Esta semana he leído algunas cositas interesantes sobre las “claves” de la creatividad. Y quiero, como siempre, compartirlas con vosotros,mis lectores y muy especialmente, someterlas a debate intelectual.
La primer clave de la creatividad que menciona el divulgador científico Eduard Punset es la curiosidad. No podría estar más de acuerdo con él. Porque si bien “Curiosity killed the cat”, también es justo decir que la curiosidad es el alma del hombre inquieto. Gracias a ella garabatea conceptos, investiga, desarrolla hipótesis, crea prototipos y modifica el mundo. Escuché alguna ver a alguien decir que siempre “prefería abrir su mente por la curiosidad antes que cerrarla por sus convicciones”. Para ir más al hueso aún más, es en la curiosidad intelectual en la cual el hombre descubre quien es, sus limitaciones y hasta sus miserias. Es ahí donde se acerca un paso más a la sabiduria.
La segunda clave es la adaptación a las circunstancias. Aquí pregunto: ¿Es realmente necesario que aprendas a adaptarte a los distintos escenarios y personas que te irás encontrando a lo largo de tu vida como propone el autor?. O es más necesario aún ladesadaptación (en el sentido de la no aceptación resignada) sino el generar una nueva adaptación de nivel superior: estética, funcional y moral. Pensaba en Yunus y su banco de los pobres. En ningún modo se adaptó de manera convencional a su entorno. Más bien al contrario. Adaptó su entorno a “valores que lo perseguían” (un mundo más justo) e innovó logrando que, por vez primera y para siempre, los bancos le prestasen a los pobres.
La tercer clave es la Relación del coeficiente de inteligencia y la creatividad. Cuidado!. El culto a la inteligencia no es correlativo al culto a la creatividad. Por suerte no existe linealidad en este ámbito. Menos aún la inteligencia englobada en números y parámetros. Pero, dando por supuesto que fuese así, también existen resquicios evasivos. Muhammad Alídisponía de arsenal intelectual relativamente bajo ( alredor de 80 puntos en I Q). Sin embargo, su creatividad motriz (que nace del cerebro) lo transformó en un artista innovador de los rings de boxeo. Su estilo fue único e innovador. Por si fuese poco hay que valorar la capacidad de emprender, de perseverar, de una buena obstinación. Es ella en muchos casos quien eleva por sus logros a una persona al estadio de “genio creativo”. En ese punto la inteligencia por sí sola se muestra insuficiente.
La cuarta clave está referida al control de las emociones. Leí algo así como “la lucha continua entre mente y corazón, pensamientos y sentimientos, puede convertirse en un auténtico problema. Unas personas son más racionales y otras más pasionales. Pero lo importante es saber razonar y ver todo en perspectiva relacionándolo con nuestros objetivos“. A este concepto tan arraigado quisiera incorporarle una visión personal. En la medida en que creces con desmesura tu racionalidad corres el riesgo de morigerar tu pasión e intuición. Pero el motor está en la pasión. No conozco ninguno de los grandes innovadores que solo hayan sido esclavos del intelecto. Al fin y al cabo me quedo con el pensamiento de Chamfort“Los razonables han durado, los apasionados han vivido”. El gran desafío es encontrar en cada uno la alquimia perfecta entre pasión y razón.
Gracias a Dios no hay recetas. Encontrarla es un desafío personal e intransferible.