viernes, 6 de julio de 2012

APRENDER A ESCUCHAR


Aprender para escuchar -y me refiero a escuchar en serio- es la cosa más importante que puedes hacer para mejorar lacomunicación en tu vida. 



Es increíble cuantos y que tan variados aspectos de nuestras vidas son controlados directa o indirectamente por nuestra capacidad (o más comúnmente, nuestra incapacidad) de escuchar. 

Nuestras relaciones amorosas atraviesan por problemas de comunicación, todos los días. 
Incluso el consumismo depende de nuestra escucha, la publicidad y las referencias nos ayudan a determinar que comprar y en donde comprarlo. 

¿Qué dices? ¿Eres bueno para escuchar? Odio desilusionarte, pero eso es lo que todos pensamos. Y, como la mayoría de las veces, todos nos equivocamos. 

Hay una gran diferencia entre la escucha ‘pasiva‘ que ofrecemos a otros y la ‘activa‘ que hipócritamente esperamos de los demás. 

La escucha activa consiste en dedicarte a mejorar tus habilidades para escuchar. Y eso incluye ponernos alertas respecto a nuestras reacciones, y más aún sobre nuestras tendencias. 

Oír es fácil. Todo lo que necesitamos es un par de oídos. Todos los tenemos, o al menos la mayoría (una disculpa adelantada a los que no). 
Escuchar requiere de tus oídos y tu cerebro. Desafortunadamente esto no sucede con toda la gente. 

“Pregúntale a un voluntario de las líneas de crisis como es escuchar. O mejor aún, conviértete en uno. Estas personas practican el arte de escuchar diariamente, y haremos bien en seguir sus enseñanzas.” 



Con todo esto, es razonable pensar, que al aprender a escuchar mejor, todos nos beneficiaremos. Es triste el hecho de que la mayoría de la gente de este mundo le gusta hablar más que escuchar. Yo soy así. Es difícil no serlo; la naturaleza y el desarrollo mismo, trabajan juntos para asegurar dicha situación. 
Pero incluso cuando estemos predeterminados para interesarnos sólo en nosotros mismos, no hay razón para no poder aprender a escuchar mejor. 

Como todo en esta vida, mejorar nuestra capacidad para escuchar requiere ir paso a paso. 

1.- Trabaja en tu lenguaje corporal 
Practica mirar de frente a la persona que estás escuchando,mantén contacto visual, incluso podrías inclinarte para estar más cerca de la persona. Es sencillo para tu lenguaje corporal dar la impresión de que no estás escuchando, lucha contra ello dando a la otra persona tu total atención. Si haces esto, las personas responderán de manera muy positiva, ya que les estarás dando lo que todos quieren, un terapeuta gratis. 

2.- Analiza el lenguaje corporal de hablante 
Mientras te mantienes alerta sobre tu propio lenguaje corporal, es importante que también observes el lenguaje personal de la persona con quien hablas, esto es una herramienta poderosa para mejorar tu capacidad de escuchar. Una parte muy importante de ser bueno escuchando es tener la habilidad de empatizar, de hacerte preguntas como: ‘¿Cómo me sentiría yo en esta situación? ¿Podría ponerme en su lugar?’ 
Al concentrarte en su lenguaje corporal, te darás cuenta que tal vez los demás no son tan diferentes a ti después de todo. Cuando eso suceda, la gente comenzará a abrirse más contigo, porque los haces sentir seguros y a la vez, importantes. 



3.- No interrumpas. 
En serio, deja que la gente termine. Si tu odias cuando la gente te interrumpe, ¿en verdad crees que a otros les gusta cuando tú lo haces? Deja de tratar a las otras personas como si no les importara. Incluso si tu crees que no haces esto, mira un poco hacia atrás y examina nuevamente tu tendencia a interrumpir. 

Esto es algo contra lo que he luchado, — y seguiré haciéndolo estoy seguro — por mucho tiempo. Incluso ahora cuando estoy consciente de ello, me encuentro algunas veces interrumpiendo a otras personas. O peor aún, comienzo a ignorarlos porque me concentro sólo en interrumpirlos. 

Cuando otras personas se dan cuenta que los estás invitando a hablar o expresarse, su primer instinto será abrirse más. Es un ciclo recíproco positivo: tu ayudas a la gente convirtiéndote en un recipiente donde vuelcan sus ideas o sentimientos, y de esta forma ellos confiarán más en ti, lo que lleva a mejores relaciones. 

4.- Alentar a otros a hablar 
El Karma funciona igual para escuchar. Si tu alentas a otras personas a que hablen, tarde o temprano verás los resultados de esa acción. Asiente con la cabeza cuando otros hablen, o utiliza palabras como ‘bien‘ ‘continúa‘, etc. Al hacer esto ellos responderán de manera positiva, lo que realmente haces, es recordarles que ellos están siendo escuchados, lo cual significa que apreciarán tu confianza y a la vez tu interés en ellos. 

5.- “Espejo” 
Vuelve a mencionar lo que estás escuchando de la otra persona, pero hazlo con tus propias palabras. O al menos, precede tus respuestas con frases como, “escucho que dices…” o “a mi me parece que tú…”. 
Esto nos ayudará a evitar malentendidos, lo cual es especialmente útil en situaciones potencialmente hostiles. Aprende el momento justo para usar ‘el espejo‘ con los demás. O mejor aún, aprende a hacerlo tan bien que ni siquiera noten cuando lo hagas. Notarás que tus conversaciones se vuelven más envolventes y productivas, cuando le haces saber a la gente de manera ‘literal’ que los estás escuchando. 



6.- Evita las discusiones. 
Por mucho que algunos disfrutemos de discutir, no podemos ir por ahí buscando pelea a cada momento, o incluso involucrarnos en una. Busca catarsis en la moderación y la calma. Si tratas de evitar las discusiones, dejarás de preocuparte tanto por ti mismo y por lo tanto, podrás centrarte en las preocupaciones de los demás, y a la vez te será más fácil comunicarte en igualdad de condiciones. 

7.- Nota los pequeños detalles 
La llave para el corazón de cualquier persona, son los detalles. Los humanos tienen una inclinación natural a los pequeños detalles más que a las grandes cosas. Esto se debe a que los detalles causan más impacto en nosotros -cuanto más sabemos sobre algo, más capaces seremos de empatizar con ello. 
Esto es particularmente cierto para la publicidad. Diariamente somos bombardeados con más de 3000 anuncios diferentes, entonces, ¿cómo es posible que los publicistas hagan notar su producto entre toda esta avalancha de anuncios? Muy sencillo, tratan de agregar un detalle en su producto que nos permita humanizarnos, y a la vez hacerlo más personal. 



8.- No trates de solucionar los problemas de otros (a menos que te lo pidan) 
Muchos somos culpables de tratar de solucionar problemas ajenos, y tal vez yo sea uno de los más culpables en este mundo. Fui criado para se un ‘resuelve-problemas’. En mi familia, el resolver tus propios problemas sin ayuda era motivo de orgullo. Es una forma de probar tus habilidades para enfrentarte a ‘la vida real’. Y eso es genial, hasta cierto punto. Pero al aventurarte a resolver problemas ajenos, deberás tener cuidado de no cruzar la línea, e ir tratando de brindar ayuda no solicitada. 

Todos tenemos problemas. No tiene nada de malo pedir ayuda. Sólo trata de no ir por la vida ondeando tu capa de un super héroe ‘resuelve-problemas’ cada vez que alguien trate de hablar contigo. Algunas veces, la gente solo quiere hablar… y hablar… y ser escuchada. Así que recuerda dejar un poco de espacio en tu corazón y tu cabeza, y moderarte un poco a la hora de ‘estar ahí’ sin tratar de resolverle todos sus problemas. 



9.- No juzgues 
Si alguien no es honesto contigo, es porque probablemente siente que lo juzgarás y lo harás sentir mal. Tal vez en el pasado has caído en este error, si así ha sido, eso debe terminar. Los humanos tenemos un miedo natural al rechazo, así que es vital que brindemos a otros la misma aceptación que deseemos para nosotros mismos. 
Asegurarles a las otras personas que poseemos una mente abierta es una buena forma de evitar juzgar y a la vez establecer una relación de confianza. 



10.- Se honesto 
La honestidad lo es todo. Si antes ge dicho que no hay nada más importante que escuchar, no hagan caso, la honestidad lo es más aún. La verdad engendra verdad, pero ser totalmente honesto a veces puede asustarnos, porque a veces significa confiarle a otros aspectos importantes o privados de nuestra vida. Pero no podemos esperar honestidad, si nosotros mismos nos negamos total y brutalmente a ella. 

Cierto, en algunas ocasiones las mentiras blancas son buenas, o incluso en el peor de los casos son la única y mejor opción, pero en situaciones en las cuales exiges la verdad, sería bueno que comenzaras por decir tu mismo la verdad. No hay sentimiento más bello que el saber que puedes confiar ciegamente en alguien. Bueno, tal vez el saber que alguien puede confiar ciegamente en ti. 



Mantén estas enseñanzas en mente. Ponlas en práctica a diario y cada vez que puedas. No hay cosa que la gente ame más que ser escuchado (realmente escuchado). Tal vez sea por eso que muchas personas visitan a los terapeutas y consejeros. Entre más objetivo, activo y comprometido seas a la hora de escuchar, más productivas y agradables serán tus conversaciones. 

Todo lo que necesitamos es un par de oídos, un cerebro, un poco de esfuerzo y empatía hacia la otra persona. 

Creo que todos podemos con eso 

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