miércoles, 6 de marzo de 2013

Prevención Emocional


Cuando hablamos de Abuso Emocional, hablamos de prevención.
El abuso emocional es la antesala, en muchos casos, del abuso físico. Y éste, a su vez, puede tener consecuencias fatales.
Con frecuencia leemos noticias trágicas de adolescentes y jóvenes que mueren asesinadas por sus parejas en un ataque de celos o tras una fuerte discusión. De la agresión verbal a la agresión física, incluso la agresión física accidental, hay un paso muy corto.
Una persona puede discutir con otra y, sin intención alguna, empujarla con tan mala suerte que su víctima cae y se golpea la cabeza y muere. La gran mayoría de las personas que están “acostumbradas” a la violencia emocional, las discusiones y los ciclos de abuso emocional, NO reconocen la necesidad de prevenir este tipo de problema potencial y NO creen que a ellos les pueda pasar algo así.
Muchas de las víctimas y de los victimarios NO creen que puedan morir o matar a alguien, accidentalmente. Y ésta es la raíz del probelma: No creen que necesitan hacer terapia para solucionar sus problemas psicológicos, siempre tienen las mil y una excusas para NO tratarse, no cambian en nada su manera de relacionarse ni reconocen que tienen problemas de salud emocional que resolver.
Esta negación de la realidad es mucho más peligrosa de lo que se alcanza a comprender. Por mucho que hagamos un trabajo de prevención dedicado y continuo, con respecto al abuso emocional y con el fin de evitar y prevenir el abuso físico, cuando la gente se cierra a informarse sobre este problema, no hay mucho que se pueda hacer.
Cerrarse y negar que un problema existe es como dejar que una enfermedad siga su curso. Si tengo una enfermedad, como por ejemplo, la enfermedad cardiovascular, y no hago ningún tratamiento (angioplastia, colocación de stents, etc.), estoy permitiendo que la enfermedad siga su curso natural; por consiguiente, lo más probable es que en algún momento sufra un infarto y mi vida termine allí.
La prevención es una de las áreas más importantes de la medicina. Antes, la medicina se dedicaba sólo a curar y averiguar cómo se originaban ciertas enfermedades; hoy, no sólo se dedica a curar las enfermedades y conocer su etiología, sino que se intenta prevenirlas a través de una educación y una toma de conociencia de la población general.
En el campo de la salud mental ocurre lo mismo. La psicología y la psiquiatría no sólo tratan las enfermedades e investigan su etiopatología, sino que intentan prevenir o evitar aquellas que pueden prevenirse.
La violencia física -en muchos casos- puede evitarse, pero se requiere un trabajo en equipo. Cuando la violencia emocional, las agresiones verbales o los problemas psicológicos graves rodean a toda una familia, la enferman y es necesario la participación activa de todos los miembros de esa familia.
Mirar para otro lado, ignorar el problema o intentar olvidar los incidentes como si nunca hubiera pasado nada, NO soluciona nada.
Tomar conciencia, informarse y hacer la terapia que corresponda, sí ayuda a prevenir problemas mayores y, en muchos casos, ayuda a solucionar los existentes. Pero, lamentablemente, mucha gente tiene una resistencia muy alta a aceptar que necesitan hacer algún tipo de terapia y realmente esperan que los problemas se resuelvan solos o que con el tiempo todo se olvide, todo se perdone y se “vuelva a la normalidad”, como si nada hubiera pasado. También, suelen creer que el problema no es de ellos, sino de las personas que se han alejado de ellos e intentan que retornen a sus vidas para continuar con su el desarrollo natural de su psicopatología. Cualquier persona psicológicamente sana, se aleja de quienes no lo están. Las personas con problemas psicológicos necesitan entender que sus problemas deberán ser tratados por profesionales y no desaparecerán mágicamente, sólo porque los amigos y familiares se vuelvan a acercar a ellos.
El tema del Abuso Emocional, intenta PREVENIR esto. Intenta, también, generar una conciencia sobre la gravedad real de un problema que, aparentemente, no es grave y “quizás” se solucione solo, con el correr del tiempo.
Es importante, por consiguiente, no cerrarse a la posibilidad de informarse sobre este tema e incorporar los conocimientos necesarios que actúa como herramientas de prevención.
Infórmese y ayude a prevenir los problemas de violencia emocional y física. Cuidarse es amarse. Cuidarse es el hábito más saludable.

Trastorno de Estrés Post Traumático


¿Qué es el Trastorno por Estrés Postraumático o TEPT?
El TEPT es un trastorno de ansiedad que padecen algunas personas, luego de vivir o presenciar un acontecimiento peligroso.  Cuando se está en peligro, es natural sentir temor. Este miedo activa muchos cambios en el cuerpo, en fracción de segundos, para prepararlo para defenderlo del peligro o evadirlo. Esta respuesta de ‘pelear o huir’ es una reacción saludable que tiene por objeto proteger a la persona de un daño. Pero en el TEPT, esta reacción está dañada o modificada. Las personas que sufren TEPT pueden sentirse estresadas o atemorizadas, incluso cuando ya no están en peligro.
¿Quién puede sufrir el TEPT?
Cualquier persona puede sufrir TEPT, a cualquier edad. Esto incluye veteranos de guerra y sobrevivientes de ataques físicos y sexuales, abusos, accidentes, desastres, y muchos otros eventos serios. No todas las personas que padecen TEPT han experimentado un acontecimiento peligroso. Algunas personas sufren TEPT luego de que un amigo o familiar experimenta un peligro o sufre un daño. La muerte súbita, no esperada de un ser amado, también puede causar TEPT.
¿Cuáles son los síntomas del TEPT?
El TEPT puede causar muchos síntomas. Estos síntomas pueden agruparse en tres categorías.
1.) Revivir o re-experimentar
  • Tener recuerdos recurrentes – reviven el trauma una y otra vez, incluye síntomas físicos como sudoración y taquicardia
  • Tener pesadillas
  • Tener pensamientos atemorizantes
2.) Evitar o evadir
  • Mantenerse alejado de ciertos lugares, eventos u objetos que le recuerdan la experiencia
  • Sentirse emocionalmente adormecido
  • Sentir una intensa culpa, depresión o preocupación
  • Perder interés en actividades que disfrutaba en el pasado
  • Tener problemas para recordar acontecimientos peligrosos
3.) Hiperactivación
  • Asustarse con facilidad
  • Sentirse tenso o ‘al límite’
  • Tener problemas para dormir, y/o estallidos de enfado
Es natural presentar algunos de estos síntomas luego de un evento peligroso. A veces, las personas presentan síntomas graves que desaparecen luego de varias semanas. Cuando los síntomas duran más de algunas semanas, y se vuelven un problema continuo, puede tratarse de TEPT. Algunas personas que padecen TEPT no muestran ningún síntoma durante semanas o meses.
¿Por qué algunas personas padecen TEPT y otras no?
Es importante recordar que no todas las personas que experimentan una situación peligrosa padecen TEPT. Son muchos los factores que juegan un rol respecto de si una persona padecerá TEPT o no. Algunos son factores de riesgo que podrían causar TEPT. Otros factores, llamados factores de resiliencia, podrían reducir el riesgo de padecer el trastorno.
Los factores de riesgo del TEPT, incluyen:
  • Vivir acontecimientos o traumas peligrosos
  • Tener antecedentes de enfermedades mentales
  • Ser lastimado o herido
  • Presenciar cuando se asesinan o hieren personas
  • Sentir horror, desasosiego o miedo extremo
  • Tener muy poca contención social o ninguna, luego del evento
  • Lidiar con estrés adicional, luego del evento, como la pérdida de un ser querido, dolor y lesiones, o pérdida de empleo o del hogar
Los factores de resiliencia que pueden reducir el TEPT, incluyen:
  • Buscar apoyo en otras personas, como amigos y familiares
  • Hallar un grupo de apoyo, luego de un acontecimiento traumático
  • Sentirse bien con las propias acciones, frente a un peligro
  • Contar con una estrategia para lidiar con el peligro o una manera de afrontar la situación negativa y aprender de ella
  • Poder actuar y responder eficazmente, a pesar del temor
¿Cómo se trata el TEPT?
El principal tratamiento para las personas que padecen TEPT es la psicoterapia (terapia ‘conversacional’), los medicamentos o ambos. Cada persona es diferente, de modo que un tratamiento que funcione para una persona, quizás no funcione para otra. Es importante que cualquier persona que sufra TEPT sea tratada por un profesional de salud mental que tenga experiencia en TEPT. Algunas personas con TEPT necesitan probar diferentes tratamientos para hallar una forma de resolver sus síntomas.
Psicoterapia
Muchos tipos de psicoterapias diferentes pueden ayudar a las personas que padecen TEPT. Una terapia útil es la Terapia Cognitiva Conductual (TCC). La TCC tiene varios componentes, a saber:
  • Restructuración cognitiva. Esta terapia ayuda a las personas a comprender los recuerdos negativos. A veces, las personas recuerdan los acontecimientos de un modo diferente de cómo ocurrieron. Pueden sentir culpa o vergüenza por algo de lo que no son culpables. E terapeuta ayuda a las personas con TEPT a ver lo que ocurrió, de un modo realista.
  • Terapia de exposición. Esta terapia ayuda a las personas a enfrentar y controlar su miedo. Las expone al trauma que experimentaron, de una manera segura. Usa imágenes mentales, escritura o visitas al sitio donde ocurrió el evento. El terapeuta usa estas herramientas para ayudar a las personas que padecen TEPT a lidiar con sus sentimientos.
  • Entrenamiento de inoculación de estrés. Esta terapia intenta reducir los síntomas del TEPT, enseñándole a la persona cómo reducir la ansiedad. Al igual que la restructuración cognitiva, Este tratamiento ayuda a las personas a analizar sus recuerdos de una manera saludable.
Medicamentos
Se suelen usar medicamentos antidepresivos, que también se usan para tratar la depresión. Estos pueden ayudar a controlar los síntomas del TEPT, como la tristeza, la preocupación, la ira y el sentimiento de adormecimiento o apatía interior. Los médicos también prescriben otros tipos de medicamentos, como aquellos que ayudan a las personas a relajarse y dormir. La toma de estos medicamentos puede facilitar el proceso de la psicoterapia.
¿Cómo puedo ayudar a un amigo o familiar que padece TEPT?
Si conoce a alguien que padece TEPT, también le afectará a usted. Lo primero y más importante que puede hacer para ayudar a un amigo o familiar, es ayudarle a obtener el diagnóstico y tratamiento adecuado. Usted puede ayudar a su amigo o familiar a concertar una cita y alentarlo para que continúe el tratamiento, o para que busque un tratamiento diferente si los síntomas no mejoran, después de 6 a 8 semanas. Para ayudar a un amigo o familiar, también puede:
  • Ofrecerle apoyo emocional, comprensión, paciencia y aliento.
  • Aprender acerca del TEPT, para poder comprender lo que está sintiendo su amigo o familiar.
  • Escuchar a su amigo o familiar cuando expresa cómo se siente y comprender cuáles son las situaciones que puedan activar los síntomas del TEPT.
  • Invitar a su amigo o familiar a salir y distraerse positivamente, realizando caminatas, actividades al aire libre y otras actividades.
¿Cómo puedo ayudarme a mí mismo?
Es posible que le resulte muy difícil dar el primer paso, solo, para ayudarse a sí mismo. Es importante darse cuenta que aunque pueda tomar cierto tiempo, con tratamiento, podrá mejorar.
Para ayudarse a sí mismo:
  • Converse con su médico sobre las opciones de tratamiento.
  • Haga ejercicio físico para reducir el estrés.
  • Establezca metas realistas para usted. Divida las grandes tareas en pequeñas, establezca prioridades y haga lo que pueda.
  • Trate de pasar tiempo con los demás y confíe un amigo o familiar de confianza. Explíqueles a otras personas qué cosas pueden desencadenar sus síntomas.
  • Espere que sus síntomas mejoren gradualmente, no de inmediato.
  • Identifique y busque situaciones, lugares y personas que le brinden confort.
  • Lea libros o artículos que brinden información profesional y/o científica sobre el tema para poder comprenderlo mejor

LÍMITES A TIEMPO


Con frecuencia nos preguntamos si debemos perdonar y tolerar una conducta o no. Si ya hemos soportado cierto tipo de conductas muchas veces y no deseamos continuar soportándolas o si debemos ser más flexibles y ampliar nuestra capacidad de perdonar y nuestro rango de tolerancia.
Lo cierto es que la vida consiste en mantener un equilibrio saludable, sin caer en los extremos. No es saludable ser implacable y no perdonar nunca nada a nadie, ya que nosotros también somos humanos, cometemos errores como cualquier persona y a veces, necesitamos ser perdonados también.  Tampoco es saludable ser hiperflexible, hipertolerante, perdonar siempre todo a todos.
Hay personas que temen poner límites por varias razones: no desean ser el “malo” de la película; quieren quedar bien con todo el mundo, en todo momento; necesitan aprobación y aceptación de los demás y temen no ser aceptados si ponen límites; y en muchos casos, el enemigo más implacable es aquél que cada uno lleva adentro: la autocrítica y la incomodidad que conlleva poner límites.
Hay personas que buscan ser excelentes personas en todo momento y no desean ser vistas como “intolerantes” o “inflexibles” a causa de poner límites. Pero también están aquellas personas que se critican duramente a sí mismas y no se perdonan a sí mismas si les ponen límites a los demás.
Poner un límite significa comunicarle a otra persona: Hasta aquí te permito avanzar y más allá, no.  Poner límites, decir NO, son conductas que conllevan cierta responsabilidad, y hay personas que no se sienten a gusto cargando con la responsabilidad de poner un límite.  En el caso de la relación entre padres e hijos, es muy común que a los padres les cueste poner límites. No sólo porque es más difícil, emocionalmente, ponerle un límite a un ser querido que a un desconocido, sino también porque los niños tienden a responder cosas como: “Ya no me quieres más”.   Esto es porque los niños no comprenden que los límites que los padres les ponen son para beneficios de ellos (los niños) y de todos, en general.
Un niño que aprende a crecer sin límites creerá que puede ir por la vida haciendo lo que quiere sin ningún tipo de castigo cuando su conducta no sea la adecuada. La falta de límites hace que los niños no logren discernir qué está bien y qué está mal, cuál es una conducta adecuada y cuál no la es. Y en general, los niños tienden a probar hasta dónde pueden llegar sin ser “frenados” a tiempo. Cuando ese freno o límite no existe, en la vida adulta actuarán igual que cuando eran niños y nadie ni nada les impedía hacer lo que querían.
Asimismo, también hay adultos que piden que alguien les ponga un límite. De hecho, las conductas que no son adecuadas ni aceptadas en la sociedad, como robar, estafar, matar, agredir con violencia a otras personas, son conductas que están penadas por la ley. Una persona que estafa, roba, agrede físicamente o mata a otra, es enjuiciada y encarcelada.
Con respecto a las agresiones verbales, a la violencia emocional, también hay personas adultas, adolescentes y niños, que piden límites constantemente. Y a su vez, hay personas que toleran este tipo de conductas y no ponen límites por temor a ser juzgados como “villanos” por temor a no ser aceptados o amados por los agresores, y también por temor a su propia crítica interna.
Poner límites a tiempo salva una relación. Ya sea una relación de pareja, una relación de padre-hijo, una relación laboral, una amistad, etc. Cuando no ponemos límites a tiempo, estamos comunicando un mensaje importante: “Puedes faltarme el respeto, y no haré nada acerca de esto”, “Puedes agredirme y lo toleraré”.
Cuando una persona tiene una conducta inadecuada, esté dirigida hacia nosotros o no, es importante poner un límite, hacerle comprender a esa persona que esa conducta no es adecuada, y esto no implica, necesariamente, que uno deba terminar con una relación, pelearse con una persona o reprenderla de modo exagerado. Pero sí es importante poder comunicar ese límite a tiempo, antes que una situación se agrave o que una conducta inapropiada se vuelva costumbre.

CRISIS EMOCIONAL EN SUS ESTADOS


Crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.
Crisis significa al mismo tiempo peligro y oportunidad.
Uno de los aspectos más obvios de la crisis, es el trastorno emocional grave o desequilibrio experimentado por el individuo. Se describen sentimientos de tensión, ineficacia e impotencia.
En general, las personas en crisis experimentan significativamente:
  • Sentimientos de cansancio y agotamiento, desamparo, inadecuación y confusión, tristeza, desasosiego, estrés, tensión.
  • Síntomas físicos, ansiedad y desorganización.
Casi cualquier definición de crisis se centra en la idea de que el enfrentamiento o la solución de problemas se han trastornado. El problema es demasiado grave, demasiado intenso para nuestros recursos, que no resultan ni suficientes ni disponibles para resolver lo que está sucediendo (apreciación subjetiva). La persona en crisis se siente completamente ineficaz para abordar esas circunstancias.
El estado de crisis se caracteriza por un trastorno en estos procesos: una primera valoración de la situación y el peligro y una respuesta adaptada. La solución racional de problemas es imposible (petición de ayuda, resolver una cosa por vez…) y se tiene incapacidad para manejar aspectos subjetivos: miedo, dolor, etc.
Siete características del comportamiento efectivo ante una crisis:
  • Explorar resultados reales y solicitar información.
  • Expresar sentimientos negativos y tolerar la frustración.
  • Pedir ayuda a otros.
  • Trabajar un problema por vez.
  • Ser consciente de lo que propicia la desorganización y la fatiga, manteniendo el control y el esfuerzo como sea posible.
  • Dominar y flexibilizar sentimientos.
  • Confiar en sí mismo y en otros y ser optimista en cuanto a los resultados.
Resultados de las crisis
Positivos: la persona aprende de sus experiencias y produce un cambio positivo en su vida.
Negativos: se desarrolla alguna patología (depresión, trastornos de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, etc.)
TIPOS DE CRISIS
Las crisis pueden ser del desarrollo (evolutivas o naturales), accidentales (inesperadas y repentinas) o circunstanciales (anticipadas o previsibles.)
A – Crisis del desarrollo:
Las crisis del desarrollo son más predecibles y sobrevienen cuando una persona va cumpliendo etapas en su vida desde la niñez  hasta la vejez.
  • Crisis del nacimiento e infancia
  • Crisis de la pubertad y adolescencia
  • Crisis de la primera juventud
  • Crisis de la edad media de la vida
  • Crisis de la tercera edad
B – Crisis Accidentales:
Concepto de crisis Accidental
Estado temporal de trastorno psicológico caracterizado por ansiedad, confusión y desorganización, causado por un suceso inesperado que es vivenciado como amenaza o pérdida y que resulta insuperable con los mecanismos habituales de la persona para enfrentar problemas.
Las personas en crisis suelen presentar como síntomas: ansiedad, sentimientos de desamparo, confusión, cansancio, síntomas físicos y desorganización en el funcionamiento de sus actividades familiares, laborales y sociales.
Ejemplos de crisis accidentales:
  • Robos
  • Pérdidas
  • Muerte
  • Enfermedades insospechadas
  • Desempleo
  • Fracaso económico
  • Violaciones
  • Incendios
  • Desastres naturales
  • Guerras
La crisis accidental:
  1. Es repentina: aparece de golpe.
  2. Es inesperada: no puede ser anticipada.
  3. Es urgente: amenaza el bienestar físico o psicológico.
  4. Puede ser masiva: muchas crisis accidentales afectan a muchas personas al mismo tiempo (por ejemplo desastres naturales).
  5. Implica peligro y oportunidad: la crisis puede dar como resultado un mejoramiento o empeoramiento de la situación de la persona.
C – Crisis Circunstanciales:
Concepto de crisis circunstancial
Estado temporal de trastorno psicológico caracterizado por ansiedad, confusión y desorganización, causado por un suceso que puede ser anticipado, puede preverse y es vivenciado como amenaza o pérdida y resulta insuperable con los mecanismos habituales de la persona para enfrentar problemas.
Las personas en crisis suelen presentar como síntomas: ansiedad, sentimientos de desamparo, confusión, cansancio, síntomas físicos y desorganización en el funcionamiento de sus actividades familiares, laborales y sociales.
Ejemplos: divorcio o separación, desempleo anunciado, muerte anticipada; en general, aquellos eventos que pueden ser anticipados o son previsibles.
Factores que inciden sobre el éxito o fracaso de la resolución de una crisis.
  • Comprensión cognitiva-emocional de la situación (percepción del problema)
  • Fortaleza del Yo.
  • Mecanismos de enfrentamiento, conscientes e inconscientes.
  • Red de apoyo familiar y social (contención).
  • Resiliencia

INVERSIÓN EMOCIONAL


A veces, nos preguntamos por qué una persona “inteligente y capaz” no puede terminar con una relación nociva o tóxica, que sólo le causa más y más sufrimientos. Las razones son varias. Una de ellas es la baja autoestima de la persona que presenta un apego emocional excesivo a los demás (si me dejas, no podré continuar viviendo o no sé vivir solo o sola); también, aquellas personas que tienen mucha necesidad de aprobación y siempre quieren agradar y satisfacer a los demás (si satisfago las necesidades de todo el mundo, todos me querrán); pero también hay una razón muy importante que ya no tiene que ver con los demás, sino con el propio ego herido: las inversiones que hacemos en una relación.
En una relación, desde el inicio y durante toda la vida de dicha relación, invertimos -consciente o inconscientemente- muchas cosas que son importantes para nosotros: invertimos expectativas, invertimos tiempo, invertimos sentimientos, afectos, emociones, apostamos a un futuro, hacemos planes, o buscamos escalar una posición social o económica. Como sea, siempre que apostamos al amor, invertimos algo, aunque más no sean nuestras expectativas, anhelos, deseos o sueños de alcanzar una vida plena y feliz.
Cuando una relación amenaza con desmoronarse o bien, cuando las personas se dan cuenta que están en una relación nociva o perjudicial, suelen aferrarse aún más a esa relación porque su ruptura o fin, representa también el fin de todo aquello que invertimos, esperamos, deseamos, soñamos o planeamos.
Además de nuestro ego herido, tratamos de que el mundo no nos vea como la persona que “allí va de nuevo, fracasó otra vez en el amor“.  Los sentimientos de amor genuinos, obviamente, también están afectados, pero sólo constituyen una de las razones por las que las personas tratan de no terminar una relación muy negativa.
Incluso hay personas que ante una ruptura inminente, intentan una “reconciliación” haciendo un viaje juntos o -en el peor de los casos- teniendo un hijo en común. Son muchas las parejas que quedan embarazadas a los efectos de no terminar una relación. Algo terrible, si se tiene en cuenta que se usa un ser humano (futuro hijo) para solucionar un conflicto de pareja.
También son muchas las personas que prefieren no terminar con una relación negativa, en lugar de madurar, crecer y asumir que es mejor terminar con algo que nos causa daño, en lugar de encapricharse como niños con una relación que -tarde o temprano- no llegará a buen puerto.
Si bien todos invertimos algo en una relación: tiempo, sueños, expectativas, amor genuino, dedicación o apoyo, es importante reconocer cuando algo ya no funciona y es mejor contar las pérdidas y retirarse a tiempo, para luego de hacer el duelo, poder comenzar de nuevo, en otra relación más sana.
La vida se trata de eso. A veces ganamos, a veces perdemos, a veces tenemos que negociar, a veces tenemos que comprender qué es posible y qué no lo es. Crecer emocionalmente y madurar psicológicamente implican una aceptación de aquello que es viable y saludable o conveniente para nosotros y aquello que no lo es. Madurar significa aprender a hacer buenas elecciones y no continuar en lo mismo siempre. Significa poder romper con los patrones viejos que nos llevaban a hacer malas elecciones y aprender a aplicar nuevos patrones de conducta que nos permitirán elegir mejor, la próxima vez.

jueves, 28 de febrero de 2013

Piensa



Que el obstáculo mas grande es
el miedo

Que el día mas bello es
hoy

Que los mejores maestros son
los niños

Que el mayor error es
darse por vencido

Que el mas grande defecto es
el egoísmo

Que la mayor distracción es
el trabajo

Que la peor bancarrota es
el desanimo

Que el sentimiento mas vil es
la envidia

Que el regalo mas hermoso es
el perdón

Que el mayor conocimiento es
dios

Que lo mas maravilloso del mundo es
el amor

Que la felicidad mas dulce es
la paz

miércoles, 27 de febrero de 2013

Vivir es morir ?


Reflexiones sobre el significado de la vida y de la muerte.

Reflexiones sobre el significado de la vida y de la muerte. ¿Qué es la vida y qué es la muerte? Los filósofos y los científicos han intentado profundizar en este misterio, pero nosotros intentaremos comprender lo que podamos desde el punto de vista del sentido común.
¿Qué es la vida y qué es la muerte?
Los filósofos y los científicos han intentado profundizar en este misterio, pero nosotros intentaremos comprender lo que podamos desde el punto de vista del sentido común.
Sabemos que existe una energía cuya presencia permite que las substancias materiales estén organizadas en una forma que funciona. Cuando esta energía no se halla presente, las substancias se separan y dejan de constituir un todo coordinado. En cada cuerpo, en el vuestro, en el mío y en el de todos los demás, todos los elementos cooperan como un "organismo vivo", con síntomas como una respuesta ante el entorno, la capacidad de crecer, y la auto-organización. En cuanto la energía se retira, deja de ser ese todo organizado y todos los síntomas desaparecen. A esta retirada la llamamos "muerte"; la aparición o presencia de la energía es la "vida". Y poco más se conoce.
¿Hay vida sin un cumplimiento de un propósito inherente?
Hace algunas décadas, en este mismo estado, podían verse hermoso gatos salvajes, llenos de energía, ágiles y alerta, semejantes a unos tigres en miniatura. Más tarde, sólo se les veía en el zoo encerrados en pequeñas jaulas, y aquella criatura que antes había estado llena de vida, yacía allí "sin vida", amodorrada por falta de esperanza. Todas las criaturas quieren vivir; el propósito de la naturaleza es inherente en cada forma de vida porque ésta ha ordenado que mientras todas las criaturas van viviendo y experimentando, trasmiten sus experiencias de alguna manera, como instinto o como instrucciones claras, donde no sólo se perpetúa la especie, sino que tienen lugar unos cambios en la conciencia. Cuando los organismos se elevan a mayores niveles de complejidad en su evolución, la conciencia expande su actividad.
La conciencia significa responder y recibir, pero la conciencia del mundo no está restringida a las impresiones sensoriales. El sentimiento, el afecto, el parentesco y la compasión son también maneras de conocer y de responder, igual que la percepción mental Estar vivos es estar totalmente consciente, consciente de todo cuanto existe, a través de los sentidos, los sentimientos, la mente, y las percepciones de una naturaleza más sutil; y a través de estas respuestas y contactos, tener una relación. Cuando no se es consciente de algo, no puede haber relación con ello. Sólo cuando una persona se hace consciente, digamos de una planta, de su forma, de su movimiento, y de otras características, se establece, una relación con ella, que es una comunicación interna.
Puede que sea importante que la humanidad se de cuenta de que la vida es el cumplimiento de un propósito innato, inherente a la energía que llamamos vida. Según ese propósito se vaya desenvolviendo, habrá felicidad.
Desgraciadamente, no comprendemos cuál es el propósito que cada criatura cumple siendo lo que es, y actuando de acuerdo con su propia naturaleza, pero está cumpliendo los designios de la Naturaleza.
Cada criatura humana o no, que se encuentre encerrada, o forzada dentro de una situación contra natura es desgraciada, porque la conciencia no podrá expandirse a través del contacto con otros aspectos de su vida según su naturaleza.
Si la vida, en cualquier forma, sigue durante demasiado tiempo, el cambio no puede tener lugar. Lo que llamamos muerte, la desintegración de los componentes materiales hasta ahora llenos de energía por aquel desconocido que llamamos la vida, es tan importante para la evolución como lo es la vida. La vida y la muerte son necesarias. La vida y la muerte forman un ciclo a través del cual tiene lugar un movimiento más grande, la progresión a niveles de complejidad y de conciencia más elevados. Toda la vida es muerte, por esto la muerte es vida, y todo el gran ciclo de vidas forma solamente Una Existencia.
La "muerte" es ese período en que la actividad del cuerpo cesa y la energía se aplica a destilar la esencia de las experiencias, sin la cual faltaría la base para comprender otras experiencias. Todos los ciclos naturales, comer y asimilar, la actividad diurna que precede al sueño, la actividad en un cuerpo determinado y la retirada de ese cuerpo, son igualmente importantes, porque tienen un papel dentro del proceso de desarrollo de la madurez y la sabiduría latentes en la conciencia.
Los grandes pensadores son aquellos para quienes los hechos presentan un todo coherente. Ven las conexiones y las relaciones y el significado de todos los hechos como una unidad. Las visiones sutiles que revelan hasta ahora significados y verdades ocultos y muestran la belleza y bondad tanto de la parte como del todo, son también formas de conciencia, y un don especial de la conciencia humana.
Aunque toda criatura quiere vivir, nosotros, los seres humanos, preguntamos: ¿Qué es en realidad vivir?. En términos de una conciencia más profunda, ¿estamos realmente vivos?. Recordemos que si no tenemos conciencia de algo, por ejemplo de una planta, de la forma de sus hermosas hojas rojas, del diseño de su organización, la relación con ella apenas existe. Cuanto más alerta está uno, más comunicación hay, y es más el contacto interno en la conciencia, que es relación. ¿Hasta que punto vivimos en este sentido?.
Cada uno debería mirar su propia vida cotidiana. Aquí hay unos árboles hermosos. Podríamos pasar por delante de ellos sin ser conscientes de su existencia, o bien, viéndolos, ser inconscientes de su belleza. La belleza podría sentirse vagamente. Uno dice "qué bonito es", y sigue adelante. O la experiencia tiene un sentido intenso y profundo, un gozo no sentido antes, y tal vez aporta el toque de una realidad más profunda. El verdadero arte nace a partir de una percepción de la verdad oculta, no de lo que está en la superficie. Los ojos ven el cuerpo del gato salvaje, ven un pato que nada en aguas tranquilas, pero si el corazón no percibe, no existe, no existe la comunicación. El gozo y la belleza indican un nivel más profundo de comunicación y de relación. La experiencia a ese nivel de intensidad y de profundidad puede encontrar una expresión espontánea en la poesía o en el canto, pero también se transmite con el modo de vivir de una persona. Entonces comunica lo que de otro modo sería desconocido. La buena poesía conmueve el alma incluso unos siglos después, porque la intensidad de la experiencia del poeta comunica algo que se encuentra más allá de las palabras a quienes son receptivos. Cuando un Buddha, un Cristo o cualquier persona verdaderamente santa habla, sus palabras llegan a lo más profundo de los corazones de miles de personas. Siglos después, las palabras inspiran cambios en la conciencia de los oyentes. Esas mismas palabras repetidas por personas corrientes no tienen un impacto similar, porque no transmiten la verdad realizada a un nivel profundo.
Cuando pensamos que estamos viendo, oyendo y contemplando, ¿hasta que punto somos realmente conscientes? ¿Nos damos cuenta solamente del aspecto externo o experimentamos el significado, la verdad oculta, la belleza, la esencia interna? Probablemente somos conscientes de muy poco.
Cada criatura necesita vivir, porque su supervivencia es importante para la especie y cada especie tienen un papel dentro del plan de la Naturaleza. Para la supervivencia necesita la memoria y por consiguiente la memoria queda grabada en la función cerebral. Pero la memoria continuamente se interpone ante la conciencia perceptora, obstruyendo el contacto y la comunicación.
¡Qué maravillosa es una mariposa para un niño! ¡Qué gozo y que alegría le producen sus colores! Pero después, esa frescura y alegría ya no existen. La imagen de la mariposa queda impresa en la memoria e impide la frescura de otro contacto. La memoria que es necesaria para la existencia física y la supervivencia, ¡lo convierte todo en algo rancio! A medida que el cerebro envejece, hay más capas de experiencias, de impresiones y de memoria y la vida se convierte cada vez más en una rutina. Entonces, la benéfica Naturaleza dice: Muy bien, te daré otra oportunidad. recuperate de esas actividades que tú llamas Vida y RETORNA con toda la frescura.
La vida misma no tiene fin. Se manifiesta de una forma tras otra y cuando retorna, ¡está fresca del todo! Qué encantadores y atractivos son los pequeños, no sólo los niños humanos, sino el pequeño corderito o el cervatillo. El ciervo adulto es hermoso, pero sus experiencias y las técnicas de supervivencia que ha ido adquiriendo le refuerzan la memoria. El enemigo tiene que ser reconocido y también tiene que recordar donde encontrar el alimento. Pero el joven no tiene memoria y muestra todo el encanto de la inocencia, de un cerebro que es fresco y no tiene cicatrices. La naturaleza, por esto, ha establecido el ciclo de la vida y la muerte para producir no solamente formas nuevas y mejoradas y una mayor complejidad a nivel materia, sino una novedad de experiencia, unos planteamientos frescos, nuevos modos de relacionarse sin quedarse estancados y rancios del todo.
Nos aferramos al estancamiento y tendemos a llamarlo Vida. A la libertad y oportunidad para la renovación la llamamos muerte. La gente se resiste a la muerte prefiriendo estar prisionero en un pulmón de acero o ser como un vegetal, paralizado durante años. Qué extraño resulta resistirse al final de ese cuerpo tan familiar incluso cuando ello representa la oportunidad de una nueva etapa del desarrollo interno.
Aprender a soltarse de lo familiar y disponerse a entrar en lo nuevo es la esencia de las enseñanzas que hemos recibido de muchas personas, como el gran maestro sufí Jalaluddin Rumi que dijo "Oh, Hombre, muere antes de morir ... ". Angelus Silesius, un místico cristiano, enseñó: "Muere ahora, antes de morir, para que no tengas que sufrir la muerte cuando mueras; muere ahora, antes de morir, para poder no morir cuando mueras".
Krishnamurti profundizó más en lo que es morir ahora. "El maestro chino Chuang Tsu preguntó: ¿ Cómo puedo decir que el amor por la vida no es una ilusión? ¿Cómo puedo decir que un hombre que teme a la muerte no es como un hombre que ha dejado su casa y teme regresar?"
No necesitamos esperar eso que llamamos muerte para liberarnos de los obstáculos que tiene la conciencia para avanzar hacia estados más elevados de conciencia. No necesitamos esperar porque la conciencia humana está lo suficientemente avanzada como para comprender tanto la vida como la muerte y decir: "Moriré ahora antes de que la muerte me llegue".
¿Cómo podemos morir? Dándonos cuenta de que todas las criaturas necesitan la memoria para sobrevivir y el cerebro funciona almacenando imágenes, conectando las causas y el efecto y llegando a conclusiones. Hemos de llegar a ver que una pantalla de memoria inútil retrasa así la percepción.
Krishnaji habló de poner al pensamiento en su sitio. El pensamiento que está basado en la memoria, en el pasado, no tiene que interferir en la comunicación y cerrar todo lo demás. Estar abierto y receptivo es la Vida. El final de la memoria innecesaria, la interferencia del pasado, es la muerte. Quién muere de esa manera mantiene la mente fresca.
Naturalmente, esto es la teoría, pero se puede trabajar en ello. Tenemos que trabajar con todo aquello que tenga importancia. Entonces la barrera que hay entre la conciencia perceptiva y la conciencia que es el resto de la vida puede desaparecer, dando origen a la unicidad con todas las cosas, que es la única forma de inmortalidad. La Vida Una es inmortal, sin principio ni fin. ¿Es posible liberarse del ciclo de la vida y la muerte y alcanzar la inmortalidad?
Algunos proyectan un cielo donde vivirán de la misma manera que antes, tocando el arpa ante dios o disfrutando de los placeres de la carne. Esto no puede ser inmortalidad, porque todo lo que es material, todo lo que no sea la energía que es la vida universal y la conciencia, es perecedero. Solamente la vida que es para siempre, no la vida en ninguna forma particular, sino la vida universal. Los que se hace uno con ellas son inmortales.
Un amante de la naturaleza que visitó las grandes montañas de la Cordillera americana escribió: "Otro glorioso día en la Cordillera en el que uno parece disolverse y quedar absorbido y propulsado a donde no sabemos. La vida no parece ni larga, ni corta, y no nos apresuramos a ahorrar tiempo, ni a ganarlo, igual que hacen los árboles y las estrellas. Esta es la verdadera libertad, una buena clase práctica de inmortalidad. Estamos ahora en las montañas y ellas están en nosotros, haciendo que cada nervio tiemble, llenando todos los poros y células de nuestro cuerpo. El tabernáculo de nuestra piel y nuestros huesos parecen transparentes como el cristal ante la belleza de nuestro alrededor como si fuera realmente e inseparablemente una parte de ello, estremeciéndose con el aire y los árboles, con las corrientes y las rocas en los rayos del sol, una parte de la naturaleza, ni vieja ni joven, ni enferma ni sana, sino inmortal."
La barrera del ego, del pensamiento y de la memoria, el aferrarse a la vida, el apego, todo ha desaparecido y la vida universal es la experiencia del momento. Eso es la inmortalidad.
La intención que hay detrás de estos pensamientos no es dogmática. La intensión es que, sin ser demasiado especulativos, podemos observar lo que está ocurriendo alrededor y dentro de nosotros y llegar a cierta comprensión de la vida y de la muerte, y esto dará un nuevo significado a esas dos palabras.
HPB, en el texto antes citado, después de decir que la vida y la muerte forman parte de un gran ciclo de vidas, pero forman una sola existencia añadió: "y el peor día está en nuestro planeta". Sí no es el peor día, es al menos un mal día, sobre todo porque le hemos dado un significado equivocado a la vida y al hecho de vivir. La gente es egoísta y materialista porque creen que de una u otra manera tienen que permanecer apegados a una forma particular, a unas experiencias y placeres conocidos, y la muerte significa prescindir de todo esto. Puede empezar un nuevo día si nos damos cuenta de que ¡la vida realmente significa dejarse ir!
Cuando hay muerte en el sentido de dejarse ir, hay vida. Vivir realmente es morir, quedar libres y estar en armonía con todas las cosas, con los árboles y las estrellas y con las personas y todo lo demás. Este estado de libertad interna es a la vez la unidad y comunicación total, y tal vez una bendición inimaginable.

Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...