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martes, 31 de agosto de 2021
MIRADAS...
LA EDAD MADURA NO SOLO TRAE ARRUGAS....
Y no porque queramos, sino que, por la misma experiencia, encontramos a nuestros iguales, somos transparentes para los que son como nosotros. Por eso el ciberespacio no nos limita, ya que sin querer damos con ellos. La amistad es el primer paso de la convivencia, hacemos amigos desde nuestra niñez , y con el transcurso de los años, estos han compartido una parte de nuestra vida, y así junto con los nuevos años, viene nuevos amigos. La amistad es el mejor remedio para la soledad, para la incomprensión, cuando éstas aparecen en nuestra vida, por alguna razón. Ya para finalizar, déjenme concluir con esta verdad, cuando se tienen amigos , jamás llegaremos a morir solos, porque muchos nos despedirán, y otros tantos nos estarán esperando.
lunes, 30 de agosto de 2021
El poder de la palabra
Te convertirás en aquello en lo que pienses constantemente. Cada día, cada minuto, cada segundo de tu vida estás construyendo tu futuro con tu manera de pensar". Earl Nigthingale.
La persona promedio habla consigo misma más de la mitad de su día. Gran parte de ese diálogo interno ocurre con preguntas y respuestas. Cuando enfrentamos cualquier situación que requiera una respuesta de nuestra parte, ya sea que estemos evaluando una propuesta que alguien nos presente, buscando las causas de una caída que sufrimos, o que estemos experimentando un dolor físico, nuestra mente evaluará dicha situación preguntándose: ¿Qué quiere decir esto? ¿Por qué me está sucediendo a mí? ¿Qué debo hacer y cómo debo responder?
Sin importar la naturaleza de la situación que estés enfrentando, éstas tres preguntas parecen ser siempre la manera en que tu mente busca comprender lo que está sucediendo: ¿Qué es esto?, ¿Por qué yo?, ¿Qué hago? Y para responder a estos interrogantes, tu mente simplemente buscará en los archivos de tu subconsciente la respuesta más acertada posible, basada en la información que allí encuentre -sea cierta o no-.
Si después de sufrir una derrota -así haya sido una caída menor- te preguntas: ¿Por qué será que a mí todo me sale mal? Inmediatamente tu cerebro comenzará a buscar respuesta a esta pregunta. Entiende bien; no dije que tu mente comenzará a buscar la causa de aquella derrota, sino que buscará la respuesta a la pregunta que formulaste.
Lo primero que tu mente seguramente encontrará es que, basado en tus experiencias anteriores, ésta no es una apreciación real, ya que no todo lo que has intentado en tu vida te ha salido mal. Así que, a falta de evidencia real que respalde la exageración implícita en tu pregunta, continuará examinando otra información que se encuentre en tu subconsciente. Tomará en cuenta todo aquello que hayas escuchado de otras personas respecto a las caídas; lo que tú mismo te hayas dicho; lo que hayas leído, visto en televisión, o escuchado en algún lado, y basado en todo este caudal de información, precisa o imprecisa, real o ficticia, te dará una respuesta. Y a lo mejor la respuesta es: ¡Esto te pasa porque no sirves para nada o no eres bueno para eso!
¿De dónde salió esta respuesta? Es difícil determinarlo con exactitud; a lo mejor fue un comentario que alguien te hizo tiempo atrás cuando experimentaste otra caída, o lo escuchaste una y otra vez en tu casa, o quizás lo leíste esa mañana en el horóscopo.
De donde quiera que haya salido, lo cierto acerca de esta respuesta es que lo único que ha logrado es que ahora te sientas peor de lo que te sentías antes. Es simple, si formulas una pregunta estúpida, seguramente recibirás una respuesta estúpida.
La ley de la atracción explica claramente que si las respuestas que recibes, ciertas o erradas, están creando sentimientos y emociones negativos es porque estás formulando las preguntas equivocadas.
Por ejemplo, piensa por un momento en las siguientes preguntas que muchas personas se hacen con sorprendente regularidad:
• ¿Por qué esto siempre me sucede a mí?
• ¿Por qué me es tan difícil aprender cualquier cosa?
• ¿Por qué será que el dinero nunca me alcanza?
• ¿Por qué tengo tan mala suerte?
• ¿Por qué seré tan gordo?
¿Cómo afectan estas preguntas tu actitud? Recuerda que la calidad de vida que experimentas depende de la calidad de las preguntas que te hagas.
Por ejemplo, si te preguntas, ¿por qué seré tan gordo?, prácticamente te estás condicionando para seguir así, y tu cerebro así lo asume. De manera que la única respuesta que puede darte es: "Eres gordo y estás gordo porque comes continuamente, sin ningún control".
Ahora, ¿cómo te hace sentir la respuesta que tu mente te dio, mejor o peor? ¿Te da alguna idea para solucionar tu problema? ¿Te impulsa a asumir el control de la situación o, por el contrario, te hace sentir más incapaz? Lo errado de esta pregunta es que en ella está implícita la idea de que tú eres tu gordura, que ése eres tú, que eso no es circunstancial sino que es parte de tu naturaleza, lo cual no es necesariamente cierto.
Si quieres perder peso, la pregunta que debes hacerte es: ¿Qué puedo hacer para adelgazar y llegar a mi peso ideal? ¿Ves la diferencia?
Es más, puedes ir un poco más lejos y decir: ¿Qué me comprometo a hacer para adelgazar y llegar a mi peso ideal, empezando hoy mismo y disfrutando mi decisión? En esta pregunta está implícito, no sólo que es posible lograrlo, sino que es posible disfrutar del proceso. Estás expresando un compromiso, y le estás pidiendo a tu mente ideas claras que puedas poner en acción inmediatamente.
¿Ves la enorme diferencia que hace la calidad de las preguntas que formules? si haces mejores preguntas, obtendrás mejores respuestas. Asegúrate también que tus preguntas vayan orientadas a buscar los recursos que ya se encuentran dentro de ti y que te pueden ayudar a solucionar cualquier situación que enfrentes.
Veamos otra pregunta que con frecuencia se hacen muchas personas: "¿Será que puedo hacer esto?"
Esta pregunta lleva implícito un sentimiento de duda e inseguridad acerca de tu propio potencial. Da como un hecho la posibilidad de que las habilidades que necesitas para lograr lo que quieres no se encuentren dentro de ti. ¿Cuál es el resultado? Si preguntas con duda, sólo tendrás acceso a los estados mentales de duda que se encuentren en tu cerebro, y sólo obtendrás respuestas que justifiquen esa duda. Inmediatamente, tu mente buscará enfocarse en todas las debilidades que existan en tu vida que justifiquen esa duda, en los posibles fracasos, en las graves consecuencias de intentar algo sobre lo cual no estás absolutamente seguro.
¿Qué clase de respuesta crees que recibirás? Seguramente algo así como: "¡Estás loco! Tú no sabes nada de eso. Mejor no hacer nada que arriesgarte a enfrentar un fracaso seguro".
Así que, ¡haz preguntas que te fortalezcan!
Cuando sufras una caída, en lugar de hacerte las mismas preguntas debilitantes de siempre, formúlate preguntas que te fortalezcan, que atraigan hacia tu vida respuestas que te den orientaciones más claras. He aquí algunas de ellas:
• ¿Qué lección puedo aprender de este revés?
• ¿Cómo puedo utilizar esta caída para crear más poder en mi vida?
• ¿Qué puedo obtener de esta situación para que me ayude a crear una mejor vida?
• ¿Qué nuevas oportunidades me brinda el tropiezo que acabo de sufrir?
La decisión es tuya, ¿vas a utilizar tu diálogo interno para crear limitaciones en tu vida o para crear oportunidades?
Porque este diálogo influirá en ti y te afectará mucho más de lo que te imaginas y no hay nada que puedas hacer para evitarlo. La opción que tienes es escoger entre utilizarlo como una herramienta de programación positiva o como un arma de auto sabotaje.
sábado, 21 de agosto de 2021
El privilegio de toda una vida es ser uno mismo.
Todos tenemos una doble vida: la vida que tenemos ahora, y la que potencialmente podríamos tener si tan sólo nos atreviéramos a ser lo que queremos ser. Si lleváramos a cabo nuestros sueños y le diéramos rienda a nuestra vocación, con seguridad habría menos crisis personales, profesionales y familiares. Estar atrapados en la inercia acaba finalmente por matar el espíritu y la fuerza vital. El éxito, o la búsqueda del éxito, puede ser tóxico.
Se gana en un frente pero se pierde en otros.
La evidencia abunda: predominan los desbalances y las crisis personales y no sabemos cómo salir del pozo, o peor, ni siquiera nos damos cuenta de que estamos en el pozo. Es inconcebible que el éxito sea unidimensional y sea medido en términos económicos. Por lo menos hay otras 4 dimensiones que tienen que tomarse en cuenta en la búsqueda del éxito integral y de la felicidad: la profesional, la personal, la familiar y la social .
Una persona verdaderamente exitosa tiene un balance entre las cinco dimensiones. El peso que tiene el dinero opaca a las otras dimensiones. Como si la valía de una persona estuviera directamente relacionada con la cantidad de dinero que se tiene. Y está comprobado que la gente típicamente tiene un "tope" que aunque se saque 100 millones de dólares, eventualmente el efecto se erosiona, y al tiempo, se está en el mismo nivel de satisfacción que se tenía antes de tenerlos.
Lo mismo pasa con un auto, un traje, un vestido o joyería nueva: el efecto se desvanece. Y sin embargo nos empecinamos a llegar al "éxito", entendiéndolo como status, dinero y poder, sin contabilizar los costos. En una investigación informal entre gente de nivel socioeconómico A y B, el 80% de los entrevistados entre las edades de 35 y 60 años, confesaron estar utilizando alguno de los siguientes métodos: Rivotril, Halcion, Tafil, Valium, Ritalin, Tofranil; y en otro rubro sustancias como la nicotina, el alcohol y en algunos casos hasta drogas. La razón: llenar el hueco, el vacío, parchar lo descosido, cubrir una deficiencia, lidiar con la sombra interna. Y La Sombra es algo serio.
La Sombra es esa parte interna que nos tiene atados a una realidad que no queremos. Se encarga de sabotear, bloquear, frenar. Nos hace hacer cosas que no son buenas para nosotros, como si fuera una fuerza que no nos dejar florecer. La sombra nos hace ser candiles de la calle y oscuridad de la casa; no nos deja hacer ejercicio, nos hace comer mal, beber de más, pelearnos con la gente que queremos, y lo peor: no nos deja desarrollar nuestra parte creativa e incorporarla como parte de nuestra vida cotidiana. Desde Carl Jung, La Sombra ha sido estudiada por muchos, pero una tesis en particular, proveniente de la Psicología Evolutiva es impactante.
La Sombra tiene una explicación de programación genética. Es producto de los miles de años que el humano tuvo que lidiar para sobrevivir a la intemperie y enfrentar a un mundo físicamente hostil. Pertenecer a un clan y fusionarse con el grupo era la única forma de no morir. Hay una propensión humana para pertenecer, estar afiliado y parecerse a los demás. Si se era demasiado original, vistoso o creativo, se ponía en juego la pertenencia a la tribu y por andar de novedosos y arriesgados, se corría el riesgo de quedar aislado y por ende, sentenciado de muerte. A Sócrates lo mataron, Galileo se salvó por astuto y Van Gogh fue segregado; ellos eran "diferentes". Por eso el borreguismo, la programación de las personas para que hagamos lo mismo, la obsesión por ser "normal"y comportarse como la mayoría. El mundo está lleno de copias. Es poca la gente que se atreve a ser ella misma y vencer a La Sombra.
Casi todos sabemos que si hiciéramos "x" o "z" y dejáramos de hacer "h" y "j", nuestra vida podría cambiar por completo. Pero La Sombra nos tiene dominados. La Sombra desaparece con luz y con la claridad. El primer paso es la claridad y la honestidad mental de que La Sombra existe dentro de nosotros y que es una fuerza que nos frena y nos sabotea. No se puede vencer a un enemigo que no se le da el crédito de su existencia.
El segundo paso es declararle la guerra. Y la guerra se gana lidiando con batallas diarias. Un empresario de 74 años parece haber realizado esto de manera intuitiva "todos los días me levanto con flojera, siento ganas de volverme a dormir; pero me levanto a las 7 y me pongo a hacer ejercicio, desde lagartijas, sentadillas y tensión dinámica (lo hace diario, excepto los domingos, desde hace 52 años). Cuando salgo a desayunar, ya bañado y vestido, el psiquis me cambió por completo, estoy listo para el día". Este empresario no tiene panza, es cintura 32, tiene buenos hábitos y desborda energía.
A sus 74 años está por emprender lo que sería su quinto negocio. Habrá quien opine que a esa edad se podrían hacer mejores cosas, y que es imposible conocer su grado de felicidad, pero lo que se resalta es que a La Sombra se le tiene que vencer día a día. Otro empresario de 48 años, millonario y con cáncer, decidió dejar su trabajo y ponerse a pintar. Un alto ejecutivo abandona su carrera corporativa y se pone a escribir. Ambos, forzados por fin a vencer a La Sombra, se dedican a algo que les da gratificación y le dan tiempo a personas que quieren.
Lo paradójico es que la enfermedad acaba por ceder y sienten que por primera vez realmente viven la vida. ¿Habrá que esperar que nos dé un infarto o algo parecido para despertar? El tercer y último paso para quitarle fuerza a La Sombra es identificar a La Luz: rescatar sueños enterrados, darles vida a viejos o nuevos anhelos. Esto no es sencillo, pero podríamos empezar por preguntarnos ¿Qué es lo que estaríamos haciendo si tuviéramos todo el tiempo y todo el dinero? El privilegio de toda una vida es ser uno mismo.
martes, 17 de agosto de 2021
NUESTRA ACTITUD
Nosotros, los seres humanos, nacemos en un estado natural de desorientación con respecto a nuestro mundo. Mientras otras criaturas son guiadas por el instinto (que significa que no son conscientes ni tienen la capacidad de preguntarse a sí mismos) cada uno de nosotros como criaturas humanas hemos sido dotados con la capacidad de crear nuestras propias vidas. Y hacemos exactamente eso todos los días. Todos los días ponemos en juego acciones e ideas que determinarán la forma y calidad de nuestro mañana.
A algunas personas, esas ideas y acciones, los llevarán a resultados extraordinarios y gratificantes. Pero para la mayoría, sus ideas y acciones los llevarán a repetidas frustraciones y problemas. Todos queremos buenos resultados en nuestras vidas, en nuestro hogar, en el trabajo, en relación con otras personas, etc. Y el factor más importante para garantizar buenos resultados en nuestras vidas es una saludable ¨ACTITUD¨.
Actitud es la suma de Acciones + Sentimientos + Estados de Ánimo, que determinarán las Acciones, Sentimientos y Estados de Ánimo de las demás personas. Nuestra Actitud le dice al mundo ¨lo que esperamos de regreso¨. Si es una actitud Cordial, de expectativa, esa actitud le dice a todo aquel que entra en contacto con nosotros, que esperamos lo mejor con respecto a nuestro desenvolvimiento con el mundo. Tendemos a vivir en base a nuestras expectativas. Nuestra actitud es algo que podemos controlar.
Podemos establecerla cada mañana, cuando empezamos el día. Lo hacemos seamos conscientes o no. Y las demás personas nos reflejarán de regreso, la actitud que nosotros les presentemos a ellos. Es entonces nuestra actitud hacia la vida, que determinará la actitud de la vida hacia nosotros. Causa y Efecto.
Todo lo que digamos o hagamos causará un efecto correspondiente. Somos responsables de nuestras vidas. Producimos causas todo el día todos los días de nuestras vidas. Y los demás solo pueden retornarnos el EFECTO correspondiente. Por eso es que nosotros determinamos la calidad de nuestras propias vidas. TENEMOS DE REGRESO LO QUE MANDAMOS HACIA AFUERA. En el instante en que una persona cambia, su alrededor también cambia.
Buena Actitud, Buenos resultados. Mala Actitud, malos resultados. Actitud mediocre, resultados mediocres… Y así le damos forma a nuestra vida. ¿Parece fácil no? Pero no es tan fácil como parece. Para la mayoría de nosotros incorporar este nuevo habito toma tiempo. Pero una vez que lo hacemos, nuestro mundo cambia maravillosamente. La mayoría de las personas no piensa en su actitud para nada.
Para ellos es como empezar un nuevo día en NEUTRAL. Sus actitudes no son ni buenas ni malas. Pero en cambio, ellos reaccionan y responden a cualquier estimulo con el que se encuentran. Si el estimulo es bueno, ellos lo reflejan. Si es malo, ellos lo reflejaran también. Por eso es tan importante para nosotros controlar ¨NUESTRAS ACTITUDES¨ y hacer que sean excelentes.
Es difícil, algunas veces, convencer a las personas que el mundo que experimentan es un reflejo de su propia Actitud. Toman la Actitud de que si la gente solo fuera más amable con ellos, ellos serían amables de regreso. Ellos actúan como una persona sentada en frente de un hogar o estufa, esperando el calor. Hasta que no le pongan combustible, no habrá calor. QUEDA EN NOSOTROS ACTUAR PRIMERO. Debe empezar en algún lugar. Que empiece entonces, CON NOSOTROS.
Seguramente hay cosas que quieres. Cosas increíbles. Toma la Actitud de que hay muchas más razones por las que puedes cumplir esos objetivos, que por las que puedes fallar en el intento. ¡VE TRAS ESOS SUEÑOS! Trabaja en ellos y mantén una Actitud positiva y de expectativa, y los obtendrás. NADA PUEDE CAMBIAR HASTA QUE NO CAMBIEMOS NOSOTROS.
Cuando cambiemos, nuestro mundo cambiará. La respuesta es ¨ACTITUD.¨ Pega un cartelito en el espejo de tu baño con la palabra ¨ACTITUD¨ para que eso sea lo primero que veas en la mañana, al levantarte. O en tu automóvil. O en tu trabajo.
Necesitamos sonreír más, relacionarnos mejor con las personas. Todo lo que queremos lograr en el mundo debemos hacerlo con actitud.. Debemos ser la encarnación, debemos irradiar éxito antes de que el éxito venga a nosotros. Debemos transformarnos, desde un punto de Actitud Mental, en las personas en que queremos transformarnos.
El gran escritor Alemán Goethe dijo… ¨Antes de que puedas HACER algo, debes SER algo.¨ Entonces una recomendación para ti… trata a cada persona que entra en contacto contigo, como la persona más importante en la tierra. Y recuerda, ACTITUD…
sábado, 14 de mayo de 2016
La autoestima en todos sus estados
Friedrich Nietzsche,
Más allá del bien y del mall
Más allá del bien y del mall
LA AUTOESTIMA FLUCTÚA: puede ser más o menos alta, más o menos estable y necesita ser alimentada, en grados diversos, desde el exterior. Aunque las bases se construyan durante la infancia, la autoestima no es inalterable en otras etapas de la vida. Sigue fluctuando.
Se podrían comparar las estrategias que usamos al invertir nuestro dinero y las que usamos para desarrollar la autoestima. La cantidad y la calidad recibida durante nuestros primeros años constituyen un capital inicial.
Los "grandes inversores", que disponen de un importante capital de salida, apuestan su dinero en inversiones que suponen un cierto grado de riesgo, pero que pueden generar muchos beneficios. No temen perder en ciertas inversiones pues, de todos modos siempre les quedará bastante.
Como nunca han sido muy ricos, "los pequeños ahorradores " temen perder lo poco que poseen si corren un riesgo inmoderado. Invierten, pues, con prudencia. De ese modo, sus beneficios están a la altura del riesgo: son bajos.
Aplicado a la autoestima, este modelo "financiero" permite, especialmente, comprender porque las personas con altas y bajas autoestimas utilizan estrategias distintas. Las primeras tienen una actitud audaz ante la existencia: corren más riesgos y toman más iniciativas, y por ello obtienen mayores beneficios para su autoestima. Los segundos, en cambio son más precavidos y prudentes: se muestran reticentes a correr riesgos, sólo lo hacen en marcos previsibles, lo que les proporciona menos ocasión de aumentar su autoestima .
Si la baja autoestima es frugal, casi abstemia, la alta estima puede ser sibarita , pantagruélica. Y uno suele ser el individuo que puede ser y no tanto el que querría ser. La vida cotidiana parece no ser abundante en estímulos. Se vive en paz, mientras la paz no se convierta en inacción, en la paz del sepulcro. La alta autoestima es pura adrenalina y orilla la embriaguez, que puede ser de poesía y de virtud, decía Braudelaire.Y Nietzsche instaba a vivir "peligrosamente" La autoestima tiene mucho de ambición y de peligros. ¿Cuándo una ambición es desmesurada? El tango dice:"Esos platos fuertes no son para vos". La alta autoestima busca el desafío y el estímulo de los objetivos difíciles y que merecen la pena.
Existen cuatro modalidades de autoestima si se tiene en cuenta su nivel de estabilidad (Horstein, 2011).
Autoestima alta y estable
Las circunstancias "exteriores" y los acontecimientos de vida "normales" tienen poca influencia sobre la autoestima. El individuo está fuera de la manada, sin obedecer ni polemizar con los demás. No consagra mucho tiempo ni energía en la defensa o la promoción de su imagen. No necesita defender la. En todo caso se defiende sola .
La excesiva confianza en el propio valor y eficiencia podrían hacernos más vulnerables a los peligros por el hecho de no reconocer límites y rechazar cierta información.
Es cierto que las personas con una buena autoestima no vacilan en pedir ayuda a los demás. Están seguros que la ayuda es un préstamo que podrán devolver. Y los demás son como los bancos: le prestan al que tiene, al que tiene con qué responder. Dicho de otra manera, ayúdate que te ayudaran. En la ayuda hay una promesa de reciprocidad o reciprocidad virtual. El que pide ayuda puede dar ayuda. Puede haber usureros, claro que se cobran la ayuda con sumisiones varias. Puede haber, por supuesto, una toma y daca, una puntada con nudo. Uno sabe con quién está tratando. O se lo pregunta a otro que si sabe (Horstein, 2011).
Autoestima alta e inestable
Aunque elevada, la autoestima de estas personas padece grandes altibajos. "Se ponen locos" ante las críticas y los fracasos, percibiéndolos como amenazas y nos refriegan en las narices sus éxitos y sus virtudes.
Los sujetos de autoestima alta y estable son mucho más atemperados y positivos, mientras que los de autoestima inestable siempre están pendientes del desafío o del reconocimiento de los otros. La presencia constante de amenazas revela la labilidad de la autoestima .
Esquemáticamente hay dos modos de reaccionar ante el fracaso. O aceptarlo y sacar una enseñanza, o culpar a los demás. A partir de un acontecimiento dado, tendemos a atribuirle ciertas características: lo que ha ocurrido depende de mí o del exterior, va a reproducirse o será un hecho aislado, es representativo o limitado.
Este sentimiento de frugalidad conduce a situar la autoestima como preocupación central y exige preservarla a cualquier precio y apelar a una actitud agresiva (para promoverla) o bien pasiva (para protegerla). Ambas actitudes responden a un sentimiento de vulnerabilidad, consiente cuando corresponde a una autoestima baja, y a veces inconsciente en el caso de una autoestima elevada pero frágil .
Las personas con autoestima elevada pero inestable luchan denodada mente. Sus tentativas para destacarse, dominar o hacer querer son constantes. La imagen les reluce pero no es oro. Cuando se empeña asoma una inquietante inseguridad. Estos perfiles de autoestima se encuentran como base de diversos trastornos psicológicos: ira incontrolable, abuso de alcohol y drogas, adicción al trabajo, depresiones y colapso narcisistas .
El éxito es postizo cuando se siente como un implante, una prótesis, cuando implica desgaste emocional, ansiedad excesiva y riesgo depresivo; así como un sentimiento de fragilidad que provoca inquietud o vulnerabilidad ante las agresiones (reales o imaginarias) sobre la autoestima. Los logros nunca aportan demasiada seguridad. El equilibrio narcisista está perturbado, hipotecado en defenderse de las experiencias negativas. Tienen la tentación de la huída hacia adelante, de brillar para no dudar
Autoestima baja e inestable
Su autoestima es vulnerable. Debido a éxitos o satisfacciones puede subir un poco. Sin embargo, ese sentimiento es frágil y su autoestima se reciente cuando amagan las dificultades.
Las personas con baja autoestima pagan tributo al juicio de los otros. Su temor a engañarse o engañar a los demás los expone a dudas, a sentirse trásfugas, impostores. La vivencia de impostura transforma los aplausos en dudas constantes acerca del merito real. Son indecisos por temor a equivocarse. Con el pretexto de desensillar hasta que aclare (prudencia), terminan montando poco o nada en el caballo
A veces, muchas catástrofes personales y sociales nos dejan cicatrices (narcisistas), porque les puso el pecho una autoestima "suficientemente buena". Otras, un pequeño traspié pudo ser un trauma si la autoestima está por el piso.
Las personas con baja autoestima parecen mansas pero son muy quisquillosas. No soportan la critica que les hace peligrar lo que tienen; en eso se parecen a los soberbios .
El síndrome del impostor puede ser crónico en sujetos con baja autoestima que suelen pensar que no están a la altura del reconocimiento logrado. Padecen una ansiedad permanente en el cumplimiento de sus tareas. Esta ansiedad los expone a estados depresivos a pesar de "éxitos" notables. Su incomodidad ente el éxito se basa en que éste le produce "disonancia cognitiva" producto de la contradicción de la idea que tiene de sí mismo y la mirada de los otros. Si bien necesita los logros, les temen porque les coloca ante una enorme exigencia.
Una baja autoestima, sin embargo, tiene aspectos beneficiosos porque la modestia favorece que aceptemos a los demás y sus puntos de vista, lo que ayuda a comprender aquello que no comprendemos.
Por el contrario, una elevada autoestima puede hacer que el sujeto no escuche las informaciones del entorno y, si bien soporta mejor los fracasos, los atribuye a causas ajenas a él. Para evitar cuestionamientos suele rodearse de halagadores, lo que puede conducirlo a perder contacto con la realidad, fomentando actitudes omnipotentes
Autoestima baja y estable
En este caso, la autoestima se ve poco afectada por los acontecimientos exteriores. Están resignados y hacen pocos esfuerzos para valorarse a sus propios ojos o a los de los demás. Si no se sienten queridos, tenderán a replegarse en lugar de renovar vínculos satisfactorios. Si creen haber fracasado, tenderán a paralizarse y reprocharse sin darse otras oportunidades. Se ilusionan con fantasía de éxito y gloria, pero el temor a las decepciones los paraliza. Dependen excesivamente del reconocimiento de los otros .
En personas con baja autoestima predominan las emociones negativas (vergüenza, cólera, inquietud, tristeza, envidia) y padecen de un sentimiento de vulnerabilidad al sentirse amenazadas por las vicisitudes de la vida cotidiana. Cualquier riesgo es una amenaza. Se dedican más a la protección de la autoestima que a su despliegue, evitan arriesgarse a la crítica o al rechazo. Permanecen en la sombra, porque no están dispuestos a exponerse .
Los sujetos con la autoestima equilibrada tienden a buscar una evaluación, mientras aquellos con una autoestima baja buscan la aprobación. No se trata de miedo sino de alergia al fracaso. En los trastornos de la autoestima (esa hipocondría del yo), el dolor y la muerte se ocultan tras el miedo al fracaso y el rechazo social.
Cuanto más afectada está la autoestima, existe el riesgo de una depresión prolongada y grave. Es menos probable que pueda superar la depresión un individuo pesimista y que no da ocasión de ser alentado. En las depresiones leves, en cambio, las personas están dispuestas a recibir mensajes valorizadores .
En las personas con una baja autoestima no existe ninguna relativización, ninguna distancia, ninguna indulgencia hacia los pequeños defectos. Por pensar sólo en lo que los otros piensan se olvidan en pensar en ellos mismos. La baja autoestima es una forma de alienación, ya que se delega en los otros el poder de dictaminar cuánto vale el sujeto en quien predominará un sentimiento de tedio y vacío.
Cuando la autoestima es baja disminuye a la resistencia frente a las adversidades y las personas encallan frente a vicisitudes superables. El déficit en él autoestima no supone incapacidad para los logros, ya que se puede tener el talento y empuje necesarios para concretarlos. Sin embargo, disminuye la eficiencia y la capacidad de alegrarse con sus logros que serán viven-ciados como insuficientes .
Cuanta menos autoestima tiene una persona, más inadecuada será su comunicación, debido a sus pensamientos y sentimientos, y al temor a la reacción a los otros. A la inversa, una autoestima elevada fomenta la vitalidad y la extroversión
Prefieren tener un lugar asegurado en un grupo poco valorizado a esforzarse para defender un lugar en un grupo competitivo. Los atrae demasiado la inserción en un colectivo: dispuestos a compartir los éxitos, encuentran allí sobretodo la seguridad de una disolución de las responsabilidades si el fracaso se produce
Autoestima equilibrada: ilusión realizable
¿Cuándo la ilusión es "buena" y cuando es "mala"? Es negativa cuando es un sustituto de la acción. La ilusión del trabajador que quería hacerse la casita; sus esfuerzos, sus luchas, sus sacrificios. Las noches de desvelo cuando no le alcanzaba la plata para la cuota del terreno. Ilusiones del ambicioso que a veces, para llegar a sus metas, tuvo que dejar demasiadas cosas en el camino.
En el lenguaje corriente, ilusión quiere decir muchas cosas: creencia, fantasía, proyecto, etc. Aquí trataremos de darle un significado preciso. Lo primero será separarla de la ilusión de error. La ilusión es una representación cautiva en su punto de vista, que requiere incluso al conocimiento de su propia falsedad. Los errores saltan a la vista. Las ilusiones falsas, no. El error es una carencia (de conocimiento). La ilusión, un exceso de creencia, de imaginación. Hacerse ilusiones es tomar los propios deseos por realidad. Puedo equivocarme sin que sea en función de mis deseos (entonces se trata de un error, no de una ilusión). La ilusión, aunque pueda ser falsa, y aunque lo sea la mayoría de las veces no es un error. Es una creencia. Parafraseando a Louis Altrusser, sólo una concepción ilusoria de la humanidad ha podido imaginar una humanidad sin ilusiones: sólo una concepción ideológica de la sociedad ha podido imaginar sociedades sin ideologías .
Con una autoestima equilibrada las ilusiones suelen ser un preámbulo de la acción, en vez de representar una alternativa: su modo de actuar (aceptar riesgos, intentar desarrollar sus competencias, ampliar sus límites) permite consolidar la autoestima .
Si el requisito para una buena autoestima fuera ser perfecto, nadie la tendría. No hay cuerpos totalmente sanos ni psiquismos sin fallas. La vida privada de Picasso no era una pintura. Muchas estrellas de Rock viven a los tumbos con la droga. Elegir es privarse de otras elecciones, como cuando se elige pareja. En general, por más que algunos solos estén bien, elegimos pareja porque solos nos sentimos incompletos. Elegimos emprender negocios inmobiliarios no porque la música no nos apasione. Somos incompletos. Es verdad que a veces podemos hacer mejor lo que hacemos o hacer más cosas, pero no podemos hacer todas las cosas.
Tal vez tengamos que ocuparnos de los distintos sentidos de la palabra "resignación". La entendemos como la renuncia a la satisfacción de un deseo, no como la muerte del deseo. La revelación dice no. La aceptación dice sí. La resignación es un inacabado proceso de duelo, demasiado confortable para que se desee abandonarla. Demasiado triste para quedarse ahí.
No canto perfectamente y no participare en la "Voz México". Pero saberlo no me impide mostrar, en los modestos karaokes, de lo que soy capaz actualmente (me divierte)… sobre todo si me resulta placentero y tomo clases y, así, la semana que viene cantaré un poco mejor, lo cual no es un consuelo sino un aliento legítimo
En una entrevista laboral muestro lo mejor de mí y disimulo mis aspectos débiles, pero sé que los tengo, lo mismo que en cualquier escenario.
Con mis mejores aspectos puedo hacer dos cosas: ) abandonar la lucha en los otros frentes, o 2) darme aliento en los otros frentes ("si pudiste A, quizás puedas B, C, etc.).
La autoestima, si bien no prescinde de los éxitos, está conformada también de convicciones y de una visión de sí mismo.
Las vocecitas. "Crítica interior" son todos los pensamientos críticos destinados a nosotros mismos. Se trata a menudo de un discurso interiorizado, consecuencia de lo que oímos cuando éramos niños. Es necesario tomar conciencia de las modalidades de auto crítica. En Japón, un chico se suicido porque lo habían reprobado de un examen. Otro en Argentina, se lo tomó con calma. Otro, se dijo que en adelante se tomaría más en serio sus estudios. A otro chico, para consolarlo, pobrecito, le regalaron un viaje a Disney World .
La hipercrítica opaca los éxitos actuales y dirige el reflector sobre los fracasos laborales y afectivos. Esta de valuación puede ser constante o activarse sólo en ciertas situaciones en las que, equivocadamente o con razón, tenemos la sensación de revelar nuestros límites y puntos débiles.
La etiqueta no es lo más importante. Para dar cuenta de la autoestima se trata de entender los fenómenos psicológicos y las dimensiones subjetivas de los procesos sociales. Se trata de dialogar. El psicoanálisis ha hecho méritos para representar, en esa asamblea-juicio, a la parte psíquica. Pero la asamblea está abierta a todas las corrientes psicológicas y a todas las corrientes sociológicas. Cuando se "socializan" los procesos psíquicos se "psicoanalizan", no demos más vueltas: hay intereses creados o reducciones empobrecedores .
Tendremos que abordar nuestra concepción del sujeto. Pero no para reflotar el orondo personaje de la modernidad. Era un tipo consciente, autónomo, transparente para sí mismo ("se las sabia todas"), dotado de libre albedrío y dueño de su destino. El tipo de hoy, usted o yo, trata de sacar la cabeza en un mar de contradicciones. En vez de libertad, palabra tan endiosada, hablemos de "márgenes de maniobra". Maniobremos en los márgenes. Los márgenes de libertad no implican ausencia de coerciones sino, por el contrario, que las coerciones son muchas y variadas. En consecuencia, la persona es llevada a tomar decisiones, a elegir dentro del espacio creado por las contradicciones que lo atraviesan.
Es alguien que quiere comprometerse pero no domesticarse, que respeta la autonomía de los demás pero que exige que la suya sea respetada. No es bueno ni es posible que el hombre esté sólo. El sujeto recibe, del medio, alimentos que podrían llegar a ser nocivos, pero también propuestas deseables. El mundo ofrece. Y nosotros elegimos, a corto, a mediano y a largo plazo. En el corto plazo elegimos urgidos por la necesidad. En el mediano y en el largo entran a empujar nuestros proyectos. Cuando estamos mal nos impulsa sólo el pasado. Por supuesto que hay proyectos inviables. Son los desmesurados e inalcanzables. Me propongo jugar al fútbol como Messi, hacer la carrera de Bill Gates o de Daniel Baremboim .
Resumiendo: Los conocimientos necesarios para una autoestima saludable implica que los otros primordiales lo hayan criado con amor y respeto, le hayan ofrecido reglas estables y razonables que contribuyeron a generar expectativas adecuadas, sin recurrir al ridículo, la humillación o el maltrato físico y hayan tenido confianza en sus capacidades.
lunes, 7 de diciembre de 2015
No existe la falta de tiempo, existe la falta de interés
Dicen que no existe la falta de tiempo, que existe la falta de interés, porque cuando la gente realmente quiere, la madrugada se vuelve día, martes se vuelve sábado y un momento se vuelve oportunidad.
Quien mucho espera, se decepciona y sufre. La verdad es que la falta de interés duele, y mucho. Va más allá de la decepción, son crueles punzadas de dolor en el estómago, como si algo por dentro nos desgarrara el alma.
En el momento en el que nos hieren, no podemos hacer nada para aliviar ese dolor, pues mantener nuestra cordura ante el abandono y la humillación ya supone suficiente esfuerzo.
La verdad es que tanto el tiempo como los daños nos cambian, haciendo que lo que hoy nos apetecía compartir mañana no nos resulte tan atractivo. No obstante, esto no justifica la falta de sinceridad ni de correspondencia con los demás.
Aceptar la falsedad del tiempo vivido
Tristemente, la falsedad y la hipocresía son tan resbaladizas que solemos encontrarlas en el rincón que menos esperábamos cuando ya es demasiado tarde. Normalmente, la esperanza de que alguien es lo que creemos conocer nos hace estar tranquilos cuando en realidad deberíamos mantenernos expectantes.
Entonces es cuando vienen los problemas, pues la verdad es que abunda la gente interesada y a nosotros nos cuesta abrir los ojos. Esto ocurre porque nos resistimos a creer que alguien a quien consideramos tan indispensable en nuestra vida no sea sincero.
Normalmente, las personas falsas o interesadas son aquellas que ni comen ni dejan comer y que cuando les pides explicaciones se enervan intentando evadir la confrontación que les hemos planteado.
Es probable que nos devoren con palabras envenenadas, de manera que nosotros, sedientos de encajar, alimentemos la esperanza de quien tiene una de cal y otra de arena.
En ocasiones perdemos el tiempo insistiendo en ver a alguien que no hace nada por vernos y en forzar situaciones que creemos necesarias. Solemos caer en el error de buscar sin permitir que nos encuentren lo que al final resulta en un maltrato a nuestra dignidad.
Cuando nos damos cuenta de esto, hay algo que se rompe en nuestro interior y nos invade una ola de decepción, de miedo y de tristeza. En ese momento, nos percatamos de que no podemos esperar a quien no quiere ser esperado.
Entonces empieza todo un duro proceso de protección que requiere que recubramos nuestra vida de comprensión y que prohibamos la entrada a todas aquellas personas que nos dañaron y se comportaron de manera interesada.
Rodéate de las personas que te gustan y sé feliz
Comprométete con aquellos valores que te resultan fundamentales, disfruta de la sensibilidad, de la bondad, del respeto, de la humildad, de la confianza y la fe, de la gratitud, de la sabiduría, de la sinceridad, del amor, de la amistad, del cariño y de la incondicionalidad.
Mantén cerca de ti la mejor realidad que conozcas, deshecha lo vil y lo cruel, no prestes atención a las personas toxicas, busca tu oxígeno, cuenta hasta tres y respira.Siente las bocanadas de aire psicológico y saluda a tus emociones.
Rodéate de toda esa gente que te hace sentir que el mundo es un lugar que merece la pena y que tu caparazón solo está contigo para que te resguardes en los días de lluvia. Rechaza en tu vida a todos aquellos que te hacen sentir menospreciado y que no te dedican ni un momento sin que tengas que rogarlo.
Libérate de todo lo que te aprisiona y permite que la vida te sorprenda sin necesidad de dañarte. No esperes nada de nadie, espera todo de ti. El resto llegará cuando menos de lo esperes.
Location:
Barcelona, Barcelona, España
jueves, 14 de agosto de 2014
¿POR QUÉ LA GENTE GRITA CUANDO ESTÁ EFADADA? (Reflexión Tibetana)
Cuenta una historia tibetana, que un día un viejo sabio
preguntó a sus seguidores lo siguiente: ¿Por qué la gente se grita cuando están enfadados?
Los hombres pensaron unos momentos:
-Porque perdemos la calma –dijo uno– por eso gritamos.
-Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?
–Preguntó el sabio– ¿No es posible hablarle en voz baja?
¿Por qué gritas a una persona cuando estás enfadado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al sabio.
Finalmente él explicó:
-Porque perdemos la calma –dijo uno– por eso gritamos.
-Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?
–Preguntó el sabio– ¿No es posible hablarle en voz baja?
¿Por qué gritas a una persona cuando estás enfadado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al sabio.
Finalmente él explicó:
-Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan
mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras
más enfadados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a
través de esa gran distancia.
-¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se
gritan, sino que se hablan suavemente ¿Porqué? Sus corazones están muy cerca.
La distancia entre ellos es muy pequeña.
El sabio continuó –Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede?
No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no
necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca
están dos personas cuando se aman.
Luego dijo:
-Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no
digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea
tanta que no encontrarán más el camino de
regreso.
miércoles, 13 de agosto de 2014
LAS EXPERIENCIAS NEGATIVAS Y POSITIVAS
Todos nos encontramos viviendo situaciones algunas de las cuales son positivas y otras negativas (al menos así lo creemos). Las experiencias negativas son necesarias para poder contrastarlas con las positivas y viceversa. Sin oscuridad no puede existir luz; es necesario experimentar frío para saber lo que es calor; sin saber lo que es el dolor no puede experimentarse placer, etc.
Podríamos admitir que todos los acontecimientos que nos suceden están enfocados desde la perspectiva del Ego (refiriéndome a la personalidad no al Yo Superior), es decir, desde nuestra personalidad, la cual es transitoria y se renueva vida tras vida, o sea, no es permanente.
Si tuviésemos en cuenta que las causas que han generado los acontecimientos que vive el Ego en su nueva personalidad (sean positivos o negativos indistintamente), le son del todo desconocidas para él, ya que no tiene conocimiento directo de sus anteriores personalidades, entenderíamos el por qué no puede comprender las circunstancias que lo envuelven en el presente.
Junto con lo anterior, si admitiésemos (aunque sea solo como hipótesis) de que el alma cuando reencarna elige, por voluntad propia, vivir una serie de situaciones y experiencias que considera que le serán útiles para su progreso (al margen de la retribución kármica de la que no puede desentenderse), quizás podríamos llegar a aceptar (no digo comprender) algunas de las circunstancias adversas que puedan suceder en el transcurso de la vida.
Podríamos también considerar que nuestra labor en la vida es la de aprendizaje, y para ello utilizamos experiencias negativas o positivas, pero experiencias a la fin, las cuales al mismo tiempo de enriquecernos, crean conciencia de la realidad.
Si al mismo tiempo aceptásemos que las situaciones cómodas y placenteras provocan un estancamiento del sujeto en las mismas, dado que al encontrarse a gusto en ellas no siente la necesidad de mejorar como individuo, y que esta actitud es contraria a la Ley de Evolución, la cual empuja siempre hacia adelante, forzando a toda forma de vida a la superación, mejora y perfeccionamiento de si misma...
Si pensásemos que la finalidad y sentido de la vida (en nuestro actual periodo evolutivo) es el de alcanzar la perfección como humanos...
Si por último creyésemos que no estamos solos en el Universo y que aunque nos consideremos importantes como individuos, no dejamos de ser una imperceptible partícula mas de su conjunto, y ateniéndonos a la Ley de Evolución entendiésemos (aunque quizás no aceptásemos) que todo proceso en la Naturaleza no es fortuito sino motivado y con un propósito definido y correcto. Y que la misma Ley de Evolución actúa sobre toda forma de vida (conocida o desconocida) y, por consiguiente, lo que puede ser positivo para una no forzosamente ha de serlo para la otra, pero que en el conjunto de su actuación prevalece siempre el beneficio del grupo antes que el individual...
Que el que un conejo sea devorado por un zorro es negativo para el conejo pero positivo para el zorro...
Que las lluvias intensas en una zona eliminan multitud de insectos, los cuales se consideran injustamente tratados, pero que al mismo tiempo esas lluvias favorecen el crecimiento de nueva vegetación la cual sale beneficiada...
Que las células defensivas del organismo consideran negativo el ser expulsadas del cuerpo humano junto a la infección después de haber luchado heroicamente contra la misma, pero que si supiesen que su sacrificio individual permite a un ente superior continuar existiendo, probablemente se sentirían orgullosas y lo verían como positivo...
Que la estatua de mármol piensa que son negativos los golpes que recibe por parte del martillo y cincel, pero que una vez observados frente al espejo los resultados de su sufrimiento y viendo la belleza de la obra final, transmuta lo que creía negativo como positivo...
Si intentásemos expandir nuestra conciencia a estados superiores, probablemente tendríamos un ángulo de visión mas amplio de los acontecimientos y del por qué de las cosas, y quizás aprenderíamos a no darnos tanta importancia a nosotros como individuos ni a nuestras circunstancias personales, y observaríamos la realidad desde un punto de vista grupal, sintiéndonos al mismo tiempo orgullosos de ser parte de un “Algo Superior”, y quizás de esta manera confiaríamos totalmente en ese Ser, y no volveríamos a temer a los envites del destino, ya que al confiar en El sabríamos que lo que ocurre es lo mejor que podía ocurrir, y si ocurre es porque tenía que ocurrir, sabiendo desde lo profundo de nuestro ser, que aunque no sepamos los motivos, es por nuestro bien.
domingo, 3 de agosto de 2014
Vive hoy... siente hoy éste es un día especial, cada hora, cada minuto... es especial. Piensa que ese “uno de estos días” está muy lejano... o puede no llegar nunca
Vive hoy... siente hoy.
Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, después de tener un coche, y entonces después de tener un mejor coche...
Luego nos sentimos frustrados porque nuestro coche no es lo suficientemente potente, o nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando tengamos más “caballería” en el motor de nuestro vehículo y más dichosos cuando crezcan nuestros hijos y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar. Pensamos: seremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo/a le vaya mejor, cuando tengamos una casa con jardín, cuando nos podamos ir de vacaciones al lugar deseado, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos.
La verdad es que, ¡no hay mejor momento para ser feliz que ahora mismo!
Si no es ahora, ¿cuándo? La vida siempre estará llena de luegos, de retos.
Es mejor admitirlo y decidir disfrutar ahora de todas formas.
No hay un luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es el AHORA.
Atesora cada momento que vives, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que el tiempo no espera por nadie.
Así que deja de esperar hasta que termines la Universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta que el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente ÉSTE para ser feliz.
La felicidad es un trayecto, no un destino.
Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran herido, y baila... como si nadie te estuviera viendo.
EL DÍA A DÍA
Un amigo abrió el cajón de la cómoda de su esposa y levantó un paquete envuelto en papel de seda: “Esto, dijo, no es un simple paquete, es lencería”.
Tiró el papel que lo envolvía y observo la exquisita seda y el encaje.
“Ella compró esto la primera vez que fuimos a Nueva York, hace nueve años. Nunca lo usó. Lo estaba guardando para una ocasión especial”.
“Bueno... creo que esta es la ocasión”. Se acercó a la cama y colocó la prenda junto con las demás ropas que iba a llevar a la funeraria.
Su esposa acababa de morir.
Volviéndose hacia mí, dijo: “No guardes nada para una ocasión especial, cada día que vives es una ocasión especial”. Todavía estoy pensando en esas palabras... ya han cambiado mi vida.
Ahora estoy leyendo más y limpiando menos. Me siento en la terraza y admiro la vista sin fijarme en las malas hierbas del jardín. Paso más tiempo con mi familia y amigos y menos tiempo trabajando.
He comprendido que la vida debe ser un patrón de experiencias para progresar, no por sobrevivir. Ya no guardo nada, ni tampoco derrocho más allá de lo que puedo permitirme. Uso mis copas de cristal todos los días. Me pongo mi abrigo nuevo para ir al supermercado, si así lo decido y me viene en gana. Ya no guardo mi mejor perfume para las fiestas especiales, lo uso cada vez que me apetece hacerlo, sin más. La frase “algún día...” y “uno de estos días”, están desapareciendo de mi vocabulario.
Si vale la pena verlo, escucharlo o hacerlo, quiero verlo, escucharlo o hacerlo ahora. No estoy seguro de lo que habría hecho la esposa de mi amigo si hubiera sabido que no estaría aquí para el mañana que todos tomamos tan a la ligera. Creo que hubiera llamado a sus familiares y amigos cercanos. A lo mejor, hubiera llamado a los antiguos amigos para disculparse y hacer las paces por posibles enojos del pasado. Me gusta pensar que hubiera ido a comer comida china, su favorita. Son esas cosas dejadas sin hacer, las que me harían enojar si supiera que mis horas están limitadas. Enojado porque deje de ver a buenos amigos con quienes me iba a poner en contacto “algún día”.
Enojado porque no escribí cartas que pensaba escribir “uno de estos días”. Enojado y triste porque no les dije a mis hermanos y a mis hijos con suficiente frecuencia, cuanto los amo. Ahora trato de no retardar, detener o guardar nada que agregara risa y alegría a nuestras vidas. Y cada mañana me digo a mi mismo que éste es un día especial, cada hora, cada minuto... es especial.
Piensa que ese “uno de estos días” está muy lejano... o puede no llegar nunca
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