martes, 30 de noviembre de 2021

Cómo formular bien los propósitos












1. Expresarlos en forma positiva. Define lo que si quieres (aunque partas de lo que no quieres). Esta paso incluye recordar los deseos profundos y los sueños no realizados , para definir un proyecto de vida conectado con el sentido o misión que quieras realizar.Preguntate ¿Cual es el beneficio mayor?, ¿de qué forma se relaciona con mi autorrealización?



2. Prioriza. Aunque tengas varios objetivos, es necesario definir cual le dedicaras tu energia en primer lugar. Todo lo que quieras lo puedes conseguir, pero no al mismo tiempo.



3.Concreta acciones y comportamientos. Expresarlos a través de palabras, imagenes y sensaciones. Los objetivos abstractos como "quiero ser feliz" o "que me salga un buen trabajo" tienen poco impacto sobre nuestra realidad psicosomática.



4.Define el entorno o lugar y el tiempo estimado para lograrlo. Esto tiene relacion con el "tamaño" del objetivo ya que si es muy grande conviene fraccionarlo en trozos. Es mision de cada persona descubrir lo que resulta motivador: metas pequeñas alcanzables o grandes desafios.



5. Determinada las limitaciones, necesidades y recursos, tanto personales como del entorno y de otras personas ¿que recursos poseo que pueden ayudarme, ¿que me hace falta para lograr el objetivo y cómo voy a conseguirlo?



6. Analiza las consecuencias. El objetivo a alcanzar debe ser coherente en dos sentidos. Por un lado, con tus creencias, valores y con otras metas; y por otro lado, debe tener en cuenta el contexto interpersonal en el que te mueves para evitar posibles conflictos. Cabe preguntarse: ¿que podría perder al lograrlo?,¿Como afectaría a mi entorno?, ¿como cambiaria mi vida?, ¿en que areas y personas resultaron afectadas?, ¿plantearme este objetivo ahora podria interferir con otros en el futuro?



7. Pon tu mente en marcha. Tienes que poder imaginarte consiguiendo tu objetivo y sintiendo que ya lo tienes. Y ahora, ¡Pasa a la acción!.

lunes, 29 de noviembre de 2021

" NO ESPERES "



" NO ESPERES "






Cuando la gente recuerda lo que de su vida ha sido, se refleja en sus rostros una frase triste y vacía; "Si yo hubiera...". Sin embargo es tiempo. Piensa que HOY es el primer día del resto de tu vida.

No esperes a perder algo para darte cuenta de lo que tuviste. Mira a tu alrededor y observa el valor de todo lo que posees.

No esperes a estar derrotado y lucha por el triunfo mientras más tiempo dejes pasar, más trabajo te costará alcanzarlo.

Ya no esperes, mira que el tiempo corre y de ti depende convertir los minutos de tu vida en escalones que te lleven a la cima.

No esperes a estar abajo para intentar levantarte. Piensa cuántas cosas importantes has dejado de hacer por creer que aún hay tiempo. Seguramente se han quedado en tu pensamiento.

Entonces piénsalo... y no esperes a estar a un paso de la muerte para desear... pues únicamente tienes seguro el tiempo que estas viviendo AHORA.

Aprovéchalo, ¡VÍVELO!






domingo, 28 de noviembre de 2021

EL PODER CURATIVO DE LA PALABRA, por Brad Hunter.







EL PODER CURATIVO DE LA PALABRA





El poder curativo de la palabra



La palabra, junto con el poder de la vibración es capaz de crear, sanar y también destruir.



La teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a esto le sumamos el sentimiento y la emoción para finalmente expresarlo, estamos exteriorizando y materializando un poder que estará afectando los reinados de la materia



LO QUE LE DICES A TU SEMEJANTE, TE LO DICES A TI MISMO



Si cada uno de nosotros estuviésemos conscientes de que la energía liberada en cada palabra afecta no sólo a quien se la dirigimos sino también a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, comenzaríamos a cuidar más lo que decimos.



Los antiguos esenios sabían de la existencia de un enorme poder contenido en la oración, el verbo y la palabra. Los antiguos alfabetos, como el sánscrito, el arameo y el lenguaje hebreo son fuentes de poder en sí mismos. Los esenios utilizaron la energía que canaliza el lenguaje – la cual era la manifestación final del pensamiento, la emoción y el sentimiento- para manifestar en la realidad la calidad de vida que deseaban experimentar en este mundo. En las culturas del antiguo Oriente eran utilizados los mantras, los rezos, los cánticos y las plegarias con una intención predeterminada como técnicas para materializar estados internos y programar, de una forma ignorada por nosotros en la actualidad, realidades pensadas, deseadas y afirmadas previamente.



Los estudios realizados por físicos cuánticos comienzan a redescubrir y validar el enorme conocimiento olvidado de antiguas culturas ancestrales. Un conocimiento que se encuentra aún escondido y olvidado y que nos aportaría el poder de cambiar nuestro mundo.



LAS PALABRAS PUEDEN PROGRAMAR EL ADN



La más reciente investigación científica rusa apunta a que el ADN puede ser influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin seccionar ni reemplazar genes individuales. Solo el 10% de nuestro ADN se utiliza para construir proteínas, y este pequeño porcentaje del total que compone el ADN es el que estudian los investigadores occidentales. El otro 90% es considerado “ADN chatarra”. Sin embargo los investigadores rusos, convencidos de que la naturaleza no es tonta, reunieron a lingüistas y genetistas -en un estudio sin precedentes-, para explorar ese 90% de “ADN chatarra”.



Los resultados arrojaron conclusiones impensadas: según los estudios, nuestro ADN no sólo es el responsable de la construcción de nuestro cuerpo, sino que también sirve como almacén de información y para la comunicación a toda escala de la biología. Los lingüistas rusos descubrieron que el código genético, especialmente en el aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes humanos. Compararon las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales básicas y así descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y sí tienen reglas fijas, tal como nuestros idiomas.



Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron coincidentemente, sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente. El biofísico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas también exploraron el comportamiento vibratorio del ADN. “Los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónicas/holográficas usando la radiación láser del ADN endógeno”. Eso significa que uno simplemente puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo.



Los maestros espirituales y religiosos de la antigüedad han sabido, desde hace miles de años, que nuestro cuerpo se puede programar por medio del lenguaje, las palabras y el pensamiento. Ahora eso se ha probado y explicado científicamente. La sorpresa mayor fue descubrir la manera en que el 90% del “ADN Chatarra” almacena la información. “Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros sólo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando uno solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra disposición”, aclaró Garjajev. Esto nos abre las puertas a un misterio aún mayor: que la verdadera “biblioteca” estaría fuera de nuestros cuerpos en algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN estaría en comunicación permanente con este reservorio universal de conocimiento.



LA EVIDENCIA INESPERADA



El investigador Dan Winter, que desarrollara un programa de computación para estudiar las ondas sinusoidales que emite el corazón bajo respuestas emocionales, en una fase de la investigación con sus colegas, Fred Wolf y Carlos Suárez, analizó las vibraciones del lenguaje hebreo con un espectrograma. Lo que descubrieron fue que los pictogramas que representan los símbolos del alfabeto hebreo se correspondían exactamente con la figura que conforma la longitud de onda del sonido de cada palabra.



Es decir que la forma de cada letra era la exacta figura que formaba dicha longitud de onda al ser vocalizada. También comprobaron que los símbolos que conforman el alfabeto son representaciones geométricas. En el caso del alfabeto hebreo, las 22 gráficos utilizados como letras son 22 nombres propios originalmente usados para designar diferentes estados o estructuras de una única energía cósmica sagrada, la cual es la esencia y semblanza de todo lo que es. El libro del Génesis está escrito en este lenguaje.



Las letras de los antiguos alfabetos son formas estructuradas de energía vibracional que proyectan fuerzas propias de la estructura geométrica de la creación. De esta manera, con el lenguaje se puede tanto crear como destruir. El ser humano potencia el poder contenido en los alfabetos al sumarle el poder de su propia intención. Eso nos convierte en responsables directos de los procesos creacionales o destructivos en la vida. y con tan solo ¡la palabra!



Existe una capacidad demostrada en la que la palabra puede afectar la programación del ADN. La salud podría conservarse indefinidamente si nos orientamos en pensamientos, sentimientos, emociones y palabras creativas y, por sobre todo, bien intencionadas.



Los estudios del Instituto Heart Math nos abren un nuevo panorama hacia la curación, no solo de los humanos enfermos, sino también para la sanación planetaria. El instituto cree en la existencia de lo que ellos dieron en llamar “híper-comunicación”, una especie de red de Internet bajo la cual todos los organismos vivos estarían conectados y comunicados permitiendo la existencia de la llamada “conciencia colectiva”.



El Hearth Math declara que si todos los seres humanos fuéramos conscientes de la existencia de esta matriz de comunicación entre los seres vivos, y trabajáramos en la unificación de pensamientos con objetivos mancomunados, seríamos capaces de logros impensados, como la reversión repentina de procesos climáticos adversos.



El poder de los rezos, oraciones y peticiones, tal como nos lo han legado los antiguos esenios -potenciado por millares de personas-, nos otorgaría un poder que superaría al de cualquier potencia militar que quisiera imponernos su voluntad por la fuerza.



Este poder ha sido demostrado en especies animales como los delfines, que trabajan unificados en objetivos comunes. Los delfines utilizan patrones geométricos de híper-comunicación, ultrasonido y resonancias que les sirven para interactuar con las grillas energéticas del planeta. Estos animales poseen la capacidad de producir estructuras sónicas geométricas y armónicas bajo el agua. Podríamos afirmar que los delfines ayudan más a mantener el equilibrio planetario de lo que lo hacen los humanos.



Si Dios nos otorgó el poder, significa que quiere que nosotros, una vez alcanzado un nivel de conciencia determinado,



Ayudemos con respeto a la vida a ser co-creadores de su obra.



Este artículo ha sido publicado en la Revista ‘EL PLANETA URBANO’



- Sección Planeta – Por Brad Hunter



EL PODER CURATIVO DE LA PALABRA por Brad Hunter




La química del amor




La química del amor

 



Con este escrito pretendo ofrecer en un tono divertido y ameno una visión fundamentalmente química de algo tan sencillo como maravilloso que nos ocurre a todos alguna vez en la vida: ¡Enamorarnos!.

Los poetas nos han deleitado cantando al más maravilloso de los sentimientos desde todos los ángulos y con infinitos matices, pero los químicos también tenemos cosas que decir al respecto, quizás menos seductoras pero no por ello menos importantes.

¿Por qué nos enamoramos de una determinada persona y no de otra? Innumerables investigaciones psicológicas demuestran lo decisivo de los recuerdos infantiles -conscientes e inconscientes-. La llamada teoría de la correspondencia puede resumirse en la frase: "cada cual busca la pareja que cree merecer".

Parece ser que antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. El sexólogo John Money considera que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos fortuitos. Así pues antes de que el verdadero amor llame a nuestra puerta el sujeto ya ha elaborado los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar.

La química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento.

Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición. A través del sistema nervioso el hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas).

Sus efectos se hacen notar al instante:

El corazón late más deprisa (130 pulsaciones por minuto).


La presión arterial sistólica (lo que conocemos como máxima) sube.


Se liberan grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular.


Se generan más glóbulos rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea.

Hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: que está borracho y que está enamorado



Antífanes -388-311 a. C.-, comediógrafo griego

Los síntomas del enamoramiento que muchas personas hemos percibido alguna vez, si hemos sido afortunados, son el resultado de complejas reacciones químicas del organismo que nos hacen a todos sentir aproximadamente lo mismo, aunque a nuestro amor lo sintamos como único en el mundo.

Ese estado de "imbecilidad transitoria", en palabras de Ortega y Gasset, no se puede mantener bioquímicamente por mucho tiempo.

No hay duda: el amor es una enfermedad. Tiene su propio rosario de pensamientos obsesivos y su propio ámbito de acción. Si en la cirrosis es el hígado, los padecimientos y goces del amor se esconden, irónicamente, en esa ingente telaraña de nudos y filamentos que llamamos sistema nervioso autónomo. En ese sistema, todo es impulso y oleaje químico. Aquí se asientan el miedo, el orgullo, los celos, el ardor y, por supuesto, el enamoramiento. A través de nervios microscópicos, los impulsos se transmiten a todos los capilares, folículos pilosos y glándulas sudoríparas del cuerpo. El suave músculo intestinal, las glándulas lacrimales, la vejiga y los genitales, el organismo entero está sometido al bombardeo que parte de este arco vibrante de nudos y cuerdas. Las órdenes se suceden a velocidades de vértigo: ¡constricción!, ¡dilatación!, ¡secreción!, ¡erección! Todo es urgente, efervescente, impelente... Aquí no manda el intelecto ni la fuerza de voluntad. Es el reino del siento-luego-existo, de la carne, las atracciones y repulsiones primarias..., el territorio donde la razón es una intrusa.

Hace apenas 13 años que se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas.

El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la FENILETILAMINA, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas.

Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.

El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, que sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feniletilamina y que sería la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados.

Sospecharon de su existencia mientras realizaban un estudio con pacientes aquejados "de mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa. Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de automedicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando.



Es decir LAS ANFETAMINAS NATURALES TE PONEN A CIEN.

El 50% de las mujeres entrevistadas para el libro Por qué necesitan las mujeres del chocolate confesó que elegiría el chocolate antes que el sexo. Hay quienes al chocolate lo llaman EL PROZAC VEGETAL.

En una de las aventuras de Charlie Brown se puede leer

"una buena manera de olvidar una historia de amor es comerse un buen pudin de chocolate"

.

Su actividad perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. La fase de atracción no dura para siempre. La pareja, entonces, se encuentra ante una dicotomía: separarse o habituarse a manifestaciones más tibias de amor -compañerismo, afecto y tolerancia-. Dos citas muy interesantes son:



El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y

empezar otro nuevo.

Enrique Jardiel Poncela.



El amor es como Don Quijote: cuando recobra el juicio es para morir.

Jacinto Benavente

Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. Dicho estado está asociado a otra DUCHA QUÍMICA. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos.

Para conservar la pareja es necesario buscar mecanismos socioculturales (grata convivencia, costumbre, intereses mutuos, etc.), hemos de luchar por que el proceso deje de ser solo químico. Si no se han establecido ligazones de intereses comunes y empatía, la pareja, tras la bajada de FEA, se sentirá cada vez menos enamorada y por ahí llegará la insatisfacción, la frustración, separación e incluso el odio.

Parece que tienen mayor poder estimulante los sentimientos y las emociones que las simples substancias por sí mismas, aquellos sí que pueden activar la alquimia y no al sentido contrario.

Un estudio alemán ha analizado las consecuencias del beso matutino, ése que se dan los cónyuges al despedirse cuando se van a trabajar. Los hombres que besan a sus esposas por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven unos ¡cinco años más! Para Arthur Sazbo, uno de los científicos autores del estudio, la explicación es sencilla: "Los que salen de casa dando un beso empiezan el día con una actitud más positiva".

Es cierto, no podemos negarlo, es un hecho científico que existe una química interna que se relaciona con nuestras emociones y sentimientos, con nuestro comportamiento, ya que hasta el más sublime está conectado a la producción de alguna hormona.

No hay una causa y un efecto en la conducta sexual, sino eventos físicos, químicos, psíquicos, afectivos y comunicacionales que se conectan de algún modo, que interactúan y se afectan unos a otros.

Existe, sí, una alquimia sexual, pero se relaciona íntimamente con los significados que le damos a los estímulos, y éstos con el poder que les ha concedido una cultura que, a su vez, serán interpretados por cada uno que los vive de acuerdo con sus recursos personales y su historia. Esperemos que estos estudios en un futuro nos conduzcan a descubrir aplicaciones farmacológicas para aliviar las penas de amor.

Espero que una vez leído este artículo no le digáis a vuestra pareja después de hacer el amor: "he tenido una sensación sumamente agradable producto del aumento de testosterona y la disminución consiguiente de serotonina", entre otras cosas porque os estrangularía.

Para terminar otras interesantes citas:





Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre

de labios de una mujer.

Antonio Machado

jueves, 25 de noviembre de 2021

" AQUI , ENTRE NOSOTROS... "












Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassete y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento.

El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
¿Noviazgos o amistades que no clausuran?,¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?),
¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos.

Di a ti mismo que no, que no vuelven.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.

Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!
autor: Desconocido


miércoles, 24 de noviembre de 2021

Claves para mantener el equilibrio emocional








1. No te identifiques con tus preocupaciones. Piensa que son mas cavilaciones estériles que reflexiones útiles. Las preocupaciones son errores de enfoque, así que conviene no dejarse engañar por ellas. Amplia tu foco e incorporar todas las posibilidades y oportunidades de que dispones.



2.Calibra de una manera realista tus inquietudes. A veces un problema nos secuestra emocionalmente como si en ellos nos fuera la vida. Acostúmbrate a medirlo de 0 a 100. La mayoría de nuestras preocupaciones se sitúan entre 0 y 20. Así e ocuparas de ellas, pero en un ambiente mas distendido y sin las impresión de que se trata de un asunto gravísimo.



3.No te dejes llevar por tus necesidades de controlarlo todo. Es una tarea que nunca se acaba, porque detrás, detrás de cada asunto surge otro. La necesidad de control te condena a estar permanentemente desbordado y a ser presa fácil de las ansiedad. Acepta que hay muchas cosas siguen su rumbo y muchas personas a tu alrededor con sus propias cotas de responsabilidad. Aprende a delegar y a sentirte cómodo en cuando el proceso esta aun sin acabar. Deshacerte de la impaciencia.



4.Acepta que no eres omnipotente. Hay muchas cosas que jamás podrás hacer. ¿Triste?. Puede que tu tristeza te dolerá menos que toda la tensión de las quimeras imposibles. Y ser mucho mas fecunda, porque que así la dedicaras tu energía a todo eso que si depende de ti.



5. Aprende a sentirte cómodo en la incertidumbre. No tienes todas las respuestas, y nunca las tendrás. Muchas llegaran a su debido momentos. Y otras quizá no lleguen nunca. Pero la bueno noticia es que no necesitas saberlo todo para vivir. Lo que necesitas para vivir es aprender a aceptar los ritmos de la vida y a desarrollar la confianza en ti y en la vida.



6.Aprender a aceptar los problemas. Toda tu vida va estar llena de problemas. Si no te gusta ese nombre, puedes cambiárselo: toda tu vida va estar llena de retos, de lecciones. Todo esta en movimiento, las situaciones son cambiantes, y lo mejor que puedes hacer es desarrollar una buena capacidad de adaptación. Los problemas no son mas que ejercicios de aprendizaje que te ayudan a crecer.



7. Admite que las adversidad existe. A veces las situaciones de tu vida no serán como te gustaría, y tendrás la impresión de que todo te llega a contra dirección,. Forma parte de la vida. La otra parte es que, a veces, todo te resulta favorable. Deja a un lado la pregunta victimista "¿Porque que a mi?. Porque forma parte de la experiencia humana. Deja que la adversidad que sufres tu te conecte con la adversidad que sufre el resto del mundo. Desarrollaras compasión humildad y sabiduría.


Echale Ganas!

 

Echale Ganas!





Todos tenemos que hacer cosas que nos desagradan, en algún punto.Ya sea en el trabajo, en el hogar, en tus estudios o donde te desempeñes, hay tareas que simplemente no nos gustan, no les vemos el sentido o, incluso, no estamos de acuerdo con el punto de vista o con la forma de hacerla que nos han indicado.

Ahora, te propongo que, solo por esta semana, le eches ganas. Ponte las pilas Haz eso inevitable que depende de ti con una sonrisa, con buena voluntad y predisposición, desde aquí hasta el sábado o domingo próximos, como prefieras.

Tu actitud es determinante a la hora de hacer que algo pase rápida o lentamente. De intentar disfrutar todo o parte de lo que te insumirá tiempo. De dejarte fluir y lograr lo que deseas aún antes de lo previsto o que ese lapso te parezca interminable y tedioso. Si te quejas o llevas a cabo lo que tienes que hacer con mal genio o mala predisposición, lo único que estarás haciendo es malgastar tu energía y generar mala vibra el resto del día.

Si alguna vez no entiendes por qué te sientes “envenenado” o de mal humor sin motivo, la razón puede estar radicada allí: en vez de aceptar que a todos nos toca hacer ciertas cosas que nos desagradan, te quejas o estás de mal genio. Nunca conocí a nadie a quien le gustara hacer trámites en dependencias públicas, por ejemplo, pero tomarlos como un paso necesario hacia algo que uno quiere o necesita conseguir es una buena manera de descomprimir lo tedioso que puede resultar el proceso en sí. Asimismo, si hay alguna tarea del hogar que te resulta aburrida, piensa en lo útil que es el resultado para todos los miembros de tu familia mientras la realizas.

Tan sólo durante esta semana, deja de lado la tensión que te produce alguna de esas obligaciones ocasionales o permanentes de solo pensarlas. Abórdalas con tranquilidad, sabiendo que hay un bien final que la justifica (cumplir un objetivo en el trabajo, obtener algo, aportar a la dinámica de tu familia o de tu pareja, evitar discutir, ayudar a quien quieres, etc.) Concéntrate en este objetivo y siente cómo estás acercándote a esta meta mediante lo que te toca realizar.




domingo, 7 de noviembre de 2021

Envejecer es obligatorio, crecer es opcional










No dejamos de amar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de amar.
Existen algunos secretos para continuar jóvenes, felices y exitosos. Es necesario reír y encontrar el humor en cada día.
Es necesario tener un sueño. Cuando se pierden los sueños, uno se muere.
Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ¡no se dan cuenta!
Hay una enorme diferencia entre envejecer y crecer. Si tienes 19 años y te quedas acostado en la
cama por un año entero, sin hacer nada productivo, llegarás a los 20 años.
Cualquier persona consigue envejecer. Eso no exige talento ni habilidad.
La idea es crecer siempre encontrando oportunidades en las novedades. Para eso no se precisa ningún talento o habilidad.
La idea es crecer siempre encontrando la oportunidad de cambiar. No tengas remordimientos.
Los viejos generalmente no se arrepienten de aquello que hicieron, sino de aquellas cosas que dejaron de hacer.
Las únicas personas que tienen miedo de la muerte son aquellas que tienen remordimientos.

jueves, 4 de noviembre de 2021

CERRANDO EL PASADO



CERRANDO EL PASADO
Siempre es bueno saber cuándo se concluye una etapa en la vida.
Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del presente.
Lo importante es poner punto final a los momentos de la vida que se han terminado. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente pensando en los ¿por qué? y tratando de entender lo qué sucedió o no sucedió y aquellas situaciones o circunstancias que ya pasaron y que solo son recuerdos.
Vivir así produce un gran desgaste en tu vida y no solo te afecta a ti, sino a tus seres queridos.
El pasado ya pasó. No esperes que nadie te devuelva nada, no esperes que nadie reconozca tus esfuerzos. Debes liberarte del resentimiento, de las ataduras que traen los recuerdos del pasado. Si no lo haces lo único que conseguirás es no disfrutar del presente y por lo tanto condicionará negativamente tu futuro.
El pasado solo nos debe servir como experiencia, para realizar los cambios necesarios que nos ayuden a superar los inconvenientes que aparecerán en nuestra vida. Hay que dar vuelta la página y vivir con lo que tenemos hoy en nuestras manos, recuerda que Dios tiene un futuro preparado para ti y que depende solo de ti alcanzarlo o quedarte distraído en las cosas del pasado, que dicho sea de paso, no puedes cambiar.
Si andas por la vida dejando las puertas abiertas, cuando deberían estar cerradas, nunca podrás desprenderte del pasado ni vivir el presente plenamente.
Noviazgos, relaciones o amistades del pasado que no acabamos de terminar en nuestra mente. Posibilidades de volver a empezar, necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios fuera de lugar, reacciones, actitudes, malos entendidos… Si puedes enfrentarlos ahora, hazlo, si no, déjalos ir, pasa la página.
Cierra la puerta para siempre, pero no por orgullo, o soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio. Esas cosas ya no forman parte de tu vida.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, pasa la página, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que estás pensando regresar será el mismo que dejaste atrás.
Porque en la vida nada es estático, todo cambia. Es por tu salud mental y amor a ti mismo, que debes desprenderte de lo que ya no forma parte de tu vida.
Recuerda que nada ni nadie son indispensables. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo.
Por lo tanto es tu responsabilidad personal aprender a desprenderte y ser libre.
Muchas veces lo que nos ata, es simplemente costumbre, apego, hábito, necesidad. Así que cierra, corta, vete, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
«Así es la vida y esa es la única forma de acceder a todo lo nuevo que tenemos por delante»

CADA UNO DA LO QUE POSEE



CADA UNO DA LO QUE POSEE
Una persona grosera resuelve hacer un presente a otra persona por su aniversario, pero como en realidad la despreciaba irónicamente mandó preparar una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, porque le daba placer humillar públicamente, mandó entregar el presente, que fue recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradeció y pidió que lo esperara un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.
Tiró la basura, lavó la bandeja, la cubrió de flores, y la devolvió con un papel, donde decía:
“Cada uno da lo que posee”.
Así que, no te entristezcas con la actitud de algunas personas; no pierdas tu serenidad.
Domina tus reacciones emotivas.
Sé dueño de ti mismo.
No arrojes leña en el fuego de tu aborrecimiento.
No pierdas la calma y no cedas a tu impulsividad.
Guardar resentimientos es como tomar veneno y esperar que otra persona muera.
Siempre has de dar las flores que llevas en tu corazón

LA ARROGANCIA



LA ARROGANCIA





Arrogancia también es sinónimo altanería y ambas palabras lo son de soberbia cuando se refiere a un orgullo desmedido manifestado por personas que por posición política, intelectual, social, racial, religiosa o económica se consideran así mismas en una postura por sobre los demás que no son de su clase. Algunos actúan también así inconscientemente impulsados por mecanismos psicológicos de temor a sus propias emociones, a las pérdidas, a la soledad, al compromiso afectivo, etc.



Es probable que muchos de nosotros vivamos estos estados en diversas ocasiones y es más frecuente aún que quienes sean los más lapidarios en condenar la soberbia, sea quienes no la soportan precisamente por verse proyectados como en un espejo, cuya cara les refleja lo que más detestan de su propia personalidad.



Sabios y viejos refranes nos recuerdan a menudo que no obstante el lugar que ocupemos en la vida, todos somos iguales frente al misterio de la muerte, frente al cual ningún privilegio nos distingue; pero más allá de esta humana realidad, cabe detenernos a reflexionar sobre muestra propia reacción cuando observamos o somos víctimas de la soberbia. Es natural desde luego que tales actitudes nos produzcan rabia y a nadie se le puede condenar por ello. El problema o más bien la solución, está en que hacemos con esa rabia. Las posibles alternativas van desde la respuesta también arrogante y descalificatoria, hasta la segregación altanera entre ellos los arrogantes y nosotros los humildes, con lo cual no hacemos más que ponernos en el mismo bando que repelemos. El más sano de los caminos debería llevarnos a manifestar nuestra rabia sin el peso de la prepotencia, sin entrar en escaladas infinitas de agresión. La serenidad no es debilidad. Tampoco es bueno caer en el hoyo negro del “pobrecito yo”, peor aún es empinarnos en el precipicio del rencor donde hemos acumulado toda la rabia reprimida. En definitiva no herir a los otros con la misma arma que tanto nos duele, y abrir así las puertas del circulo virtuoso del respeto mutuo y aceptación de la diversidad que nos enriquece como seres humanos.

Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...