jueves, 14 de enero de 2016

Los 17 Tipos de Mujer

Los 17 Tipos de Mujer

Clasifico 17 tipologías femeninas y su manera de abordar las relaciones de pareja (Los errores de las mujeres en el amor, Paidós). La besadora de sapos cree poder transformar con el amor a cualquier hombre. A la depredadora le urge construirse una seguridad sentimental. La timonel se convierte en la entrenadora personal de su pareja. Pero también es cierto que las mujeres están algo decepcionadas del género masculino: “El hombre occidental ha ido perdiendo su masculinidad, cada vez menos capaz de hacer sentir a la mujer protegida y eróticamente seducida. Sin embargo, la mujer es cómplice: un hombre débil es cómodo. Lo que al principio los une los acaba separando”.
Las mujeres sufren más por amor que los hombres?
La mujer es más compleja psicológica y biológicamente, siente más y, por tanto, tiene más espacio para sufrir.
Pues deme pautas para sufrir menos.
Cada nuevo amor se transforma y acaba; esto siempre es una pérdida, un luto. Pero también podemos aprender a cometer menos errores.
¿Cuáles son esos errores?
Gestionamos nuestras relaciones amorosas a través de lo que nos ha funcionado en el pasado; así establecemos unos guiones de relación que se convierten en inconscientes.
Y repetimos una y otra vez…
Exacto. Para huir del fracaso es esencial que sepamos que estamos representando un papel, cada vez más rígido, y que cambiemos de personaje.
¿Por ejemplo?
La lamedora de heridas escoge siempre hombres heridos y despechados por amor. Cuando ellos consiguen superar su trauma, la dejan. He estructurado 17 tipologías con las que las mujeres suelen abordar las relaciones amorosas.
¿Cuáles son las más comunes?
La desbordante: guapa, capaz, exitosa, que puede con todo y lo hace todo. Suele emparejarse con hombres complementarios.
¿Y cuál es su complemento?
El débil y sumiso, que le permite brillar y que acaba desilusionándola porque no está a su altura. Si escoge a un hombre más fuerte, lo asfixia con sus continuas críticas e intimidaciones. Debería flexibilizar su guión y aprender a utilizar otros guiones.
Pero si es bella, capaz y exitosa, ¿por qué debe cambiar?
Si quiere tener pareja, debe dejar más espacio al hombre. Otro papel típico de nuestros días es la mujer ejecutiva, la que le organiza todo a su pareja y se convierte en una segunda madre; por lo tanto, deja de ser interesante como compañera. La ejecutiva debería asumir rasgos de la amazona.
¿La amazona va por libre?
Tiene al hombre bajo su poder, maltratándolo si es necesario. Al principio tiene éxito, es segura y capaz, pero acaba siempre sola porque su ideal es imposible: un hombre que sea a la vez dominado y dominador.
¿Qué le sorprende tras tumbar en el diván a más de 15.000 pacientes?
Una paradoja: las mujeres son mucho más capaces que los hombres en casi todo, pero también se complican la vida sentimental mucho más que ellos.
Hay muchas mujeres solas.
Sí, pero no es una elección. Han repetido tantas veces su guión que están desilusionadas. No existe la soltera o el soltero feliz.
Pero los casados tampoco brincan de alegría.
El amor sabio tiene tres componentes que hay que cultivar: el primero es que la pareja no deje nunca de seducirse y cortejarse, tal como hacen los animales monógamos.
¿?
Los albatros o los lobos árticos repiten el ritual de cortejo en cada estación del amor. La segunda regla es la complicidad; es fácil detectarla observando cómo se miran.
Qué bonito.
Tercera: la exclusividad; lo que ocurre entre las dos personas es único e irrepetible con otra. El amor sabio no acepta el engaño, y es muy difícil de mantener: son como dos funambulistas caminando enparalelo en la cuerda floja y compartiendo la barra estabilizadora. Si uno se endurece, el otro se ablanda; si uno tropieza, el otro lo sostiene.
Y los hombres, ¿no tienen guiones?
Somos mucho más primitivos, menos complicados, tenemos cinco guiones: el macho, el intelectual-radical-chic-snob (insoportable), el calzonazos, el pigmalión y el capitán de aventura (fascinante, el que enamora a las mujeres y luego escapa).
¿Qué tipo es usted?
Capitán de aventura y algo pigmalión.
Ya.
Los guiones suelen estar mezclados. La mujer hada, por ejemplo, suele tener algo de seductora.
Lo de hada suena insuperable.
No se equivoca: es buena, capaz, guapa, elegante, inteligente, dulce y atenta con todos, y le mueven las mejores intenciones.
Entonces, ¿cuál es su error?
Quiere conservar la serenidad en su relación hasta el punto de que pasa por alto cualquier agravio. Su complementario es su opuesto: un maleducado, agresivo e infiel.
Te casas con tu mayor defecto, decía mi madre.
La complementariedad suele basarse en los elementos disfuncionales de la pareja. Todos los guiones son buenos, son el fruto del éxito, pero como las medicinas, demasiado se convierte en veneno. Hayque ser flexible. Y aceptar previamente las fases del cambio que el tiempo acabará presentando en la relación.
¿Qué deben saber las mujeres de los hombres?
El hombre desea que la mujer sea su amante, ellas deben saber provocar el erotismo en el hombre y mimarlo cuando se siente frágil.
¿… y los hombres de las mujeres?
El hombre debe hacer sentir a la mujer protegida y emotivamente segura; al mismo tiempo, debe ser el seductor que consigue rendirla con sus artes. La mujer adora al hombre que consigue robarle larelación erótica. Es una danza, un cortejo de amor.
Algunas tipologías de mujeres definidas por Nardone:
El hada.
La mujer empeñada en parecer perfecta, inteligente, adorable, maravillosa y sin un ápice de hueco para el fracaso. Siempre encantadora, nos dice Nardone, “su limitación más evidente le viene dada por su incapacidad de comenzar y mantener una dinámica conflictiva en el interior de la relación”. Y es que su afán de perfección y buena apariencia se le vuelven en contra. Porque en los cuentos de hadas todo termina bien y eso es lo que ella busca para su plácida existencia. “Por desgracia, a menudo elige parejas complementarias –señala el psicólogo–, una persona maleducada movida por las pasiones más negativas”.
Tras el príncipe azul.
Bucando el príncipe azul se puede acabar con hombres sin escrúpulos y a veces con desequilibrios Es probablemente la que más conocemos todos. Parece pasado de moda, pero no nos engañemos: el guión sigue en pie. “Es una mujer que tiene una elevada estima de sí misma y se cree en disposición de poder apuntar alto”. El drama estriba en que los príncipes azules viven en los cuentos y su búsqueda de un hombre que la haga sentir eternamente fascinada y protegida caerá en saco roto. Así que suelen conformarse con el menos malo. Al no colmar su ansia de amor azul siempre estará buscando y, según el psicólogo italiano, “se transforma por lo general en depredadora de príncipes, es decir, en aquella que lo hace todo para seducirlos”. Que termine con hombres sin escrúpulos y a veces con desequilibrios no es, al parecer, extraño. Y ella, la princesita sin príncipe, pondrá todo su empeño en transformar al sinvergüenza.
La seductora.
Pasa por ser uno de los modelos favoritos de los hombres. Es la mujer hechicera y con una sensualidad cercana a lo irresistible. ¿Cuál es el problema aquí? Nardone da la respuesta: “A la pareja de una seductora se la condiciona a vivir constantemente bajo la espada de Damocles de la infidelidad”. Un rol hasta no hace tanto más propio de ellos.
La amazona.
Mujer de éxito y una seguridad abrumadora ejerce de líder hasta en sus relaciones sentimentales. Algo que padecieron las mujeres durante siglos y que, en mucha menor escala, claro está, sufren (eso sí, por elección) los compañeros de estas féminas. Hombres que acaban sintiéndose inferiores al lado de mujeres tan excesivas. Nardone dice que, frustradas ante los abandonos que suelen sufrir, acaban refugiándose en su profesión, donde encuentran la mayoría de las satisfacciones.
La camaleónica.
La ejecutiva suele decidir todo por todos La otra cara de la moneda de la mujer anterior. Es la sumisa y siempre dispuesta a seguirlo y potenciarlo a él. Su fin es no tener que decidir jamás y vivir así en la calma de la rutina y el camino trazado. ¿El problema? “En la relación se reducen a cero los efectos sorpresa que rompen la tediosa rutina”.
La ejecutiva.
La mujer que sigue este patrón suele decidir todo por todos. Lo habitual es que sus parejas sean hombres desapasionados acostumbrados a estar hiperprotegidos por su familia. Se invierten los papeles de los cuentos de hadas: ella es la que protege y marca el camino. Y es que en un mundo donde ellos han trazado casi siempre la línea era de esperar que alguna vez el comportamiento se las volviera en contra.

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