lunes, 23 de abril de 2018

Siete trucos para limpiar tu mente de pensamientos que te distraen






Es importante tomarse un descanso mental. A veces es difícil manejar los pensamientos que te distraen. En este artículo voy a esbozar algunos de los mejores consejos que conozco para limpiar rápidamente tu mente mediante algunos ejercicios mentales prácticos que puedes hacer cuando lo necesites.
A menudo aparecen muchas cosas vienen que molestan a tu estado de paz mental. Algunas cosas son externas, mientras que otras son auto-impuestas. En ambos casos el resultado es el mismo, una mente distraída. Una mente abarrotada de pensamientos crea tensión en el cuerpo. No es saludable llevar ese tipo de ansiedad mental contigo. Sabemos que el estrés puede provocar un perjuicio grave, sin embargo, todavía no nos tomamos ningún tiempo para hacer nada al respecto. A partir de ahora podrás manejar rápidamente los pensamientos que te distraen y así disfrutar de tu día a día con una mente clara.











1) Deja todo de lado por un momento y date permiso para dejar de pensar
Ya lo sé, si fuera tan fácil ya lo habrías hecho. Pero prueba y estarás gratamente sorprendido.
Los pensamientos que distraen son como una sombra, no son más que proyecciones que no reflejan la verdadera realidad. Como tales, no se les debe prestar demasiada atención. En algún momento decidiste que era útil tener en cuenta este tipo de pensamientos. Pero cuando se convierten en una molestia, es importante reconocerlos para poder dejarlos a un lado. Ahora mismo, sólo por un momento, date permiso para renunciar a los pensamientos que te distraen. Puede parecer una tontería, pero quiero que le des a tu cerebro la orden de “no estoy preocupado por nada en este momento, sólo quiero tener un momento sin pensamientos innecesarios.”. Repítelo si es necesario y haz un par de respiraciones profundas y agradables.


2) Imagínate más relajado
Comienza con lo obvio antes de llegar demasiado profundo en tu imaginación. Haz un par de respiraciones profundas. Después siéntate en una silla. Haz una exploración del cuerpo a partir de los pies. Relaja progresivamente tus músculos centrándote en las áreas tensas, para terminar aflojando el cuello y con el estiramiento de la mandíbula. Ahora que estás físicamente relajado, imagina ir un paso más lejos. No tiene que imaginarte en una sauna o en un jacuzzi para que esto funcione. De hecho, quiero que te olvides de estar en un lugar acogedor e imaginar que estás correctamente relajado donde te encuentras. Saber que se trata de tu situación, sea la que sea, será más fácil si estás tranquilo y concentrado.


3) Pretende ser un Maestro Zen
Vamos, será divertido; o al menos agradable. Se necesita un poco de imaginación, pero puede ser una experiencia interesante. ¿Cómo crees que es ocupar el estado mental de un maestro Zen? Imagina que eres capaz de borrar todo de tu cabeza en un instante y centrarte sólo en la respiración. Observa cómo se siente tu cuerpo cuando se deshizo del peso de los pensamientos. Imagina una nube de composición mental, de la misma forma que la niebla se disipa por el sol; lo único que queda es una sensación de ligereza y claridad. ¿Cómo podría un maestro Zen responder a lo que te enfrentas? Trata de verte a ti mismo respondiendo de una manera similar. Aquí hay otro acercamiento meditativo para enfocar una mente distraída…


4) Observa si hay un esfuerzo que lleva a la creación de distracciones
¿Dónde está y de dónde viene el esfuerzo? Retirar tu esfuerzo por parte de tus procesos de pensamiento negativos. Esto puede ser difícil de hacer cuando parece que los pensamientos que te distraen simplemente aparecen por sí solos. Por eso es útil echar un vistazo a la causa subyacente. ¿Sabías si intencionalmente te dispusiste a pensar en algo nuevo? ¿Hay alguna razón por la que todavía prestas atención a ese tema o puedes enfocar de forma segura toda tu atención en otra cosa? Si puedes prestar tu atención a una tarea presente, entonces hazlo. Simplemente comienza algo, aunque sea algo pequeño, y deja que las distracciones caigan en el fondo. Coloca el esfuerzo en lo que está a mano y tus pensamientos van a perder su poder sobre ti.


5) Visualiza tus pensamientos y simplemente obsérvalos a medida que pasan
Una buena visualización de esta técnica es la de imaginar tus pensamientos distractores como un tren, manteniendo el término “línea de pensamiento” en la mente. Cada vez que un pensamiento aparece, imagínalo como otro vagón en el tren. Colócalo en el tren o tíralo al vagón de carga y mira cómo se va. Da un paso atrás y simplemente observa pasar el tren. Déjalo ir, y dejar que tus pensamientos vayan con él. Ten en cuenta que uno se siente diferente al dar un paso atrás sobre la charla mental y simplemente observarla en lugar de quedar atrapado en ella. Hay una clara falta de esfuerzo. Nota la diferencia para que puedas aplicar este truco mental, que es útil en cualquier momento.


6) Cuando todo lo demás falla, a veces sólo tienes que decir “que le den…”
Eres un ser humano y que no siempre es posible tener el control. Es valioso saber simplemente cuándo hay que dejar que las cosas se vayan. Es humillante darse cuenta de que no se puede controlar todo, pero es útil recordarlo. Decir “que le den…” no significa que tengas que abandonar tus responsabilidades. Sólo significa que puedes dejar de lado de forma segura los pensamientos que dificultan tu enfoque presente. Cuando las expectativas mentales no son satisfechas puede conducirte a la ansiedad y el estrés. Si los resultados están pesando mucho en ti y afectan a tu estado actual, lo mejor es dejarlos ir. Tienes que reconocer cuando se aferrarte a tus expectativas no te beneficia. Incluso si sientes que el esfuerzo mental está llegando a alguna parte, lo más que probable es que no lo sea. Es como pisar el acelerador cuando estás atascado en una zanja de barro. Retira el pie del pedal y ve a dar un paseo. Estoy seguro que de esa manera obtendrás más resultados.


7) Esto también pasará
Sea lo que sea que te distrae, recuerda que es sólo otro momento en el tiempo. Como todo lo demás, es sólo temporal. Intenta centrarte en esta característica de tu experiencia. Vive la experiencia como viene y deja de lado todo lo demás.
Creo que has leído un buen número de técnicas útiles para hacer frente a los pensamientos que te distraen. Hay muchas maneras en las que puedes entrenar tu mente para superar las distracciones y mantener la concentración. Practica con estas técnicas e intenta dominar una o dos de ellas; hazlas tuyas. Un aspecto importante del entrenamiento mental es la consistencia. Si encuentras que uno de estos métodos es particularmente útil, entonces quédate con él. Cuanto más entrenes, más rápido se convertirá en tu segunda naturaleza y más rápido serás capaz de volver a enfocarte y a volver a disfrutar de la vida.

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