miércoles, 2 de mayo de 2012

EL DEDO DE LA AGRESIVIDAD Y EL DEDO DE LA RESPONSABILIDAD


PARA LA REFLEXIÓN: EL DEDO DE LA AGRESIVIDAD Y EL DEDO DE LA RESPONSABILIDAD

Usted pensará que esto es un barbarismo, pues hasta hoy los dedos de la mano son el pulgar, el índice, el mayor o el del medio, el anular y por último, el meñique. Sin embargo, ¿cuál es el dedo de la agresividad y cuál el de la responsabilidad? Pues el dedo índice y el pulgar, respectivamente.
Cuando se conoce de una infidelidad conyugal por parte de una mujer, el hombre y muchas otras personas, califican de disímiles formas a la infiel y ninguna de ellas afable. Y se dirá que es “mala”, “una cualquiera”, “una degenerada”, “una prostituta”, “cornuda”, etc. Y el dedo índice campeará por su respeto autoengañando al que lo emplea.
No comparto la infidelidad por parte de ninguno de los dos sexos, pero me gustaría que se utilizara el dedo pulgar al que yo he denominado el dedo de la responsabilidad. ¿Cuál sería el discurso?: “Yo hice cosas que facilitaron que mi pareja buscara en otros lo que yo no le di”. “Yo dejé de hacer cosas que debí hacer o hice otras que no debí hacer nunca”. “Yo di pie para la décima”.
El primer mecanismo, el del índice agresivo y acusador tiene una ventaja y es precisamente esa, descargar nuestra hostilidad hacia afuera, en este caso hacia la pareja. Pero tiene un gran inconveniente y es el no permitir la introspección, el autoanálisis, la reflexión adulta y madura.
El segundo mecanismo, el del dedo pulgar, tiene el inconveniente de que nos culpamos y responsabilizamos, pero la gran ventaja de permitirnos ver en qué fallamos, nuestra participación y responsabilidad en lo ocurrido. Todo este análisis nos ayudará a evitar situaciones similares en el futuro.
El dedo índice es muy fácil de utilizar y se recurre a él con rapidez, porque las culpas “no pueden caer al piso” según se dice y es más fácil echárselas al de enfrente que a nosotros mismos.
Utilizar el dedo pulgar requiere un entrenamiento previo para aprender a controlar su hostilidad, a interpretar la conducta de las personas y la suya propia, a tener reales deseos de crecer como persona, y esto debe hacerse de forma racional pues su exceso puede ser muy doloroso. Al igual que en los tiempos del César, es éste el dedo que nos salva o nos hunde, en dependencia de la sabiduría con que lo utilicemos. Si nunca lo emplea, nadie lo salvará, ni el mismísimo César

Las Manos y su Significado



Hablar sobre el simbolismo de cada parte del cuerpo es, realmente, más que interesante. Podemos extraer mucha información acerca de qué nos está diciendo el cuerpo a través de las dolencias o malestares radicadas en zonas “no aleatorias” del cuerpo. Y sí… todo nos permite seguir adquiriendo nuevos aprendizajes y observaciones.
Vamos a hablar hoy sobre las manos.
Las manos representan el hacer, son instrumentos de acción, al igual que los pies. Son las que realmente hacen, llegando más lejos en su acción a través de su movimiento y acercamiento hacia aquello que deseamos "tomar" para nosotros.
Más allá del simbolismo asociado a las manos, veamos qué significaría que la dificultad esté en la mano izquierda o en la mano derecha. Para ello vale observar el siguiente cuadro que grafica claramente los significados de ambos hemisferios corporales: la mitad derecha y la izquierda.
Mitad derecha del cuerpo
  • energía yang - lo masculino
  • lo externo o "de afuera"
  • la relación con el padre - con los hombres
  • la conexión con la agresión - aceptación de la acción
  • plano intelectual
  • aspecto laboral
Mitad izquierda del cuerpo
  • energía yin - lo femenino
  • lo interno o "de adentro"
  • la relación con la madre - con las mujeres
  • la permiso para recibir - la intuición
  • la conexión con la quietud
  • la creatividad y desarrollo artístico
  • aspecto emocional
Pues bien, esto nos da una orientación respecto al área en que puede estar presentándose ese "llamado de atención" a través de la dolencia que nos aqueje.

Ahora bien: siguiendo con este desmenuzamiento y detalle, veamos ahora qué ocurre respecto a los dedos en sí: De hecho, los dedos van “más lejos” que las manos. Es por eso que, por lo general, cuando nos encontramos con accidentes o lastimaduras en los dedos seguramente tendremos que observar si estamos yendo más lejos de lo que podemos, sentimos o queremos en realidad.

Veremos a continuación un cuadro sinóptico con esta simbología. Incluiremos también la relación que cada uno de ellos tiene con los meridianos de la Medicina China.

Dedo PulgarDedo ÍndiceDedo MedioDedo AnularDedo Meñique
RepresentaEnergía de la Voluntad y la Lógica.
Representa al Uno Mismo.
Autoridad y ambición.
Representa la necesidad de realzar nuestro ego.
Identidad y materialismo.
Representa nuestro papel en la vida.
Emoción y creatividad.
Representa nuestro perfil artístico y creativo
Relaciones.
Hacer frente al mundo.
Representa a Los Otros.
DescripciónSe encuentra apartado de los otros de dos pero trabajando en unísono con ellos para darle a la mano la fuerza que no tienen los otros.A través de la historia fue símbolo de autoridad y energía. Asociado a la dirección y a la ambición..
Los reyes, sacerdotes y curadores usaron los anillos en este dedo como símbolo de autoridad y conocimiento.
Al estar en el centro de la mano, simboliza identidad personal. Está asociado a aquellas cosas que resultan centrales en nuestro mundo.Está asociado al afecto por su conexión directa al corazón.Está en el extremo contrario del pulgar. Mientras que el pulgar simboliza al uno mismo interno, el dedo meñique representa a los otros. Es el dedo de la relación y expresa nuestras actitudes hacia la gente, el sexo y el mundo material
MeridianoPulmónIntestino GruesoMaestro del Corazón (Circulación – Sexualidad)Triple RecalentadorDel Intestino Delgado y del Corazón
Órgano asociadoPulmónIntestino GruesoCorazón Sist. Nervioso Autónomo (que regula funciones automáticas del organismo)Sistema Nervioso AutónomoIntestino Delgado - Corazón
Emoción asociadaTristeza MelancolíaTristezaAlegría de vivir Conexión con “el sentido de la vida”Amor sostenidoMelancolía Depresión
¿Ha notado que el cuadro coincide en la emoción asociada al dedo pulgar y al índice (tristeza)? Esto se debe a que el pulmón y el intestino grueso funcionan como “socios” para la Medicina China (ambos pertenecen al elemento metal) y están relacionados a emociones desagradables que deben “dejarse ir” (intestino grueso).
Vamos a poner un ejemplo: tengo un gran ardor y quemazón en el dedo pulgar derecho.
  • Ardor = enojo. Me pregunto: ¿qué es lo que en estos días me está generando mucho, mucho enojo? (consciente o inconscientemente)
  • Parte derecha (dedo de la mano derecha) = lo externo, la agresividad, los hombres, el padre, el trabajo, la energía yang
  • Dedo pulgar = ¿esto me genera profunda tristeza? ¿Dificultad para respirar (tomando la respiración como algo físico o simbólico)? ¿Afecta la conexión con mi potencia?
Las uñas representan la agresividad. Esto puede ser claramente visto si lo remitimos al reino animal, más esta simbología también está presente en el cuerpo humano. Es por eso que las uñas, al igual que los dientes, representan el permiso agresor de su poseedor.
Sabiendo ello, podemos ver que el comerse las uñas representa la negación del sistema agresor. Imagínese simplemente esta imagen: si las uñas y los dientes representan la agresividad, y alguien se arranca las uñas con los dientes, las mastica y las traga… ¿qué significará? Observe la siguiente sutileza: si yo “arranco” mi arma de agresividad (las uñas) con mi otra arma de agresividad (los dientes) y las mastico (destruyo aún más) y las trago (elimino los registros)… ¿qué estaré tratando de transmitirme? Me temo que se trata de un “elijo tragar mi agresión”. ¿Puede observar la redundancia en la negación del aparato agresor del protagonista?
Otras visiones y simbolismos
Desde el punto de vista de las Ciencias Sagradas, los dedos de la mano y de los pies también tienen una simbología especial, ya que los dedos de los pies representan los Diez Mandamientos de la ley física y los dedos de la mano representan los Diez Mandamientos de la ley espiritual.
Desde la visión de la cromoterapia, el color de la palma de la mano también da información adicional: una palma pálida identifica a la persona con escasa vitalidad e iniciativa, una palma de la mano amarillenta indicaría que se trata de una persona introvertida y algo sarcástica. En cambio, una palma rosada refleja a alguien con características armoniosas y con una conexión regulada con su temperamento y agresividad, en cambio si se tratara de una palma rojiza seguramente estaríamos frente a alguien muy enérgico y un tanto irritable.

MODIFICAR LOS SIETE RASGOS NEGATIVOS DE LA PERSONALIDAD



Parece que el número siete es un número socorrido. Así se mencionan los siete pecados capitales, las siete maravillas del mundo y en el cine Los siete magníficos y Los siete samurais. Y ahora les propongo analizar los siete rasgos negativos de la personalidad.
Es posible que para usted éstos no sean los rasgos más negativos y está en lo cierto. Pero por algunos había que iniciar y elegí los siguientes: la susceptibilidad, la desconfianza, la impulsividad, el pesimismo, el egocentrismo, la timidez y la duda.
Pasemos a detallar cómo estos rasgos influyen de forma negativa en nuestras vidas.
La susceptibilidad es aquel rasgo del carácter mediante el cual el sujeto se convierte en una esponja para recoger... todo lo malo (real o que él se imagina). El susceptible siempre o casi siempre se siente herido, despreciado, humillado por cuestiones insignificantes, como puede ser no darle los “buenos días” a él en específico; porque, como puede ocurrir, se olvidaron de su cumpleaños; porque, con justeza, le hicieron una llamada de atención; porque el hijo, de tres años de edad, le dijo que no lo quería y que ella o él no era su mamá o el papá, cosa que dicen la mayoría de los niños a esa edad, pero el susceptible lo toma en serio; y así sucesivamente.
Debido a este carácter tiene lógicas dificultades en sus relaciones interpersonales, pues no hay manera alguna de quedar bien con él. Un rasgo que lo complementa es la manipulación: casi nunca dice las cosas tal y como ocurren, sino que las “arregla” según su modo susceptible de pensar. Y con frecuencia trata de involucrar a otros en sus problemas en los que, desde luego, él siempre lleva la peor parte, es decir, es la víctima. “Usted me hizo tal cosa”, “Usted me ofendió”, “Usted me maltrató”, “Usted piensa mal de mí”, “Yo no le caigo bien”, “Usted la tiene cogida conmigo”, “No me quieres como antes”, “Sí, yo lo hice todo mal pero usted no tenía que llamarme la atención de esa manera”. Ésta es una característica muy acentuada en él y es lo que yo denomino “tener la susceptibilidad en la punta de la nariz”, pues se hiere mucho por lo que se le dice y no por lo que hizo para merecer que le dijeran tales cosas. Está muy alerta de cómo le dicen las cosas y no de cuál es el contenido de lo que le dicen. Esto obviamente también le ocasiona dificultades.
Hay que saber ser susceptible y una buena forma es siéndolo en relación con uno mismo, no con los demás, lo cual es una manera de defenderse. Es muy útil preguntarse: ¿Por qué me duele lo que me dicen y no lo que hice para que me lo dijeran? Para empezar a cambiar éste pudiera ser un buen recurso.
La desconfianza es otro rasgo que, cuando no está bien proporcionado, se convierte en un martirio para quien lo padece. Se trata de la falta de confianza en sí mismo y en quiénes le rodean. Al faltarle la confianza en los demás, el desconfiado pensará que le tratan con hipocresía, le dicen sólo una parte de las cosas y le ocultan información; piensa, cuando entra en la oficina y los demás se callan, que estaban haciendo algún comentario malintencionado de su persona; considera las palabras amorosas dichas por su pareja un medio para obtener algo, y no porque las siente y porque le quiere, piensa incluso que “algo” está pasando, pues “ella no es tan cariñosa” y debe haber “gato encerrado”. No puede tener amigos porque también desconfiará de ellos.
La falta de confianza en sí mismo se observa disfrazada de orgullo y autosuficiencia. Considera merecerlo todo y desprecia lo que no está a la altura de su supuesto valor. La inseguridad propia del desconfiado explica los celos, al pensar que otra persona con sus atributos es capaz de hacer sentir mejor a su pareja que él.
No hay otro remedio para este rasgo que comenzar a confiar. Trate de intentarlo al menos, pero de buena fe, no para decirse usted mismo que hizo lo que le sugirieron y no resultó.
La impulsividad está en las personas que no meditan sus acciones y se dejan arrastrar por el primer impulso; imagínese cuántos inconvenientes puede acarrear este rasgo de la personalidad si no se maneja adecuadamente. El impulsivo se comporta como un toro en el ruedo, que con sólo moverle la capa embiste con una furia propia de lo que es: una bestia. Y por desgracia se encuentran personas con tal comportamiento: acaban, ofenden, agreden, ya sea física o verbalmente, a quienes le rodean, por motivos frente a los que se pudiera haber reaccionado de una forma más civilizada. Él será el erizo dispuesto a pinchar al más mínimo roce, por lo que sus relaciones con los demás se verán afectadas de manera sensible.
Esta persona es un esclavo de sus impulsos, es su caballo, no lo que debiera ser: el jinete de sus emociones. Sería aconsejable para ella hallar el control de sus impulsos por todos los medios, incluyendo los psicofármacos, muchos de los cuales han sido utilizados frecuentemente con magníficos resultados en este sentido.
Busque ayuda en un psiquiatra para aliviar este rasgo y sus consecuencias cuanto antes.
El pesimismo es una disposición anímica que lleva a pensar siempre lo peor. El pesimista es aquella persona que se deja dominar por el pesimismo. Imagínese cómo puede ser su mundo si todo lo ve con gafas oscuras; piensa que nada le saldrá bien, que no tiene sentido luchar si no va a obtener éxito, está derrotado antes de iniciar la lucha. Es un perdedor nato. Pierde porque lleva en él la predisposición y la disposición para la derrota y no hace otra cosa que reafirmarla con sus actos.
Al pesimista le ocasiona gran dificultad mantener adecuadas relaciones interpersonales, pues todos tratarán de evitarlo. Su discurso sombrío, sus puntos de vista derrotistas, sus lamentaciones, no son del agrado de los que tienen una manera diferente de comportarse ante la vida, y son la causa de las dificultades referidas. Tiene una imagen negativa de sí mismo y del mundo, al que considera frustrante, competitivo, exigente, agresivo. Su visión de las expectativas futuras es mala y las imagina muy difíciles, con sufrimientos, privaciones, fracasos, etc.
Sería útil para el pesimista tratar de probar que la vida es realmente una “basura” o que él no sirve para nada. La imposibilidad de demostrarlo, quizás pueda enseñarle lo absurdo de sus pensamientos, que le generan el pesimismo y lo refuerzan.
El egocentrismo es otro rasgo que puede dificultar el desarrollo individual. Ego significa yo, y centrismo, el centro. Egocéntrico es la persona que se considera el centro y todo debe girar alrededor de él. El niño pequeño es, por naturaleza, así y es lógico, pues requiere de cuidados constantes para su supervivencia.
Resulta muy difícil establecer relaciones interpersonales armónicas con un egocéntrico, pues se cree lo mejor, lo más importante, sus puntos de vista son los más adecuados, sus necesidades son las principales que hay que satisfacer, todo tiene que ser subordinado a él, tiene que ser “el ombligo del mundo”, esto es, de la pareja, de la familia, del grupo de amigos. A él hay que tenerlo en cuenta para todo y rendirle cuenta de todo. Sus dolores son los mayores, sus problemas no tienen comparación, sus sufrimientos no tienen límites. Como se evidencia, la tendencia a la exageración es parte intrínseca del individuo egocentrista.
Pero nadie es el ombligo del mundo y él no debe creerse que lo es. Y si se lo hacen creer es para hacerle el juego y lo tratan como si fuera un anormal o un bebé, quien sí lo necesita. En el adulto estas actitudes son anormales y es conveniente que haga consciente su necesidad de reclamar atención, independientemente de las diversas formas que utilice para ello, como el llanto, el enojo, la simulación de determinados malestares o la exageración de síntomas banales, etc. También tiene que enfrentar, además de lo anterior, que él puede ser el centro para un grupo de personas, pero no para todas, o durante un tiempo, pero no siempre.
La timidez es otro rasgo que trae innumerables dificultades interpersonales a quien lo posee de manera relevante. El tímido padece de ella y eso significa encogimiento, temor para establecer relaciones, para decir lo que piensa, para exponer sus puntos de vista, para defender sus derechos, para competir con otros; también lo tendrá de estar en grupos, sentirá pena por todo, y esas actitudes harán que sea visto como “el raro del grupo” o se le tendrá lástima o compasión por esa forma de ser. Pero la lástima y la compasión no son afectos normales entre los seres humanos. Luchar contra la timidez no es tarea fácil, pero tampoco imposible.
A continuación se ofrecen algunos consejos para ir venciendo este rasgo. • Hable hasta por los codos cuando se encuentre entre los familiares y amigos que le quieran bien y ante los que usted no tenga gran temor de manifestarse. • Hable hasta por los codos ante desconocidos que probablemente no vuelva a ver y cuyas opiniones sobre usted no son determinantes ni influyentes en su vida. • Hable hasta por los codos que es preferible hacer el ridículo algunas veces y no estar haciéndolo durante toda la vida.
La duda es el último rasgo que se analizará. Hay personas con carácter dubitativo y siempre están pensando si lo que hicieron estuvo bien hecho o no, si cerraron la puerta o la dejaron abierta, si dicen sí en determinado asunto o dicen no. Son esas personas que para tomar una decisión, la piensan tanto y hasta en los últimos pormenores que cuando se deciden ya no es el momento de tomarla.
Reflexionar es bueno y pensar antes de hacer las cosas también lo es, pero no es ni regular disfrazar la duda y la indecisión con ropas de reflexión. Y eso ocurre con quien duda; por su inseguridad tiene que pesar y sopesar hasta el último de los detalles buscando lo que no tiene: seguridad.
Este rasgo es dañino pues se acompaña con frecuencia de rumiación de ideas y el cerebro literalmente no descansa, porque estará pensando en los pro y los contra; por ello, siempre estarán preocupados, tensos; incapaces de bromear, de disfrutar. Y esto a la larga, les llevará al cansancio mental.
Los siguientes consejos les pudieran ser útiles: • Tome las decisiones en conjunto con personas en las que tenga plena confianza. • Recuerde que no se puede tener la seguridad absoluta de acertar en todas las decisiones. • Tomar una decisión inadecuada no es el fin del mundo y no es usted el único que comete errores. • Aprenda a reírse de sus propias dudas y trate de mirarse desde fuera. • Sea tolerante con usted mismo, no sufra del llamado complejo de Dios o de la perfección en todo momento. • Practique ejercicios físicos y técnicas de relajación.
Finalmente, si usted tiene alguno de los siete rasgos muy acentuado, debe darse a la tarea de eliminarlo.

al sistema no li interessa la veritat sinó la mentida i la manipulació dels ciutadans. Fins que diguem : PROU !!


Benvolguts
He enviat aquesta curta carta als diaris. Però no l'han publicada. Donat que l'he escrita, he pensat que millor que algú la llegeixi. No es tracta de cap opinió; es tracta de fets.
Cordialment
Roderic Guigo

"El govern de la Generalitat promou la instal·lació del complex EuroVegas al voltant de la ciutat de Barcelona. Segons el president, aquest projecte és crucial per al benestar futur del nostre país i conduirà a la creació de milers de llocs de treball. L¹any 1931, el joc va ser legalitzat a l¹estat de Nevada i va començar la construcció de casinos a la ciutat de Las Vegas. Durant els anys quaranta, Las Vegas (i l¹estat de Nevada) es van convertir en una atracció turística mundial lligada al joc.
"Avui, setanta anys després, l'estat de Nevada ocupa la posició 46, entre els 50 estats de la Unió, pel que fa a la qualitat de les escoles; la número 42 pel que fa a la salut dels ciutadans, i la
número 45 pel que fa a la proporció de joves amb títol universitari. D'altra banda, en canvi, ocupa la tercera posició en nombre de crims violents i la segona en nombre d'execucions hipotecàries. Irònicament, ocupa la primera posició pel que fa a desocupació: és, amb diferència, l'estat amb l'índex d'atur més alt de tota la Unió.
"Roderic Guigo
"Centre de Regulacio Genòmica, Universitat Pompeu Fabra"
"Hem de tenir la ment oberta. Pero no tant perquè ens caigui el cervell." Richard Feynman

lunes, 30 de abril de 2012

Como saber si mienten???



Quién no dice una mentira de vez en cuando, para salirse con la suya? O para tapar algo que no queremos que se sepa. De hecho, me consultan muchas personas con esta temática. Mas cuando tejemos una maraña de mentiras y no sabemos cómo salir, nos vemos enredados en un problema serio. Y si quien desfigura los acontecimientos es otra persona, tal vez nos veamos inmersos en asuntos en los que no deseamos formar parte. Este es otro laberinto con salida.
El tergiversar los hechos no es solamente una diferencia de mapas, con la que a menudo solemos toparnos al relacionarnos y comunicarnos con otras personas. Algunas personas mienten casi todo el tiempo. En muchos casos, descaradamente. Modifican sucesos, lugares, nombres, fechas. Lo peor de esta situación es que se creen sus propias mentiras. Inventan un mundo paralelo en el que imponen sus propias reglas. Creen que así todo está bajo su control.
Al desenmascararlos, o tratar de hacerlo, sobreviene un gran enfrentamiento. “No recuerdo lo que me dices”. “Eso nunca sucedió, yo no pude haber hecho ese comentario”. “Las cosas son como yo digo, tú no tienes ni idea”. Pueden hasta ponerse violentos si los enfrentamos con los hechos tal como sucedieron. Sus relaciones personales sufren. Las laborales, también, ya que pierden credibilidad.
Todos conocemos personas que mienten, ocultan o desfiguran la realidad. Si lo piensas detenidamente, en varias oportunidades tú mismo has apelado a este recurso para obtener algo que deseabas o para esquivar algo que no querías que sucediera. El problema se suscita cuando alguien no puede dejar de mentir, cree las cosas que inventa, se enfrenta a quienes desautorizan sus ideas y esto incide en su comportamiento cotidiano y en su interacción con los seres de su entorno.
o creo que para algunas personas la mentira se transforma en algo que en cierto momento ya no pueden controlar. Han tergiversado la realidad, tantas veces, de una miríada de maneras diferentes, y hallan casi imposible dejar de hacerlo. Su necesidad de despegarse de lo que en verdad sucede es tan grande que apelan a cualquier recurso para guarecerse. Es un mecanismo de protección aprendido con los años. Al no poder enfrentarse a duras verdades que los entristecían, creaban otras basadas en su frondosa imaginación. Y esto se transformó en un hábito. Es otra de las maneras de escapar del presente.
El mentir provoca un aislamiento emocional importante. Es tanta la energía que se pierde al tratar de sostener algo que no es real, que la persona queda agotada y se encierra aún más en sí misma, lo que la disocia del resto de la gente.
Otro factor que incide y aumenta el aislamiento es el miedo a ser descubierto. Para algunas personas este miedo llega a ser un aliciente, ya que prueban su inteligencia y la comparan con la del resto de las personas, ¿se darán cuenta que lo que digo no es real? ¿O seré yo más inteligente y capaz que ellos? En este juego perverso, la adrenalina que se genera es comparable a la de personas con problemas de adicción. Creen que pueden dejar de mentir en cualquier momento, cuando lo cierto es que se hunden cada vez más en las historias que crean. Esperan que los demás no se den cuenta del problema que realmente les aqueja.
¿Se puede ayudar a cambiar a alguien que presenta este comportamiento? Claro que sí, siempre y cuando contemos con la determinación de cambiar de dicha persona.
Si en tu caso, creaste una irrealidad en algún área de tu vida y decides ponerle punto final a esta situación para vivir en paz contigo mismo de aquí en adelante, ten en cuenta que además de experimentar una gran sensación de alivio y confianza plena en ti, algunas personas pueden llegar a enojarse o a desaprobarte al darse cuenta de lo que estuvo sucediendo. Se producirán ciertos cambios en tu entorno que, a su debido momento, te darás cuenta que fueron para bien. Hay que pasarlos con voluntad férrea y la decisión de hacer, finalmente, lo correcto.
Hace tiempo leí en un libro una cita que decía: “El 50% de la gente te querrá, hagas lo que hagas, y el otro 50% de la gente no te querrá, hagas lo que hagas”. No hay nada mejor que vivir en la realidad y aceptarla, es sano, acerca la tan deseada tranquilidad mental y emocional… ¡y es bien posible lograrlo!.
¿Te has preguntado nunca cómo sería tu vida si tuvieras un detector de mentiras? Es decir, un transistor que cada vez que alguien te mienta oyeras un pitido: “pip” , “pip” , “pi pi pi piiiiip”.
Estás de suerte, este dispositivo existe y es más potente aun que lo que acabamos de imaginar. ¿Sabes como se llama ese dispositivo? CEREBRO, tu cerebro tiene la capacidad de como saber si mienten simplemente analizando las incongruencias del lenguaje corporal.
Y no solo eso sino que hasta puedes captar la omisión a la verdad, cosa que ningún detector de mentiras podrá averiguar jamás. ¿Por qué? Omitir la verdad no es mentir, si yo te digo: “hoy me he levantado” no te estoy mintiendo, es verdad, pero quizás te estoy ocultando que me he meado en la cama. ¿Como lo averiguarías?
Cuando aprendes a leer el lenguaje corporal tal como enseñamos en nuestro videocurso: Todo sobre el lenguaje corporal y como utilizarlo, aprendes a distinguir los matices del lenguaje corporal y a detectar el nerviosismo en él. Si yo te digo: “hoy me he levantado” y notas que hago un movimiento nervioso y mi tono de voz tiembla un poco, imperceptiblemente, pero tú sabes lo que significa junto con mi gesto nervioso, entonces puedes detectar que algo ha pasado.
Algo dentro de la frase: “hoy me he levantado” me incomoda y si me incomoda es porque no es precisamente algo de lo que me sienta orgulloso. Si a partir de ahí escarbas: “¿qué te ha pasado esta mañana?” , yo: “nada”, él: “va dímelo, que sé que te ha pasado algo, ¿Qué te ha pasado?”, yo: “que nada” , él: “no me mientas, va, dímelo, si sabes que me lo terminarás diciendo igual”, yo:” vale, pues que, joder, me he meado”.
¿Ves? No te han mentido, pero tú gracias a leer el lenguaje corporal has sabido incluso, sonsacar información que estaba oculta y habría pasado inadvertida para todo el mundo.
Esta habilidad de como saber si mienten es tremendamente útil para todos los ámbitos de su vida porque así, puedes saber, mientras estás proponiendo algo si a la otra persona le parece bien o no.
En este aspecto hay que ser inteligentes y no amedrentarse. Simplemente porque le propongas a una chica salir y se cruce de brazos no significa que no le guste tu plan, tienes que analizar todos los detalles y probar a ver que ocurre dado que, el lenguaje corporal a parte de técnicas y estudios es práctica para que lo adaptes y calibres a ti.
Hay muchas personas que a parte de que les es imposible como saber si mientenademás su visión y lectura del lenguaje corporal se ve perjudicada por prejuicios. Si una persona coge manía a los brazos cruzados, cada vez que alguien los cruce se sentirá incómodo. Puede que le pida un ascenso a su jefe y justo cuando este vaya a concedérselo la persona diga: “no pasa nada, da igual” simplemente porque su jefe ha arqueado la ceja y eso le hace pensar que está muy a disgusto, cuando al igual, tu jefe simplemente no estaba cómodo del todo pero aceptaba la situación.
Dentro del como saber si mienten hay mentiras que son muy difíciles de detectar. Hay dos ocasiones en las que esto se hace peculiarmente difícil aunque seas un experto en lenguaje corporal. La primera es con los mentirosos compulsivos, que mienten tanto que se creen sus propias mentiras y las cuentan viviéndolas con lo cual no vas a detectar incongruencias.
Aunque si bien es cierto, con malpensar con estas personas aciertas el 95& de las veces. La segunda es cuando la mentira no implica nada emocional para la otra persona. Por ejemplo, jugando a un juego de cartas que se basa en mentir.
Si la otra persona fuerza un lenguaje corporal neutro será muy difícil detectar cuando miente y cuando no. La única posibilidad en este caso para como saber si mienten se basa en estar muy atento a su lenguaje corporal, tono de voz y gestos y averiguar si tiene algún tic o manía que hace cuando miente.
Por ejemplo, se rasca la oreja o mira con los ojos para abajo cada vez que miente jugando a las cartas. Esto es muy difícil de detectar dado que a veces son movimientos involuntarios y extremadamente irreconocibles como un tic fugaz de un ojo, o una mirada hacia la izquierda de un micro segundo.
Pero para tu suerte, tranquilo, las mentiras no son ni de lejos tan difíciles de detectar. La mayoría incluso son fácilmente detectables pero… Hay que aprender a distinguir entre mentiras y medias verdades. La gente lo que suele contar es medias verdades, es decir, una exageración de la realidad.
Casi todo el mundo lo hace y en cuanto aprendes a como saber si mienten te das cuenta de que es algo habitual. ¿Qué alguien cobra 900€ al mes? Dice que cobra 1200€. ¿Que se van de vacaciones 5 días a París en avión? Mentira, se van 2 y en bus.
Como saber si mienten se basa en analizar el lenguaje corporal en dos fases. La primera fase trata de averiguar como es la persona. Qué tipo de carácter tiene en base su lenguaje corporal para hacernos una idea aproximada de cómo es la otra persona. Así nuestra lectura acerca de como saber si miente o no será mucho más aproximada.
Pero cuidado, porque a veces el lenguaje corporal de una persona puede decir que es sincera y amable, pero luego al conocerla mejor podemos darnos cuenta de que sí, es así, pero esa persona tiene unos demonios internos que la vuelven muy envidiosa y recelosa de los demás. Con lo cual, aunque sea buena persona nos daremos cuenta que teníamos que habernos fijado en su lenguaje corporal nervioso y esquivo como símbolo de que “algo esconde”.
La segunda fase se basa en analizar lo que dice y como son sus gestos, tono de voz y lenguaje corporal cuando lo dice, a partir de ahí podremos llegar a una aproximación muy exacta y darnos cuenta para como saber si miente o no.
Hay una cosa que destacar y es que cuando la otra persona miente forzada y voluntariamente es más difícil detectar la mentira. Y si le acusas de mentir y el refuerza que no es mentira también. ¿Por qué? Porque entonces refuerza todo su lenguaje corporal y congruencia para que te lo creas.
Como saber si mienten tiene su mayor potencial cuando la otra persona no sabe que la estamos analizando y se cree que somos inocentes corderitos. Más vale pasar por tonto siendo superdotado que pasar por superdotado siendo tonto.
Porque cuando te minusvaloran relajan las defensas y ahí puedes sacar tu mayor potencial multiplicado. A la hora de como saber si mienten te hará tu vida mucho más fácil y te facilitará muchísimo la lectura del lenguaje corporal.

sábado, 28 de abril de 2012

Cómo ser feliz cada día. ¿Y si la felicidad fuera ésto que ya tienes?




Si decides adoptar una actitud de aceptación y apreciación y disfrutar del camino, la felicidad ya está en tus manos, incluso cuando afrontas los problemas.





Quizás el título de este reportaje te resulte poco creíble o exagerado. ¿Es posible ser feliz cada día? ¿Existe alguna fórmula que lo haga factible? Mucha gente responderá que no. En las encuestas, la mayor parte de las personas declaran no creer en la felicidad, y menos en mayúscula, y menos de forma permanente. "La felicidad son momentos", dicen, o bien, "la felicidad es como un relámpago, que desaparece en cuanto lo percibes".
Para estas personas y para todas las demás, tenemos buenas noticias: la felicidad existe, puede ser duradera y puede, incluso, acompañarte toda tu vida, formar parte de ti, como una característica más que te define. Y esta gran conquista depende sólo de un cambio de actitud.

A lo largo de este reportaje vas a descubrir que la felicidad no es un milagro ni una bendición efímera de los dioses, sino que es, simplemente: 1. una actitud interior que puedes cultivar; 2.una decisión personal que se toma cada día, y 3. un camino, no una meta.
Pero, por encima de todo, has de tomar una opción importante al principio del viaje, que consiste en escoger el amor y liberarte del miedo.

I. Sobre la felicidad y el sufrimiento.

Sufrimiento manifiesto, subyacente, cambio de sufrimiento. Identifica primero el sufrimiento para saber dónde buscar la felicidad.
Para comprender lo que es la felicidad, es importante entender también qué es el sufrimiento.
Si sondeamos en nuestros estados de ánimo diarios, veremos que son generalmente cambiantes. Lo importante es detectar si el hilo conductor entre todos estos estados es una tónica de bienestar o, por el contrario, de incomodidad permanente.
Presta atención a los diferentes tipos de sufrimiento y observa si son las circunstancias las que se imponen en tu vida o cuentas con una anfitriona de bienestar personal que acoge de buena gana a todas estas visitas ineludibles en la existencia humana.


Tipos de sufrimiento.

Podemos definir el sufrimiento como un estado de ánimo caracterizado por el malestar.
Hay tres tipos de sufrimiento:
1. El sufrimiento manifiesto. Es aquél que sientes cuando te duele algo, física o emocionalmente: la espalda, la molestia de las diarreas, la cabeza, enfados, etc... Cualquier tipo de malestar manifiesto.
2. El sufrimiento del cambio. Cuando te deja de doler lo que antes te dolía tanto. Resulta un alivio y parece, por un momento, que eres feliz, pero en realidad sólo está cambiando el sufrimiento anterior por otro que se manifestará enseguida.
Ejemplos: sufrimiento de no tener pareja/consigues pareja-alivio-"felicidad"/sufrimiento de tener pareja;
te duele la espalda/deja de doler-alivio-"felicidad"/empieza a molestar otra cosa (como la dificultad de dejar de fumar, de beber, una discusión, lo que sea)...
Se cambia el sufrimiento.
En la práctica, éste es el tipo de felicidad que solemos conocer comúnmente: cuando algo te deja de doler o consigues lo que quieres. Pero no es más que un alivio y enseguida aparece el sufrimiento del cambio.
En realidad no es más que un cambio de sufrimiento.
3. El sufrimiento subyacente. Es esa molestia sutil e inconsciente que está casi todo el tiempo, porque hace frío, calor, tengo hambre, sed, cansancio, me aprieta el pantalón, estoy pesada, tengo que dejar kilos, etc. E$s el sufrimiento inherente a la condición humana que experimentamos.
En ninguno de esos tres espacios se puede manifestar la felicidad auténtica.
La felicidad (que siempre está ahí, dentro del ser humano, reinando en su isla de paz, interior) sólo se manifiesta cuando la desenterramos de todos los engaños, exigencias y condiciones externas.
Entonces, descubrimos que está siempre y no depende de condiciones externas.
Este tipo de bienestar abraza y acepta las visitas de las condiciones externas y las deja pasar sin dejar de ser la anfitriona siempre.
La felicidad no desaparece cuando llega una visita-condición-molestia, para regresar cuando ésta se va. (No sería una buena anfitriona...)
La alegría de la paz interior permanece siempre, con visitas o sin ellas.
Esa es la única felicidad real.
Lo demás (alivios) sólo son diferentes versiones o manifestaciones del sufrimiento.
 Desarrollar un sentimiento de felicidad auténtico y permanente sólo depende de ti.

Cultivar la felicidad.

¿A qué dedicamos la mayor parte de nuestra vida? Probablemente, a asegurarnos el bienestar material (posesiones, poder, una buena imagen...); a ocuparnos de nuestra familia, de las relaciones sociales; al cuerpo (compras, vestidos, alimentación, embellecimiento...). Todas estas condiciones pueden contribuir a tu bienestar pero no son la causa de tu felicidad.
¿Qué es lo que sí puede ser causa profunda de bienestar y felicidad?
Tu habilidad para mantener paz mental en cualquier circunstancia (incluso en el dolor físico), tu capacidad de concentración, tu aceptación (que te haga fácil soltar en cada pérdida), tu capacidad de amor y compasión, que te conecte con tu entorno, incluidos todos los seres. La alegría.
Ésas son las habilidades que te ayudan a vivir una buena vida, con significado y feliz.


Obtener una maestría en estas habilidades no es más difícil que conseguir todas las posesiones, carreras, oposiciones, la casa de tus sueños, el coche más rápido o la pareja que crees que te hará feliz, todas esas cosas que sí se llevan tu tiempo y energía y, sin embargo, no te garantizan la felicidad (por el contrario, sí constituyen una buena fuente de preocupaciones).


No se trata de abandonar todas las demás cosas, obviamente, pero sí es importante restablecer prioridades y reorganizar nuestro tiempo y energía, para dedicarle algo más de atención a las cosas que sí tienen el poder de hacernos felices (nuestra capacidad interior de paz, amor, concentración, alegría, comprensión).


2. Abrirse al amor.

El amor no puedes encontrarlo fuera. Es algo que sólo puedes generar dentro y dejar que se proyecte fuera.
Quizás sea lo más difícil, el punto de partida. ¿Cómo abrirse al amor, a la felicidad, al disfrute profundo, cuando nos pasamos el día ocupados en resolver cuestiones, la mayor parte de ellas de intendencia, abastecimiento y de supervivencia cotidiana, como si la vida consistiera, básicamente, en una mera batalla contra los elementos? Pero la vida es algo más que una lucha; la vida es, en esencia, un "estar". Y eso es lo que vamos a descubrir en nuestra búsqueda de la felicidad.

Claves para abrirse al amor:

  1. Reconocer que no estás separado sino que formas parte de tu entorno.
    Uno de los grades errores que hemos aprendido es que somos seres separados e independientes del resto (de las demás personas, animales, el planeta, etc.), una creencia que potencia la competitividad, la explotación y manipulación del entorno (personas incluidas) y, en última instancia, el miedo. Si te sientes parte y dependiente de la red de la vida, reducirás tu egocentrismo y tu importancia personal y actuarás para el bien general. Y esto es clave para el buen funcionamiento de tus relaciones, la apreciación, el cuidado del entorno y tu bienestar personal.
  2. Identifica tu proyecto de vida.
    Seguramente quieres llegar a tu vejez o a tu madurez con la sensación de estar viviendo una vida con significado, y no mirar atrás y sentir que has hecho una ruta sin rumbo ni sentido. Párate a pensar en el significado de tu vida, identifica tus prioridades y márcate objetivos de acuerdo a tus valores personales. Con el tiempo, revísalos y, si es necesario, introduce cambios. Vive con consciencia, con el convencimiento de estar viviendo tu propia vida.
  3. Diferenciar entre lo urgente, lo necesario y lo importante.
    Aprende a parar. Identifica a qué le estás dedicando la mayor parte de tu tiempo, energía, pensamientos, etc. Todas esas cosas tan urgentes y aparentemente inevitables a las que dedicas tu vida, ¿son realmente importantes, dentro de tu proyecto de vida? ¿Son coherentes con tu proyecto de vida, contribuyen a tus objetivos? ¿Son necesarias? Si la respuesta es "sí": enhorabuena. Si es "no": tu agenda necesita una buena reestructuración y, cuando lo hagas, asegúrate de que las cosas a las que dedicas tu tiempo, las cosas urgentes, son realmente importantes y necesarias.
  4. Acostúmbrate a ver a los demás seres como iguales.
    En tu familia, todas las personas son importantes y deseas la felicidad de todas ellas. Y lo mismo con tus amistades, si les amas de verdad. La persona que te vende el pan; las madres con las que te cruzas a la salida de la escuela de tus hijos; tu compañero de trabajo; el jefe que exige de ti más de lo que puedes dar, todas aspiran a lo mismo que tú, básicamente: a ser felices. Y todas estas personas a veces aciertan (y son felices y es un placer estar a su lado) y a veces se equivocan (y se enfadan y hacen daño, queriendo o sin querer), exactamente igual que tú. Es una suerte ser imperfecta, porque así puedes comprender mejor las imperfecciones de los demás, aun cuando son diferentes. Mira  a las demás personas como iguales: seres que buscan la felicidad y a veces se pierden en el camino.
  5. Aprende a aceptar.
    Aceptar no significa resignarse. La resignación no acepta: no le gustan las cosas como son y simplemente se "fastidia" con la sensación de impotencia, victimismo, etc. Nada sano. La aceptación no huye ni niega la realidad; ve las cosas como son (acepta) y realiza los cambios que se puedan realizar para mejorar las condiciones. Acepta lo que hay y lo carga de significado para seguir creciendo. Incluso el dolor, cuando llega; lo afronta y le da un significado. De esta manera, el dolor nunca es gratuito o una experiencia desperdiciada sino que se hace transcendente. ¿Te resulta contradictorio? Para ser feliz de verdad no puedes tener adicción al bienestar, a que las cosas sean siempre como tú deseas; la felicidad profunda y definitiva comprende que a veces te tocará afrontar situaciones incómodas o no deseadas, porque forman parte de la vida humana, y se abre a ellas cuando llegan, las utiliza para crecer y las deja pasar.
  6. Depende sólo de una mente feliz.
    Considera las cosas que ocurren en tu vida como anécdotas  o prácticas de aprendizaje, disfruta de ellas: las que te gustan y las que no te gustan. Todas tienen la misma función: hacerte crecer, enseñarte a ser feliz. Que tu felicidad dependa sólo de tu mente feliz. Y, a partir de ahí, afronta lo que tengas que afrontar con alegría.
  7. Hazte consciente del amor que sientes, hazlo visible.
    Reconoce cada vez que se manifiesta tu amor: por detrás de un gesto amable con otra persona, cuando sonríes, cuando miras a un bebé, cuando disfrutas de una comida o una conversación con tu pareja o tu amiga, cuando contemplas un paisaje, una obra de arte o un objeto inspirador.Visibiliza tu amor. Cada vez que eres consciente de él, le das más fuerza.
    Y, de la misma manera, aprecia los gestos de amor (amabilidad, consideración) de las demás personas. Es el mismo amor que habita la vida, en circulación.

3. Cómo ser feliz en cada momento el día.



Desarrolla tu paz interior y haz lo que tengas que hacer desde tu alegría imperturbable.


A continuación, te vamos a ofrecer algunas sugerencias para proteger tu alegría en tu vida cotidiana y, en especial, en algunas de las situaciones en las que más nos cuesta o incluso aquéllas que suelen sacarnos de nuestras casillas.
Pero recuerda que, antes que nada, es importante haber manifestado la decisión de querer ser feliz, mantener una actitud que lo haga posible y aceptar disfrutar del camino, aun en los tramos de travesía más intrincados que puedas encontrar.

Como ilustración e inspiración, pueden servirte las palabras de Lochani, una monja budista de Barcelona:
"Cada vez que algo empieza a alterarme (una crítica, una decepción, las cosas no son como deseo, etc.) pienso: ¿Qué me importa más, esto o mi paz mental? Y mi malestar se reduce automáticamente. Porque cualquier cosa que no me guste (lo que piensen de mí, el inconveniente de perder un trabajo y tener que buscar otro, etc.) no es tan importante como mi paz mental, mi alegría interior".
  1. Para afrontar el día por la mañana.

    - Cuando te levantas.

    ¿Te cuesta dejar la cama por las mañanas? Haz tuyas las palabras de aquel monje que decía: "Cada vez que me despierto, recuerdo que tengo por delante 24 horas para ser feliz y hacer felices a los demás". O las de Serrat: "Hoy puedes ser un gran día" y "No dejes que se acaben para desear las cosas más que nunca". Haz un repaso rápido por las personas y situaciones agradables que te esperan a lo largo del día, los proyectos en curso, el significado profundo de tu día de trabajo o estudios; incluso las dificultades que te esperan forman parte del guión, tu vida en movimiento. Cada molestia te hace más fuerte y te da más poder.

    - Durante el desayuno.

    Convierte tu desayuno (en casa o en la cafetería) en un ritual precioso que te llena de energía. Disfrútalo como una ofrenda que te haces a ti misma antes de abrir la ventana al mundo: en la lectura del periódico o las noticias en la televisión, el clima en la calle o las personas con las que te cruzas cada día. Aprecia tu desayuno como la energía que te da la fuerza y suaviza tu mirada sobre los acontecimientos del día.

     
  2. En el trabajo.

    - Cuando tu compañero (o, peor, tu jefe) es muy competitivo y crees que sabotea tu trabajo.

    Dan ganas de machacarlo, ¿verdad? Y así el machaque se hace mutuo y el mal rollo no se acabaría nunca.
    Prueba a mirarle con otros ojos, fuera de tus condicionamientos, y ver cómo es de verdad, fuera de sus condicionamientos.
    Piensa si compartís aficiones y si hay lugares comunes donde os podríais encontrar: en el gimnasio, en el mercado, en el cine, comprando libros. Piensa en su familia, las personas a las que cuida, sus frustraciones personales. Y piensa si tienes algo para aportarle. Y ofréceselo.
    Sal por un momento de las circunstancias que os mantienen enfrentados y relaciónate con la persona y sus necesidades. Si tú cambias, algo cambiará en la relación. Te sentirás aliviada al mejorar la situación; agradecida a la otra persona por ser un poco menos tu enemiga, y orgullosa de tu capacidad para transformar las cosas y del poder de tu amor.
    Te sentirás feliz.

     
  3. Con la familia.

    - Con los tics que te molestan (o te "traumatizaron" en la infancia) de tu madre, padre, hermano, etc.

    Cada vez que te moleste una frase un gesto, una actitud, amplía el foco y descubre qué es lo que quiere decir por detrás de lo literal. Quizás son simplemente pautas aprendidas, vicios de relación que se repiten por inercia. Pero, detrás de esas pequeñas inercias, ¿hay amor? ¿Crees que puedes contar con esa persona? Si es así, agradécelo mucho, dentro y fuera de ti. Exteriorízalo Dale un beso, un abrazo, una sonrisa o una frase en la que muestres interés por la otra persona. Alguien tiene que empezar a romper la pauta de acción-reacción en los malos rollos familiares.
    Pronto recibirás el agradecimiento de la otra persona por no haber hecho más grande la bola de mal rollo que te lanzó. Y, así, la relación se irá saneando y tú cada vez te sentirás más confortable y feliz en familia.

     
  4. Cuando te relacionas con los demás.

    - Con los funcionarios que le ponen pegas a cualquier cosa que tengas que realizar.

    Hay personas que parecen disfrutar poniendo impedimentos a cualquier cosa que tengas que hacer, como si tuvieran un radar especial para prever las dificultades o, en su caso, inventarlas. Y lo fácil es reaccionar con mal humor, lo cual no suele obtener muy buenos resultados ni mucho menos potenciar tu felicidad. Plica paciencia, mantén tu tono de voz suave y, si es posible, sonríe con sinceridad: céntrate en las posibles soluciones (aunque ella se esté centrando en los problemas) y dirígete a ella como si fuera tu colaboradora, para conseguir alguna de ellas. Haz de espejo de su sensibilidad y su buen corazón, que seguro que los tiene (aunque sus condiciones quizás no son las mejores para manifestarlas) y confía en que vais a resolver el problema de la mejor manera posible. Si su responsabilidad es limitada, busca otras personas con más capacidad de decisión. Y confía en que, cualquiera que sea el resultado, te va a llevar a buen puerto.

    Aquí tienes unas cuantas claves para comunicarte de una manera eficaz en general, en tus relaciones.


    Cuadro

    7 claves para comunicarte.

    1. Sonríe.

    Reír es una medicina, física y mental. Refuerza los sistemas inmunológico, muscular y cardiovascular, además de liberar endorfinas, la hormona de la felicidad. Además, la  sonrisa se contagia y, cuando es sincera, es la fórmula mágica para apaciguar cualquier mal rollo en otras personas, y en ti misma. Especialmente cuando creas que te van mal las cosas y sufres, sonríe cuando te relaciones con otras personas: ellas no tienen la culpa. Cuídalas, porque probablemente ellas también guarda su propio dolor. Y sonreír apacigua todos los dolores.

    (Frase: "Sé amable con toda persona con quien te cruces porque también está librando una gran batalla"


    2. Di siempre la verdad.

    Si no dices la verdad, acabarás perdiendo la confianza de las demás personas, y tú misma te perderás, sin saber qué es cierto o no lo es, en tus interpretaciones de las cosas. Decir la verdad es un gesto de valentía, de aceptación, contra la cobardía, la negación y la huida que significa la mentira. Pero decir la verdad no significa exponer/imponer tu criterio aun cuando no te lo pidan; eso son meras opiniones.

    3. Escucha con atención.

    Escuchar significa parar la propia cháchara mental y abrirte a la experiencia y los sentimientos de la otra persona. Escuchar es un acto de amor que hace que la otra persona se sienta amada. Practica la escucha atenta porque en cada práctica aprendes a amar más y mejor.

    4. Ponte en sus zapatos.

    Y cuando escuches, ponte en su piel, no en lo que tú sentirías si estuvieras en su lugar. Mediante la empatía, descubres la realidad de la otra persona y la aceptas.

    5. Agradece.

    ¿Erres una persona rica o pobre? Por mucho que poseas, cuando no valoras lo que tienes, es como si no tuvieses nada. Puedes tener una multimillonaria cuenta en el banco, salud, un montón de amistades y todas las oportunidades de disfrute, pero te sentirás pobre si centras tu atención exclusivamente en lo que no tienes, en tu adicción al deseo, a tus próximas conquistas pendientes. Pero, por poco que tengas, puedes sentirte la persona más afortunada del mundo si sabes apreciarlo cada día.

    6. Expresa tus sentimientos.

    En la comunicación de verdad está muy bien transmitir detalles y hechos, pero lo que hará que una conversación sea profunda y recordada es el que se intercambien sentimientos y emociones. Aprende a decir "ayúdame", "perdóname" y "te quiero", que son las tres palabras más difíciles de expresar para las personas adultas.
    Hazle saber a la otra persona qué cosas en ella te hacen sentir bien o crecer. En cuanto a lo que te hace sentir mal, comunícaselo también, en el momento oportuno (cuando se sienta receptiva y no acusada y a la defensiva) e investigad juntas qué es lo que hay dentro de ti que te hace reaccionar emocionalmente de esa manera. Si tú haces un esfuerzo por cambiar, la otra persona lo hará también.

    7. Aprende a comprender.

    Juzgar, criticar, es una pérdida de tiempo y crea hábitos. Cuando criticas pones el foco en algo que no te gusta, ignorando el cuadro completo. Si en lugar de fijarte en los defectos de las personas o situaciones pones el foco en sus virtudes y beneficios, te llevará a relacionarte mejor con esa persona o situación. Pon tu atención en lo que te hace aprender y crecer; con esta actitud, verás que no excluyes nada: lo que aprecias de la otra persona, te inspira para mejorar; lo que crees que no funciona, te enseña los errores que no debes cometer.
    En cuanto a la otra persona, comprende sus limitaciones y, simplemente, acompáñala (en tus posibilidades), como harías con una persona enferma.

     
  5. Para realizar tus sueños.

    - Asegúrate de que tu sueño sea estimulante y no inmovilizador.

    ¿Tienes algún sueño? Deberías, porque los sueños y proyectos de futuro le aportan energía y entusiasmo a tu vida. Pero cuidado, porque los sueños pueden ser tanto un estímulo como una trampa para el estancamiento. ¿Cómo saberlo?
    Pregúntate si estás haciendo algo para realizar tu sueño, es decir, si tu objetivo está ya en proceso, o bien si lo utilizas meramente como una forma de resignación (eso es lo que me gustaría hacer, si pudiera) para justificar por qué no encuentras satisfacción en tu vida.
    Un ejemplo del primer caso es cuando una niña sueña con que de mayor será actriz o periodista o médica o astronauta, y la vida que hace está llena de gestos e intenciones en esa dirección: aprende sobre el tema, empieza a practicar (hacer su sueño realidad) a la menor oportunidad, etc.
    Un ejemplo del sueño-trampa es cuando una persona que vive y trabaja en la ciudad asegura que su ideal sería vivir en la montaña rodeada de caballos, pero no hace el menor gesto en esa dirección (ni en relación a la montaña ni a los caballos); o cuando asegura que su ideal de vida feliz sería vivir viajando, sin embargo, su día a día (incluso en vacaciones) es marcadamente sedentario.
    Presta atención, porque el sueño-trampa te permite acomodarte en la insatisfacción y te da permiso para la queja y los fracasos reiterados (no aprender nada de la experiencia), porque acaba siendo utilizado como respuesta a todos los males.

    Éstas son las cinco claves para relacionarte con los sueños que aportan felicidad a tu vida:

    1. Tenerlo. Obvio, ¿no? Del sueño te impulsa en una dirección, te motiva, le da significado a lo que haces. Y es una gran causa de alegría. Pon  un sueño (o más) en tu vida.

    2. Explicarlo. Cada vez que lo cuentas, alcanzas a desarrollar más detalles, el sueño crece y toma más cuerpo, se hace más real.

    3. Escribirlo. Esto te permitirá leerlo más tarde y no olvidarlo. Escribe los detalles, el proceso, cómo afrontarás los posibles imprevistos.

    4. Visualizarlo. Tu mente es energía y tiene el poder de crear cosas. Cada vez que piensas en tu sueño, lo visualizas, le das forma y los sientes, lo haces más real. Si t emocionas con él, para ti ya es real. En la medida de lo posible, actúa como si ya lo hubieras conseguido.

    5. Trabajar en él. Ponle mucha voluntad y manos a la obra. Infórmate, fórmate, empieza a practicar cada vez que la ocasión te lo permita. Persevera cada vez que te enfrentes a una dificultad. Ponle paciencia y humildad, pero en acción. Siéntete ya quien quieres llegar a ser y actúa como actuarías una vez realizado tu sueño. Porque ya estás en él.

Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...