jueves, 25 de octubre de 2012

Teoría de la Subcultura producido por la presión de pares


En el siguiente trabajo acerca de la teoría sociológica, se puede ver que la teoría de la subcultura que explica el comportamiento violento, como producido por la presión de pares.
Además, pude observar que en las teorías de la ecología social que interpretan la ciudad como un marco ecológico en el que la lucha por el espacio acarrea conflictos sociales y un cierto nivel de desorganización social.
Teoría de la Subcultura
Explica el comportamiento violento, como producido por la presión de pares. Si el pertenecer a un grupo da sentido de pertenencia y estatus individual; quien se mete en peleas y utiliza el revólver para intimidar a otros, maneja estos métodos para ganar o reforzar el respeto del grupo y esto puede llevarlo a actuar violentamente.
Esta teoría de entrada resulta interesante porque explica la causa del aislamiento desde otra perspectiva en la población de ancianos, así " ... esta teoría sostiene que las personas de edad avanzada tienen tendencia a interactuar más entre sí que con grupos de edad diferente ... desde que necesitamos tener una autoestima positiva, una comparación con personas muy superiores nos daría una imagen negativa de nosotros mismos.  Esa es la razón por la que buscamos establecer comparación con personas de nuestro entorno similares a nosotros mismos." (ibídem).

Es por ello que se considera que explica el fenómeno que se presenta en la vejez, el aislamiento, el desapego o como se deseé llamarlo, pero el hecho de que el anciano tenga que compararse con sus coetáneos para conservar una buena autoestima, sólo estaría confirmando que el anciano tiene una visión de vida en base al estilo de vida joven una percepción que no debería conservarse en la vejez, siendo que a esta edad se dan otro tipo de habilidades y capacidades.
Así mismo, la teoría de la subcultura, dice que "Los mayores formarían una subcultura aparte, una minoría social, lo que les ayuda a mantener su identidad y una autoestima positiva, pues ello les permite establecer comparaciones de sí mismos con otras personas que están en situación similar a la suya.." (ibídem).  Con lo que suena muy integral y sobre todo saludable, el desapego con la sociedad o aislamiento, pero cabe pensar y reflexionar si esto es natural o realmente es por el rechazo que sufre el anciano por parte de esta sociedad utilitaria de producción y consumo, porque después de todo ¿Por qué muchos ancianos mueren en el total abandono y soledad? o ¿Ahora resulta que eso era lo que ellos querían?.
Crimen de Cuello Blanco
Llamase a este tipo de crimen como de cuello blanco, a los delitos cometidos por ejecutivos o cerebros, que utilizan su poder, el conocimiento y la posición, para convertir su actividad en un modus vivendi. Estos criminales, son mucho más peligroso que los delincuentes comunes, que roban en las calles, o que asaltan a un taxista, también los que violan en complicidad de la noche o amparados por una máscara asaltan un banco. Estos delincuentes comunes, están dispuestos a matar, por conseguir lo que buscan en una víctima. Pero el criminal de cuello blanco, maneja el poder y el dinero, no tiene necesidad de salir a la calle armado con un cuchillo para robar una anciana o un padre de familia desprevenido. Este desalmado planifica sus crímenes en una mesa ejecutiva, en una junta directiva, tiene la capacidad, la inteligencia y al frialdad para desarrollar múltiples estrategias y conseguir sus objetivos al precio que sea, y no duda ni un instante en usar su poder e influencia para eliminar a sus enemigos. Usa la intimidación, el chantaje, la extorsión y el soborno para lograr sus fines.
Este tipo de criminal es un individuo con nombre propio, que desde su lugar de asentamiento llámese “empresa criminal” o “empresa fachada” como hemos anotado anteriormente, maneja los hilos del poder, compra votos para favorecer partidos, compra políticos para cambiar leyes, soborna funcionarios para obtener contratos, la época de las familias mafiosas aun está en vigor, en pleno siglo XXI, aunque la modalidad delictiva ha cambiado mucho. Quizás, Al Capone, los Gamino, los Corleone, tenían mucho mas ética, pues respetaban un código de honor y era el de no atacar a los miembros de las familias o personas inocentes que no estuvieran directamente involucradas en sus negocios.
La diferencia entre aquellos mafiosos de los años 30's en las calles de Nueva York, Chicago o Philadelphia, radica en que los de hoy, son mucho más sanguinarios, no tienen un código de honor, no respetan a sus familias, ni tampoco gente inocente, atacan sin piedad, y lo único que importa es crear el terror y el caos. Hoy en día los “criminales de cuello blanco” tienen alta tecnología, están a la vanguardia de las comunicaciones, tienen actividades globales, para ellos el mundo no tiene fronteras y manejan capitales imposibles de calcular.
Teoría de la “asociación diferencial”
En las teorías de la ecología social, que interpretan la ciudad como un marco ecológico en el que la lucha por el espacio acarrea conflictos sociales y un cierto nivel de desorganización social, el consumo de drogas se inserta en aquellas zonas urbanas donde la desorganización social es predominante y tiene la característica de una conducta aprendida.
Sutherland desarrolla su teoría de la asociación diferencial utilizando las  variables intimidad, frecuencia, duración, prioridad e intensidad, que serían las implicadas en el proceso de aprehensión de la conducta  desviada, resultado de: a) la interacción con otras personas, b) en un proceso de comunicación, c) dentro de un grupo con relaciones personales estrechas.
En contrario de la tesis lombrosiana del delincuente nato, sostiene que la conducta desviada se aprehende, en un plano que comprende las técnicas del crimen y la específica canalización de motivaciones, impulsos, racionalizaciones y actitudes, que se canaliza a través de una cierta evaluación de los códigos legales. Consecuentemente, una gran parte del crimen (aquí el término, igual que en el resto de su obra es utilizado en el sentido de Durkheim, como conducta que ofende los más profundo de la conciencia colectiva), “se debe a la desorganización social... El término “desorganización social” no resulta plenamente satisfactorio y sería preferible sustituirlo por el término “organización social diferenciada”.
Dicha teoría también identifica esta conducta dentro de ciertas zonas de la ciudad, ya que tratándose de un conducta subculturas se aprehende en los grupos sociales que viven en zonas en transición, donde el valor de la renta es considerablemente más bajo. Hay entonces una identificación entre asociación diferencial y marginalidad.
Las prácticas comerciales desleales
Podemos denominar prácticas comerciales desleales a todas las actividades económicas que, por su naturaleza, pretenden obtener beneficios en perjuicio de los clientes, la competencia, el Estado o juicio de los clientes, la competencia, el Estado o sus socios, al margen del libro juego de la oferta y la demanda.
El carácter delictivo o no de las prácticas comerciales desleales tiende a variar sustancialmente de una sociedad a otra, particularmente de acuerdo al sistema socioeconómico, al nivel de desarrollo económico y a las características culturales de cada nación.
Esta teoría resultó muy útil para el estudio de las bandas que controlaron el crimen organizado en las décadas del ´20 y el ´30, sobre todo en la zona de Chicago, e inclusive para hacer luego comparaciones organizacionales entre el gran industrial y el “boss” del sindicato del crimen, ya que ambos sujetos de análisis tenían bajo su mando o control una organización burocrática. Sus cabezas visibles cumplían lícita o ilícitamente con el “american dream”, la escolarización aparecía como variable y la protección de la familia sentaba las bases para su consideración como célula social básica..
Pese a que ha sufrido algunas modificaciones, esta teoría en los noventa no brinda explicación, porque la asociación diferenciada tiene lugar, si es que tiene lugar, también en zonas residenciales. No puede explicar por qué personas que han vivido en la misma zona, tienen los mismos contactos y el mismo nivel de estratificación no pertenecen al mismo sistema delincuencial (caso típico de las familias con un miembro drogadicto) ni tampoco han resultado fáciles de verificar las variables implicadas en el proceso de aprehensión.
Howard Becker (1971), con su teoría de la etiqueta, aparece muy vinculado con estas posiciones: sociedad y sujeto retroalimentan una “carrera” desviada, en la que el sujeto aprende y la sociedad ratifica la identidad adquirida en el proceso de aprendizaje individual.
Esto traería como consecuencia o posibilidad la existencia de un grupo desviado, pero organizado, en el seno de una sociedad donde la desorganización aparece como pauta de “normalidad”.
David Matza (1981) hace su aporte desde la etnometodología, tratando de integrar los valores al proceso de desviación social, y llega a la conclusión que en la adopción de comportamientos desviados habría, entonces, una conducta adoptada por elección o afiliación. Desde la óptica de fin de siglo, independientemente de su posible valor teórico, todas estas teorías sobre la desviación tienen un problema esencial, porque ya  no sirven para dar respuestas a las sociedades de los ´90,    (que atravesaron  “e intentan sobrevivir” a la expansión del consumo), ya que están impregnadas de la retórica de los años ´70 con un discurso permisivo, más enfrentado con la autoridad familiar que con situaciones concretas de criminalidad organizada a nivel transnacional (Gouldner 1970).
Teoría de la Anomia
Fundamentación de Durkheim
E. Durkheim fue el fundador de la escuela francesa de sociología, es uno de los pocos clásicos de la Sociología y de las Ciencias Humanas que no han cesado de ser citados y criticados copiosamente.
Grandes Objetivos:
Considerar los hechos sociales como cosas, estudiarlos de manera positiva, como se tratan las cuestiones técnicas, biológicas o médicas.
Estudiar la vida social de manera normativa, como se tratan las cuestiones filosóficas, morales y religiosas
Se preguntó, dentro de su objeto de estudio, qué hacía cohesionar la sociedad, qué la hace un todo, un conjunto; entendiéndola como un ente independiente de los individuos y sujetos que la componen. Observó que la criminalidad existe en todas las sociedades, así que si existe en todas, alguna función social tendrá. Así llegó a uno de sus más innovadores postulados: la criminalidad, en general, no sólo cumple funciones negativas en y para la sociedad. Alguna positiva?
Así llegó la divulgación de su obra sobre la división del trabajo social de 1893 y posteriormente la del suicidio con el propio concepto de Anomia. Para él consiste en la pérdida de referencia de la norma. Así vemos que la línea que separa el delito de lo permitido queda establecida y delimitada por las normas. Si su referencia social no está clara, o está duplicada, y/o diferenciada o contradictoria, el futuro delito será llevado a cabo debido a que la inercia, fuerza o presión que lo lleva hacia éste, no está suficientemente retenida o disuadida por la norma.
Desde estos extremos y dentro del marco de la sociedad con tendencia o presión que puede llevar a la anomia, Durkheim llega a la conclusión de que el crimen no puede eliminarse. La criminalidad debe mantenerse bajo el mínimo nivel de Anomia. De esta manera, llega a su segunda aportación importante: no es bueno querer acabar con el crimen.
La anomia durkheimniana ve la delincuencia como algo coyuntural que se desenvuelve de forma puntual.
Planteamiento de Mertón
Robert Merton a partir de su clásica definición de la anomia, genera un cambio sustancial en la consideración de la desviación. La conducta desviada es la respuesta “normal” a ciertas presiones sociales y no como aparecía en épocas anteriores, debida a la irrupción de impulsos biológicos o de instintos mal reprimidos por socialización deficiente. Para ello señala dos elementos constitutivos fundamentales: a) la estructura cultural; b) la estructura social.
En la estructura cultural pueden distinguirse las metas o aspiraciones, socialmente institucionalizadas, que respetan una ordenamiento basado en prioridades; y los medios, que establecen las formas legítimas para conseguir las metas. Sintetizando su pensamiento, Merton explica que "mi hipótesis central es que la conducta anómala puede considerase desde el punto de vista sociológico como síntoma de disociación entre las aspiraciones culturalmente prescritas y los caminos socialmente estructurales para llegar a dichas aspiraciones".
El consumo de drogas sería para la teoría maratoniana, ejemplo típico de las teorías de alcance medio, por una parte una respuesta normal a determinadas presiones sociales y por la otra, una respuesta de tipo adaptativa frente a metas-éxito culturalmente definidas y medios institucionales insuficientes para alcanzarlos. Esta conducta tendría entonces la característica, sea por renuncia o por retraimiento, ante las presiones y exigencias sociales.
En definitiva, los desviados de esta categoría "configuran una cultura, un modo de vida organizado alrededor de la droga que legitima su status". La crítica básica que se puede hacer a estas teorías es que no todos los usuarios de drogas responden al modelo explicativo.
Teoría de la técnica de neutralización como integración y corrección de la teoría de la subcultura
La teoría de las técnicas de neutralización se enunció en su tiempo en el campo de la delincuencia juvenil como una reacción frente a la posición de Albert. K. Cohen, quien pretendía ver en ella una simple inversión de los valores dominantes en las clases medias, con lo cual asignaba muy poca creatividad valorativa a los estratos sociales más desfavorecidos de la sociedad.
Esta teoría debe considerarse un ulterior desarrollo de la teoría de Sutherland, en el sentido de que la conducta criminal es resultado de un proceso de aprendizaje.
Partía de la observación de que los infractores respondían a las demandas de la sociedad amplia y no pretendían introducir un nuevo sistema normativo ni eran parte de una subcultura con un sistema completo de valores. Reconocían también límites valorativos que se traducían en selectividad victimizan te (no robar en el propio barrio, no hacerlo a la iglesia de la misma religión, etc.) y afirmaba que no es verdad que los infractores juveniles no experimentan sentimientos de culpa o de vergüenza en algún momento y tampoco que considerasen inmorales a quienes se someten a las reglas y valores dominantes.
Señalaron que ignorar los vínculos de los infractores con el sistema de valores dominante importaba reducir al joven delincuente a un gánster duro en miniatura, es decir, acabar haciendo una caricatura y no una descripción.

Los Delitos de Cuello Blanco
A diferencia de los delitos llamados callejeros, ya comentados, los delitos de cuello blanco son aquellos que usualmente son perpetrados sin violencia, en una atmósfera más o menos protegida, desde el hogar o la oficina. Se trata, por lo demás, de delitos que son cometidos mayormente por individuos de las clases medias y altas de la sociedad.
Entre las características principales de los delitos de cuello blanco, se encuentran, además, las de ser cometidos usualmente por personas con cierto nivel de instrucción y adiestramiento previos, y la existencia de algún tipo de relación económica de los delincuentes con sus víctimas.
Sobre la frecuencia e importancia de esos delitos, los clásicos estudios de Sutherland revelaron que hasta el 995 de los sujetos confesaron haber cometido uno o más de los delitos reconocidos por el código penal, susceptibles de merecer una pena máxima de no menos de un año de reclusión; y el valor envuelto en estos superaba con creces el que producían los delitos callejeros.
Los delitos de cuello blanco pueden clasificarse en cuatro grupos fundamentales, a saber:
a) las acciones fraudulentas
b) las prácticas comerciales desleales
c) los delitos pasivos
d) la corrupción gubernamental
Las acciones fraudulentas
Bajo este título se incluyen todas aquellas actividades delictivas que se caracterizan por el engaño a personas físicas o morales. Se trata de conductas dirigidas a obtener lucro por medios ilegítimos en perjuicio de otros, que por lo general se basan en el cálculo racional de riesgos y beneficios, en el sentido de que no serán descubiertas o no podrá probárseles o perseguírselas legalmente por tales prácticas; o acaso por las posibilidades de sobornar a las autoridades, una vez descubiertas.
Pero, independientemente de este carácter racional del delito de fraude, es evidente que éstas prácticas tienen que ver también con los valores éticos prevalecientes en las capas de la sociedad donde se desenvuelven tales acciones.
Sin embargo, no puede negarse el carácter sicopático que puede adquirir tal conducta, que puede ser el producto de manifestaciones obsesivo-compulsivas, o bien como producto de ideas sobrevaloradas de grandeza o infalibilidad, y las debidas a estados de agitación maníaca.
Entre las variantes más conocidas de estas prácticas fraudulentas, podemos contar las siguientes:
a) la estafa
b) el dolo
c) el abuso de confianza
d) la falsedad
e) la fullería
f) la evasión fiscal
La estafa, se caracteriza por la obtención de lucro por medio de la simulación o el engaño.
El dolo, se refiere a todas las acciones o contratos que se realizan con intención maliciosa de confundir o engañar a la otra parte, en provecho propio.
El abuso de confianza se produce cuando se usan n beneficio propio bienes y rentas que han sido colocados bajo la custodia del delincuente.
La falsedad, es un tipo de fraude que consiste en alterar la verdad o la identidad, con el propósito de beneficiarse a costa de otros. Puede tratarse de falso testimonio en interrogatorios o procesos judiciales de testigos reales o supuestos; de falsedad en declaraciones o legalización de documentos por parte de funcionarios que tienen fé pública, como son los policías y los notarios, de falsificación de documentos, tales como billetes de banco, contratos, títulos, certificados, boletos y otros valores, con el fin de beneficiarse de los bienes y servicios que se obtienen con dichos documentos; o la usurpación de funciones o de la personalidad de otros individuos, mediante documentos o testimonios falsos, o bien con la ayuda de disfraces.
La fullería se refiere al engaño de que son objeto los sujetos en los juegos de azar o por apuestas, o cuando se deja de pagar por bienes y servicios recibidos, confundiendo a las víctimas, o evitando ser detectados por sus acreedores.
La evasión fiscal, finalmente, se caracteriza por dejar de pagar los impuestos que le corresponden, de acuerdo a las leyes impositivas, sea por no declarar los ingresos y bienes que se posean, por subvaloración de los mismos, o sobrevaluación de los gastos deducibles para fines de impuestos.
Las prácticas comerciales desleales
Podemos denominar prácticas comerciales desleales a todas las actividades económicas, que por su naturaleza, pretenden obtener beneficios en perjuicio de los clientes, la competencia, el Estado o sus socios, al margen del libre juego de la oferta y la demanda.
El carácter delictivo o no de las prácticas comerciales desleales tiende a variar sustancialmente de una sociedad a otra, particularmente de acuerdo al sistema socioeconómico y a las características culturales de cada nación. Pero son más variables aun los niveles de persecución real de estos delitos cuando son calificados como tales, ya que a éstos están vinculados a menudo representantes de poderes fácticos, tales como la policía, las fuerzas armadas, los jueves, los políticos, etc.
Entre las prácticas comerciales consideradas desleales podemos citar las siguientes:
a) el monopolio y prácticas a fines.
b) el mercado negro
c) las ventas subvaluadas
d) el contrabando
e) la usura
f) la violación de la propiedad intelectual
El monopolio se refiere al manejo con carácter exclusivo de determinados bienes o servicios, en favor de una persona o empresa, sea en su producción o su distribución. Puede tratarse también de una zona, región, país o grupo de países.
Los monopolios pueden establecerse en beneficio de una persona, una familia, un grupo social o una nación entera, como también mediante una combinación de éstos factores.
Cuando se trata de varias empresas independientes que controla un mercado, se llama oligopolio, y si se trata de varias empresas combinadas que se complementan y coordinan, se trata de un cartel.
Los monopolios y las prácticas afines se pueden constituir a través de la acción política del Estado, por medio del control de insumos claves, de tecnologías más eficientes, en virtud de mercadotecnias agresivas, de la intimidación o compra de los competidores, o por una mezcla de algunos de estos elementos, por lo que no constituyen necesariamente delitos en un país determinado.
Si bien pueden argumentarse en favor de los monopolios razones de estrategia polítioca o económica, tales como evitar la dependencia económica foránea, favorecer el desarrollo industrial local o la economía de escala para reducir los costos, es evidente que los mismos se prestan a los precios de los productos, lo que va en perjuicio de la ciudadanía.
El mercado negro consiste en el comercio con bienes y servicios escasos a precios superiores a los fijados por los suplidores regulares o el gobierno. Se manifiesta más comúnmente en situaciones de crisis político-militar, económica o social, caracterizadas por el desabastecimiento de productos o servicios esenciales, o de particular interés para los sectores socio-económicos superiores. También en ocasión de grandes eventos deportivos o artísticos y eventos ocasionales.
Cuando este mercado es permitido o tolerado por las autoridades, se habla más bien de mercado paralelo, donde la diferencia en el precio sólo hace compensar las molestias y limitaciones momentáneas del mercado regular.
Estas crisis de abastecimiento, desde que son capaces de generar pingues ganancias a quienes “administran” la escasez, pueden ser provocadas intencionalmente por éstos, a través del acaparamiento, de la exportación de parte de la producción, la reducción de la misma o incluso su destrucción particularmente de la que pertenece a la competencia.
En otras ocasiones, el mercado negro se nutre de productos, servicios o divisas provenientes de otros mercados cuyos traficantes pueden obtenerlos como subproductos de sus propias operaciones, lícitas o ilícitas.
Las ventas subvaluadas, es decir, por debajo del costo de producción de una empresa, es una práctica comercial que se utiliza como una vía de salir de inventarios acumulados, de absorber nuevos mercados, de producir a una escala superior al mercado presente, para reducir los costos o de arruinar a los competidores con menos fortaleza financiera en el curso de una guerra de precios. Cuando esta subvaluación se hace con relación a otro mercado en que se vende a precios más altos, se denomina “dumping”.
Se trata de una forma de comercial usual, que sin embargo tiene restricciones y prohibiciones concretas, particularmente en los países industriales de capitalismo desarrollado, por las consecuencias nefastas que tiene para el libre mercado y el desarrollo de una economía diversificada.
El contrabando consiste en la introducción libre de impuestos y otras limitaciones, de productos de consumo local que por su naturaleza, generan ganancias superiores a las que se obtienen, haciéndolo por la vía legal, o porque no pueden obtenerse de otra forma, por estar su importación prohibida o limitada a la generalidad de los individuos. Aun cuando algunas de las actividades propias del contrabando son más bien de otro tipo, lo esencial del mismo como práctica comercial ilegítima nos permite introducirlos en esta categoría.
El contrabando es un factor de distorsión de la economía que afecta la competividad de los productos locales, a los comerciantes que importan y venden productos introducidos regularmente en el mercado, que en última instancia lesiona la disponibilidad de productos de mayor necesidad para el desenvolvimiento de esta economía.
La usura es un delito caracterizado por la concesión de préstamos en efectivo o en naturaleza, a cambio del pago de intereses sustancialmente por encima de la tasa establecida como legal en una sociedad dada. El “garrotero”, como se le llama a menudo, explota habitualmente a aquellas personas que están en apuros económicos, a causa de problemas personales, familiares o de negocios de solución inmediata y que no poseen acceso a los mecanismos de financiamiento de tasas regulares; por falta de garantías o relaciones comerciales que lo permitan. En otros casos las víctimas de la usura son personas que se dejan atraer por vicios o aventuras costosas que deben pagar caro por su obtención.
La violación de la propiedad intelectual consiste en el plagio o apropiación de la autoría de obras científicas, literarias y artísticas; o bien el uso no autorizado de bienes intelectuales (piratería), tales como oras literarias y artísticas, marcas de fabrica, tecnologías, programas para computadoras y otras modalidades del quehacer industrial, comercial, científico o artístico legalmente registrados, particularmente para fines de beneficio económico o de prestigio personal.
Aun cuando desde el pasado se ha estado realizando esfuerzos en los niveles nacional e internacional para proteger la propiedad intelectual y los nombres comerciales, todavía resulta difícil evitar el plagio y la adulteración de marcas de fábrica o nombres comerciales; lo que ha enriquecido a numerosas corporaciones, hombres de negocios y aun naciones enteras.
Sin embargo, con la creciente globalización de la economía y los acuerdos multilaterales y bilaterales de comercio que contienen cláusulas muy rígidas contra las violaciones a la propiedad intelectual, éstas han comenzado a declinar en todo el mundo.
De hecho, desde mediados de los años cincuenta, la fabricación de imitaciones y el espionaje tecnológico desde países industriales avanzados, ha ido sustituyendo en importancia al espionaje político sustituyendo en importancia al espionaje político y militar; en tanto que las copias no autorizadas de libros, discos, audio-casettes y cintas de video y programa de computadoras, con manifestaciones de la vida diaria en casi cualquier país del mundo, aun cuando en Europa Occidental se trata de una actividad en general limitada a grupos marginales.
Los Delitos Pasivos
Este grupo de delitos de cuello blanco tiene en común el rasgo de que los autores no tienen participación directa en los hechos considerados, sino más bien se hacen pagar su silencio o falta de diligencia para evitar la comisión de actos ilegales o dañinas para los demás. Se trata pues de delitos por omisión o por mera cooperación directa o indirecta con la acción delictiva propiamente dicha, que esta menos sujeta a riesgos y tensiones emocionales intensas; por lo que esta modalidad es mas propicia para individuos débiles de carácter o son mayor iniciativa personal.
Dentro de estos delitos, se destacan los siguientes:
a) el chantaje
b) el cohecho
c) el silencio culpable
d) la difamación e injuria graves
e) el sabotaje económico
f) la lenidad
g) la negligencia profesional
El chantaje consiste en la amenaza de denunciar algún delito cometido por otro, de difamar o de causarle algún otro daño a su víctima, a fin de obtener dinero u otro beneficio, a cambio de su silencio o inactividad.
Se trata de un delito le implica a menudo el continuo hostigamiento y tensión emocional de las víctimas, ya que generalmente es posible reincidir en las amenazas y las exigencias de dinero u otros valores.
El cohecho es lograr que se haga lo indebido o que se deje de hacer lo que es debido, de acuerdo a la ley, a base del soborno o de entregar dádivas a los funcionarios encargados de tomar o ejecutar decisiones de interés para los sujetos de que se trata, o para quienes los emplean.
El silencio culpable equivale a callar la denuncia de una infracción cuando se trata de un asunto bajo su responsabilidad, o cuando hay de por medio un delito del que se ha sido testigo presencial y se está obligado a testimoniar en razón de su cargo.
La difamación y la injuria grave consisten en la transmisión de informaciones y juicios falsos, total o parcialmente, con la intención de desacreditar a personas físicas o morales, que las expone a padecer daños materiales y sociales diversos.
El sabotaje económico es un comportamiento dirigido a hacerle daño a una persona, empresa o entidad social, que puede consistir en trabajo a desgano, o bien dañar sus instalaciones, productos o distribución, a través de medios que no implican necesariamente la violencia física sobre las víctimas.
La lenidad es, en esencia, el actuar con debilidad para hacer cumplir deberes o castigar a los culpables de cometer ciertas faltas, cuyo cumplimiento está bajo su responsabilidad como funcionario, juez u otra calidad similar.
La negligencia profesional, finalmente, equivale a hacer abandono o realizar un bajo cumplimiento de tareas que corresponden a la posición o rol social que se ostenta en una sociedad o grupo determinado; más particularmente, cuando se trata de profesionales y técnicos a quienes se supone calificados para efectuarlas.
CONCLUSIÓN
Al concluir este trabajo acerca de lo que son las teorías de la subcultura también pude interpretar a lo que se le llama crimen de cuello blanco, que son los delitos cometidos por ejecutivos, o cerebros, que utilizan su poder, el conocimiento y la posición en su poder, para convertir su actividades en un modus vivendis.
Estos criminales son más peligrosos que los delincuentes comunes.

El comportamiento humano



En primer lugar hay que advertir que el hombre nace mucho menos preparado para la vida que los demás animales.
Falta el revestimiento de pelo y por tanto, la protección natural contra la intemperie; faltan los órganos naturales de ataque y una formación corporal apropiado para la huida; el hombre es superado por la mayoría de los animales en la agudeza de los sentido; tiene una carencia, mortalmente peligrosa para su vida, de auténticos instintos y durante toda su época de lactancia y niñez está sometido a una necesidad de protección incomparablemente prolongada.
Según estos datos, es evidente que el hombre, tan mal dotado biológica mente ya hace mucho que hubiera debido parecer. Sin embargo, ha sucedido lo contrario: ha dominado la naturaleza ha sucedido lo contrario: ha dominado la naturaleza ha sometido a los animales y se ha constituido en señor de ellos. ¿como explicar este hecho? ¿ Qué hay en el hombre que, a pesar de sus graves deficiencias biológicas le permite ser el rey de la creación?
Precisamente porque el hombre nace como un ser indigente e inacabado, más aún, siempre está inacabado, tiene que recurrir continuamente a una praxis de auto - defensas, de auto formación y de auto superación.
Los animales nacen especializados y por eso determinados por la naturaleza, el hombre se hace así mismo utilizado de modos muy distintos, las realidades naturales .
El hombre tiene una praxis inteligente, es decir, que conoce lo real en cuanto real y puede organizar los medios al fin, de diversas maneras, entre las cuales elige una.
El mundo animal está programado desde su primera célula y cumplirá el destino, inexorablemente guiado por los instintos y las circunstancias. El mundo del hombre nunca está terminado.
La realización del hombre no se desarrolla y se logra por sí misma como en los animales, sino por un esfuerzo continuo de aprendizaje, reflexión y voluntad libre. Experimenta una continua tensión entre lo que es y lo que quiere ser.

El animal está vinculado a su entorno. Entorno en el que encuentra satisfacción a sus estímulos y eso le basta. Es verdad que el hombre también busca la satisfacción de sus instintos pero, al mismo tiempo, se hace cargo de mucho mas, conoce otras muchas realidades y se interesa por ellas aunque no le sean útiles ni le proporcionen una satisfacción.
Para la ardilla no existe la hormiga que sube por el mismo árbol. Para el hombre no solo existen ambas sino también las lejanas montañas y las estrellas, cosa que desde el punto de vista biológico es totalmente superfluo.
El animal capta y conoce una parte del mundo lo que necesita del mundo, y eso es para él "Todo el mundo". El hombre está abierto a todo el mundo, o mejor, a todo el ser.


Esta propiedad significa además que el hombre sujeto, y en cuanto sujeto, puede distanciarse del objeto, comprenderlo como objeto, como realidad distinta del mismo. Más aun, puede pensar y valorar el objeto no sólo como útil para sí, sino también de manera selectiva o aun desinteresada. Por eso puede frenar sus instintos, contradecirlo
Y lo que más, sublimarlos y darles una orientación altruista, por ejemplo. El hombre es el único ser que puede decir "yo" y ver el mundo como "no yo" y puede decirlo precisamente cuando, como sujeto, entre en relación con los objetos mundanos, o con otros sujetos a los que también capta como realidades distintas de él y con las que, sin embargo, entra o puede entrar en relación real.
El hombre se remite a si mismo. Es una experiencia radical que expresamos con el pronombre "yo" cada uno de nosotros se experimenta como yo único singular e irrepetible. Singularizado por sus caracteres biológicos y psíquicos adquiere poco a poco una personalidad original que le distingue de todos los demás y que, por el conjunto de sus opciones, asume la responsabilidad de su propio destino. Por eso, podemos decir "yo pienso", "yo quiero", "yo sufro", etc.


El hombre concibe el espacio no de manera inmediata sino mediante un proceso mental, complejo y difícil, el hombre llega a la representación de un espacio abstracto, homogéneo, indefinido, totalizarte, sobre cuya naturaleza han elucubrado mucho los filósofos. Y también el hombre no vive sólo el ahora, porque su presente "está cargado del pasado y henchido de porvenir" es plenamente consiente de la continuidad y de la totalidad de su vida. Por eso piensa en la muerte y la previene todo ello es impensable en el animal.
Precisamente porque el existe humano está transitado de temporalidad y porque el hombre conoce, piensa, reflexiona sobre el pasado, el presente y el futuro, y hasta cierto punto puede orientar lo o dominar lo  decimos que el hombre es un ser histórico., los animales no tienen historia, ni les interesa. Repiten indefinidamente los ciclos que les impone la naturaleza, y si alguna vez cambian por una mutación genética, ésta es independiente de sus decisiones, es totalmente inconsciente en ellos.


Uno de los fenómenos más característicos y especificativos del hombre en cuanto hombre es su función simbolizadora es la capacidad que tiene el hombre y, sólo él, de expresar muchas realidades bajo formas simbólicas.
Los símbolos son signos convencionales y, por ello, sólo pertenecen al mundo humano. El símbolo, viene pues, a identificarse con un signo arbitrario, una realidad que por convención admitida, remite a otra.
Es evidente que los hombres somos creadores de símbolos, es decir, que conocemos realidades inmediatamente como son en sí, pero que hay otras que sólo las conocemos o nos las representamos mediante signos convencionales o sistemas de símbolos.
El hombre no vive solamente en un universo físico como el animal, sino en un universo simbólico toma conciencia de sí a través de símbolos. Una clase social, una nación, adquieren conciencia de sí por sus símbolos (la hoz y el martillo, la bandera, etc) el hombre ha encontrado la manera de conocer y expresar realidades que se hacen inteligibles para todos mediante símbolos, ya que el símbolo se hace presente, de algún modo, lo simbolizado.
Algunos animales tienen también ciertas expresiones de rabia, de terror, de ganas de jugar, de satisfacciones etc. pero con ellas sólo expresan emociones subjetivas, nunca designan ni describen objetos, en cuanto conocibles, no dan paso del lenguaje afectivo al lenguaje proposicional, de lo subjetivo a lo objetivo. Los animales tienen algunos signos pero carecen de símbolos propiamente dichos.,

Sin duda el sistema simbólico más como ejemplo y al mismo tiempo más humano, es el lenguaje. Se ha estructurado mucho la comunicación entre animales, y también el "lenguaje" animal.
 El lenguaje es consecuencia de la capacidad de simbolizar y está es a su vez consecuencia del pensamiento reflexivo y relacionado exclusivo de la razón humana.
El lenguaje potencia el pensamiento pero sin el pensamiento nuca hubiera habido lenguaje. Sólo el ser autoconsciente, capaz de reflexión, capaz de estar presente a si mismo, puede distinguir entre realidad y símbolo, puede relacionar ambos y crear ese conjunto maravilloso de símbolos convencionales pero transparente que son las palabras. Para hablar hace falta conocer realidades distintas o distinguibles del sujeto cognoscente en cuando cognoscente. Por eso, el animal no habla porque recibe estímulos y reacciona a ellos pero no conoce refleja-mente realidades en cuanto distintas o distinguibles del sujeto.
En las palabras toma forma sensible la idea o representación inteligible o racional, se hace así presente a la conciencia humana y, lo que es aún más asombroso, el conjunto de palabras que forma el lenguaje puede ser transmitidos a los demás.


Otra de las funciones simbólicas más características del hombre, y a las que ciertamente no alcanzan los animales, es la expresión artrítica de la belleza y su contemplación.
El arte puede ser imitación de la naturaleza, como lo es en la pintura costumbrista o en la del paisaje natural, pero con más frecuencia es una idealización, un intento de perfeccionar la naturaleza y de construir lo que ella no construye, de trascenderla hacia formas en las que se exprese una armonía, una perfección superior que sólo la mente concibe e intenta plasmar después en el mármol, en la tela de la música o en la poesía.
Es verdad que el arte no es sólo expresión de la belleza porque a veces puede ser expresión de sentimientos sublimes o trágicos, alegres o dolorosos, pero siempre requiere una intuición del artista que sabe plasmaren el lienzo, en el mármol, en notas musicales, en gesto teatrales, o en palabras, el sentimientos profundos y bello con el que los demás se sienten identificados o conmovidos. Si de laguna manera no hay belleza no hay arte en sentido escrito. Habrá técnicas que es otra cosa.
En toda creación artística encontramos une estructura tecnológicamente definida: se busca expresar la belleza, transmitir un sentimiento, encarnar una idea, provocar una impresión de proporción y ritmo. El artista es un descubrimiento de las formas que luego intenta sensibilizar. Loenardo de Vinci habla de la finalidad de la pintura y la escultura como un saper vedere la forma, en el sentido griego del término para luego hacerla sensible.


En la riquísima variedad de definiciones sobre la Cultura que en todas la épocas se han formulado, encontramos en todas ellas un "común denominador", en unas explícito y en otras implícito: el cultivo por el hombre de todo lo humano.
Ya su raíz etimológica - colere; cultivo - nos indica que es precisamente la acción del hombre sobre la naturaleza para fomentarla y perfeccionarla, lo que conforma el mundo de la cultura. Toda la naturaleza es susceptible de cultivo; así por ejemplo, la tierra sin cultivar en estado "natural", da frutos, pero la tierra cultivada - agricultura - da más y mejores frutos. Sin embargo, el sentido más profundo y esencial de la cultura está en el cultivo y perfeccionamiento de la naturaleza humana, en el desarrollo y actualización de las capacidades y aptitudes del hombre. Y es el hombre cultivado - en mayor o menor grado - quien, por su actividad dirigida a perfeccionar la naturaleza exterior crea las obras culturales, que a su vez ayudan a otros hombres a cultivarse, formándose así un "círculo virtuoso".
De este modo encontramos que el ancho mundo de la cultura existen dos realidades que es preciso distinguir: la cultura subjetiva o personal y la cultura objetiva o real, ambas interdependientes pues, como decía Ortega y Gasset, "el hombre cultiva y humaniza el mundo para cultivarse y humanizarse así mismo".


Si la cultura brota del espíritu del hombre y, al mismo tiempo es el hombre el destinatario de la cultura, resulta obvio que la vertiente más importante, profunda y esencial es la "cultura subjetiva".
Juan Pablo II dice al respecto: "La cultura es aquella a través de la cual el hombre, en cuanto hombre, se hace más hombre, "es" más, accede más al "ser". En esto encuentra también su fundamento la distinción capital entre lo que el hombre es y lo que tiene, entre el ser y el tener. La cultura se sitúa siempre en relación esencial y necesaria a lo que el hombre es, mientras que la relación a lo que el hombre es, mientras que la relación a lo que el hombre tiene, a su "tener", no solo es secundaria, sino también relativa. Todo el "tener" del hombre no es importante para la cultura, ni es factor creador de cultura sino en la medida en que el hombre, por medio de su "tener", puede al mismo tiempo "ser" más plenamente hombre".
La "Cultura subjetiva" o "cultura personal" tendrá siempre una dimensión de interioridad al hombre, e inicia "de cero" en cada persona pues, "cada niño al nacer, es un niño de la edad de piedra"
Es por ello que Juan Pablo II recuerda que "la primera y esencial tarea de la cultura en general, y también de toda cultura, es la educación. La educación consiste, en efecto, en que el hombre llegue a ser cada vez más hombre.. que el hombre sepa "ser más " no sólo "con los otros", sino también "para los otros".
Efectivamente, la intima relación existente entre la educación y la cultura es de capital importancia. En esta relación nos encontramos con un hecho fundamental: en la base de cada cultura existe una conceptualización precisa del ser humano, y como "en definitiva son los hombres lo que educan a los hombre", de la respuesta que el propio hombre de a la pregunta ¿qué es el hombre? Dependerá la configuración esencial de su cultura.

La Cultura Objetiva (o Real)
El hombre interiormente cultivado necesariamente refleja su espíritu en el mundo exterior, en los objetivos producidos por su actividad; esto es lo que constituye la "cultura objetiva" o "cultura real". A diferencia de la cultura subjetiva, la cultura objetiva no inicia "de cero"; por su característica de exterioridad es heredable.
Como realidades objetivas concretas surgidas de las manos del hombre, las obras culturales se incrementan de generación en generación, formándose así el "patrimonio cultura" de un pueblo, de una nación, de toda la humanidad; es por ello que la cultura objetiva tiene más "volumen" que la subjetiva, aunque esta última sea su origen y su finalidad.
De igual forma también son expresiones de la cultura objetiva: la ciencia, la técnica, la economía, la política, el derecho, la moral y la religión; y corresponde designar como civilización a: los laboratorios y universidades, las máquinas, los mercados, los sistemas de gobierno, los tribunales, las normas éticas, los templos y ritos.


El fenómeno de la ciencia es otro exclusivo del ser humano; sólo el ser humano ha sido capaz de alcanzar saberse ciertos, objetivos, universales y sistemáticos sobre la realidad, sobre todas las áreas de la realidad, ya sea de naturaleza física, como en las ciencias naturales, por ejemplo en física o química; o sobre las realidades humanas; como en las humanidades y ciencias sociales, por ejemplo los logros en filosofía, psicología o en antropología.
El hallazgo científico es un avance impresionante de la humanidad; el haber logrado leer en las estructuras de la naturaleza, haber conseguido formular enunciados teóricos leyes o principios que en verdad reconocen el orden y las relaciones existentes en las dimensiones de la realidad; el haber encontrado los principios lógicos y las causas de los fenómenos, haber encontrado muchos de los secretos de la Naturaleza y con ellos lograr cierto dominio sobre ella; todas son hazañas colosales que demuestran el poder dela inteligencia humana y su afán de búsqueda incesante; el progreso científico no ha cesado; es inherente a la humanidad; el progreso es fruto de la ciencia; las abejas viven en panales desde que el hombre habitaba en cavernas, peor hoy en día el hombre puede construir casas confortables e incluso edificios inteligentes y s abejas siguen construyendo panales. Podemos decir que la ciencia creada por el hombre le proporciona la seguridad de un mundo que se mueve con leyes constantes; y la gran hazaña científica es muestra de la superioridad de la raza humana.


La Ética

La preocupación moral es el cuestionamiento del hombre sobre lo que debe ser y hacer; es decir, a cerca de su coherencia de vida. La vida humana gira en torno a la ética por simple naturaleza. Suele definirse a la ética como la ciencia que versa acerca de la rectitud de los actos humanos partiendo de os últimos principios de la razón.
Se tiene datos de que el hombre ha comenzado a distinguir entre el bien y el mal moral por lo menos desde hace cuatro mil año, según lo muestra las inscripciones sepulcrales egipcias del tercer milenio antes de Cristo.
Aristóteles fue el primer filósofo que escribió no uno sino cuatro tratados sobre la ética.
La dignidad de la persona (ser persona es ser con dignidad) se confirma y se desarrolla a través del comportamiento humano, por eso es necesario además de hablar de una dignidad personal hablar de una dignidad moral.
La moral no es complicada, sino  precisa y brota de la estructura y dinámica de los actos humanos.
Al bien moral está ligada una obligación, que no se reduce a cumplir reglas. El comportamiento moral es la respuesta que le doy a un bien.
El hombre siempre se ha preocupado por las grandes cuestiones del bien y del mal.
Los conflictos éticos o morales acompañan la existencia humana desde antes del nacimiento hasta la muerte.
El único ser que por ser libre es sujeto de un actuar ético u opuesto al deber ser es el ser humano.


Para poder situar un poco mejor qué es lo que caracteriza a una conciencia religioso verdadera, es importante, evitar reducirla a una de esas imágenes con las que solemos representarnos la religión: unas prácticas de piedad que solo atraen a las viejitas, unos ritos que embellecen celebraciones sociales o, también un moralismo cuyas reglas resultan más sofocantes que estimulantes para la vida o un ritualismo que en el mejor de los casos queda reducido a simbolismo de paz, de unidad, de espiritualidad, etc.
Además debemos distinguir entre religiosidad y confesionalidad. Afrontar la pregunta por la religiosidad autentica a partir de la opción por la confesionalidad es tomar ya un punto de partida equivocado, porque no se trata en primer término de saber cuál es la confesión verdadera, como si se tratara de un partido al cual adherirse, o un sistema de verdades teóricas que nos resultan más persuasivas; se trata de saber qué es la religiosidad como factor estructural de lo humano.


Para ubicar correctamente la religiosidad auténtica no partimos de la religión, sino de la vida humana, porque la religiosidad es una dimensión estructural de la vida humana. Y no precisamente porque como se suele decir "todos tenemos que creer en algo" que en el fondo puede ser una renuncia a buscar razones.
El hombre es hombre porque incesantemente se interroga por el sentido de las cosas, no sólo actúa sino que necesita tener una "justificación" para hacer lo que hace y esta justificación es una razón, un sentido; el preguntar es tan constitutivo del hombre, incluso más que la ciencia misma, que no es sino una forma de lograr algunas respuestas, dentro de un campo muy limitado de la experiencia.
De hecho, el hombre ha existido mucho antes de que existiera la ciencia, en cambio, la inteligencia humana persiste una y otra vez en recapitular lo humano, en cuanto exigencia de sentido, al nivel de ciertas preguntas que llamamos fundamentales, precisamente porque en ellas se juega la conciencia que tiene el hombre de sí mismo y de toda la realidad.


La presencia del hombre en la naturaleza introduce un factor peculiar: la conciencia y el afán de significado; el hombre no solo es consciente de que las cosas existen, sobre todo, se interroga por qué existen, para qué, de qué están hechas.
Sin la presencia del hombre, es decir, sin esta conciencia de lo real que se interroga y se afana por comprender el sentido de todo, la naturaleza sería como opaca, ella misma sería para sí una soledad inmensa por el vacío de sentido.
Esta necesidad del hombre no es un pasatiempo ni un lujo producto del ocio; es una tarea en la cual se haya comprometida su propia conciencia y su propio significado como ser humano, por eso es una tarea dramática.


Aspiramos a comprender nuestra vida no de manera teórica ni abstracta, sino en algo que responda de manera concreta a las preguntas fundamentales: ¿Hay algo que le da sentido a cada jornada, a cada momento que vivimos, al hecho de nacer, de trabajar, de amar, a tener que sufrir y morir? O en definitiva cada minuto y cada hora, así como las personas que amamos y los encuentros que hacemos ¿están destinados a perderse en la nada?
De muchas maneras el hombre ha intentado establecer un contacto con el significado de todo y, sin embargo, a esta meta, como a la línea del horizonte, no se llega nunca. La palabra que las religiones han inventado para indicar esta realidad, que al mismo tiempo se muestra y se oculta, que es cercana y lejana, presencia y ausencia, es Dios.
Dios es el objeto de este deseo irrefrenable de búsqueda de sentido que la razón advierte y concibe como misterio. Misterio tremendo y fascinante, que San Agustín, un hombre de una profunda sensibilidad religiosa ha descrito así: "¿Qué es esto que me deslumbra, que estremece mi corazón y no lo hiere, que me hace temblar y me enardece? Tiemblo por parecerme tan poco a ello y ardo porque me parezco tanto"
De este modo se comprende que el ser humano se expresa en sus preguntas, de tal manera que: "La religiosidad coincide con la naturaleza de nuestro yo en cuanto se expresa en ciertas preguntas: ¿Cuál es el significado último de la existencia?, ¿Por qué existe el dolor y la muerte?, ¿Por qué vale la pena vivir realmente? O…¿De qué y para qué está hecha la realidad? "La religiosidad es una de las dimensiones constitutivas del hombre, precisamente en cuanto que este preguntar está siempre presente, trascendiendo las preguntas que son pertinentes o inevitables sólo para una época o momento histórico.
Una dimensión no es una parte, o un fragmento separable del todo, sino un aspecto en el que se refleja y se expresa todo el yo como anhelo de verdad, de bien y de belleza, en una palabra como deseo de satisfacción plena.
Podría decirse además que el sentido religioso, permea y exalta cualquier otra dimensión de lo humano, la sociabilidad, la historicidad, la moralidad, por lo cual podemos llamarlo "síntesis del espíritu".


Si la religiosidad es esta exigencia de significado que podemos traducir como exigencia de verdad, de belleza, de justicia, de felicidad, que son como la raíz desde la cual brota la vida y la personalidad de cada uno, las religiones son el intento de una respuesta adecuada que abarque integralmente al hombre, un modo de establecer ese nexo entre la vida presente y el Destino.
Cada religión es como una hipótesis de significado global de la vida y su valor reside en que corresponde a un tipo de sensibilidad humana, a la de un pueblo o incluso varios pueblos, que encuentran en sus representaciones de la divinidad, en su moral y en sus ritos una correspondencia a sus necesidades de significado. Por eso son como un intento de tender un puente entre el hombre y Dios. Un puente in-finito porque la distancia entre el hombre y Dios no puede ser nunca superada. De aquí que no solo el temor ante lo santo sino también la esperanza sean algo esencial a toda religión y a toda religiosidad verdadera. Cuanto mayor es la sensibilidad religiosa de un hombre tanto más se percibe esta desproporción entre el intento humano y su objetivo último.
Las religiones no son una solución al enigma de Dios, sino una vía a través de la cual el hombre camina delante de esa Presencia que nunca acaba de mostrarse:
1 Esta conferencia sigue, a modo de una reflexión o relectura, las líneas centrales de la obra de Luigi Giussani La conciencia religiosa del hombre moderno.


La risa como expresión de un bienestar, de una alegría interior, de la captación de lo ridículo o lo desproporcionado, o bien el todavía misterioso por qué nos reímos; son fenómenos exclusivos del ser humano.
Los animales sólo manifiestan estados de euforia, pero la risa humana proviene de la percepción de lo favorable o de lo gracioso.
Los animales no conocen ni el humorismo ni el ridículo.
La risa también comunica, es un gesto social rico y expresivo; la risa transmite gozo y alegría.
Vinculados generalmente con la risa, están los fenómenos del juego y la fiesta.
El juego es una actividad humana en la que los hombres utilizando su libertad crean un sistema de reglas cuyo objetivo es competir y lograr el éxito a la par de obtener momentos placenteros.
La fiesta es una celebración y celebramos para recordar, recordamos para volver a vivir y vivimos porque comprendemos, porque volvemos una vez más sobre hechos que nos representan una significación especial; sólo el ser humano celebra.
Así podríamos seguir enumerando fenómenos y datos  específicamente humanos que nunca realizan los animales, pero lo que hemos comentado son suficientemente elocuentes para demostrar la superioridad cualitativa del género humano que no hace otra cosa que señalar su especial dignidad.

Se pudo concluir que en si el comportamiento humano en su totalidad son las acciones de las personas en el ambiente  físico y social en el que se encuentra.


También podemos decir que el comportamiento es una función de la persona y de su ambiente. PERSONA Y AMBIENTE no son independientes entre si se entre ellos interdependencia de manera que la situación de la persona depende de su ambiente.

Por otro lado se hablaron de otros términos  como  el lenguaje, el arte, las culturas desde diferentes puntos de vistas entre otros aspectos

Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...