular el estrés y educar el carácter. Y a pesar de ser una cualidad como cualquier otra, muy pocos saben cómo ponerla en práctica.



Sus significados en diferentes culturas

Para el diccionario de la Real Academia Española, la paciencia es la capacidad de soportar algo sin alterarse, o bien hacerlo de manera minuciosa o lenta. La palabra proviene del latín patientia, y su concepto varía de una tradición a otra.



Para los orientales, la paciencia se relaciona con la fortaleza de carácter. Ellos creen que cuanto más madura y evolucionada está la personalidad, más fácil debe ser mantener la calma en cualquier situación. Para lograrlo, se entrenan con largos períodos de meditación y votos de silencio.



El budismo utiliza el término kshanti, que significa "tolerancia" y "perdón". Cuentan los historiadores que Buda, fundador de esta religión, no solo permaneció seis años en estricto ayuno, sino que se sentó finalmente a los pies de una higuera de la India, decidido a no levantarse de allí hasta haber alcanzado la iluminación. Él es sin duda un claro ejemplo de lo que la paciencia puede lograr.



Para los cristianos, la paciencia va de la mano de la fe y trata acerca de la espera de Dios como salvador de la Tierra. Para ellos es lo contrario a la ira.





Naturalmente paciente

La naturaleza está llena de ejemplos de paciencia en todo su esplendor. Será porque comprende que cualquier proceso lleva su tiempo, independientemente de la voluntad del que lo observa.



Cotidianamente, se la puede encontrar en un majestuoso roble que nació siendo semilla y tardó más de 25 años en adquirir su tamaño final, en el esfuerzo de una flor esperando el deshielo para surgir bajo la nieve o simplemente en cualquier nido construido ramito por ramito. Basta con sentarse a observar sus manifestaciones, ya que todo en la naturaleza está regido por ciclos y cada uno de ellos lleva su tiempo particular.



Para el ser humano, sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Las personas que son más tranquilas que los demás suelen ser tildadas de "lentas" o, en el peor de los casos, de "raras". Y a la mayoría les es difícil detener sus impulsos y esperar calmadamente. Suelen dejarse llevar por sus ataques del momento, aunque luego se arrepientan por lo sucedido y deban pedir perdón. Una y otra vez, repiten este ciclo, casi pareciéndose a la madre naturaleza, pero bastante alejados de la sabia paciencia.



¿Cuándo aplicarla?

Las situaciones que invitan a poner en práctica esta hermosa cualidad son tan numerosas como variadas y dependen de cada persona y de lo que puede ponerla nerviosa con facilidad.



Por ejemplo:



- Un atasco de tráfico.

- Estar con gente mayor o con niños.

- Cuidar a un enfermo.

- Hacer alguna tarea manual y delicada.

- Convivir con alguien difícil.

- Atender los reclamos de los clientes.

- Estar con alguien que habla sin parar.

- Hacer cualquier cosa que nos desagrade.



El método para invocar a la paciencia es siempre el mismo: cerrar los ojos en el lugar en el que se esté y respirar profundamente varias veces, centrando la atención en el corazón, lo más profundo que se pueda. Se haga lo que se haga, la idea es no reaccionar. Simplemente, esperar. Ver qué sentimientos y emociones surgen en ese momento de introspección.



Y, como todo, irá saliendo mejor a medida que se practique. ¡A tener paciencia!

jueves, 30 de junio de 2022

El Lenguaje del Amor









                                                    



Hay momentos en la vida en que somos tímidos para expresar el amor que sentimos. Quizá por temor a avergonzar a la otra persona o a avergonzarnos nosotros mismos, dudamos en decir “Te quiero” y tratamos de comunicar la idea con otras palabras…
Decimos “Cuídate”, “No manejes rápido”, “Pórtate bien”… Pero en realidad, estas son diferentes maneras de decir “Te quiero…”, “Eres lo más importante para mí…”, “Me importa lo que te suceda…”, “No quiero que estés mal…”, etc.

A veces somos muy extraños. La única cosa que queremos decir y la única cosa que debemos decir, es la única cosa que no decimos (me entiendes verdad). Y aún así, porque el sentimiento es real y la necesidad de decirlo es tan fuerte, usamos otras palabras y signos para decir lo que realmente queremos decir.

Y muchas veces el significado nunca se comunica del todo, y la otra persona se siente ignorada o tal vez no tan querida…

Por eso, debemos ESCUCHAR EL AMOR en las palabras que las otras personas nos dicen, algunas veces las palabras explícitas son necesarias, pero muchas veces es más importante la manera como se dicen las cosas…

Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera.

Un abrazo o un beso impulsivos dicen “TE AMO”, aún cuando las palabras digan algo diferente.
Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice “Te quiero”.

A veces la expresión es vulgar, a veces incluso cruel. A veces debemos mirar y escuchar muy atentamente el amor que contienen… Pero muy frecuentemente está allí, debajo de la superficie.

Decimos “TE AMO” de muchas maneras: con regalos de cumpleaños, con notitas dibujadas, con sonrisas y a veces con lágrimas. A veces mostramos nuestro Amor cuando nos mantenemos en silencio, sin decir ni una palabra, y a veces incluso hablando bruscamente.

A veces mostramos nuestro Amor a través de la impulsividad. Muchas veces tenemos que demostrar Amor perdonando a alguien que no ha escuchado el Amor que hemos tratado de expresar.

El problema de escuchar el Amor es que no siempre entendemos el lenguaje del Amor que la otra persona está usando.

Una chica puede usar las lágrimas o las emociones para decir lo que quiere decir, y su novio puede no entenderla porque espera que ella le hable en el lenguaje de él.

Por eso, tenemos que esforzarnos por realmente escuchar el Amor.
El problema con nuestro mundo es que la gente rara vez se escucha el uno al otro.
Oyen las palabras, pero no escuchan en las acciones que acompañan a esas palabras o en las facciones del rostro. O la gente sólo escucha el rechazo o el malentendido. No ven el Amor que está allí, debajo de la superficie, aún cuando las palabras sean amargas…

Tenemos que escuchar el amor en aquellos que están alrededor nuestro…
Si escuchamos atentamente, descubriremos que somos muchísimo más amadosde lo que pensamos. Escuchemos al Amor y descubriremos que, después de todo, el mundo es un lugar muy amoroso…

El AMOR es feliz, nos hace reír, nos hace llorar, nos hace cantar, nos hace tristes, nos hace buscar una razón, nos hace pedir, nos hace dar, pero por sobre todo, nos hace VIVIR.

No es la presencia o la ausencia de la gente lo que hace la diferencia, porque una persona puede no estar solitaria aún cuando esté sola.

Algunas veces es bueno estar solo. Pero eso no nos hace solitarios. No es un asunto de estar presente con alguien. El asunto es estar presente para alguien.

Así que recuerda: Si amas a alguien, díselo. Recuerda siempre decir lo que sientes. Nunca tengas temor de expresarte a ti mismo.

Aprovecha esta oportunidad para decirle a alguien lo que significa para ti. Aprovecha el día y no tengas reparos. Y lo más importante: Permanece cerca de tus amigos y tu familia, porque ellos te han ayudado a ser la persona que eres hoy y eso es lo más importante.

Haz la diferencia en tu día y en el de ellos. La diferencia entre expresar el Amor y los rencores es que los rencores a veces perduran más…
Hanna

miércoles, 29 de junio de 2022

Risa, Medicina para el cuerpo y el espíritu










                                                   







Está comprobado que tener un buen sentido del humor y reírse a carcajadas ayuda a eliminar el estrés y a prevenir enfermedades coronarias.
La risa es parte de la vida cotidiana de todos los seres humanos, una expresión de la alegría que sentimos y que exteriorizamos cuando nos sentimos bien.

Así, la risa está considerada como el mejor remedio no sólo para el alma, sino también para el cuerpo. De esta premisa nació hace años una investigación en la Universidad Estatal de Nueva York, tratando de encontrar una explicación lógica y científica a este hecho.

Fortalece el sistema inmunológico
Después de años de estudios, descubrieron el misterio. La risa estimula un grupo de hormonas llamadas citoquinas, fortalecedoras del sistema inmunológico, ya que incrementan la actividad de los glóbulos blancos en la sangre, que son unas células imprescindibles para protegernos de los virus, bacterias y células cancerígenas.

Igualmente, en 1975 encontraron una serie de sustancias responsables de las sensaciones satisfactorias a las que, debido a su parecido con la morfina, se denominó endorfinas.

Los niveles de endorfinas aumentan de forma considerable cada vez que nos reímos, por lo que los científicos las llamaron coloquialmente las "hormonas felices".

La risa reduce el estrés
Pero este no es el único estudio. Otras investigaciones, como la de Lee Berk y Stanley Tan en Loma Linda University Medical Center (California), determinaron que la risa disminuye la tensión arterial y el estrés.

Esto ocurre porque la risa reduce los niveles de ciertas hormonas presentes en el estrés y que son perjudiciales para el sistema inmune: el cortisol y la adrenalina, así como el ácido dopac (que ayuda a producir adrenalina).

Contribuye a un corazón sano
Una investigación realizada por el doctor Michael Miller, director de cardiología preventiva de la Universidad de Mayland, descubrió que la risa reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El estudio se llevo a cabó en 20 personas sanas de 33 años, a las cuales se mostró películas divertidas. Concluyeron que la risa provocaba que el tejido que recubre el interior de los vasos sanguíneos, conocido como endotelio, se dilatara y extendiera, permitiendo incrementar el flujo sanguíneo.

Por el contrario, las personas expuestas a películas que creaban estrés mental desarrollaron lo que se conoce como vasoconstricción, reduciendo el flujo de la sangre y provocando el estrechamiento de los vasos sanguíneos.

El endotelio tiene un efecto directo sobre las arterias, ya que regula la coagulación y el espesamiento de la sangre y la producción de sustancias químicas que responden a heridas e infecciones, y juega un papel determinante en el desarrollo de enfermedades del corazón. Es decir, un endotelio sano implica un corazón sano.

Jian Wei, investigador de la Universidad de Duke, analizó 1.000 pacientes con insuficiencia cardiaca. Este estudio descubrió algo sorprendente: las personas con depresión tienen un 44% más probabilidades de morir que las personas alegres.

Otros beneficios de la risa
La risa incide en el sistema endocrino, ordenando al cerebro que segregue endorfinas, que además de fomentar el buen humor, controlan el dolor. A su vez, también estimulan la adrenalina, la dopamina y la serotonina, hormonas que favorecen la imaginación, la actividad mental y la disminución de la ansiedad y el hambre.

Entre otros efectos beneficiosos de la risa están: eleva el colesterol bueno, adelgaza, mejora el insomnio y retrasa el envejecimiento en nuestra piel, pues al reírnos se oxigenan las células y los tejidos del cuerpo.

Las aplicaciones de la risoterapia
Se calcula que un niño se ríe entre 300 a 400 veces al día, mientras que un adulto sólo lo hace 10 veces. Es por esta razón que científicos y psicólogos desarrollaron terapias a base de risas, como estimulantes del sentido del humor y de una buena salud.

El origen de la risoterapia data de los años 70, cuando un doctor californiano aplicó la alegría en la recuperación y tratamiento de enfermedades. A partir de ese momento se comenzó a utilizar la terapia de la risa en hospitales de EE.UU., Suiza, Alemania y Francia.

La risoterapia es una técnica que utiliza la expresión corporal, el juego, la danza, y los ejercicios corporales para hacernos reír de forma natural e intensa.

martes, 28 de junio de 2022

Energía vibrante resonante

 



                              





Todo lo que hay desde el centro del planeta tierra hasta la última capa de la atmósfera, todo es energía, resulta cuanto menos sorprendente ya que la percepción que tenemos de ello no es de energía, quizás porque hemos sido educados de una manera que no permite que percibamos el mundo en el que vivimos como realmente es. Según la física, todo es un inmenso iceberg lleno completamente por átomos, si pudiéramos mirar el mundo a través de un potente microscopio no existirían diferencia entre el aire y nosotros mismos


 Entonces si el mundo es realmente así, ¿Por qué no se enseña esto en los colegios? Así las futuras generaciones comprenderían mejor el mundo en el que viven. Toda la energía viva que existe en el planeta es a su vez dependiente de la energía solar, que con sus fotones alimenta la primera cadena de la vida, es decir el sol es quien mantiene esta forma de vida. 

Toda la energía de la que dependemos nosotros es también energía solar, aunque la solemos usar procesada, es decir, que no la tomamos de la fuente principal, un ejemplo es el petróleo, dicen que son los restos de los antiguos dinosaurios que poblaron la tierra, unos eran herbívoros y otros carnívoros, en definitiva energía solar procesada una o dos veces. 

La atmosfera de la tierra esta compuesta por gases que a su vez están compuestos por átomos, lo que hace que esta sea realmente tan solida como nosotros mismos y tenemos la gran suerte de que a estos átomos se adhieren los fotones, lo que hace que durante el día podamos disfrutar de la luz, es como si a un vaso de agua muy clara le echáramos un colorante, que hace que todo el agua cambie de color, así actúa la luz cuando interactúa con los gases de la atmosfera. 

Como prueba de lo que estoy diciendo podéis buscar fotos de la tierra desde el espacio y podréis observar como la luz queda atrapada en la atmósfera, llenando todo como si de un colorante se tratara y fuera de esta, aunque esté dando el sol directamente, solo existe oscuridad, la atmósfera será pues una gran cúpula de energía que al recibir los fotones hace que el tipo de vida que conocemos se pueda desarrollar, una vida a partir de la energía solar o de la luz, retenida por esta especie de “plasma” que nosotros llamamos atmósfera.

 Esta maravilla de interacción energética entre el planeta y su estrella no es analizada con la suficiente profundidad por la mayoría de miembros de la especie humana, muy entretenida por la sociedad capitalista en sobrevivir en el decadente sistema, creo que esto debería ser enseñado a las futuras generaciones para que dieran más importancia a sus propias vidas y a la de todo el sistema del que forman parte.




A la vez la solidez del planeta queda también en entredicho al analizar este tipo de energía, ya que las rocas más duras del planeta están compuestas por átomos, es decir son tan densas como el mismo aire que respiramos, pues como todos sabemos ya, el átomo en su mayoría está compuesto por vacío, y el girar de sus electrones con respecto a su núcleo demuestra que hasta lo más sólido del planeta es energía, lo que quiere decir que nosotros mismos estamos compuestos por esa misma energía que lo cubre todo, que es el todo en este planeta. 


Nosotros además de ser energía somos una especie de energía consciente que podemos interactuar con el resto de energías del planeta, es decir tenemos un cierto poder sobre el resto de las energías que aquí existen, o mejor sobre la única energía que aquí existe. Somos energía consciente e interactuamos de manera equivocada con el resto de la totalidad energética del planeta, haciéndonos dueños y superiores al resto, olvidando, en la totalidad de las ocasiones, que nosotros mismos somos parte de ese iceberg energético. 

Como energía que somos todos tenemos una vibración, ya que los miles de millones de átomos, por los que estamos compuestos, al hacer su natural función de girar, producen una vibración o resonancia que es sentida por el conjunto entero de energía que es el planeta. Esta resonancia está muy contaminada por todos los paquetes de creencias, normas, estilos de vida, etc que esta sociedad nos impone para vivir, esta y las demás, claro está, pues todas las sociedades se caracterizan por una anulación de la esencia del ser inteligente, que en verdad llevamos dentro y la creación de productos que vivan de acuerdo con la sociedad en la que nace, no siendo estos individuos nunca jamás en sus vidas libres. 

Esta baja vibración de la especie humana es la que está causando la mayoría de desastres y de atentados contra el resto de las especies del planeta y contra el mismo en general. Todos estamos muy atareados en continuar con nuestras vidas a un ritmo muy rápido, con nuestros problemas cotidianos, nuestra dependencia del dinero y en la mayoría de los casos, entretenidos en unas vidas que seguramente tienen poco que ver con lo que sería la vida de nuestro ser en esencia, ¿Cómo va a ir la vida del planeta si los seres “inteligentes” resonantes están la mayoría en un estado de vibración baja? ¿En qué lugar de la historia nos hemos perdido como seres energéticos y nos hemos convertido en lo que ahora somos? 



Pienso que en la antigüedad había pueblos que vivían sabiendo esto y en algún momento de nuestra historia se empezó a perder debido seguramente a la codicia de los hombres sobre los hombres, que fue desplazando nuestra verdadera naturaleza hasta colocarla en el precipicio que se encuentra en la actualidad. Si nosotros estamos compuestos de átomos y tenemos vida, esto significa que todo el iceberg energético que es la tierra, es una forma de vida que teniéndola tan cerca nos es totalmente desconocida, los antiguos pueblos de América la conocían como la Madre Tierra y seguramente no estaban desencaminados, conocían secretos sobre ella que el tiempo se trago, dejando muy pocos rastros y los pocos que quedaron fueron ridiculizados por nuestra actual sociedad y sus religiones. Todos los pueblos de la antigüedad tenían un factor que los unía, adoraban al Sol, lo veían como un dios y realmente no debe andar muy lejos de ser algo sagrado ya que gracias a él, la vida puede desarrollarse en este oasis en el Universo, la sociedad actual nos tiene creado un miedo, apartándonos de todo lo que se relacione con él, los Mayas decían de el, que es la lente que nos conecta con el centro de la Galaxia y que a través de ella podemos resonar en armonía con todo el Universo, 
¿puede que el descredito de la sociedad actual se deba precisamente a eso? 
¿Qué realmente el Sol interaccione de alguna manera con los individuos de nuestra especie abriéndonos los ojos hacia una visión distinta del mundo? 
Lo que está muy claro es que los fotones que nos llegan desde el Sol, son los responsables de que todo el planeta vibre en armonía, toda la educación, entretenimientos, guerras, problemas, etc son los que se encargan de que la mayoría de miembros de nuestra especie vibre en un nivel más bajo del que cabria desear para convivir armónicamente en este planeta, ahí incluso grupos y personas que a través de la red están difundiendo continuamente noticias de desastres, anunciando grandes cataclismos, guerras entre el bien y el mal etc, pregúntese a usted mismo, 

¿Cómo resueno yo armónicamente con el Universo cuando leo ese tipo de noticias? 
Creo firmemente que lo único que hacen es colaborar en que la vibración resonante de nuestra especia siga siendo baja. Aquí y ahora empieza el trabajo interno de todos y cada uno de nosotros, el cambio de nuestra resonancia de vibración baja hacia una elevación de la misma, ya que cuanto más alto vibremos mas resonaremos en armonía con todo nuestro Universo y mas resonara él dentro de cada uno de nosotros, mucha gente esta vibrando ya en armonía pero se necesita que vibre mucha mas, que nuestra vibración como especie se eleve armónicamente a todos los rincones del Universo.

Empatía, su naturaleza e importancia para todo ser humano






                                              





La capacidad del ser humano para percibir las emociones y/o los estados mentales de sus semejantes sería una función cerebral vital para su supervivencia.
Si bien el concepto de empatía ha sido un tema controversial para las diferentes ramas de la ciencia, todas ellas coinciden actualmente en definirla como la capacidad del ser humano para percibir e incluso experimentar en sí mismo los estados emocionales de sus semejantes, interaccionar dentro de un mismo marco emocional-cognitivo y adaptarse a ellos socialmente. Se la conoce también como inteligencia interpersonal.

Se considera que la empatía es una compleja forma de inferencia psicológica en la cual se combinan la observación, la memoria, el conocimiento y el razonamiento con el fin de posibilitar la comprensión de los demás.

Los grados de empatía se diferencian ampliamente entre un individuo y otro, y queda abierto al debate si el componente innato sería el que comandaría estas diferencias. Tratándose de una función cerebral, podría pensarse que su aprendizaje sería accesible mediante técnicas específicas, pero se sabe que las habilidades innatas particulares de cada persona serían las que marcarían, de todos modos, el nivel de empatía logrado.

La empatía como rasgo importante de la conducta humana
El investigador Luis Moya-Albiol junto a sus colaboradores (Universidad de Valencia, España) llevó a cabo un delineamiento conceptual de la naturaleza y las bases neuronales de la empatía, enfatizando sus dos componentes integrales: el cognitivo (percepción de los estados mentales del otro) y el emocional (percepción-reacción a las emociones ajenas).

El término empatía cognitiva podría expresarse, a su vez, como "tomar la perspectiva del otro" tanto desde su aspecto emocional como no emocional, y significaría un proceso de transición hacia el estado del otro, indispensable para un óptimo accionar social.

Cuando una persona observa o imagina el estado emocional de un semejante, explica Moya-Albiol, se genera de manera automática (sin requerir voluntad ni esfuerzo, sin poder inhibirse ni controlarse) una representación "espejo" de ese estado en su cerebro y se disparan las mismas respuestas fisiológicas asociadas al estado emocional percibido.

En algunas personas esta toma de perspectiva ajena llega a ser tan intensa que pueden percibir en sí mismos todas las informaciones sensoriales de su semejante, incluso a distancia. En esos casos, quien percibe puede describir con detalles el lugar y hasta los recuerdos personales de la otra persona. Se cree que el conocimiento previo de la persona a percibir juega un rol importante en la agudeza de las percepciones empáticas.

Consecuencias de la falta de empatía en los seres humanos
La habilidad empática, según explicara hace tiempo Daniel Goleman en su libro Inteligencia Emocional, se relaciona también con el juicio moral que una persona realiza sobre otra y a la autorregulación de sus conductas.

Las personas con trastornos antisociales, los violadores, asesinos y torturadores, son claros ejemplos de personas con escasa o nula empatía. Tales individuos no pueden asimilar, "tomar la perspectiva de", o entender el dolor que causan en los otros, e incluso suelen estar convencidos de que las víctimas desean lo que ellos les propician. Desde ya que la falta de empatía no sería su única patología pero se sabe que juega un rol importante en su accionar.

Las personas que padecen autismo o esquizofrenia también carecen esencialmente de empatía.

En grados menos extremos y en la vida cotidiana es común reconocer a aquellas personas que carecen de un nivel adecuado de empatía: son aquellas que jamás comprenden el daño que sus palabras o hechos ocasionan en los otros, y que a su vez son incapaces de entender sin explicaciones concisas lo que sus semejantes necesitan o esperan de ellos. Tal disfuncionalidad tiñe las interacciones con sucesivas reacciones inesperadas e inadecuadas y provoca una evolución progresiva hacia el aislamiento social.

Bases anatómico-neurológicas de la empatía
Diversas universidades de Estados Unidos analizaron en colaboración las bases neuronales de la empatía cognitiva utilizando técnicas psicofisiológicas y PET (Tomografía por emisión de positrones), y los últimos estudios coinciden en que el estado motor, perceptivo y/o emocional de una persona dada activa las correspondientes representaciones y procesos cerebrales en su observador.

En los primates no humanos, las neuronas "en espejo" situadas en la corteza cerebral premotora y parietal serían las responsables de la gran parte del proceso, llevando al observador a ejecutar la acción observada.

En los humanos, las neuronas "en espejo" situadas principalmente en la corteza cerebral frontal inferior se activarían durante la ejecución resultante a la acción observada, mientras que las situadas en la corteza temporal superior se dispararían sólo durante la observación. Tales áreas cerebrales son críticas para el desarrollo y ejecución de la empatía, y se conectan íntimamente con el sistema límbico, responsable del procesamiento de las emociones.

Las neuronas "en espejo" permitirían el "acceso" de una persona a la mente de la otra, a entender su intencionalidad y a inferir su propósito actual o futuro de manera automática por identificación y asimilación de los procesos mentales involucrados en su conducta.

Conclusión
La empatía o inteligencia interpersonal, con sus componentes emocionales y cognitivos, es el proceso mental que le permite al ser humano y a los primates superiores interaccionar con sus pares dentro de un marco de observación/ comprensión/respuesta que posibilita su supervivencia dentro del grupo.

Desde las reacciones empáticas de una madre hacia sus hijos, la habilidad para comprender reglas y leyes hasta el contagio del bostezo como señal para coordinar ritmos de sueño; la empatía cumple un rol social complejo y vital que de no darse a cabo llevaría al aislamiento social del individuo o a trastornos antisociales severos.

lunes, 27 de junio de 2022

Cómo liberar la Ira destructiva de nuestro cuerpo



Una de las emociones más fuertemente destructivas para nuestro organismo es sin duda la ira. Y por supuesto toda la constelación de emociones asociadas: el enojo, el rencor, el odio, la crueldad, etc.


Si bien, esta emoción tuvo su razón de ser en tiempos prehistóricos, ya que nos permitía enfrentar los desafíos de supervivencia con toda nuestra energía en una batalla a matar o morir, en la actualidad según las normas de nuestra sociedad debemos reprimirla si es que realmente queremos convivir unos con otros.

El problema es que nuestro cerebro sigue reaccionando como si estuviéramos en los tiempos prehistóricos!

El precio de bloquear este impulso de lucha es estrés acumulado y contracturas crónicas que después desembocan en enfermedades de todo tipo.

La descarga de esta emoción negativa fuera del cuerpo es fundamental para reestablecer nuestro equilibrio síquico y físico. Varias escuelas de terapia actuales proponen esta descarga a través de intensas explosiones físicas como golpear una almohada, sacudir intensamente el cuerpo, gritar a pleno pulmón, golpear con una raqueta una alfombra colgada, etc. La idea central en estos casos es "sacar" esa carga hacia el exterior para que no termine dañándonos o finalicemos agrediendo descontroladamente a cualquiera que se cruce en nuestro camino.

Sin embargo, el Tibet nos acerca un ejercicio respiratorio adecuado para producir esta limpieza en nuestro organismo.

RESPIRACIÓN PARA LIBERAR LA IRA
- Póngase cómodo. Ubíquese en su lugar tranquilo y aireado.
- Enfoque su mente en la situación que le origina la ira. Conéctese con esa emoción.
- Inhale profundo por la nariz.
- Retenga el aire. Al mismo tiempo coloque los puños enfrentados, nudillos frente a nudillos a la altura de su pecho. Presione y descargue toda su ira en esa presión de los puños.
- Al llegar al límite de la retención exhale por la boca con energía, imagine que está expulsando la ira fuera de su cuerpo. Relájese profundamente mientras lo hace.
- Repita la técnica de 5 a 15 minutos. Cada tanto vaya chequeando como va respondiendo el cuerpo al ejercicio. Trate de darse cuenta si su reacción interior va pasando de la respuesta agresiva a una más racional y mesurada.

Esta técnica también puede usarse para trabajar diversos hechos del pasado que han quedado archivados en nuestro interior cargados de rencor o ira.

Conviene terminar realizando un par de minutos de Respiración Purificadora.

Deseos sentimientos y emociones







                          







El deseo es el arte que implica cada pulso de vida, provoca placer, nos permite crecer y avanzar y nos ayuda a reinventarnos en busca de la libertad como personas.
"Deseo", del latín "desidium", es "la acción de desear" , es "la cosa deseada", es "la fuerte inclinación de la voluntad hacia el conocimiento, consecución y disfrute de algo", es "el anhelo de saciar un gusto". Éstas son algunas de las múltiples definiciones de "deseo", que podemos encontrar en diccionarios, enciclopedias y otros medios de consulta.

El origen del deseo es una emoción
El deseo es la consecuencia de un sentimiento provocado a su vez por una emoción. La emoción es "el interés expectante con el que se participa en algo que está ocurriendo", es una alteración del ánimo intensa y pasajera que aparece junto a una conmoción somática. La emoción es un estado afectivo o reacción subjetiva al ambiente para adaptarnos a él.

Se trata por tanto de un fenómeno psicológico que altera la atención transformando ciertas conductas en respuestas del individuo, y es a la vez un fenómeno fisiológico que maneja respuestas como las expresiones faciales, los músculos, la voz y el sistema endocrino para el comportamiento más efectivo. Las emociones son influencias innatas y aprendidas, que posicionan al individuo frente a su entorno para poder adaptarse a él. Charles Darwin observó a los animales (a los primates sobre todo) y su amplia variedad de emociones, cuya función era básicamente social, para hacer posible la supervivencia de la especie.

Categorías de las emociones y sus funciones
Las emociones se agrupan en seis categorías básicas, con unas funciones características pero siempre con una finalidad común a todas ellas, que es la adaptación.

Miedo: anticiparse a una amenaza o peligro. Provoca inseguridad, incertidumbre y ansiedad. Su función es la protección ante una situción amenazante.
Sorpresa: es asombro, desconcierto, sobresalto. Su función es orientarnos frente a la nueva situación.
Aversión: es asco, disgusto, rechazo. Provoca al individuo alejarse de esa situación. Su función es el rechazo.
Ira: es furia, irritabilidad, enojo, rabia. Produce resentimiento. Su función es la destrucción.
Alegría: es euforia, diversión. Provoca bienestar y seguridad. Su función es repetir o reproducir la situación que ha causado esa alegría.
Tristeza: es pena, pesimismo. Produce soledad. Su función es la reintegración personal.

La inteligencia emocional
Es la capacidad que posee el individuo de conectar las emociones consigo mismo, de interactuar con el medio que le rodea de forma positiva y objetiva, para poder verse y conocerse a sí mismo y a los demás, y para saber lo que siente. Según Daniel Goleman, la inteligencia emocional la configuran una serie de habilidades con las que el individuo puede expresar y controlar sus sentimientos tanto en lo personal como en el ámbito social, gracias a su motivación, perseverancia, empatía y agilidad mental.

Desde que nacemos nos educan enseñándonos dentro de unos patrones de conducta que nos obligan a aprender comportamientos esperados o "lógicos" según el sexo, el lugar o la cultura. Son patrones que nos limitan, nos oprimen y nos reprimen la capacidad de expresarnos libremente de acuerdo con nuestro Ser interior, alejándonos de él y en consecuencia de nuestra esencia individual. Son patrones aprendidos que nos limitamos a repetir, desconectándonos así de lo que sentimos y somos.

Conectarnos con nosotros mismos, escuchándonos para saber lo que sentimos, nos enseña y nos permite aprender cada día, y avanzar en ese camino que nos conecta con todo y todos los que nos rodean, de manera que podemos interactuar dando y recibiendo de la manera más óptima, para poder ser más felices.

Individuos emocionalmente inteligentes
Las características que definen a los individuos con una inteligencia emocional alta son las que les posibilitan una interacción positiva y una adaptación adecuada que les ayuda a sentirse bien con ellos mismos y con su entorno, y ser felices.

• Alta autoestima.
• Actitud positiva.
• Generosos consigo mismos y con los demás porque saben dar y recibir.
• Empáticos, porque saben ponerse en el lugar del otro.
• Reconocen sus propios sentimientos.
• Capaces de expresar sentimientos positivos y negativos.
• Capaces de controlar sentimientos positivos y negativos.
• Motivados, ilusionados e interesados.
• Poseen valores alternativos.
• Superan dificultades y frustraciones.
• Equilibran exigencia y tolerancia.

Entre los deseos y las emociones se encuentran los sentimientos

Los sentimientos están causados por emociones, y son ellos los que provocan los deseos. Existen numerosas corrientes y teorías filosóficas sobre los sentimientos para definir su origen, su función y su forma de afectar al individuo. Un sentimiento siempre es el resultado o la reacción de una emoción o estímulo; es decir, la percepción real de sensaciones, que nos hacen posicionarnos de acuerdo a nuestra moral, a nuestra ética y a los patrones que nos han enseñado. Son una especie de recorrido entre la emoción y el deseo final.

Las definiciones de "deseo" según distintas teorías filosóficas nos dan una idea de este amplio concepto, según diferentes interpretaciones y una visión compleja y extensa. El deseo se podría entender como un pulso vital de uno mismo, como la expresión del individuo manifestándose ante sus sentimientos para acabar saciando un gusto. El deseo es un impulso en sí mismo, una reacción en busca de placer, que desborda al individuo, que le hace manifestarse casi de manera espontánea, proyectándose y lanzándose a aquello que le saciará. El deseo es improvisación y desorden de forma inmediata.

El individuo puede llegar a ser esclavo de sus deseos, pero no puede vivir sin ellos, y en la medida en que sea capaz de saciarlos podrá sentirse satisfecho y feliz. El deseo se convierte en otra forma de respirar para poder sentirse vivo. Como afirma Eduard Punset en su libro "El alma está en el cerebro", "el deseo reivindica la vida, el placer, la autorrealización y la libertad".

domingo, 26 de junio de 2022

El arte de amar






                           










¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno "tropieza" si tiene suerte?



Todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor.



Esa peculiar actitud se debe a varios factores que, individualmente o combinados, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor.



Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, dependiendo de lo que el ambiente social valore más en ese momento y lugar. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para "ganar amigos e influir sobre la gente".



En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.



La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para amar -o para ser amado por él-. En las últimas generaciones el concepto de amor romántico se ha hecho casi universal en el mundo occidental. En los Estados Unidos de Norteamérica, si bien no faltan consideraciones de índole convencional, la mayoría de la gente aspira a encontrar un "amor romántico", a tener una experiencia personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber acrecentado enormemente la importancia del objeto frente a la de la función.



Hay en la cultura contemporánea otro rasgo característico, estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. "Atractivo" significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características específicas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto física como mentalmente.



De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante- no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.



El tercer error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre la experiencia inicial del "enamorarse" y la situación permanente de estar enamorado o, mejor dicho de "permanecer" enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que las separa y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y excitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor.



Ese milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina o inicia con la atracción sexual y su consumación. Sin embargo, tal tipo de amor es, por su misma naturaleza, poco duradero. Las dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial. No obstante, al comienzo no saben todo esto; en realidad, consideran la intensidad del apasionamiento, ese estar "locos" el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo muestra el grado de su soledad anterior.



Esa actitud -que no hay nada más fácil que amar- sigue siendo la idea prevaleciente sobre el amor, a pesar de las abrumadoras pruebas de lo contrario. Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor. Si ello ocurriera con cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores o renunciaría a la actividad. Puesto que lo último es imposible en el caso del amor, sólo parece haber una forma adecuada de superar el fracaso del amor, y es examinar las causas de tal fracaso y estudiar el significado del amor.



El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingenieríA



¿Cuáles son los pasos necesarios para aprender cualquier arte? El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos parte: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica. Si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos relativos al cuerpo humano y a las diversas enfermedades.



Una vez adquirido todo ese conocimiento teórico, aún no soy en modo alguno competente en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo después de mucha práctica, hasta que eventualmente los resultados de mi conocimiento teórico y los de mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la esencia del dominio de cualquier arte. Pero aparte del aprendizaje de la teoría y la práctica, un tercer factor es necesario para llegar a dominar cualquier arte el dominio de ese arte debe ser un asunto de fundamental importancia, nada en el mundo debe ser más importante que el arte. Esto es válido para la música, la medicina, la carpintería y el amor. Y quizás radique ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura, a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en tan contadas ocasiones trata de aprender ese arte. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos, y muy poca a aprender el arte del amor



¿Sucede acaso que sólo se consideran dignas de ser aprendidas las cosas que pueden proporcionarnos dinero o prestigio, y que el amor, que "sólo" beneficia al alma, pero que no proporciona ventajas en el sentido moderno, sea un lujo por el cual no tenemos derecho a gastar muchas energías?

sábado, 25 de junio de 2022

Como Recuperar Tu Poder Interior












    




Estos consejos son básicos si quieres saber como recuperar tu poder o fuerza interior, cosa básica para poder adaptarnos a este loco ritmo de vida.

¿Quién más que uno mismo tiene poder sobre si?

¿Quién tiene el poder de pensar en nuestra propia mente?

¿Acaso alguien puede impedirnos elegir tener pensamientos de prosperidad, puede alguien impedirnos actuar desde el amor, puede alguien frenarnos en aumentar nuestra propia felicidad?

Nadie puede obligarnos a tener ideas negativas, tristes, catastróficas, dañinas... Pues nadie se puede meter en nuestra cabeza, ni tampoco sentir por nuestro propio corazón.

Durante siglos hemos buscado el poder fuera; en los padres, en los dioses, en los superiores, en los reyes, en los sabios, en magos, en la medicina, en la religión... Ahora entendemos que el poder solo lo encontraremos dentro de nosotros mismos, en nuestro interior.

Dentro de todos y cada uno de nosotros brilla un poder interior que se expande en función de nuestras vivencias y comportamientos. Él nos guía natural y amorosamente hacia la salud perfecta, la pareja perfecta, la profesión perfecta y nos ofrece la prosperidad en todo aquello que deseamos.

Nuestro poder interior es el motor de nuestra felicidad

Amarnos a nosotros mismos es reconocer esa guía, es crecer con esa luz y hacer que se expanda libremente desde nuestro interior hacia su fuente, el mismo universo.

El peligro reside en el Olvido de quienes somos y qué hemos venido a hacer en este rincón de universo; que tipo de sentimientos hemos venido a experimentar, como seres humanos, a compartir y expandir en este mundo. El peligro reside en olvidarse de que todo este viaje ha sido programado y deseado por nuestra esencia divina.

Abandonarnos es darle la espalda a esta realidad. Olvidarnos de ser felices es convertirnos en seres prisioneros de la incapacidad (no soy capaz de esto, no voy a lograr lo otro, no me merezco esto, esto no es para mí...), en victimas de los demás (si mis padres se hubiesen comportado de otra forma, si mis hermanos me hubiesen entendido...), nos convertimos en ciegos ante nuestra propia responsabilidad. En inválidos a la hora de aumentar nuestro propio poder interior. Nos convertimos en el renegado ante nuestro único guía interior. Negar nuestras capacidades nos convierte en victimas. Entonces surgen: el desamor, la rabia, el resentimiento, la tristeza, el dolor, la enfermedad y todo sentimiento de incapacidad, de autocrítica..., como llamadas de atención para decirnos, ¡ojo, que no es por ahí! ¡Qué eso no te hace feliz!

¿Y cómo puedo amarme a mismo?

La única forma de amarnos es aceptarnos tal y como somos, con nuestras rarezas, defectos, fallos, conscientes de que nuestra evolución está encaminada... Somos hijos del universo; y este no nos juzga ni nos critica. Solo quiere lo mejor para nosotros.

¿Y tú, acaso quieres lo mejor para ti?

Si el universo no nos juzga ni nos critica, ¿Por qué lo hacemos nosotros?

¿Quiénes somos nosotros para juzgarnos, castigarnos, privarnos si el Universo mismo no lo hace?

Algunos pasos para recuperar tu poder interior




• Asumir nuestra responsabilidad: somos los únicos responsable de nuestra felicidad. De nada sirve mendigar a otros que nos hagan felices, ni tampoco culpar a otros y responsabilizarlos de nuestra propia infelicidad. Por mucho daño que nos hayan podido hacer solo nosotros tenemos la llave de nuestros pensamientos y sentimientos. Solo nosotros somos responsables de perdonar. Esto es un acto propio del único corazón del que disponemos. Aquí se encuentra la verdadera liberación del agredido y el verdadero poder interior.




• Atreverse a expresar nuestros sentimientos: durante siglos hemos sido enseñados a que expresar emociones era cosa de débiles o de maleducados. La expresión de la rabia ha sido crudamente censurada, especialmente en la mujer. La tristeza y el llanto resultan insoportables para la mayoría: cuantas veces habremos visto a adultos animando a un niño que se ha hecho daño, a callarse y cortar su llanto, cuantas veces les podemos escuchar diciendo: no es nada. Pero al niño le duele. Reconocer el dolor lleva a tranquilizarse o tranquilizar al otro. Negar el dolor es automáticamente aumentarlo. Negar es un modo de enseñar, y así se nos ha enseñado, que las emociones, los dolores, no importan, no son nada. Y así aprendemos a tragar en vez de sacar y limpiar.



¿Cuántas emociones habremos tragado con los años...?

¿Cuántas emociones reprimidas llevamos con nosotros cada día?

¿Cuánto daño nos hacemos expandiendo así el malestar por no enfrentarlo y sacarlo?




• Reprogramar nuestra mente: para recuperar nuestro poder interior con nuevos pensamientos de valía y merecimiento alegra a nuestra más potente herramienta que es el corazón.



• Devolverle su guía la hace renacer:


Me merezco lo mejor y ahora lo acepto.


Soy una y la misma cosa con el Poder que me ha creado.


Me amo y me acepto exactamente tal y como soy.


La felicidad corre por mi vida como la sangre por mis venas...



Realizar afirmaciones cada día es una eficaz forma de reorientar nuestras convicciones sobre nosotros mismos, la Vida...


Ahora elijo detectar e identificar los obstáculos que me señalan mi equivocación, que me sugieren el nuevo camino que puedo tomar.



Me autorizo a salir de las situaciones que puedan frenar mi vivencia de la felicidad. Estoy a salvo viendo crecer, día a día, mi poder interior. 



Usa siempre tu discernimiento,


Escucha tu corazón al leer un mensaje.


Solo lee los mensajes que te hagan vibrar.


Si algún mensaje te molestara sólo deséchalo.


Sigue tu verdad interna.




miércoles, 22 de junio de 2022

LA LEY DE LA ATRACCIÓN Y LA CRISIS






 ¿Cómo se crea una crisis?


Una persona, albergando pensamientos negativos de carencia a cualquier nivel, por la ley de la Atracción, va a atraer situaciones de carencia a su vida; estas situaciones, afectarán a los que estén a su alrededor: familia, amigos, vecinos, colegas de trabajo...


Si, por la ley de la atracción, un solo individuo, puede causarse y expandir tal malestar, ¿Cuál será el poder de expansión del malestar cuando, diez personas de un mismo vecindario, están enfocadas en lo negativo: en la carencia, el miedo, la inseguridad...?


¿Qué crees que estarán atrayendo estas diez personas, mientras, piensan, sienten y hablan, solo desde el miedo y la falta total de confianza propia y de autoestima, sino es, más situaciones de inseguridad, rabia, injusticia... o sea, más de lo mismo?

Si seguimos observando la realidad de este fenómeno, veremos que este vecindario, está aumentando sin darse cuenta, el poder de atraer situaciones de carencia que se extenderán, a un barrio entero, y este bario a otros barrios vecinos y así, a ciudades enteras, a países...

Una crisis, es el resultado de pensamientos negativos, repetitivos y transmitidos, albergados, en varias personas simultáneamente.

Es posible que pienses aun...

"entonces no hay nada que yo pueda hacer para cambiar una situación..." "irremediablemente me tengo que adaptar a la crisis..."


¡FALSO! Nada está más lejos de la realidad.


Los últimos avances científicos, en el campo de la física cuántica, han corroborado, el descubrimiento de que en realidad son nuestros pensamientos e intenciones los que dan forma, y moldean nuestra realidad.


 ¿Qué puedes hacer para protegerte de la crisis?


¿Te has preguntado, qué es lo que tú puedes hacer personalmente, para evitar y protegerte de esa ola venenosa colectiva, que va creciendo al ritmo de la atención que cada uno le va prestando, y que envenena tus días, porque tú mismo le permites que se apodere de ti?


 Puedes pensar ahora que, difícilmente, puedes evitar esa ola negativa cuando, el periódico que compras por las mañanas habla de la crisis, cuando la televisión que escuchas en hora de máxima audiencia habla de la crisis, cuando en el bar donde bajas a tomar café por las mañanas, tienen la televisión puesta y también llama tu atención, por si te hubieras olvidado unos instantes, de la crisis, cuando los colegas en la misma oficina, te la recuerdan constantemente para no sentirse solos en su miedo a la crisis, cuando aun los amigos o familiares, con los cuales te juntas para compartir momentos privilegiados, de bienestar y de gozo, quieren compartir esa nube oscura que pesa demasiado sobre sus cabezas...


 ¿Te sentirías culpable de no escucharles al menos?


¿Qué tipo de solidaridad, les estas ofreciendo a todos estos, cuando te pierdes con ellos por esos niveles de vibración baja y tú mismo quedas atrapado?


¿Crees realmente, que es mejor engancharte al barco que se está hundiendo, por no salvarte solo?


 Vuelve a ti unos instantes y, pregúntate: ¿Cómo me sentiría yo mismo y qué le aportaría a mi entorno si, en lugar de enfocarme yo también en la crisis, me enfocase en la abundancia y la multiplicidad de mi vida, en disfrutar y compartirla?


 ¿Qué ocurriría cuando en lugar de añadirle mi voz a esa ruidosa colectiva que es la crisis, se la quitara disminuyendo así mi propia ansiedad y sus fuerzas de propagación?

¿Realmente me sentiría culpable, si eligiera focalizarme única y exclusivamente en la belleza y la abundancia?...


¿Puede ser que me sintiera ridículo, al confiar en mí mismo y en el poder divino que me ofrece naturalmente la utilización, a mi favor, de su ley de la atracción?¿Qué ocurriría en mi propio hogar, si al llegar del trabajo por la tarde, disfrutara de la compañía de los míos, o bien leyera algún libro, tocara algún instrumento de música... en lugar de sentarme a ver la televisión, o de olvidarme del tiempo delante de la pantalla del ordenador, o bien de releer el periódico?

Le estoy haciendo un favor a alguien al maltratarme enfocándome en el miedo y el malestar colectivo?


¡Recupera tu poder y disfruta de tu cotidiano!

Piensa ahora, en el poder de una sola velita encendida, en una cueva oscura. Veras que, por muy pequeña que sea, tiene el poder suficiente de influenciar el espacio a su alrededor, y que aunque no alumbre mucho, ha transformado inmediatamente a la oscuridad profunda, en un espacio viable.


Piénsalo por un momento: el Universo quiere que disfrutemos, que gocemos de una abundancia total y para ello pone a nuestra disposición la ley de la atracción y su uso. En una época en que, la mayoría de las personas están enfocadas en lo negativo y en la carencia...


 ¡El Universo está más que dispuesto a ofrecerte todo lo que le pidas! Él sólo desea que disfrutes.


 


¡Atrévete a Disfrutar!


Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...