martes, 12 de julio de 2022

Hagamos la diferencia..............









                                                    


Es muy fácil encerrarnos en nuestra propia vida y dejar que el “yo, yo, yo” se apodere de nosotros. Estamos tan atrapados en nuestras propias vidas, que olvidamos que hay otros menos afortunados que nosotros. Y con la vida tan agitada que llevamos, parece que no podemos detenernos a hacer algo por los demás. 
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo bueno por alguien, sin esperar nada a cambio? ¿Cómo te sentiste? ¡Te apuesto que te sentiste muy bien! Date la oportunidad de sentirte así más a menudo. Es tiempo de que trabajemos juntos, que unamos nuestras fuerzas y hagamos una diferencia en el mundo. “Si no eres tú, ¿entonces quien? Si no es ahora, ¿entonces cuando? Se parte de la solución, no parte del problema. ¡Esto hace una diferencia enorme! ¡Elevemos nuestra conciencia, convirtiéndonos así en la diferencia que queremos ver en el mundo!
 
¿De qué manera podemos realmente hacer una diferencia en el mundo? Considera lo siguiente:

Recuerda que tú tienes un propósito único en la vida que tienes que descubrir.
Cree que puedes hacer la diferencia.
Reconoce que todo lo que haces cuenta, cada paso que das, cada palabra que dices, o que no dices. Nada es trivial. No hay cosas pequeñas. Todo importa.
Para ser el cambio que quieres ver en el mundo, sólo tienes que estar comprometido(a).
Toma responsabilidad de tu persona y de tus circunstancias.
Nunca digas: “No es mi trabajo” , o “¿Qué puedo hacer si solo soy una persona?”
No te preocupes por cómo lograrlo. Si tienes claridad en lo que quieres cambiar y por qué lo quieres cambiar, se dará.
No esperes a que todo esté en orden para comenzar. Las circunstancias casi nunca serán perfectas. Haz lo que puedas con lo que tienes y en donde estás.
El comienzo del cambio es tomar consciencia. No podemos cambiar algo que no reconocemos. Al hacernos más conscientes, comenzamos el proceso de cambio.
Para que las cosas cambien, tú debes cambiar primero. No podemos cambiar a los demás, sólo nos podemos cambiar a nosotros mismos. Sin embargo, cuando cambiamos nosotros, todo cambia. Y al hacerlo, realmente podemos cambiar el mundo.
Las personas a veces no recuerdan exactamente lo que hiciste por ellas, o lo que les dijiste, pero siempre recuerdan cómo los hiciste sentir.
Todos los cambios significativos a través de la historia, no han sido causados por los gobiernos o los ejércitos. Sucedieron como resultado del valor y el compromiso de los individuos.
“Seamos la diferencia que queremos ver en el mundo” 

Mahatma Gandhi

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