¿Cómo se crea una crisis?
Una persona, albergando pensamientos negativos de carencia a cualquier nivel, por la ley de la Atracción, va a atraer situaciones de carencia a su vida; estas situaciones, afectarán a los que estén a su alrededor: familia, amigos, vecinos, colegas de trabajo...
Si, por la ley de la atracción, un solo individuo, puede causarse y expandir tal malestar, ¿Cuál será el poder de expansión del malestar cuando, diez personas de un mismo vecindario, están enfocadas en lo negativo: en la carencia, el miedo, la inseguridad...?
¿Qué crees que estarán atrayendo estas diez personas, mientras, piensan, sienten y hablan, solo desde el miedo y la falta total de confianza propia y de autoestima, sino es, más situaciones de inseguridad, rabia, injusticia... o sea, más de lo mismo?
Si seguimos observando la realidad de este fenómeno, veremos que este vecindario, está aumentando sin darse cuenta, el poder de atraer situaciones de carencia que se extenderán, a un barrio entero, y este bario a otros barrios vecinos y así, a ciudades enteras, a países...
Una crisis, es el resultado de pensamientos negativos, repetitivos y transmitidos, albergados, en varias personas simultáneamente.
Es posible que pienses aun...
"entonces no hay nada que yo pueda hacer para cambiar una situación..." "irremediablemente me tengo que adaptar a la crisis..."
¡FALSO! Nada está más lejos de la realidad.
Los últimos avances científicos, en el campo de la física cuántica, han corroborado, el descubrimiento de que en realidad son nuestros pensamientos e intenciones los que dan forma, y moldean nuestra realidad.
¿Qué puedes hacer para protegerte de la crisis?
¿Te has preguntado, qué es lo que tú puedes hacer personalmente, para evitar y protegerte de esa ola venenosa colectiva, que va creciendo al ritmo de la atención que cada uno le va prestando, y que envenena tus días, porque tú mismo le permites que se apodere de ti?
Puedes pensar ahora que, difícilmente, puedes evitar esa ola negativa cuando, el periódico que compras por las mañanas habla de la crisis, cuando la televisión que escuchas en hora de máxima audiencia habla de la crisis, cuando en el bar donde bajas a tomar café por las mañanas, tienen la televisión puesta y también llama tu atención, por si te hubieras olvidado unos instantes, de la crisis, cuando los colegas en la misma oficina, te la recuerdan constantemente para no sentirse solos en su miedo a la crisis, cuando aun los amigos o familiares, con los cuales te juntas para compartir momentos privilegiados, de bienestar y de gozo, quieren compartir esa nube oscura que pesa demasiado sobre sus cabezas...
¿Te sentirías culpable de no escucharles al menos?
¿Qué tipo de solidaridad, les estas ofreciendo a todos estos, cuando te pierdes con ellos por esos niveles de vibración baja y tú mismo quedas atrapado?
¿Crees realmente, que es mejor engancharte al barco que se está hundiendo, por no salvarte solo?
Vuelve a ti unos instantes y, pregúntate: ¿Cómo me sentiría yo mismo y qué le aportaría a mi entorno si, en lugar de enfocarme yo también en la crisis, me enfocase en la abundancia y la multiplicidad de mi vida, en disfrutar y compartirla?
¿Qué ocurriría cuando en lugar de añadirle mi voz a esa ruidosa colectiva que es la crisis, se la quitara disminuyendo así mi propia ansiedad y sus fuerzas de propagación?
¿Realmente me sentiría culpable, si eligiera focalizarme única y exclusivamente en la belleza y la abundancia?...
¿Puede ser que me sintiera ridículo, al confiar en mí mismo y en el poder divino que me ofrece naturalmente la utilización, a mi favor, de su ley de la atracción?¿Qué ocurriría en mi propio hogar, si al llegar del trabajo por la tarde, disfrutara de la compañía de los míos, o bien leyera algún libro, tocara algún instrumento de música... en lugar de sentarme a ver la televisión, o de olvidarme del tiempo delante de la pantalla del ordenador, o bien de releer el periódico?
Le estoy haciendo un favor a alguien al maltratarme enfocándome en el miedo y el malestar colectivo?
¡Recupera tu poder y disfruta de tu cotidiano!
Piensa ahora, en el poder de una sola velita encendida, en una cueva oscura. Veras que, por muy pequeña que sea, tiene el poder suficiente de influenciar el espacio a su alrededor, y que aunque no alumbre mucho, ha transformado inmediatamente a la oscuridad profunda, en un espacio viable.
Piénsalo por un momento: el Universo quiere que disfrutemos, que gocemos de una abundancia total y para ello pone a nuestra disposición la ley de la atracción y su uso. En una época en que, la mayoría de las personas están enfocadas en lo negativo y en la carencia...
¡El Universo está más que dispuesto a ofrecerte todo lo que le pidas! Él sólo desea que disfrutes.
¡Atrévete a Disfrutar!
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