jueves, 25 de octubre de 2012

Teoría de la Subcultura producido por la presión de pares


En el siguiente trabajo acerca de la teoría sociológica, se puede ver que la teoría de la subcultura que explica el comportamiento violento, como producido por la presión de pares.
Además, pude observar que en las teorías de la ecología social que interpretan la ciudad como un marco ecológico en el que la lucha por el espacio acarrea conflictos sociales y un cierto nivel de desorganización social.
Teoría de la Subcultura
Explica el comportamiento violento, como producido por la presión de pares. Si el pertenecer a un grupo da sentido de pertenencia y estatus individual; quien se mete en peleas y utiliza el revólver para intimidar a otros, maneja estos métodos para ganar o reforzar el respeto del grupo y esto puede llevarlo a actuar violentamente.
Esta teoría de entrada resulta interesante porque explica la causa del aislamiento desde otra perspectiva en la población de ancianos, así " ... esta teoría sostiene que las personas de edad avanzada tienen tendencia a interactuar más entre sí que con grupos de edad diferente ... desde que necesitamos tener una autoestima positiva, una comparación con personas muy superiores nos daría una imagen negativa de nosotros mismos.  Esa es la razón por la que buscamos establecer comparación con personas de nuestro entorno similares a nosotros mismos." (ibídem).

Es por ello que se considera que explica el fenómeno que se presenta en la vejez, el aislamiento, el desapego o como se deseé llamarlo, pero el hecho de que el anciano tenga que compararse con sus coetáneos para conservar una buena autoestima, sólo estaría confirmando que el anciano tiene una visión de vida en base al estilo de vida joven una percepción que no debería conservarse en la vejez, siendo que a esta edad se dan otro tipo de habilidades y capacidades.
Así mismo, la teoría de la subcultura, dice que "Los mayores formarían una subcultura aparte, una minoría social, lo que les ayuda a mantener su identidad y una autoestima positiva, pues ello les permite establecer comparaciones de sí mismos con otras personas que están en situación similar a la suya.." (ibídem).  Con lo que suena muy integral y sobre todo saludable, el desapego con la sociedad o aislamiento, pero cabe pensar y reflexionar si esto es natural o realmente es por el rechazo que sufre el anciano por parte de esta sociedad utilitaria de producción y consumo, porque después de todo ¿Por qué muchos ancianos mueren en el total abandono y soledad? o ¿Ahora resulta que eso era lo que ellos querían?.
Crimen de Cuello Blanco
Llamase a este tipo de crimen como de cuello blanco, a los delitos cometidos por ejecutivos o cerebros, que utilizan su poder, el conocimiento y la posición, para convertir su actividad en un modus vivendi. Estos criminales, son mucho más peligroso que los delincuentes comunes, que roban en las calles, o que asaltan a un taxista, también los que violan en complicidad de la noche o amparados por una máscara asaltan un banco. Estos delincuentes comunes, están dispuestos a matar, por conseguir lo que buscan en una víctima. Pero el criminal de cuello blanco, maneja el poder y el dinero, no tiene necesidad de salir a la calle armado con un cuchillo para robar una anciana o un padre de familia desprevenido. Este desalmado planifica sus crímenes en una mesa ejecutiva, en una junta directiva, tiene la capacidad, la inteligencia y al frialdad para desarrollar múltiples estrategias y conseguir sus objetivos al precio que sea, y no duda ni un instante en usar su poder e influencia para eliminar a sus enemigos. Usa la intimidación, el chantaje, la extorsión y el soborno para lograr sus fines.
Este tipo de criminal es un individuo con nombre propio, que desde su lugar de asentamiento llámese “empresa criminal” o “empresa fachada” como hemos anotado anteriormente, maneja los hilos del poder, compra votos para favorecer partidos, compra políticos para cambiar leyes, soborna funcionarios para obtener contratos, la época de las familias mafiosas aun está en vigor, en pleno siglo XXI, aunque la modalidad delictiva ha cambiado mucho. Quizás, Al Capone, los Gamino, los Corleone, tenían mucho mas ética, pues respetaban un código de honor y era el de no atacar a los miembros de las familias o personas inocentes que no estuvieran directamente involucradas en sus negocios.
La diferencia entre aquellos mafiosos de los años 30's en las calles de Nueva York, Chicago o Philadelphia, radica en que los de hoy, son mucho más sanguinarios, no tienen un código de honor, no respetan a sus familias, ni tampoco gente inocente, atacan sin piedad, y lo único que importa es crear el terror y el caos. Hoy en día los “criminales de cuello blanco” tienen alta tecnología, están a la vanguardia de las comunicaciones, tienen actividades globales, para ellos el mundo no tiene fronteras y manejan capitales imposibles de calcular.
Teoría de la “asociación diferencial”
En las teorías de la ecología social, que interpretan la ciudad como un marco ecológico en el que la lucha por el espacio acarrea conflictos sociales y un cierto nivel de desorganización social, el consumo de drogas se inserta en aquellas zonas urbanas donde la desorganización social es predominante y tiene la característica de una conducta aprendida.
Sutherland desarrolla su teoría de la asociación diferencial utilizando las  variables intimidad, frecuencia, duración, prioridad e intensidad, que serían las implicadas en el proceso de aprehensión de la conducta  desviada, resultado de: a) la interacción con otras personas, b) en un proceso de comunicación, c) dentro de un grupo con relaciones personales estrechas.
En contrario de la tesis lombrosiana del delincuente nato, sostiene que la conducta desviada se aprehende, en un plano que comprende las técnicas del crimen y la específica canalización de motivaciones, impulsos, racionalizaciones y actitudes, que se canaliza a través de una cierta evaluación de los códigos legales. Consecuentemente, una gran parte del crimen (aquí el término, igual que en el resto de su obra es utilizado en el sentido de Durkheim, como conducta que ofende los más profundo de la conciencia colectiva), “se debe a la desorganización social... El término “desorganización social” no resulta plenamente satisfactorio y sería preferible sustituirlo por el término “organización social diferenciada”.
Dicha teoría también identifica esta conducta dentro de ciertas zonas de la ciudad, ya que tratándose de un conducta subculturas se aprehende en los grupos sociales que viven en zonas en transición, donde el valor de la renta es considerablemente más bajo. Hay entonces una identificación entre asociación diferencial y marginalidad.
Las prácticas comerciales desleales
Podemos denominar prácticas comerciales desleales a todas las actividades económicas que, por su naturaleza, pretenden obtener beneficios en perjuicio de los clientes, la competencia, el Estado o juicio de los clientes, la competencia, el Estado o sus socios, al margen del libro juego de la oferta y la demanda.
El carácter delictivo o no de las prácticas comerciales desleales tiende a variar sustancialmente de una sociedad a otra, particularmente de acuerdo al sistema socioeconómico, al nivel de desarrollo económico y a las características culturales de cada nación.
Esta teoría resultó muy útil para el estudio de las bandas que controlaron el crimen organizado en las décadas del ´20 y el ´30, sobre todo en la zona de Chicago, e inclusive para hacer luego comparaciones organizacionales entre el gran industrial y el “boss” del sindicato del crimen, ya que ambos sujetos de análisis tenían bajo su mando o control una organización burocrática. Sus cabezas visibles cumplían lícita o ilícitamente con el “american dream”, la escolarización aparecía como variable y la protección de la familia sentaba las bases para su consideración como célula social básica..
Pese a que ha sufrido algunas modificaciones, esta teoría en los noventa no brinda explicación, porque la asociación diferenciada tiene lugar, si es que tiene lugar, también en zonas residenciales. No puede explicar por qué personas que han vivido en la misma zona, tienen los mismos contactos y el mismo nivel de estratificación no pertenecen al mismo sistema delincuencial (caso típico de las familias con un miembro drogadicto) ni tampoco han resultado fáciles de verificar las variables implicadas en el proceso de aprehensión.
Howard Becker (1971), con su teoría de la etiqueta, aparece muy vinculado con estas posiciones: sociedad y sujeto retroalimentan una “carrera” desviada, en la que el sujeto aprende y la sociedad ratifica la identidad adquirida en el proceso de aprendizaje individual.
Esto traería como consecuencia o posibilidad la existencia de un grupo desviado, pero organizado, en el seno de una sociedad donde la desorganización aparece como pauta de “normalidad”.
David Matza (1981) hace su aporte desde la etnometodología, tratando de integrar los valores al proceso de desviación social, y llega a la conclusión que en la adopción de comportamientos desviados habría, entonces, una conducta adoptada por elección o afiliación. Desde la óptica de fin de siglo, independientemente de su posible valor teórico, todas estas teorías sobre la desviación tienen un problema esencial, porque ya  no sirven para dar respuestas a las sociedades de los ´90,    (que atravesaron  “e intentan sobrevivir” a la expansión del consumo), ya que están impregnadas de la retórica de los años ´70 con un discurso permisivo, más enfrentado con la autoridad familiar que con situaciones concretas de criminalidad organizada a nivel transnacional (Gouldner 1970).
Teoría de la Anomia
Fundamentación de Durkheim
E. Durkheim fue el fundador de la escuela francesa de sociología, es uno de los pocos clásicos de la Sociología y de las Ciencias Humanas que no han cesado de ser citados y criticados copiosamente.
Grandes Objetivos:
Considerar los hechos sociales como cosas, estudiarlos de manera positiva, como se tratan las cuestiones técnicas, biológicas o médicas.
Estudiar la vida social de manera normativa, como se tratan las cuestiones filosóficas, morales y religiosas
Se preguntó, dentro de su objeto de estudio, qué hacía cohesionar la sociedad, qué la hace un todo, un conjunto; entendiéndola como un ente independiente de los individuos y sujetos que la componen. Observó que la criminalidad existe en todas las sociedades, así que si existe en todas, alguna función social tendrá. Así llegó a uno de sus más innovadores postulados: la criminalidad, en general, no sólo cumple funciones negativas en y para la sociedad. Alguna positiva?
Así llegó la divulgación de su obra sobre la división del trabajo social de 1893 y posteriormente la del suicidio con el propio concepto de Anomia. Para él consiste en la pérdida de referencia de la norma. Así vemos que la línea que separa el delito de lo permitido queda establecida y delimitada por las normas. Si su referencia social no está clara, o está duplicada, y/o diferenciada o contradictoria, el futuro delito será llevado a cabo debido a que la inercia, fuerza o presión que lo lleva hacia éste, no está suficientemente retenida o disuadida por la norma.
Desde estos extremos y dentro del marco de la sociedad con tendencia o presión que puede llevar a la anomia, Durkheim llega a la conclusión de que el crimen no puede eliminarse. La criminalidad debe mantenerse bajo el mínimo nivel de Anomia. De esta manera, llega a su segunda aportación importante: no es bueno querer acabar con el crimen.
La anomia durkheimniana ve la delincuencia como algo coyuntural que se desenvuelve de forma puntual.
Planteamiento de Mertón
Robert Merton a partir de su clásica definición de la anomia, genera un cambio sustancial en la consideración de la desviación. La conducta desviada es la respuesta “normal” a ciertas presiones sociales y no como aparecía en épocas anteriores, debida a la irrupción de impulsos biológicos o de instintos mal reprimidos por socialización deficiente. Para ello señala dos elementos constitutivos fundamentales: a) la estructura cultural; b) la estructura social.
En la estructura cultural pueden distinguirse las metas o aspiraciones, socialmente institucionalizadas, que respetan una ordenamiento basado en prioridades; y los medios, que establecen las formas legítimas para conseguir las metas. Sintetizando su pensamiento, Merton explica que "mi hipótesis central es que la conducta anómala puede considerase desde el punto de vista sociológico como síntoma de disociación entre las aspiraciones culturalmente prescritas y los caminos socialmente estructurales para llegar a dichas aspiraciones".
El consumo de drogas sería para la teoría maratoniana, ejemplo típico de las teorías de alcance medio, por una parte una respuesta normal a determinadas presiones sociales y por la otra, una respuesta de tipo adaptativa frente a metas-éxito culturalmente definidas y medios institucionales insuficientes para alcanzarlos. Esta conducta tendría entonces la característica, sea por renuncia o por retraimiento, ante las presiones y exigencias sociales.
En definitiva, los desviados de esta categoría "configuran una cultura, un modo de vida organizado alrededor de la droga que legitima su status". La crítica básica que se puede hacer a estas teorías es que no todos los usuarios de drogas responden al modelo explicativo.
Teoría de la técnica de neutralización como integración y corrección de la teoría de la subcultura
La teoría de las técnicas de neutralización se enunció en su tiempo en el campo de la delincuencia juvenil como una reacción frente a la posición de Albert. K. Cohen, quien pretendía ver en ella una simple inversión de los valores dominantes en las clases medias, con lo cual asignaba muy poca creatividad valorativa a los estratos sociales más desfavorecidos de la sociedad.
Esta teoría debe considerarse un ulterior desarrollo de la teoría de Sutherland, en el sentido de que la conducta criminal es resultado de un proceso de aprendizaje.
Partía de la observación de que los infractores respondían a las demandas de la sociedad amplia y no pretendían introducir un nuevo sistema normativo ni eran parte de una subcultura con un sistema completo de valores. Reconocían también límites valorativos que se traducían en selectividad victimizan te (no robar en el propio barrio, no hacerlo a la iglesia de la misma religión, etc.) y afirmaba que no es verdad que los infractores juveniles no experimentan sentimientos de culpa o de vergüenza en algún momento y tampoco que considerasen inmorales a quienes se someten a las reglas y valores dominantes.
Señalaron que ignorar los vínculos de los infractores con el sistema de valores dominante importaba reducir al joven delincuente a un gánster duro en miniatura, es decir, acabar haciendo una caricatura y no una descripción.

Los Delitos de Cuello Blanco
A diferencia de los delitos llamados callejeros, ya comentados, los delitos de cuello blanco son aquellos que usualmente son perpetrados sin violencia, en una atmósfera más o menos protegida, desde el hogar o la oficina. Se trata, por lo demás, de delitos que son cometidos mayormente por individuos de las clases medias y altas de la sociedad.
Entre las características principales de los delitos de cuello blanco, se encuentran, además, las de ser cometidos usualmente por personas con cierto nivel de instrucción y adiestramiento previos, y la existencia de algún tipo de relación económica de los delincuentes con sus víctimas.
Sobre la frecuencia e importancia de esos delitos, los clásicos estudios de Sutherland revelaron que hasta el 995 de los sujetos confesaron haber cometido uno o más de los delitos reconocidos por el código penal, susceptibles de merecer una pena máxima de no menos de un año de reclusión; y el valor envuelto en estos superaba con creces el que producían los delitos callejeros.
Los delitos de cuello blanco pueden clasificarse en cuatro grupos fundamentales, a saber:
a) las acciones fraudulentas
b) las prácticas comerciales desleales
c) los delitos pasivos
d) la corrupción gubernamental
Las acciones fraudulentas
Bajo este título se incluyen todas aquellas actividades delictivas que se caracterizan por el engaño a personas físicas o morales. Se trata de conductas dirigidas a obtener lucro por medios ilegítimos en perjuicio de otros, que por lo general se basan en el cálculo racional de riesgos y beneficios, en el sentido de que no serán descubiertas o no podrá probárseles o perseguírselas legalmente por tales prácticas; o acaso por las posibilidades de sobornar a las autoridades, una vez descubiertas.
Pero, independientemente de este carácter racional del delito de fraude, es evidente que éstas prácticas tienen que ver también con los valores éticos prevalecientes en las capas de la sociedad donde se desenvuelven tales acciones.
Sin embargo, no puede negarse el carácter sicopático que puede adquirir tal conducta, que puede ser el producto de manifestaciones obsesivo-compulsivas, o bien como producto de ideas sobrevaloradas de grandeza o infalibilidad, y las debidas a estados de agitación maníaca.
Entre las variantes más conocidas de estas prácticas fraudulentas, podemos contar las siguientes:
a) la estafa
b) el dolo
c) el abuso de confianza
d) la falsedad
e) la fullería
f) la evasión fiscal
La estafa, se caracteriza por la obtención de lucro por medio de la simulación o el engaño.
El dolo, se refiere a todas las acciones o contratos que se realizan con intención maliciosa de confundir o engañar a la otra parte, en provecho propio.
El abuso de confianza se produce cuando se usan n beneficio propio bienes y rentas que han sido colocados bajo la custodia del delincuente.
La falsedad, es un tipo de fraude que consiste en alterar la verdad o la identidad, con el propósito de beneficiarse a costa de otros. Puede tratarse de falso testimonio en interrogatorios o procesos judiciales de testigos reales o supuestos; de falsedad en declaraciones o legalización de documentos por parte de funcionarios que tienen fé pública, como son los policías y los notarios, de falsificación de documentos, tales como billetes de banco, contratos, títulos, certificados, boletos y otros valores, con el fin de beneficiarse de los bienes y servicios que se obtienen con dichos documentos; o la usurpación de funciones o de la personalidad de otros individuos, mediante documentos o testimonios falsos, o bien con la ayuda de disfraces.
La fullería se refiere al engaño de que son objeto los sujetos en los juegos de azar o por apuestas, o cuando se deja de pagar por bienes y servicios recibidos, confundiendo a las víctimas, o evitando ser detectados por sus acreedores.
La evasión fiscal, finalmente, se caracteriza por dejar de pagar los impuestos que le corresponden, de acuerdo a las leyes impositivas, sea por no declarar los ingresos y bienes que se posean, por subvaloración de los mismos, o sobrevaluación de los gastos deducibles para fines de impuestos.
Las prácticas comerciales desleales
Podemos denominar prácticas comerciales desleales a todas las actividades económicas, que por su naturaleza, pretenden obtener beneficios en perjuicio de los clientes, la competencia, el Estado o sus socios, al margen del libre juego de la oferta y la demanda.
El carácter delictivo o no de las prácticas comerciales desleales tiende a variar sustancialmente de una sociedad a otra, particularmente de acuerdo al sistema socioeconómico y a las características culturales de cada nación. Pero son más variables aun los niveles de persecución real de estos delitos cuando son calificados como tales, ya que a éstos están vinculados a menudo representantes de poderes fácticos, tales como la policía, las fuerzas armadas, los jueves, los políticos, etc.
Entre las prácticas comerciales consideradas desleales podemos citar las siguientes:
a) el monopolio y prácticas a fines.
b) el mercado negro
c) las ventas subvaluadas
d) el contrabando
e) la usura
f) la violación de la propiedad intelectual
El monopolio se refiere al manejo con carácter exclusivo de determinados bienes o servicios, en favor de una persona o empresa, sea en su producción o su distribución. Puede tratarse también de una zona, región, país o grupo de países.
Los monopolios pueden establecerse en beneficio de una persona, una familia, un grupo social o una nación entera, como también mediante una combinación de éstos factores.
Cuando se trata de varias empresas independientes que controla un mercado, se llama oligopolio, y si se trata de varias empresas combinadas que se complementan y coordinan, se trata de un cartel.
Los monopolios y las prácticas afines se pueden constituir a través de la acción política del Estado, por medio del control de insumos claves, de tecnologías más eficientes, en virtud de mercadotecnias agresivas, de la intimidación o compra de los competidores, o por una mezcla de algunos de estos elementos, por lo que no constituyen necesariamente delitos en un país determinado.
Si bien pueden argumentarse en favor de los monopolios razones de estrategia polítioca o económica, tales como evitar la dependencia económica foránea, favorecer el desarrollo industrial local o la economía de escala para reducir los costos, es evidente que los mismos se prestan a los precios de los productos, lo que va en perjuicio de la ciudadanía.
El mercado negro consiste en el comercio con bienes y servicios escasos a precios superiores a los fijados por los suplidores regulares o el gobierno. Se manifiesta más comúnmente en situaciones de crisis político-militar, económica o social, caracterizadas por el desabastecimiento de productos o servicios esenciales, o de particular interés para los sectores socio-económicos superiores. También en ocasión de grandes eventos deportivos o artísticos y eventos ocasionales.
Cuando este mercado es permitido o tolerado por las autoridades, se habla más bien de mercado paralelo, donde la diferencia en el precio sólo hace compensar las molestias y limitaciones momentáneas del mercado regular.
Estas crisis de abastecimiento, desde que son capaces de generar pingues ganancias a quienes “administran” la escasez, pueden ser provocadas intencionalmente por éstos, a través del acaparamiento, de la exportación de parte de la producción, la reducción de la misma o incluso su destrucción particularmente de la que pertenece a la competencia.
En otras ocasiones, el mercado negro se nutre de productos, servicios o divisas provenientes de otros mercados cuyos traficantes pueden obtenerlos como subproductos de sus propias operaciones, lícitas o ilícitas.
Las ventas subvaluadas, es decir, por debajo del costo de producción de una empresa, es una práctica comercial que se utiliza como una vía de salir de inventarios acumulados, de absorber nuevos mercados, de producir a una escala superior al mercado presente, para reducir los costos o de arruinar a los competidores con menos fortaleza financiera en el curso de una guerra de precios. Cuando esta subvaluación se hace con relación a otro mercado en que se vende a precios más altos, se denomina “dumping”.
Se trata de una forma de comercial usual, que sin embargo tiene restricciones y prohibiciones concretas, particularmente en los países industriales de capitalismo desarrollado, por las consecuencias nefastas que tiene para el libre mercado y el desarrollo de una economía diversificada.
El contrabando consiste en la introducción libre de impuestos y otras limitaciones, de productos de consumo local que por su naturaleza, generan ganancias superiores a las que se obtienen, haciéndolo por la vía legal, o porque no pueden obtenerse de otra forma, por estar su importación prohibida o limitada a la generalidad de los individuos. Aun cuando algunas de las actividades propias del contrabando son más bien de otro tipo, lo esencial del mismo como práctica comercial ilegítima nos permite introducirlos en esta categoría.
El contrabando es un factor de distorsión de la economía que afecta la competividad de los productos locales, a los comerciantes que importan y venden productos introducidos regularmente en el mercado, que en última instancia lesiona la disponibilidad de productos de mayor necesidad para el desenvolvimiento de esta economía.
La usura es un delito caracterizado por la concesión de préstamos en efectivo o en naturaleza, a cambio del pago de intereses sustancialmente por encima de la tasa establecida como legal en una sociedad dada. El “garrotero”, como se le llama a menudo, explota habitualmente a aquellas personas que están en apuros económicos, a causa de problemas personales, familiares o de negocios de solución inmediata y que no poseen acceso a los mecanismos de financiamiento de tasas regulares; por falta de garantías o relaciones comerciales que lo permitan. En otros casos las víctimas de la usura son personas que se dejan atraer por vicios o aventuras costosas que deben pagar caro por su obtención.
La violación de la propiedad intelectual consiste en el plagio o apropiación de la autoría de obras científicas, literarias y artísticas; o bien el uso no autorizado de bienes intelectuales (piratería), tales como oras literarias y artísticas, marcas de fabrica, tecnologías, programas para computadoras y otras modalidades del quehacer industrial, comercial, científico o artístico legalmente registrados, particularmente para fines de beneficio económico o de prestigio personal.
Aun cuando desde el pasado se ha estado realizando esfuerzos en los niveles nacional e internacional para proteger la propiedad intelectual y los nombres comerciales, todavía resulta difícil evitar el plagio y la adulteración de marcas de fábrica o nombres comerciales; lo que ha enriquecido a numerosas corporaciones, hombres de negocios y aun naciones enteras.
Sin embargo, con la creciente globalización de la economía y los acuerdos multilaterales y bilaterales de comercio que contienen cláusulas muy rígidas contra las violaciones a la propiedad intelectual, éstas han comenzado a declinar en todo el mundo.
De hecho, desde mediados de los años cincuenta, la fabricación de imitaciones y el espionaje tecnológico desde países industriales avanzados, ha ido sustituyendo en importancia al espionaje político sustituyendo en importancia al espionaje político y militar; en tanto que las copias no autorizadas de libros, discos, audio-casettes y cintas de video y programa de computadoras, con manifestaciones de la vida diaria en casi cualquier país del mundo, aun cuando en Europa Occidental se trata de una actividad en general limitada a grupos marginales.
Los Delitos Pasivos
Este grupo de delitos de cuello blanco tiene en común el rasgo de que los autores no tienen participación directa en los hechos considerados, sino más bien se hacen pagar su silencio o falta de diligencia para evitar la comisión de actos ilegales o dañinas para los demás. Se trata pues de delitos por omisión o por mera cooperación directa o indirecta con la acción delictiva propiamente dicha, que esta menos sujeta a riesgos y tensiones emocionales intensas; por lo que esta modalidad es mas propicia para individuos débiles de carácter o son mayor iniciativa personal.
Dentro de estos delitos, se destacan los siguientes:
a) el chantaje
b) el cohecho
c) el silencio culpable
d) la difamación e injuria graves
e) el sabotaje económico
f) la lenidad
g) la negligencia profesional
El chantaje consiste en la amenaza de denunciar algún delito cometido por otro, de difamar o de causarle algún otro daño a su víctima, a fin de obtener dinero u otro beneficio, a cambio de su silencio o inactividad.
Se trata de un delito le implica a menudo el continuo hostigamiento y tensión emocional de las víctimas, ya que generalmente es posible reincidir en las amenazas y las exigencias de dinero u otros valores.
El cohecho es lograr que se haga lo indebido o que se deje de hacer lo que es debido, de acuerdo a la ley, a base del soborno o de entregar dádivas a los funcionarios encargados de tomar o ejecutar decisiones de interés para los sujetos de que se trata, o para quienes los emplean.
El silencio culpable equivale a callar la denuncia de una infracción cuando se trata de un asunto bajo su responsabilidad, o cuando hay de por medio un delito del que se ha sido testigo presencial y se está obligado a testimoniar en razón de su cargo.
La difamación y la injuria grave consisten en la transmisión de informaciones y juicios falsos, total o parcialmente, con la intención de desacreditar a personas físicas o morales, que las expone a padecer daños materiales y sociales diversos.
El sabotaje económico es un comportamiento dirigido a hacerle daño a una persona, empresa o entidad social, que puede consistir en trabajo a desgano, o bien dañar sus instalaciones, productos o distribución, a través de medios que no implican necesariamente la violencia física sobre las víctimas.
La lenidad es, en esencia, el actuar con debilidad para hacer cumplir deberes o castigar a los culpables de cometer ciertas faltas, cuyo cumplimiento está bajo su responsabilidad como funcionario, juez u otra calidad similar.
La negligencia profesional, finalmente, equivale a hacer abandono o realizar un bajo cumplimiento de tareas que corresponden a la posición o rol social que se ostenta en una sociedad o grupo determinado; más particularmente, cuando se trata de profesionales y técnicos a quienes se supone calificados para efectuarlas.
CONCLUSIÓN
Al concluir este trabajo acerca de lo que son las teorías de la subcultura también pude interpretar a lo que se le llama crimen de cuello blanco, que son los delitos cometidos por ejecutivos, o cerebros, que utilizan su poder, el conocimiento y la posición en su poder, para convertir su actividades en un modus vivendis.
Estos criminales son más peligrosos que los delincuentes comunes.

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