jueves, 4 de octubre de 2012

Emociones y trading: del pánico a la alegría


“You can be free. You can live and work anywhere in the world. You can be independent from routine and not answer to anybody”
Alexander Elder



En la actualidad para nadie es un secreto el papel que juegan las emociones humanas en la concepción de la salud integral, y desde luego, en nuestra operativa de traders.
Cuando se hace trading, se está compitiendo con las mentes más agudas del mundo. El campo en el que compites ha sido preparado para que pierdas. Si dejas que tus emociones interfieran en tu trading, ya has perdido la batalla.
“El trading atrae a gente impulsiva, a jugadores y a aquellos que piensan que el mundo les debe algo”. El trading es un juego muy duro. Un trader que desee tener éxito debe tomarse muy en serio lo que está haciendo. No puede permitirse ser ingenuo.
Si practicas el trading por la excitación que produce, es muy posible que te lances a operaciones con pocas posibilidades o que aceptes riesgos innecesarios. El mercado no perdona y el trading emocional siempre conlleva pérdidas.
Si cuando haces trading tus fundamentos son válidos sólo hay dos tipos de operaciones: con las que ganas dinero y con las que consigues información. Aprende a convertir la crisis en la oportunidad, la profunda movilización de la energía que nos proporciona el conflicto, el desbalance o desequilibrio es en nuestra naturaleza dinámica la principal fuente para el cambio en bienestar.
Sentir a diario explosiones emocionales de alegría, enfado, frustración, ansiedad y esperanza es inherente al trading. El camino para convertirse en un trader profesional implica dominar y comprender todos estos factores psicológicos
El sistema de trading que hayamos decidido seguir tiene que adaptarse a nuestras necesidades y deseos: tolerancia al riesgo, creencias acerca del trading y expectativas. Necesitamos estar cómodos con lo que elegimos, ya que la salud de nuestro negocio depende de las buenas o malas elecciones que hagamos al principio. Todo cuenta, desde el broker que elijamos hasta el tiempo que dediquemos a formarnos, todo se reflejará en nuestro trading. Una decisión inteligente es dedicar tiempo a la formación y a adquirir experiencia antes de operar con una cuenta con dinero real. Existen muchas plataformas de trading simulado que nos permitirán experimentar lo que sentiremos cuando operemos de verdad. Sin embargo, da igual el tiempo que operemos sobre el papel o lo bien que lo hagamos con una demo: nunca será lo mismo que operar con nuestro dinero. Cuando operamos con nuestro dinero sabemos que podemos perder, por lo que entran en juego las emociones humanas.
¿Y en qué consiste este problema? ¿Podemos solucionarlo? Para poder empezar a arreglar algo primero debemos entender por completo cómo funciona.
Observa las emociones que sientes cuando operas. Los estados aflictivos como la rabia, la hostilidad, la tristeza, la depresión, la culpa y el resentimiento ejercen impacto negativo tanto sobre tu salud como sobre tu cartera bursátil. Si ante la existencia de cualquier problema emocional, como ansiedad, pérdida económica, problemas de pareja, etc., analizamos lo que pasa por nuestra mente en cada momento, veremos cómo lo que nos decimos a nosotros mismos está provocando que nos sintamos de un modo u otro (mejor o peor).
En el funcionamiento humano existen tres aspectos psicológicos principales: pensamientos, sentimientos y conductas. Estos tres aspectos están interrelacionados, de modo que los cambios en uno producen cambios en otro. El pensamiento es el principal determinante de las emociones humanas.

.Debemos de aprender a controlar nuestras emociones iniciales de miedo y avaricia antes de operar o de hacer nada! Una vez que abrimos una posición, tenemos que vigilar éstos y otros sentimientos, incluyendo la ira (stress).
Nos debe quedar grabado a fuego que la mayor parte del tiempo el mercado nos quitará dinero antes de que la operación vaya a nuestro favor y tengamos beneficios (es un drawdown temporal). Incluso aunque tengamos pérdidas durante un corto periodo de tiempo, sentiremos un ligero (o no tan ligero) “enfado” por pequeñas que sean. Entonces nuestro cuerpo reacciona de forma natural a una situación de peligro y se prepara para “luchar o huir”. Estamos perdiendo dinero, así que nuestro cerebro nos alerta de un peligro (se recuerdan pérdidas pasadas y tememos tener más; asimismo queremos cerrar la posición porque no queremos perder todo nuestro dinero) y empezamos a producir en nuestras glándulas suprarrenales adrenalina y noradrenalina.
¡Naturalmente que no tenemos una mente clara y objetiva cuando estamos pasando por una situación así! De hecho, nuestros sentidos estarán en modo de “vigilancia para sobrevivir”. Seremos más sensibles al ruido (teléfono, timbre, TV, etc.), luces, olores o incluso al tacto. Es decir, no seremos capaces de seguir nuestras reglas de trading porque no seremos capaces de soportar la presión.
Mientras que el dolor y el miedo son sentimientos o sensaciones, la ira es una respuesta activa.
Si somos ‘emocionalmente inteligentes’, tenderemos a realizar elecciones conscientes y racionales frente a estas respuestas emocionales. “Una persona inteligente emocionalmente es consciente de los hechos externos y de sus emociones internas”
Debemos mantener nuestro aplomo y paz interior y no mostrar reacción emocional alguna frente a los acontecimientos que se producen en el mercado (ya sean buenos o malos). Debemos mantenernos calmados y actuar de forma profesional todo el tiempo. Debemos controlar las emociones antes de que ellas nos controlen a nosotros. ¡Tampoco nos excitaremos demasiado con los beneficios!
Haz que tu trading resulte tan objetivo como sea posible. Lleva un diario de todas tus operaciones (emociones incluídas) y sigue estrictamente sus reglas de gestión de dinero.
El sabio controla su temperamento. Sabe que la ira produce errores.


LA EDAD DE LA INOCENCIA

Nacemos inocentes. Sin emociones mezcladas, sin dudas, sin miedos, sin mentiras. Llegamos para descubrir, luminosos y coherentes. Vulnerables pero abiertos al mundo, animados por una curiosidad rotunda y radical, dotados de la pasión por vivir. Es entonces cuando comienza la búsqueda del sentido en una realidad diaria de luces y de sombras donde nos asaltan el amor, el miedo, la tristeza o la tentación. Cómo nos enfrentamos a estas etapas cruciales, desde la inocencia o desde la rigidez, determinará el tejido de nuestra existencia, de cada emoción, de cada gesto, de cada pensamiento.
o de una manera utópica, sino de una manera práctica.






“La inocencia y la sinceridad residen en el corazón de cada ser humano.”-
Durante mucho tiempo, gran parte de nosotros hemos ignorado los hechos fundamentales de nuestra existencia.
Fíjate en los niños pequeños. Son tan inocentes. Vayan donde vayan atraen la mirada de la gente. Es tan bonito cuando miras a un bebé y éste te mira y sonríe. ¡Sin presentaciones! Resultaría muy extraño si entraras en un ascensor y un adulto te empezara a mirar y a sonreír de esa manera. Te sentirías muy incómodo y probablemente mirarías a otra parte.
Pero, con un bebé, ningún problema. El bebé te mira y tú lo miras. ¿Por qué? Porque ves en él esa inocencia, porque sabes que no lo ha ensayado. Es auténtico. El bebé aún no ha aprendido las artimañas del engaño, todo ese juego de cuándo sonreír, y a quién sonreír. Reconocemos la inocencia en los niños porque nosotros también fuimos bebés un día y nos comportamos de la misma manera. Todos los días eran preciosos. El Sol era maravilloso, la Luna era maravillosa. Cada día era diferente y no había nada en lo que pensar del ayer que pudiera arruinar tu día de hoy.
Pues bien, ese bebé sigue ahí. Ese atractivo, esa cualidad de la inocencia, están todavía en ti. El poder dar la bienvenida a cada nuevo día, a cada momento que llega, la dicha de vivir, aún está ahí. Siempre lo estuvo y siempre lo estará. La inocencia y la sinceridad residen en el corazón de cada ser humano.
De todas las cosas que podemos conocer, entre todas las cosas que podemos descubrir, lo que necesitamos conocer es lo que reside en nuestro corazón. Eso es lo que puede marcar la diferencia. Eso es lo real. Lo que hace que la fuente de la sinceridad brote en nuestro interior. Eso es lo que hace que seamos lo que somos. Por eso puedo sentir una dicha que no proviene sino de mí mismo, una dicha que proviene de ser testigo de la belleza que reside en mi interior  y no de una manera utópica, sino de una manera práctica



miércoles, 3 de octubre de 2012

El poder del pensamiento y las emociones


Si bien desde muy antiguo es súper sabido (esotéricamente) que tanto el pensamiento como las emociones, concatenados y dirigidos, pueden obrar verdaderos milagros, recién a partir de ver la película ¡¿Y tú qué sabes?! (¡¿What de bleep do we know?!) de la cual apareció una “parte 2” con un título casi idéntico pero no recuerdo ahora, fue que me maravillé de la corroboración científica de cómo influye el pensamiento y se lo puede apreciar en fotografías de gotas de agua realizadas por Masaru Emoto. 

Al “rigor científico” y metodológico de este señor de origen japonés muchos lo ponen en duda y coincido con ellos en varios aspectos. Pero no por eso voy a desmerecer por completo a la excelente labor de difusión de evidencias de algo que, en su base, es totalmente cierto y correcto: El pensamiento, concatenado con la emoción o intención, PUEDE lograr influencias grandísimas.

Claro ejemplo de esto en su aspecto negativo, son las “psicosis colectivas” que se “contagian” y es difícil sustraerse a la conmoción de los demás cuando, por ejemplo, cunde el pánico por una alarma que no sabemos si es cierta, o falsa. Basta con que alguien grite “fuego” varias veces, que el efecto puede ser nefasto.

En el caso opuesto, están las reuniones religiosas o con fines altruistas, donde lo que se contagia es una “psicosis positiva” de clima amoroso, cálido, humano.

Algo intermedio, son las “fiestas populares” como espectáculos masivos en canchas de fútbol. Sean partidos importantes de ese u otro deporte, como recitales de música o similares. Se lo describe como “clima” o “ambiente” del evento. Pero en realidad no es otra cosa que la energía masiva predominante, emanada de los asistentes.

Tanto el señor Emoto, como en las películas “¡¿Y tú qué sabes?!”, se plantean las siguientes y muy válidas reflexiones de base:

1.- El cuerpo humano es más de un 80 % líquido.

2.- Si esto (lo que muestra Emoto en sus microfotografías) puede el pensamiento en el agua ¿qué no podrá hacer en nosotros mismos?

Lo que la mayoría de las personas que siguen, o recogieron, a la línea de estos planteos de Emoto NO PARECEN TENER EN CUENTA o advertirlo de modo obvio, es que el pensamiento propio NO ES EL ÚNICO que nos influye a nosotros, y a todo el entorno en general, planetariamente hablando inclusive.

Porque, como dije, vivimos influenciando y recibiendo influencias constantes hasta de los animales y suelo mismo. Porque todo es “impregnable” y puede tener más o menos energía que esté emitiendo y a la cual podamos ser inconscientemente “vulnerables” a acomodar parte o detalles de nuestro ser al modo en que nos influye.

Por esta razón es que, desde muy antiguo, siempre se valoró el contacto con la naturaleza, los beneficios del contacto con el agua limpia que no sólo limpia al cuerpo, sino también arrastra a energías que nos resultan nocivas y/o tensionantes, enervándonos (relajándonos).

Cabe aclarar también, que de los trabajos e investigaciones de Emoto, se da a entender que la palabra escrita TAMBIÉN mueve energías, a lo cual lo considero un grosero error. Porque las etiquetas con rótulos, por sí mismas, NO INFLUYEN (aunque sea lo que concluyeron varios con Emoto) en la forma que adopte el agua como cristal.

Este error surge de ciertas imprecisiones en llegar a conclusiones por NO HABER REPARADO en detalles que sí, influyen. En este caso, psicológicos.

Al “VER” una palabra o concepto escrito, de modo inconsciente se “agitan” o despiertan pensamientos y emociones asociados con el mismo y, POR ESO, pareciera que con tan sólo rotular se lograra influir.

Es correcto, sí, que las vibraciones sonoras del habla TAMBIÉN son energías que influyen de algún modo a todo cuerpo o materia, vivo o inerte (caso de los cristales que pueden romperse con un sonido o grito sostenido y muy agudo, como logran algunas cantantes de ópera de voz “potente”).

Pero lo escrito sólo influye, reitero, a la mente y emociones de quien lo percibe y sólo de este modo es que se crea un “efecto” o influencia.



lunes, 1 de octubre de 2012

Psicología positiva: técnicas


La psicolgía de la prevención busca que tengamos un estilo de vida saludable para evitar las enfermedades físicas y mentales; no esperar a que estemos enfermos para tomar correctivos con estilos de vida diferentes.
En la actualidad existe multitud de evidencias que demuestran que nuestra salud está profundamente influenciada por nuestra conducta, pensamientos y relaciones sociales. Nuestra conducta (hábitos saludables, buscar cuidados médicos, obedecer las recomendaciones de los médicos, etcétera) tiene un efecto inmenso en nuestra salud (Matarazzo, Weiss, Herd, Míller y Weiss, 1984). Por ejemplo, un hábito como el de fumar es el responsable de un 12% a un 15% de las muertes de los países avanzados, un 30% de todos los cánceres, junto con una importante morbilidad (Center for Disease Control, 1991; Peto y López, 1994; USDHHS., 1989). Esto significa cifras de muertes tan elevadas como más de 400.000 muertos anuales por el tabaco en Estados Unidos o 44.000 en España y 14.000 en México (Becoña, 1994a). Los estados psicológicos influyen en nuestra salud: nuestros sentimientos y emociones pueden tener efectos positivos o negativos en nuestro bienestar físico. Sentimientos de ser amados y apoyados por otros, pueden ayudarnos a tratar situaciones estresantes (Wallston, Alagna, DeVellis y DeVellis, 1983).
•          El  perdón como recurso psicológico: como lo plantea Séligman, para tener felicidad duradera hay que tener emociones y actitudes positivas dirigidas al pasado, presente y futuro; el perdón es una actitud dirigida al pasado y nos garantiza una paz interior que nos permite estar sanos, tanto física como psicológicamente. Como se planteó en un artículo anterior, perdonar es cambiar la percepción de lo sucedido, es tener en cuenta que el malo es el comportamiento, no la persona que lo tuvo; es entender que como seres humanos cometemos errores, y muchas veces éstos nos afectan directamente. Como dice un escrito: "La falta de perdón es como un tóxico que tomamos a gotas cada día, hasta cuando finalmente termina por envenenarnos". Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro, y no nos damos cuenta de que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.
•          Resiliencia: de este término sí que se ha hablado en la psicología positiva: hace referencia a la capacidad que tiene un individuo de soportar situaciones difíciles, y aun más, saliendo más fortalecido de ellas. Este don no es totalmente innato, ni totalmente adquirido; como tiene parte aprendida, debemos de fomentar programas de prevención que fortalezcan la resiliencia, teniendo en cuenta aspectos tales como las redes sociales,autoestima, altruísmo, participación comunitaria, entre muchos otros.
En investigaciones recientes dadas a conocen en el Primer Encuentro Iberoamericano de Psicología Positiva, se plantea que un factor de protección que fomenta la resiliencia es ser protegido de niño por un adulto o figura de apego. Por lo tanto hay que dar mucho énfasis en esto cuando se trabaja con los padres de familia. 
•          Emociones positivas: se fomentan emociones positivas, tanto sobre el pasado, presente y futuro. Martín Séligman plantea esto para mejorar la calidad de vida del ser humano. Dentro de las emociones dirigidas al pasado podemos hablar de la gratitud, resignación, serenidad y satisfacción; estas emociones hacen sentirnos felices y bien con respecto a lo que hemos vivido. En cuanto a emociones dirigidas al presente podemos hablar de alegría y amor, las cuales tienen un beneficio muy grande para nuestra salud; esto ha sido comprobado en diferentes investigaciones. Emociones dirigidas al futuro como la confianza, la   seguridad,  la esperanza y el  optimismo nos, permiten ver el futuro de forma positiva.        
•          Espiritualidad y religión: Ellis en su libro "Una terapia breve más profunda y duradera", plantea una serie de ventajas que presenta tener un credo y una creencia religiosa, entre las más importantes podemos destacar: 1. los credos religiosos y espirituales incluyen reglas morales que favorecen el bienestar individual y social. 2. Si se cree que Dios ayuda a superar los problemas, es probable que alguien se comporte de una manera menos ansiosa y deprimida que si no contara con esta ayuda. 3. Asistir a ritos religiosos otorga un cierto grado de relajación a la persona, pues distrae de las dificultades que se tienen. Estas y muchas más ventajas trae la espiritualidad y la religión.
•          Buen humor: de este tema se ha hablado suficientemente en dos artículos anteriores*: "La risa como terapia" y "La felicidad duradera". En pocas palabras, el buen humor en una persona la hace sentir bien a ella y a los que están a su alrededor. El buen humor es un antídoto ante muchas cosas; así lo da entender Henry Ward en la siguiente frase: "Una persona sin sentido del humor es como un carro sin amortiguación: cualquier bache lo sacude violentamente".
Si contamos con buen humor, a las situaciones difíciles les encontramos el lado gracioso; no vemos la vida tan en serio, como plantea esta linda frase: "Los tristes piensan que el viento gime, los alegres piensan que canta".
•          Inteligencia emocional: se define como la capacidad del ser humano para identificar, expresar y manejar sabiamente sus propias emociones y la de los demás. Como plantea Daniel Góleman, la inteligencia emocional comprende habilidades como: ser capaz de motivarse y persistir frente a las decepciones; controlar el impulso, regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar esperanzas; interpretar los  sentimientos más íntimos del otro;  manejar  las

relaciones de una manera fluida, y la rara habilidad, como dice Aristóteles de: "ponerse furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta".
•          Optimismo: Ríchard Wiseman, profesor de psicología de la Universidad de Hertfordshire -al norte de Londres-, pasó ocho años investigando por qué algunas personas parecen ser más afortunadas en la vida que otras. Su principal conclusión es que para tener suerte hay que mantener una actitud positiva ante la vida y creer que las cosas pueden salir bien. Séligman incluso tiene un libro que se llama "El optimismo aprendido", en que se plantea que esta virtud se puede aprender desde la niñez, y que hay que enseñar a los pequeños a pensar de forma adaptativa y positiva frente al futuro. Claro que ser precavidos frente a lo venidero tampoco es malo: hay que mirar posibles obstáculos que podamos tener, y así hacer los correctivos necesarios.
El optimismo se entiende mejor con el famoso ejemplo del vaso con agua hasta la mitad: el optimista ve el vaso medio lleno, y el pesimista lo va a ver medio vacío; así ocurre en la vida con las situaciones no tan favorables: el optimista las ve como una oportunidad donde se pueden hacer muchas cosas.
•          Sabiduría: como se planteó en el Primer Encuentro de Psicología Positiva ya mencionado, la sabiduría es una virtud y que parten de la personalidad que redundan en actitudes que apuntan, principalmente en ayudar al otro (ser más humanos) y a soportar dificultades para un placer a largo plazo, por ejemplo, si quiero ser profesional tengo que trabajar y estudiar duro durante la carrera; como plantea Epicúreo: "Es mejor soportar algunos determinados dolores para gozar de placeres mayores. Conviene privarse de algunos determinados placeres para no sufrir dolores penosos".
•          Liderazgo: en el Encuentro mencionado, se planteó esta característica como un componente de la psicología positiva. Se puede definir el liderazgo como la capacidad que tiene un individuo para influír en un grupo. Tener características de líder nos hace sentir más valiosos en la sociedad; esta cualidad la podemos cultivar desde la infancia, sea por modelos o por el fomento de conductas de liderazgo.
•          Autoestima: una alta autoestima es indicio de una vida feliz y de una persona que se siente valiosa; por el contrario, una persona con baja autoestima, es un caldo de cultivo para la depresión; por este motivo la psicología positiva plantea este tema como fundamental en programas de prevención. Las verbalizaciones que nos hacen desde niños como: "tú puedes", "ánimo", "vuélvelo a intentar", "eres inteligente", "tienes muchas capacidades", son unos pocos ejemplos de cómo vamos formando una autoestima alta.
Según el psicólogo Wálter Riso en su libro "Los límites del amor"… quererse a sí mismo es una de las principales vacunas contra la dependencia, el maltrato y las relaciones de dominancia…"
•          Amor: sentir amor es un estado que nos produce placer; claro que debe de ser un amor fuera de manipulaciones, un amor que no conspire contra mi ser auténtico, un amor que no vaya en contra de mis principios y ni contra mis gustos; esto lo plantea muy claro Wálter Riso en el libro antes mencionado.
El amor, para ser verdadero amor, debe contener solicitud, afecto e intimidad; así lo expresa Antonio García en su libro "Treinta palabras para la madurez". La solicitud supone hacerse cargo del otro, escucharle, respetarle y ayudarle. El afecto es estar con él, junto a él, junto a ella. La intimidad consiste en comunicarme con el otro.
•          Motivación: va muy ligada a hacer lo que me gusta y quiero, no lo que debería hacer, lo que me conviene hacer; la motivación al hacer algo tiene que ver con el placer con que lo hago, como alguien decía en una ocasión: "el que trabaja en lo que no le gusta, aunque trabaje todo el día, es un desocupado".
La motivación viene del interior de nosotros mismos; es intrínseca; es más importante que los premios y los castigos que vienen de afuera. Como es interna, es generadora de optimismo y esperanza, lo cual quiere decir que si se me presentan dificultades, persisto en lo mío, en mis metas, pues estoy motivado.

TÉCNICAS DE PSICOLOGÍA POSITIVA

A continuación se hará un intento de mencionar y explicar algunas de las tantas técnicas de la psicología positiva que apuntan principalmente a la prevención de dificultades de índole psicológico. Muchas de ellas se dieron a conocer en el Primer Encuentro de Psicología Positiva, pues se pretende formar todo un movimiento que implique una continua búsqueda de nuevas teorías y hallazgos en esta valiosa nueva rama de la psicología; otras técnicas son extraídas de la experiencia clínica y de la revisión de la escasa literatura de que se dispone en la actualidad en este tema; las técnicas son: 
•          Autorreforzamiento: muchas veces estamos más pendientes de lo malo que hacemos para autocastigarnos, como por ejemplo decirnos que no servimos para nada, que somos unos inútiles, pero no nos recompenzamos por las cosas buenas que hacemos, como realizar un trabajo, escribir un artículo. El autorrefuerzo o autorrecompenza ayuda a incrementar la autoestima y a tener un concepto positivo de nosotros mismos; el auto- rrefuerzo puede darse de tres maneras: uno es por medio de autoelogios, cuando me digo cosas positivas; ejemplo: cuando queremos a alguien le decimos cosas que le hacen sentir bien. Otra forma de autorrefuerzo es darme un regalo por un buen comportamiento; por ejemplo, regalarme algo de lo cual estoy enamorado hace tiempo, como podría ser una camisa, un libro, etcétera. La última forma de autorrefuerzo es hacer algo que nos guste cuando se finaliza un comportamiento que se quiere incrementar; por terminar de dictar una conferencia exitosamente, nos podemos permitir hablar con alguien cuya compañía nos agrade; podemos sentarnos a ver un partido de fútbol o baloncesto, según sea nuestro gusto. Acá es bueno aclarar que los reforzadores son muy individuales: cada uno tiene sus preferencias.
Una cosa tan sencilla como ésta no nos cuesta nada y nos brinda muchos beneficios; como se dijo antes, incrementa la autoestima, también refuerza una conducta adaptativa y esto hace que se incremente la probabilidad de que se vuelva a repetir. Y por último, el autorrefuerzo me hace sentir muy bien, me hace sentir feliz.
•          Entrenamiento en atribuciones causales: se debe enseñar a las personas a atribuír los éxitos y fracasos de forma adecuada, y así posibilitamos fomentar el optimismo y la autoeficacia (confianza en mí mismo). La psicología cognitiva plantea que las cogniciones o pensamientos hacen que nos sintamos bien o mal ante determinada situación; por esta razón debemos entrenar una forma de autodiálogo que nos haga sentir bien. Para el éxito lo recomendable es atribuír internamente: por mí se dio el éxito; se debe atribuír también de forma estable: siempre o la mayoría de veces se da (tiempo); y de forma global: a todas las situaciones. Para el fracaso se debe atribuír externo, inestable y específicamente. Para el fracaso también debemos ser objetivos: si es por nuestra responsabilidad, debemos de tener una percepción de inestable y específico, aunque fue por nuestra responsabilidad, debemos de tener claro que no va a ser en todas las ocasiones, y además que esto no es estable en mí.
•          Sesiones de risa: a partir de los cuatro meses de edad, un bebé ya sabe reír. En la infancia nos reímos hasta 90 veces diarias, pero superados los 14 años, la cantidad desciende a entre 20 y 30. Es una pena, porque se sabe que el humor ayuda a reforzar los lazos sociales, reduce el estrés al ofrecernos una perspectiva menos seria del mundo, potencia el valor de las emociones positivas y es incompatible con otros estados de ánimo como el enfado, la ansiedad o la culpa. Nadie puede llorar y reírse a la vez; acá podemos traer a colación la siguiente frase: "El buen humor nos salva de las manos del doctor".
En un artículo anterior, "La risa como terapia", se planteó un amplio panorama de este tema: los autores que han estado trabajando este aspecto, los beneficios que nos trae para la salud física y psicológica, en qué campos se aplica esta técnica, en fin, todo lo que tiene que ver con la temática.
•          Dormir con el bebé en primer año de vida: desde la teoría del apego de Bówlby se plantea que el afecto dado por el cuidador en ese primer año de vida es fundamental; el niño que duerme con sus padres tiene una base segura a la cual acudir en cualquier momento de la noche, lo que va a instaurar un clima de confianza en el niño. La conducta de apego es entendida según Bówlby como  cualquier comportamiento que hace que la persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido. Siempre que la figura de apego permanezca accesible y responda, la conducta puede consistir en mera verificación visual o auditiva del lugar en que se halla y en el intercambio ocasional de miradas y saludos.
Según Bówlby, "…los adolescentes y los adultos jóvenes sanos, felices y seguros de sí mismos son el producto de hogares estables en los que ambos padres dedican gran cantidad de tiempo y atención a los hijos".
•          Juego con el bebé en su primer año de vida: siguiendo la misma línea del punto anterior, esta técnica apunta a generar en el niño un ambiente de confianza con relación al mundo exterior. El juego con sus padres genera en el niño la importancia de la diversión y del tiempo libre; así mismo, en juegos más elaborados, brinda al niño un sentido de responsabilidad y el seguimiento de normas y reglas.
El juego no sólo se debe de promover en el primer año de vida del niño, si no en todos los momentos posibles, pues el niño va adquiriendo también la importancia de compartir con otros. 
•          Premie el buen comportamiento: Kérsey en su libro "Ser padres con sensatez", plantea este punto como uno de los pilares para fomentar e incentivar comportamientos que van en beneficio de nuestra salud mental. La idea es no gratificar los comportamientos desadaptativos, como robar, ser agresivo, pero en cambio, reforzar comportamientos adaptativos como la colaboración, sociabilidad, entre muchas otras. Muchas veces ocurre que un buen comportamiento se extingue (desaparece) por falta de ser gratificado; esto lo vemos mucho con los niños y en las relaciones de pareja; se cree que un buen comportamiento es normal, es responsabilidad del otro, no, aunque sea algo que se daba hacer, se debe premiar; sólo basta en ocasiones con una felicitación: no tiene que ser un premio grande. 
•          Tareas hogareñas para niños: fomenta la androginia, lo cual significa tener características psicológicas femeninas y masculinas. Se deriva de las raíces griegas andros, que significa "hombre" (como en andrógenos, hormonas sexuales que se encuentran en elevadas concentraciones en los varones) y gyn, que significa "mujer" (como en ginecólogo). Una persona andrógina es, por tanto, la que presenta características psicológicas masculinas y femeninas; por ejemplo: ser hombre y tener habilidades en cocinar, lavar, planchar, aspecto que garantiza una adultez más sana, pues si estamos solos en algún momento, no pasaremos mayores trabajos. Hay hombres que quedan solos por algún motivo y no saben qué camino coger, pues no tienen habilidades "femeninas". Esta androginia se fomenta con tareas que se les pone a los niños en el hogar: que todos hagan de todo, claro que teniendo en cuenta la habilidad de cada uno. Sin mirar el género, desde pequeños se acostumbran  a hacer todo tipo de actividades, y a su vez adquieren habilidades para tiempos venideros.
•          Poseer mascotas: según Marty Bécker en su libro "El poder sanador de las mascotas", tener un animal en casa trae muchos beneficios, tanto a los niños como a los adultos. En los niños crea un sentido de responsabilidad, y genera una fuente de placer. En los adultos las mascotas son fuente de compañía y de cariño; también favorecen la realización de ejercicio de forma continua; así mismo ayudan a la recuperación de enfermedades; a través de la estrecha relación con nuestras mascotas despertamos rasgos animales poderosos de lealtad, amor, contacto físico y alegría, entre muchos beneficios, como lo plantea Bécker.
Las mascotas también ejercen un efecto sedante sobre los ancianos, sobre las personas que sufren de estrés y sobre aquéllas que padecen desequilibrios emocionales. Como lo dice Bécker textualmente: "Si las personas tuvieran las mascotas apropiadas para satisfacer sus necesidades, este mundo sería más feliz y saludable".
•          Escenas agradables al dormir: se recomienda imaginar escenas agradables al acostarse en la noche; esto facilita de forma sorprendente el dormir placenteramente, como lo plantea Alberto Amutio Kareaga en su libro "Teoría y práctica de la relajación". La imaginería sensorial (imaginar cosas agradables), es una técnica poderosa de relajación que trae, fuera del anterior, muchos otros beneficios. Estas escenas pueden ser del pasado (momentos felices), del futuro (visualización de estar realizando una actividad placentera) y también puede ser una fantasía (como estar volando).
•          Práctica cognitiva o entrenamiento mental: en psicolgía clínica y del deporte se utiliza mucho esta técnica, pues el hecho de imaginarse realizando una tarea, facilita luego la realización de la misma, ya que se da una programación neuromuscular; así lo plantea la frase: "si lo puedes imaginar, lo puedes lograr", de Álbert Einstein. Esta técnica, también llamada ensayo mental, consiste en imaginar la actividad, tal como la quiera realizar el individuo (eso sí, desde unos parámetros realistas y posibles); a la vez se deben tener pensamientos adaptativos. Es importante anotar que se recomiendan para la práctica de esta estrategia varias cosas: 1) en el momento de hacer el entrenamiento mental, se debe estar relajado, pues de esta manera la mente tiene más claridad; 2) el individuo debe imaginar que él es el que está realizando la actividad, no como cuando uno mira a un modelo haciendo algo; 3) se tienen que poner en acción todos los sentidos posibles en esta técnica: identificar detalles visuales de todo lo que está  alrededor, escuchar todo lo relacionado con ese momento; 4) se recomienda no imaginar actividades que no estén dentro de las propias capacidades; 5) jamás deben imaginarse errores: siempre la actividad imaginada debe ser teniendo éxito; y 6) la escena se debe imaginar a un ritmo normal, no en cámara lenta ni rápida.
•          Técnicas de relajación: hasta la saciedad está comprobado el efecto benéfico de la relajación para la salud del ser humano. Existen diferentes técnicas de relajación que se pueden aprender con práctica constante. Algunas de estas técnicas son, entre muchas otras: relajación muscular progresiva, de Jacobson; meditación, yoga, respiración. En el libro "Teoría y práctica de la relajación" de Amutio Kareaga se pueden encontrar estas técnicas con su respectivo procedimiento. Como se dijo antes, hay técnicas para todos los gustos, las cuales traen beneficios en lo físico y lo mental.
•          Enseñar a rebatir pensamientos pesimistas: "Ni tus peores enemigos te pueden hacer tanto daño como tus propios pensamientos" (Buda); es una frase magnífica; por lo tanto hay que aprender a atacar los pensamientos malsanos, pues éstos son los que hacen que nos comportemos inadecuadamente y nos sintamos mal; es una habilidad que se aprende leyendo libros de autoayuda como "Pensar bien", "Sentirse bien" (Riso) o "Para salir del laberinto" (Álvarez); también se aprende esta técnica con la ayuda de un terapeuta cognitivo-conductual. Si adquirimos la habilidad de modificar los pensamientos irracionales o pesimistas (los que nos hacen sufrir innecesariamente) por pensamientos racionales, optimistas u objetivos, seguramente nuestras emociones y comportamiento serán más prácticos y felices; esta otra frase nos resume lo anterior: "El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino" (Stephen Crane). Cuando la mala suerte nos ataca, debemos tratar de dar la vuelta a la situación o pensar que siempre podría haber sido peor.  El optimista no es aquél que no ve las dificultades, sino aquél que no se asusta ante ellas, ni se echa para atrás. Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.
•          Realizar actividades placenteras: muchas personas creen que hacer cosas sencillas que nos divierten es perder el tiempo: "lo importante es lo productivo", dicen algunas personas, como que quieren simplemente adquirir bienes o conocimiento; según elos, las actividades "improductivas" entorpecen el éxito, como por ejemplo, jugar algo con amigos, sentarse a conversar, contar chistes, ver una buena película, escuchar música, visitar un lugar nuevo al año; todo esto son actividades que nos relajan y no dan paso al estrés. Por esto debemos hacer una programación de actividades de ocio, claro está que no llegar al extremo de la vagancia, que también es perjudicial. Muchas veces nos limitamos a realizar siempre las mismas actividades; acá es donde nos morimos de tedio, nos absorbe la rutina.
•          Asumir riesgos: esta técnica viene en dos vías: una es cuando nos arriesgamos a actividades que produzcan adrenalina; claro que debemos de tener cuidado en no arriesgar nuestra vida. Las actividades de riesgo pueden ser montar en parapenti, acampar en una zona segura pero retirada de la ciudad, en fin, lo importante acá es la creatividad. La otra forma de asumir riesgos es hacer proyectos o actividades donde no tengamos mucho dominio: muchas veces el miedo al fracaso es lo que nos frena; hagamos caso de esta frase de Emma Thomson: "Los únicos errores que cometemos en la vida son las cosas que no hacemos". Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos. No siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles.
•          Fomento del buen humor: como se plantea en un artículo anterior, el buen humor debe estar en todos los ámbitos de la vida; en el trabajo, la educación, la familia, lo cual permite más armonía y facilidad de realización de las tareas. El buen humor en alguien hace que las demás personas estén a gusto con él, siempre lo buscarán, pues hace agradable ese espacio de tiempo que estamos con él. Cuando hacemos sentir alegre a una persona, esto nos hace sentir bien a nosotros también, como lo plantea Mark Twain: "La mejor manera de alegrarte es intentar alegrar a alguien".
•          Utilización del humor en terapia: Ellis y Beck proponen esta técnica para facilitar la terapia y la relación entre terapeuta y paciente. Se plantea desde la teoría cognitivo-conductual, que cuando nos reímos de nuestros problemas, hay ya un terreno ganado para vencer esa dificultad. Estos autores buscan precisamente esto, ridiculizar el problema y por tanto tener una perspectiva diferente de él; "burlarnos" de una dificultad que tengamos, por ejemplo miedo a las alturas, hace que descatastroficemos la problemática, como lo plantea Álbert Ellis: si catrastrofizamos nuestras dificultades generamos ansiedad o depresión por la problemática que tenemos;  el efecto del humor sobre la mente no sólo brinda relajación, en cuanto a la tensión mental se refiere, sino que la hace menos propensa a la excesiva preocupación. Por tanto, ponerle buen humor a las sesiones psicológicas busca minimizar las dificultades, y no, por el contrario, hacer sentir mal al paciente. El humor en la psicoterapia, en resumen, no es contarle chistes al paciente para hacerle reír solamente, sino para ayudarle a adoptar una nueva actitud, conducta, o filosofía ante la vida.
•          Imagen placentera antes de la actividad: antes de una actividad difícil, como una entrevista, una tarea de trabajo, entre otras actividades, es bueno imaginar escenas agradables, sean del pasado, del futuro o una fantasía, como volar, por ejemplo. Según Martín Séligman, esta técnica ayuda a distraer la mente de la ansiedad que puede producir la actividad, es una técnica de relajación basada en la imaginería. Se han hecho experimentos con individuos, según Séligman, en los que un grupo control no tiene ningún tipo de imaginación agradable antes de una tarea difícil, y otro grupo que sí la tiene; los resultados han mostrado que el desempeño del último grupo es mejor que el primero. Esta imaginación de la escena agradable ayuda al individuo a tener una actitud diferente, optimista de la situación.
•          Psicología de la comida: hay alimentos que están relacionados con estado de ánimo positivos, como por ejemplo el chocolate. El café sabemos que aumenta la activación; incluso hay estudios que recomiendan esta bebida en cantidades moderadas para tener un buen nivel de activación. Sabemos que la yerba de mate estimula para estar más activos. En fin, se están haciendo una serie de estudios que muestran los beneficios que traen ciertos alimentos y bebidas para la salud física, y por ende para la salud psicológica. También se sabe de dietas que garantizan una buena salud, como la dieta mediterránea, rica en pescado, aceite de oliva, vino (de forma moderada), vegetales, frutas, entre otros alimentos, que producen un bienestar físico y psicológico
•          Carta de agradecimiento: Martín Séligman en su libro de "La Auténtica felicidad" propone esta técnica como una actividad que nos hace sentir bien y lo propio a la otra persona. Esta técnica consiste en escribir una carta de una página donde se agradece a alguien que ha hecho cosas por nosotros, cuando la carta esté lista, invitamos a esa persona a algo y le entregamos la carta. Es un gesto que hará sentirnos dichosos y también a la otra persona, como dice el poema de Amado Nervo: "en vida hermano… en vida".
•          Carta del perdón: esta técnica nos permite entender al otro, cambiar la percepción del acto del otro. Son malos los comportamientos, no las personas; debemos de entender esto. La técnica consiste en escribir una carta expresando lo que nos hizo la otra persona y decir también que le perdonamos, y la razón de este perdón. Si se quiere, se entrega a la persona; claro que no es necesario. Es bueno recordar esta frase de B. Franklin:"Escribe las injurias en la arena, los beneficios en el  mármol".
La   técnica   del perdón es  una   de  las  etrategias fuertes   que plantea  la
     Psicología Positiva, pues el resentimiento y el odio son a la larga emociones
     que se van en contra nuestra, y a la vez hacemos sufrir al otro.                                                         
•          Tres cosas buenas del día: este ejercicio se hace antes de acostarse; la idea es copiar tres cosas positivas del día y por qué ocurrieron; no necesariamente tienen que ser aspectos de gran envergadura: pueden ser cosas sencillas de la vida cotidiana, como por ejemplo ver una buena película, comer algo que nos gusta, encontrarse con un viejo amigo, escuchar un buen chiste; en fin, son aspectos agradables que nos pasan y son desapercibidos.
Aaron Beck habla de algo que se llama distorsiones cognitivas, esto es formas o modos de percibir; por ejemplo: abstracción selectiva, que consiste en ver de las situaciones sólo los aspectos negativos; la técnica busca es que nos fijemos también en lo positivo, por pequeño que sea; esta estrategia nos ayuda a tener mejor visión del mundo, como debe ser: ver lo negativo, pero también lo positivo.
•          Lista de logros: es una técnica principalmente para incrementar la autoestima; consiste en hacer una lista de logros y éxitos obtenidos durante toda la vida; no es necesario que sean cosas grandes: pueden ser pequeños logros como por ejemplo: ser felicitado por algo o ganarse una pequeña rifa. Esta lista se hace poco a poco, la idea es irla completando a medida que vamos recordando; pueden ser logros de la niñez también.            
•          Árbol de autoestima: como lo enseña Mauro Rodríguez en su libro "Autoestima, clave del éxito personal", esta técnica consiste en lo siguiente: la persona dibuja un árbol grande; en las ramas va colocando los logros y éxitos de su vida; en el tallo coloca el nombre y en la raíz las cualidades que se posee; la idea es que se visualice que los logros los obtuvimos por nuestros esfuerzos; esta actividad se realiza en varios días; lo importante es ir construyendo el árbol poco a poco. Esta técnica es generadora de una fuerte autoestima.
•          Frases positivas desde el principio de Premack: en el libro de "Métodos estándar de terapia de la conducta", de Fliégel y otros, se plantea que el principio de Premack es simplemente que una conducta puede reforzar o premiar otra conducta; una actividad agradable para nosotros, por ejemplo bailar, puede ser un premio para otra conducta que hacemos poco, por ejemplo leer. La técnica, por lo tanto consiste en lo siguiente: hacemos una lista de frases que hablen bien de nosotros como: "siempre recuerdo las cualidades que poseo", "acostumbro a felicitarme cuando algo que me he propuesto me sale bien", "siento que me quiero a mí mismo", "suelo manifestarme a mí mismo que me quiero", "me siento realizado(a) como persona", "estoy satisfecho(a) con el modo como yo trato a las otras personas", entre otras; luego nos repetimos las frases, puede ser una por día, antes o durante una actividad agradable que estemos haciendo. Esto tiene varios efectos: incrementa la probabilidad de que nos digamos cosas positivas a nosotros mismos; el repetirnos determinadas frases hace que empecemos a hacer cosas para que sean ciertas; todo empieza por la mente: si nos decimos cosas positivas de nosotros mismos, esto a la larga nos va a ocurrir. Miremos por un momento un vicio que muchos tenemos: nos decimos cosas negativas cuando hacemos algo mal, pero cuando hacemos cosas positivas lo pasamos desapercibido.
•          Fomentar actividades que impliquen gratificación: estas actividades no siempre son placenteras; implican muchas veces sacrificios pero a la larga dan gratificación; son actitudes del presente, según Séligman, que producen emociones positivas. Acá hablamos de actividades artísticas, profesionales o de otra índole, que a corto plazo, muchas veces producen un sacrificio, pero sus resultados nos hacen sentir maravillosamente, nos hacen sentir satisfacción.
•          Diario de gratitud: escribamos las cosas por las que estamos agradecidos. Uno de los ejercicios que más me ha servido es el de agradecer, decía  el padre de la psicología moderna, Wílliam James; también comentaba que para crear o romper un hábito uno tiene que hacer algo por 21 días. Entonces, el ejercicio fue escribir cada día, durante 21 días, cinco cosas por  las que damos gracias en nuestra vida. La tarea me gustó, porque mientras lo hacía miraba hacia atrás, a los días pasados, a ver qué cosas había escrito, y me acordaba de eso y sonreía otra vez. Me traía felicidad. Y si uno tiene un mal día, cuando parece que todo es un fracaso, el ejercicio nos obligaba a encontrar cinco cosas por las que dábamos gracias. Cada día tiene sus puntos buenos, a pesar de sus puntos malos.
•          Fomentar la espiritualidad o creencia en una religión: en Colombia e Israel se hace mucho énfasis en la familia, en la amistad y en la espiritualidad. Estas cosas contribuyen significativamente al bienestar de una persona. En otros países, el dinero y el prestigio se han convertido en algo más importante que pasar tiempo con los seres amados.
•          Colección de frases de enseñanza: según Isócrates "una colección de bellas máximas es un tesoro más estimable que las riquezas"; muchas veces estas frases se convierten en una guía del buen vivir, de un estilo de vida saludable. Cuántas veces nos quedamos fascinados ante la lectura de una frase impactante, de la cual aprendemos y nos hace caer en cuenta de  algo primordial.
•          Leer libros de crecimiento personal: autores como Ellis llaman a esta técnica de autoterapia, donde el individuo se puede enriquecer enormemente a partir de la lectura de un libro; eso sí, con un fundamento científico, pero escrito de forma tal que cualquier persona lo pueda entender y así beneficiarse de él; bien lo planteaba Buda en esta frase: "La ignorancia es el origen de todo sufrimiento psicológico".
•          Ver películas de crecimiento personal: de las películas es seguro que aprendemos mucho; hay unas con muy buenos contenidos, como por ejemplo: "Patch Adáms", en lo que tiene que ver con los beneficios de la risa; "Kolia", para mirar lazos afectivos; "El hombre bicentenario", para ver el valor de las emociones; "Atracción fatal", para determinar los problemas o desventajas que tiene una infidelidad; en fin, ésta es sólo una pequeña muestra de lo que nos puede enriquecer una buena película.
•          Fomentar la asertividad: expresar sentimientos y pensamientos de afecto y oposición. Como lo plantea Olga Castanyer, ser asertivo es un síntoma de una buena autoestima.
Un entrenamiento asertivo busca que la persona sea ella misma, que haga, piense y sienta lo que realmente quiere y desee, no lo que debe hacer, sentir o pensar por conveniencia; así lo plantea Mánuel Smith en su libro "Cuando digo no, me siento culpable", al hablar del primer derecho asertivo.
•          Aprecie lo positivo: dedique unos minutos del día para agradecer el privilegio de cosas simples como disfrutar de su familia. Según Ben-Shachar, las personas que lo hacen son más felices, más exitosas y sanas.
•          Vea el fracaso como enseñanza: a nadie le gusta fracasar, pero busque qué pudo aprender de la experiencia; es tener una visión positiva ante lo adverso. No debemos mirar el pasado diciéndonos que no servimos para nada; no: veamos mejor qué me faltó (por ejemplo, esfuerzo, conocimiento) y así tomar correctivos y no volver caer en los mismos errores en el futuro.
•          Hacer ejercicio: la actividad física regular tiene el mismo poder que muchos antidepresivos altamente efectivos. Ben-Shachar recomienda el ejercicio especialmente a los que trabajan frente a un pc; como lo plantea la frase: "En mente sana, cuerpo sano", pues esto va en beneficio de la salud mental y física, y además fomenta la sociabilidad.
•          Expresar emociones primarias: las emociones primarias son aquéllas que sentimos ante un evento, como la pérdida de un ser querido, estar en una situación peligrosa, etc. Hay personas que no expresan estas emociones por temor a verse débiles; por ejemplo es muy importante expresar la tristeza, la ira (claro que de forma adecuada, de forma asertiva), el amor; en fin, son una serie de emociones que no conviene reprimirlas. Trata también de darnos permiso de ser humanos y permitirnos experimentar la tristeza, el miedo, en determinados momentos, porque son los que nos hacen fuertes y crecer.
El no expresar por ejemplo la ira en el momento que se siente, va a dar paso al resentimiento y al odio, los cuales ya son emociones donde tiene que ver mucho la parte mental, y son perjudiciales, como se dijo antes.
•          Guiarme por el "quiero" o "deseo" y no por el "debería": claro está, sin pisotear el derecho del otro y sin hacer cosas que me perjudiquen. "¿Soy auténtico y estoy viviendo la vida que quiero?". Hay cosas que hacemos porque "debemos" hacerlas, no por convicción; el ejercicio es hacernos un examen interno, mirar las cosas que hacemos, trabajar en algo, estar casado con alguien, estamos ahí porque queremos, o porque debemos estar ahí; cuántas personas están casadas por conveniencia, por los hijos, pero lo más importante no existe: querer realmente al cónyuge. Muchas veces estamos trabajando en lo que no nos gusta, pudiendo trabajar en algo que nos da placer; claro que hay ocasiones donde toca trabajar en esto porque no hay más; como lo plantea la frase del cantor argentino Facundo Cabral: "el que trabaja en lo que no le gusta, aunque trabaje todo el día, es un desocupado"; profundo mensaje.
•          Escribir un diario: algo que es muy terapéutico es escribir un diario y eso puede ser íntimo y uno lo puede compartir con otras personas o no, pero el hecho de ponerlo en palabras para sí mismo, obliga a dar una estructura al pensamiento; en este diario pueden ir cosas positivas y negativas; si son positivas, el solo hecho de escribirlas funciona como reforzador y estimulante; si son negativas, esto nos permite expresar lo que sentimos y no deja que se vuelva problemático, pues lo estamos expresando.
•          Experiencia frecuente de dar: Séligman plantea que hay personas que se sienten más felices dando a otros, que realizando actividades placenteras; el hecho de brindar algo a alguien que realmente necesita; eso nos hace sentir plenos, nos hace sentir que somos útiles, y acá es bueno recordar esta frase: "Hay más dicha en dar que en recibir".


viernes, 28 de septiembre de 2012

DETECTAR LA MENTIRA EN LA PERSONA

La velocidad de algunos gestos y el modo en que resultan obvios para los demás está relacionada con la edad de los individuos.

Si una niña de cinco años dice una mentira a sus padres, se tapará inmediatamente la boca con una o las dos manos.

El gesto indica a los padres que la niña mintió y ese gesto continúa usándose toda la vida, variando solamente su velocidad.

Cuando la adolescente dice una mentira, también lleva la mano a la boca como la niña de cinco años, pero, en lugar de taparla bruscamente, sus dedos apenas rozan su boca.

El gesto de taparse la boca se vuelve más refinado en la edad adulta.

Cuando el adulto dice una mentira, el cerebro ordena a la mano que tape la boca para bloquear la salida de las palabras falsas, como ocurría con la niña y la adolescente, pero en el último momento aparta la mano de la boca y el resultado es un gesto tocándose la nariz.

Ese gesto no es más que la versión refinada, adulta, del gesto de taparse la boca que se usó en la niñez.

Esto sirve de ejemplo para mostrar que cuando un individuo se hace mayor, muchos de sus gestos se vuelven más elaborados y menos obvios.

Es más difícil interpretar los gestos de una persona de cincuenta años que los de un individuo mucho más joven.

Las manos en la cara ¿Cómo puede saberse que alguien está mintiendo? Reconocer los gestos de engaño puede ser una de las habilidades más importantes que pueden adquirirse.
¿Cuáles son las señales que delatan a los mentirosos?

Las posiciones de las manos en la cara son la base de los gestos humanos para engañar.

En otras palabras, cuando vemos, decimos o escuchamos una mentira, a menudo intentamos taparnos los ojos, la boca (figura punto 5) o los oídos con las manos.

Cuando alguien hace un gesto de llevarse las manos a la cara no siempre significa que está mintiendo, pero indica que esta persona puede estar engañando.

La observación ulterior de otros grupos de gestos puede confirmar las sospechas.

Es importante no interpretar aisladamente los gestos con las manos en la cara.

El guardián de la boca

Taparse la boca es uno de los gestos que resulta tan obvio en los adultos como en los niños.

La mano cubre la boca y el pulgar se oprime contra la mejilla cuando el cerebro ordena, en forma subconsciente, que se supriman las palabras engañosas que acaban de decirse.

A veces, el gesto se hace tapando la boca con algunos dedos o con el puño, pero el significado es el mismo.

Si la persona que está hablando usa este gesto, denota que está diciendo una mentira.

Tocarse la nariz

El gesto de tocarse la nariz es, esencialmente, una versión disimulada de tocarse la boca.

Puede consistir en varios roces suaves debajo de la nariz o puede ser un toque rápido y casi imperceptible.

Una explicación del origen del gesto de tocarse la nariz es que cuando la mente tiene el pensamiento negativo, el subconsciente ordena a la mano que tape la boca, pero, en el último instante, para que no sea un gesto tan obvio, la mano se retira de la boca y toca rápidamente la nariz.

Otra explicación es que mentir produce picazón en las delicadas terminaciones nerviosas de la nariz y, para que pase, se hace necesario frotarla.

1. Mitos y verdades

Las personas que mienten no miran a los ojos, se complican cuando les preguntan detalles, esquivan la mirada y tienen un discurso entrecortado.

Estas son algunas de las conductas que la mayoría de la gente asocia con la mentira.

Absolutamente falso, dicen los expertos.

Un verdadero mentiroso planea su discurso cronológicamente, mira directamente a los ojos, no pierde ningún detalle y jamás mira hacia el lado, ese es un recurso de la memoria real.

Lo que sí hace es tocarse el pelo como si quisiera alisarlo y mueve las manos como si le molestaran los dedos.

Una forma de pillar una mentira es pedirle a la persona que relate el mismo discurso pero al revés.

Como no existe memoria, tiene que inventarlo todo de nuevo, por lo tanto, se pierde y no puede hacerlo.

En cuanto a los estereotipos, la gente suele creerle más a los que tienen "cara de buenos", como los que se ven más inocentes con rostros de niños o se muestran extrovertidos y muy transparentes.

2. La ciencia de engaño

El primer detector de mentiras fue diseñado al inicio del siglo XX, por el sicólogo William Marston. Curiosamente, es el mismo hombre que más tarde saltaría a la fama como el creador del personaje "La Mujer Maravilla". El instrumento ha estado desde entonces en el centro de la polémica y su efectividad ha sido siempre cuestionada. Científicos de la U. de Pennsilvania trabajan en un sucesor, mucho más afectivo, llamado "no mientas". Este analiza las áreas del cerebro que se iluminan cuando alguien miente. Sus estudios han descubierto que son tres las áreas acusadoras: la corteza anterior cingulada, que monitorea los errores la corteza dorsal lateral prefrontal, que controla el comportamiento, y la corteza parietal, que sensibiliza los impulsos.

3. Los cuatro tipos de mentiras Mentiras

Comunes: Son aquellas que se dicen cotidianamente.

El 75% de las personas las usa de manera frecuente según encuestas. Son aquellas típicas excusas para justificar atrasos u olvidos imperdonables.

Mentiras serias: Se estima que el 25% de las personas acude a ellas con frecuencia. Corresponde a engaños más complejos, como ocultar consumo de drogas o relaciones sentimentales paralelas.

Mentiras autocentradas: Corresponde a aquellas mentiras que la persona dice para protegerse a sí misma. Por ejemplo, para evitar pasar una vergüenza o para no cumplir un compromiso indeseado.

Mentiras piadosas: Son una de las más comunes y su función es proteger a la persona a la que se le está mintiendo. Como no contarle a una mujer que su marido la engaña.

4. Los hombres mienten más No son ellas, las mujeres, las que más recurren a la mentira. La sicóloga Bella de Paulo ha descubierto, a través de numerosas encuestas, que son los varones quienes llevan la delantera en el engaño. Pero el foco de la falacia masculina no son las mujeres como muchos creen, sino que más bien otros hombres. El 66% de los encuestados reconoce que les miente a sus amigos, colegas y otros hombres. El 58% de ellos, en tanto, reconoce mentirle a su mujer con frecuencia, en especial para evitar ser descubiertos.

Y ellas, por su parte, también les mienten a ellos, pero menos: el 50% reconoce que lo hace y siempre para protegerse de algo. La proporción que reconoce mentirles a sus amigas también es más baja y llega sólo al 35%

Pero, ¿cómo reconocer el lenguaje corporal de un mentiroso?

Existen varias señales del lenguaje corporal para descubrir a un mentiroso, sin embargo, existe una regla:deberemos de identificar al menos dos gestos que nos confirmen el mismo mensaje de sospecha.

Veamos algunos ejemplos:

1) Los mentirosos al responder a una pregunta hacen grandes pausas y dan respuestas cortas.

Tardan más en responder que una persona nerviosa, pues necesitan más tiempo para inventar la mentira. En cambio, para una persona nerviosa, acordarse de la verdad le toma menos tiempo.

No obstante, deberemos verificar nuestras sospechas al observar el movimiento de sus ojos:

a) La gente tiende a mirar hacia arriba y a la derecha para imaginar o crear una nueva respuesta, y abajo a la derecha para crear el sonido de un nuevo argumento.

b) La gente tiende a mirar hacia arriba a la izquierda para recordar información ocurrida en el pasado.

2) Un mentiroso ocupará más tiempo haciendo gestos con sus manos; puede rascarse el cuerpo o jugar con algún objeto, por ejemplo, una pluma. Cabe advertir que una persona que ha planeado sus respuestas tratará de controlar sus gestos.

3) Al mentir, el individuo apretará sus labios en señal de que su boca tiene información retenida. Si este gesto es repetitivo indica ansiedad. El gesto se vuelve más revelador si chupa sus labios y además traga saliva, ya que cuando alguien se pone nervioso la boca se reseca y se traga saliva en señal de encontrar las palabras correctas por decir.

4) En su intento por engañarnos, el individuo intentará no moverse demasiado. Señales reveladoras de su conducta falsa serán observarlo demasiado tieso o rígido y quieto.

5) El lenguaje corporal de las manos está íntimamente ligado al corazón. Las manos y los brazos, después de la cara, expresan mejor las emociones de corazón. Un mentiroso ocultará inconscientemente sus manos y las mantendrá quietas, guardándolas en los bolsillos del pantalón o las colocará detrás de su espalda.

6) Al igual que cerramos las cortinas de una ventana para que nadie vea el interior de un cuarto, de la misma manera una persona que miente cerrará todas sus ventanas que puedan revelar la información que no desea se descubra. Una señal de este comportamiento será cruzarse de brazos y/o de piernas.

7) Al mentir las personas se sienten incómodas, por lo que se comportarán menos amigables que de costumbre. Cabe señalar que será más fácil que un amigo o familiar nos mienta puesto que no se pondrá nervioso. Ya nos conoce y eso le da confianza.

8) Otra clave que puede reafirmar los puntos anteriores es que muestre una confianza excesiva, misma que podrá observarse en su tono de voz, volumen y comportamiento.

9) Otra prueba contundente para descubrir a cualquier mentiroso es observar si sus palabras son incongruentes con sus movimientos y gestos. Por ejemplo, si el sospechoso vuelve la cabeza hacia el interlocutor pero su cuerpo apunta hacia el lado contrario o a la salida.

10) Por último, debemos observar su manera de sonreír. La sonrisa es el gesto más común para encubrir una mentira. Una verdadera sonrisa transforma la expresión del rostro por completo. Espero que estas claves les sean útiles sólo para descubrir a un mentiroso y no para convertirse en uno de ellos. Más vale ser siempre sinceros y nunca temer ser descubiertos, lo cual nos dota de seguridad y tranquilidad. No lo olviden: la verdad siempre se descubre tarde o temprano.

¡OJO! Cuando alguien solo utiliza la mano izquierda
debe llamarnos la atención, ya que posiblemente
nos encontremos ante un mentiroso profesional,
sobre todo si tiene la mano derecha metida en
un bolsillo



Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...