jueves, 4 de noviembre de 2021

CERRANDO EL PASADO



CERRANDO EL PASADO
Siempre es bueno saber cuándo se concluye una etapa en la vida.
Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del presente.
Lo importante es poner punto final a los momentos de la vida que se han terminado. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente pensando en los ¿por qué? y tratando de entender lo qué sucedió o no sucedió y aquellas situaciones o circunstancias que ya pasaron y que solo son recuerdos.
Vivir así produce un gran desgaste en tu vida y no solo te afecta a ti, sino a tus seres queridos.
El pasado ya pasó. No esperes que nadie te devuelva nada, no esperes que nadie reconozca tus esfuerzos. Debes liberarte del resentimiento, de las ataduras que traen los recuerdos del pasado. Si no lo haces lo único que conseguirás es no disfrutar del presente y por lo tanto condicionará negativamente tu futuro.
El pasado solo nos debe servir como experiencia, para realizar los cambios necesarios que nos ayuden a superar los inconvenientes que aparecerán en nuestra vida. Hay que dar vuelta la página y vivir con lo que tenemos hoy en nuestras manos, recuerda que Dios tiene un futuro preparado para ti y que depende solo de ti alcanzarlo o quedarte distraído en las cosas del pasado, que dicho sea de paso, no puedes cambiar.
Si andas por la vida dejando las puertas abiertas, cuando deberían estar cerradas, nunca podrás desprenderte del pasado ni vivir el presente plenamente.
Noviazgos, relaciones o amistades del pasado que no acabamos de terminar en nuestra mente. Posibilidades de volver a empezar, necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios fuera de lugar, reacciones, actitudes, malos entendidos… Si puedes enfrentarlos ahora, hazlo, si no, déjalos ir, pasa la página.
Cierra la puerta para siempre, pero no por orgullo, o soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio. Esas cosas ya no forman parte de tu vida.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, pasa la página, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que estás pensando regresar será el mismo que dejaste atrás.
Porque en la vida nada es estático, todo cambia. Es por tu salud mental y amor a ti mismo, que debes desprenderte de lo que ya no forma parte de tu vida.
Recuerda que nada ni nadie son indispensables. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo.
Por lo tanto es tu responsabilidad personal aprender a desprenderte y ser libre.
Muchas veces lo que nos ata, es simplemente costumbre, apego, hábito, necesidad. Así que cierra, corta, vete, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
«Así es la vida y esa es la única forma de acceder a todo lo nuevo que tenemos por delante»

CADA UNO DA LO QUE POSEE



CADA UNO DA LO QUE POSEE
Una persona grosera resuelve hacer un presente a otra persona por su aniversario, pero como en realidad la despreciaba irónicamente mandó preparar una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, porque le daba placer humillar públicamente, mandó entregar el presente, que fue recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradeció y pidió que lo esperara un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.
Tiró la basura, lavó la bandeja, la cubrió de flores, y la devolvió con un papel, donde decía:
“Cada uno da lo que posee”.
Así que, no te entristezcas con la actitud de algunas personas; no pierdas tu serenidad.
Domina tus reacciones emotivas.
Sé dueño de ti mismo.
No arrojes leña en el fuego de tu aborrecimiento.
No pierdas la calma y no cedas a tu impulsividad.
Guardar resentimientos es como tomar veneno y esperar que otra persona muera.
Siempre has de dar las flores que llevas en tu corazón

LA ARROGANCIA



LA ARROGANCIA





Arrogancia también es sinónimo altanería y ambas palabras lo son de soberbia cuando se refiere a un orgullo desmedido manifestado por personas que por posición política, intelectual, social, racial, religiosa o económica se consideran así mismas en una postura por sobre los demás que no son de su clase. Algunos actúan también así inconscientemente impulsados por mecanismos psicológicos de temor a sus propias emociones, a las pérdidas, a la soledad, al compromiso afectivo, etc.



Es probable que muchos de nosotros vivamos estos estados en diversas ocasiones y es más frecuente aún que quienes sean los más lapidarios en condenar la soberbia, sea quienes no la soportan precisamente por verse proyectados como en un espejo, cuya cara les refleja lo que más detestan de su propia personalidad.



Sabios y viejos refranes nos recuerdan a menudo que no obstante el lugar que ocupemos en la vida, todos somos iguales frente al misterio de la muerte, frente al cual ningún privilegio nos distingue; pero más allá de esta humana realidad, cabe detenernos a reflexionar sobre muestra propia reacción cuando observamos o somos víctimas de la soberbia. Es natural desde luego que tales actitudes nos produzcan rabia y a nadie se le puede condenar por ello. El problema o más bien la solución, está en que hacemos con esa rabia. Las posibles alternativas van desde la respuesta también arrogante y descalificatoria, hasta la segregación altanera entre ellos los arrogantes y nosotros los humildes, con lo cual no hacemos más que ponernos en el mismo bando que repelemos. El más sano de los caminos debería llevarnos a manifestar nuestra rabia sin el peso de la prepotencia, sin entrar en escaladas infinitas de agresión. La serenidad no es debilidad. Tampoco es bueno caer en el hoyo negro del “pobrecito yo”, peor aún es empinarnos en el precipicio del rencor donde hemos acumulado toda la rabia reprimida. En definitiva no herir a los otros con la misma arma que tanto nos duele, y abrir así las puertas del circulo virtuoso del respeto mutuo y aceptación de la diversidad que nos enriquece como seres humanos.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

PARA PENSARLO



Hoy tenemos edificios mas altos y autopistas más anchas,
pero temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos.
Gastamos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.
Tenemos más compromisos pero menos tiempo.
Tenemos más conocimiento, pero menos criterio.
Tenemos más medicina, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones,
pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la luna y regresamos
pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino
Hemos conquistado el espacio exterior,
pero no nuestro interior
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral
Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría
Con más comida, pero menos nutrición
Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios
Son tiempos de casas más lindas, pero hogares más rotos.
Por todo esto que vengo diciendo, propongo para lo que queda de este año 2012
No guardes nada “ para una ocasión especial”, porque cada día que vivas ... es una ocasión especial
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista que el día te regala, sin fijarte en malas hierbas
Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, ... Come tu comida preferida y visita los sitios que ames.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar ...
No es para sobrevivir
Usa tus copas de cristal
No guardes tu mejor perfume; úsalo toda vez que te den ganas de hacerlo
Las frases “uno de estos días”, “algún día”, quítalas de tu vocabulario
Escribamos aquella carta que pensábamos ... Escribir uno de estos días
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos cuanto los queremos.
Por eso , no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida
Simplemente recuerda que CADA DIA, HORA Y MINUTO ES ESPECIAL

sábado, 16 de octubre de 2021

Conciencia sin fronteras


Absolutamente todo lo que vivimos en nuestra realidad cotidiana tiene la característica fundamental de que es transitorio. Esto es aparentemente contradictorio con el impulso presente en todo ser humano de buscar la felicidad absoluta y permanente. Todos anhelamos ese estado de paz, gozo y plenitud. Nuestra vida no es sino una constante carrera a ciegas tras de ese estado. En un vano intento, depositamos nuestras esperanzas en diferentes objetos: La persona ideal con la que compartir nuestra vida, un trabajo o actividad que nos haga sentir "realizados", conseguir prestigio, reconocimiento, riqueza, poder; entregarnos a actividades filantrópicas y altruistas…


Sea como sea, ese estado anhelado nunca llega a lograrse por esas vías. Si en alguna ocasión nos ha parecido que lo hemos alcanzado, más tarde hemos tenido que vivir el doloroso proceso de perderlo. O nunca llegó, o se ha eclipsado como un espejismo.
En algunas personas esta comprobación da paso a un sentimiento de derrota y pesimismo y a la convicción de que ese estado de felicidad anhelado es ilusorio. A partir de ahí, se entregan a una actitud nihilista y una vida gris y rutinaria mientras intentan tapar con subterfugios el vacío interior que se abre en ellos.


Otra respuesta es la de buscar refugio en la religión, pensar que esta vida no es más que "un valle de lágrimas" y esperar resignadamente a la muerte.
Existe también una vía más desesperada por la que se intenta acallar ese vacío a través de todo tipo de estímulos intensos para los sentidos.
Sin embargo, es posible que a lo largo de tu vida te hayas ido percatando de que la plenitud, el gozo, la paz, no dependen tanto de lo que nos suceda en el mundo, como de nuestra forma de estar ante las experiencias. Quizás hayas vivido ya como en idénticas circunstancias las reacciones y los estados que las acompañaban fueron diametralmente opuestos. Seguro que recuerdas alguno de esos instantes de "gracia" en los que sin necesidad de ninguna gratificación externa, ha surgido un estado de felicidad absoluta. Incluso puede ser que hayas tenido la experiencia de haber vivido situaciones de extrema dificultad y contemplar con asombro como en medio del sufrimiento se habría en ti un oasis de paz.


Es en esas circunstancias cuando nos damos cuenta de que la fuente de donde mana eso que tanto anhelamos no se haya en parte alguna más que en nuestro interior. Nada de este mundo nos puede dar la felicidad pues la felicidad proviene de nosotros.
Es a partir del reconocimiento de este hecho cuando podemos iniciar el camino para aprender a acceder a ese estado de plenitud, gozo y paz, e ir incluso más allá hasta llegar a descubrir su origen. Entonces habremos iniciado el recorrido hacia nuestra verdadera identidad; hacia nuestro verdadero origen. Habremos iniciado la vía espiritual.



viernes, 15 de octubre de 2021

Todos Somos ESPEJOS



Espejos.



Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo.



Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mí alrededor es una expresión de mí mismo.



Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.



Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.



A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.



Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.



La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.



Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.



Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas.



Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales.

Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser.


Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas. Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.


Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.



Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.















Tu Voz Interior.




No importa donde estés, ni lo que te digan que debes hacer. Siempre que tengas una duda, descansa un momento y escucha lo que te dice tu voz interior.

No te apresures en tu camino, ni sigas los pasos de otros. Siéntate y descansa un momento y escucha tu voz interior.

Esta es la voz que te busca y guía.

El mejor consejo que puedes escuchar

Trae pureza a tus sentimientos y te da la libertad de ser realmente la persona que quieres ser.

Recuerda: Todas las respuestas que buscas las tienes encerradas en ti, tu limpia y pura voz interior.

Hacemos una vasija de un pedazo de arcilla: y es el espacio vacío en el interior de la vasija, lo que la hace útil. Hacemos puertas y ventanas para una estancia; y son esos espacios vacíos los que la hacen habitable.

Así, mientas que lo tangible posee cualidades, es lo intangible lo que lo hace útil.



Lao-Tsé 

miércoles, 13 de octubre de 2021

Encontrando la Verdad



Encontrando la Verdad

A veces vamos de lugar en lugar buscando la verdad, buscando gente que nos pueda enseñar el camino y como caminarlo, alguien que nos diga que hacer, como hacerlo, que decir y de que manera debemos actuar.
Buscamos un guía porque estamos completamente desconectados de nuestro ser o porque todavía no confiamos en el inmenso poder que reside dentro de nosotros. Esta manera de proceder funcionó durante mucho tiempo, pero no mas. No podemos seguir el camino de alguien mas, podemos tomar herramientas de estos líderes, pero jamás pedirles que nos digan que hacer. Esta responsabilidad es de nosotros, la responsabilidad de nuestra vida, de nuestro camino.
Es muy fácil pedirle a alguien que nos de dirección, y nos sentimos muy satisfechos, nosotros solamente "estamos pidiendo ayuda" y esto está muy bien visto dentro de la sociedad. Pero en realidad lo que estamos haciendo es dar el poder de nuestra vida a alguien mas, ademas de la responsabilidad, así si algo no sale de manera que debería ser, es muy fácil culpar al otro de lo sucedido.
La manera humana de buscar es hacia afuera y esto para lo único que sirve es para reflejarnos en nuestro entorno, y por mas que lo intentemos jamás lograremos escapar de nosotros mismos, aunque nosotros nos engañemos y creamos que si es así.
La manera de encontrar lo que sea que buscamos en cualquier situación, es interiorizando, conectando con nuestra verdad interna, y como se hace eso? Dejando atrás el ego, enfrentando nuestros miedos, ya que cuando le tenemos temor a algo, lo único que realmente está sucediendo es que nuestra mente le da realidad a eventos y cosas que son inexistentes en este momento presente, que en realidad es el único momento que en verdad nos concierne, EL AHORA, no cualquier otro momento, ya que en nuestra realidad actual no existen. Así que si logramos entender realmente que nuestros miedos solamente nos paralizan o nos hacen actuar en función a algo que en este momento no existe, debemos darnos cuenta que necesitamos lo contrario, necesitamos actuar en base a la fe y realmente no es tan difícil, ya que nos estamos solos anta la situación que se nos presenta, estamos todos conectados de maneras que ni nos imaginamos con absolutamente todo y aunque parezca que no es así, basta darnos cuenta que cada vez que nos pasa algo desagradable con otra persona, esta otra persona solamente nos deja ver aspectos de nosotros mismos o miedos que tenemos para poder liberarnos de ellos, y así ser libres de aquellos aspectos negativos.
De que manera obtendríamos estas enseñanzas maravillosas si no estuviéramos conectados? Si no fuéramos todos parte de lo mismo? La Unidad compuesta de órganos que cumplen funciones diferentes pero todas hacia el mismo fin, LA VERDAD.
Usa siempre tu discernimiento






lunes, 4 de octubre de 2021

" Discúlpeme pero NO...."








Discúlpeme pero NO.

No me hace falta una moda para mi identidad,

me visto de sincero y no me queda tan mal,

y traigo a la medida mi autenticidad.



Discúlpeme pero NO.

No me hace falta el dinero para saber quien soy,

soy libre como el viento y eso me hace feliz; muy feliz. ¿Qué, a usted no?



Discúlpeme pero no.

No me hace falta una regla para con Dios hablar,

somos muy amigos y nos gusta variar,

y nos da buen resultado la sinceridad.



Discúlpeme pero no.

No me hace falta un permiso para ponerme a amar,

de eso sí me sobra y lo quiero entregar

sin calcular y sin esperar.



Los hombres se complican mucho

uniendo tonterías en una verdad,

a todo ponen condiciones

y ya nadie es libre si quiere amar.



Levánta tus alas, vuela,

date cuenta de que todo es vanidad,

y lucha por tu dignidad.



Discúlpeme pero NO.

No me hace falta una prueba de virilidad, el tiempo me ha enseñado

que un hombre es aquel que se conquista y saber ser fiel.



Discúlpeme pero NO.

No me hace falta un aplauso para sentirme bien...

sólo aquel que es inseguro necesita disfrazar

con un montón de alagos su inseguridad.



Discúlpeme pero NO.

No me hacen falta fronteras, odio la división,

soy ciudadano del mundo... simplemente soy yo.



Si eso le molesta... discúlpeme por favor.





viernes, 1 de octubre de 2021

QUE ES LA MADUREZ?




Madurez es la perseverancia, la constancia y la habilidad para llevar a cabo un proyecto a pesar de los obstáculos o fracasos. Es la capacidad de enfrentarse a las desgracias, frustraciones, molestias y derrotas sin lamentaciones ni colapsos.

Madurez es humildad. Tener el valor de reconocer sin vergüenza alguna cuando se está equivocado. Si la razón está de nuestra parte, no experimentar la satisfacción de decir " yo lo advertí ".
Madurez es tomar una decisión y sostenerla. La gente inmadura se pasa la vida explorando sin posibilidades, sin fin y termina por no hacer nada positivo.

Madurez significa cumplir con la palabra dada en todo momento. Las personas que carecen de ella son maestras en las disculpas, son aquellas que viven confusas, que se convierten en una cadena de promesas rotas, de amistades pasajeras, de cosas y negocios sin terminar.

Madurez es el arte de vivir en paz con situaciones que no podemos cambiar o tener el valor de cambiarlas cuando las circunstancias así lo exigen.








Tomar una actitud mental positiva

 


Creo que todos los seres humanos poseen un deseo innato que les impulsa a buscar la felicidad y evitar el sufrimiento. También creo que el verdadero propósito de la vida consiste en experimentar esta felicidad. Creo que todos nosotros tenemos el mismo potencial para desarrollar la paz interior y alcanzar así esos sentimientos de alegría; seamos ricos o pobres, educados o analfabetos, blancos o negros, occidentales u orientales, nuestro potencial es idéntico.

Aunque algunos tengan la nariz más grande y el color de la piel presente ligeras variaciones, en lo esencial somos físicamente iguales. Las diferencias son irrelevantes. Lo que importa es nuestro parecido mental y emocional.

Compartimos tanto las emociones conflictivas como aquellas más beneficiosas que nos traen fuerza interior y tranquilidad. Creo que es importante que seamos conscientes de la magnitud de nuestro potencial y que dejemos que crezca la confianza en nosotros mismos.

A veces nos empeñamos en mirar el lado negativo de las cosas y es entonces cuando perdemos la esperanza. Estoy convencido de que esto es un error.
Si entrenamos nuestra mente de manera constante, podremos cambiar nuestras percepciones o actitudes mentales, y eso hará cambiar nuestras vidas.

Tomar una actitud mental positiva significa disfrutar de la paz interior, aunque a nuestro alrededor nos rodee la hostilidad.

Por otro lado, si nuestra actitud mental es más negativa -influida por el miedo, la sospecha, la desesperación o la autocompasión-, la felicidad nos esquivará aun cuando estemos rodeados de nuestros mejores amigos en un ambiente armónico y en un entorno placentero. Así pues, la actitud mental resulta decisiva para marcar la diferencia en nuestro estado de felicidad".
XIV Dalai Lama

Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...