domingo, 4 de septiembre de 2016

Ese...ese es el coste de la vida

Imposible atravesar la vida ...sin que un trabajo salga mal hecho,sin que una amistad cause decepción,sin padecer algún quebranto de salud,sin que un amor nos abandone,sin que nadie de la familia fallezca,sin equivocarse en un negocio.

Ese...ese es el coste de la vida

Sin embargo lo importante no es lo quesuceda, sino, como se reacciona.Si te pones a coleccionar heridaseternamente sangrantes,vivirás como un pájaroherido incapaz de volver a volar.

Uno crece...Uno crece cuando no hay vacío de esperanza,ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.

Cuando acepta su destino, pero tiene lavoluntad de trabajar para cambiarlo.Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo quepuede ser el porvenir.

Crece cuando supera, se valora, y sabe dar frutos.Uno crece cuando abre camino dejandohuellas, asimila experiencias... ¡Y siembra raíces!

Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios,cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes,cuando cumple con su labor.

Uno crece cuando se es fuerte por carácter,sostenido por formación, sensible por temperamento...¡Y humano por nacimiento!..Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas.Recoge flores aunque tengan espinas ymarca camino aunque se levante el polvo.Uno crece cuando se es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse, con residuos de flores...¡Y de encenderse con residuos de amor...!

Uno crece ayudando a sus semejantes,conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.Uno crece cuando se planta para no retroceder...Cuando se defiende como águila para no dejar de volar......
cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella.Entonces...entonces es,, cuando Uno Crece

jueves, 18 de agosto de 2016

No todo tiene explicación

Muchas de las decisiones que tomamos en la vida – desde lo que hacemos, a cómo nos comportamos y con quiénes interactuamos – están sujetas a cuestionamientos y comentarios de aquellos que nos rodean. Familiares, amigos e incluso completos extraños; con frecuencia sentimos que todos guardan una opinión acerca de las cosas que hacemos, sin importar cuán pequeñas o insignificantes esas cosas nos parezcan.
A veces, la gente incluso llega a pedirte explicaciones por las decisiones que has tomado para tu propia vida. Podrías sentirte obligado a responder, pero algunas cuestiones no son, en realidad, de la incumbencia de nadie más y no debes explicación alguna por las siguientes 15 cosas – aunque pienses que sí.
 1. No le debes explicaciones a nadie por tu situación de vida.

Ya sea que estás conviviendo con tu exnovio o exnovia, quedándote en diferentes hostales a lo largo del país o viviendo con tus padres por un tiempo, no le debes explicaciones a nadie por las personas con quienes vives y por qué, si no quieres. Si estás completamente consciente de tu situación de vida, entonces es porque tienes tus propias razones para estar en dicha situación y no son asunto de nadie más.

2. No le debes explicaciones a nadie por tus prioridades de vida.

Tú tienes tus propias convicciones acerca de las cosas que te harán, a ti y a tus seres queridos, realmente cómodos y felices. Esa es tu primera prioridad. Dado que todos somos individuos únicos y tenemos distintos valores, sueños y aspiraciones, tus prioridades centrales serán diferentes a las de los demás. No le debes explicaciones a nadie por lo que consideras tu primera prioridad en la vida: eso es cosa tuya y solo tuya.

3. No tienes por qué disculparte si no lo sientes realmente.

Si no estás arrepentido de tus acciones, sigues pensando que alguien está equivocado o no estás realmente interesado en su perdón, no tienes porqué pedir disculpas. Muchas personas piden disculpas demasiado rápido y tratan de sanar heridas que no están listas para ser atendidas y, a fin de cuentas, lo único que logran es agravar la herida y atraer más problemas. No debes disculparte si no lo sientes apropiado o si tu versión de la historia no ha sido escuchada.

4. No le debes explicaciones a nadie por querer un tiempo a solas.

Quizás te preocupa parecer “maleducado”, “antisocial” o “apartado cuando cancelas planos u otras obligaciones debido a que necesitas pasar tiempo a solas para reiniciarte, relajarte o simplemente disfrutar de un buen libro por tu propia cuenta. Sin embargo, pasar tiempo a solas es completamente normal, natural y una práctica necesaria que más gente debería adoptar. Tómate tu tiempo con confianza, pues no le debes explicaciones a nadie por él.

5. No tienes por qué mostrarte de acuerdo con las convicciones de los demás.

Sólo porque alguien comparte apasionadamente sus creencias personales, no quiere decir que tienes que simplemente sentarte ahí y asentir a todo lo que digan. Si no estás de acuerdo con lo que dicen, sería injusto contigo mismo y con tu interlocutor el suprimir tus ideas y sensaciones y pretender que estás de acuerdo con ellos. Está bien, y es mejor, mostrarse en desacuerdo con gracia, en lugar de acumular tu desaprobación y frustraciones.

6. No tienes porqué decirle que sí a todo.

Tienes el derecho a decir que no en todo momento en que no tengas una razón poderosa para decir que sí. De hecho, la gente más exitosa en el mundo son aquellos que han perfeccionado el arte de decir que no a todo lo que no sea prioritario. Reconoce la generosidad de los demás y muéstrate agradecido por ella, pero no tengas miedo de rechazar educadamente todo aquellos que te aleje de tus prioridades principales. Así es como se avanza.

7. No debes explicaciones a nadie por tu apariencia física.

Puedes ser delgado, relleno, alto, bajo, bonito o lo que sea, pero no tienes porqué explicar a nadie por qué te ves como te ves. Tu apariencia física es asunto tuyo y sólo genera obligaciones para contigo mismo. Tu apariencia física no debe determinar tu autoestima.

8. No debes explicaciones a nadie por tus preferencias alimenticias.

Hay ciertos alimentos que sencillamente no te gustan por un sinfín de motivos, incluyendo sabores y razones médicas. Tus preferencias alimenticias son un asunto que es mejor mantener para ti. Si alguien te molesta y pide explicaciones porque comes (o no comes) ciertos alimentos, ignóralo y simplemente di que te sientes mejor comiendo (o no comiendo), esos alimentos.

9. No debes explicaciones a nadie por tu vida sexual.

Mientras sea consensuada y con otro adulto, no debes explicaciones a nadie por dónde, cuándo y cómo conduces tu vida sexual. Puedes esperar al matrimonio, probar con aventuras de una sola noche o experimentar con personas de tu mismo sexo a placer de tu corazón y todavía no existirá razón alguna para explicar tus preferencias sexuales a nadie.

10. No debes explicaciones a nadie por tu carrera o tus decisiones de vida.

 A veces, las circunstancias nos obligan a elegir entre nuestro trabajo y “tener una vida”. La decisión no siempre es fácil y puedes terminar eligiendo tu trabajo, no debido a un desinterés por tu familia o vida social, sino debido a que estás trabajando en algo que te dará seguridad en el futuro, que te puede hacer sentir completo. Sea como sea, no le debes explicaciones a nadie por elegir a tu carrera sobre tu vida personal (o viceversa), siempre y cuando tengas confianza en lo que haces y los motivos por los que lo haces.

11. No debes explicaciones a nadie por tus convicciones políticas o religiosas.

 Da lo mismo si eres de izquierda o derecha, Liberal o Conservador, Católico, Protestante o Musulmán,: es una decisión personal. No le debes explicaciones a nadie de los porqués de tus creencias. Si alguien no puede aceptarte por lo que eres, ese es su dogma – no el tuyo.

12. No le debes explicaciones a nadie por estar soltero.

Ya sea que estás soltero por diseño o por default, no es asunto de nadie. Estar soltero no es un desorden de la personalidad. Eres libre de estar o no en una relación. Además, tú eres mucho más que tu status amoroso y la soltería es una de esas etiquetas sociales que a nadie debería importarle.

13. No le debes una cita a nadie sólo porque te preguntaron.

 Alguien puede ser agradable, atractivo e incluso puede provocarte cierto interés, pero no le debes a nadie una cita sólo porque la pidió. Si sientes que no quieres ir a esa cita, entonces no lo hagas. Puedes dar los motivos de tu decisión, pero mantenlo breve y apégate a tu decisión.

14. No le debes explicaciones a nadie por tus decisiones respecto al matrimonio.

Sea que decidiste casarte y tener hijos o jamás hacerlo y no ser padre, esa es una decisión personal. Incluso tu madre que se muere por tener hijos debería entender que el matrimonio es una decisión personal que simplemente no está hecha para todos. Ella debería respetar tu decisión sin importar lo difícil que sea de procesar.

15. No le debes explicaciones a nadie por tus elecciones amorosas.

A veces las personas hacen comentarios inapropiados acerca de tus relaciones amorosas, asunto que, en realidad, no es para nada de su incumbencia. Puedes escuchar en los pasillos comentarios como “no son la pareja perfecta” o que debieses encontrar a alguien más. Sin embargo, no tienes que responder a nadie más que a ti mismo por tus decisiones amorosas. Vive tu vida y nunca, jamás, nunca te quedes o dejes una relación solo porque alguien más dice que tienes que hacerlo. Comete tus propios errores si así debes, pero siempre aprende de ellos.


sábado, 14 de mayo de 2016

La autoestima en todos sus estados

"Madurez del hombre: consiste en lograr la seriedad que de niño ponía en sus juegos."
Friedrich Nietzsche,
 Más allá del bien y del mall

LA AUTOESTIMA FLUCTÚA: puede ser más o menos alta, más o menos estable y necesita ser alimentada, en grados diversos, desde el exterior. Aunque las bases se construyan durante la infancia, la autoestima no es inalterable en otras etapas de la vida. Sigue fluctuando.
Se podrían comparar las estrategias que usamos al invertir nuestro dinero y las que usamos para desarrollar la autoestima. La cantidad y la calidad recibida durante nuestros primeros años constituyen un capital inicial.
Los "grandes inversores", que disponen de un importante capital de salida, apuestan su dinero en inversiones que suponen un cierto grado de riesgo, pero que pueden generar muchos beneficios. No temen perder en ciertas inversiones pues, de todos modos siempre les quedará bastante.

Como nunca han sido muy ricos, "los pequeños ahorradores " temen perder lo poco que poseen si corren un riesgo inmoderado. Invierten, pues, con prudencia. De ese modo, sus beneficios están a la altura del riesgo: son bajos.
Aplicado a la autoestima, este modelo "financiero" permite, especialmente, comprender porque las personas con altas y bajas autoestimas utilizan estrategias distintas. Las primeras tienen una actitud audaz ante la existencia: corren más riesgos y toman más iniciativas, y por ello obtienen mayores beneficios para su autoestima. Los segundos, en cambio son más precavidos y prudentes: se muestran reticentes a correr riesgos, sólo lo hacen en marcos previsibles, lo que les proporciona menos ocasión de aumentar su autoestima .

Si la baja autoestima es frugal, casi abstemia, la alta estima puede ser sibarita , pantagruélica. Y uno suele ser el individuo que puede ser y no tanto el que querría ser. La vida cotidiana parece no ser abundante en estímulos. Se vive en paz, mientras la paz no se convierta en inacción, en la paz del sepulcro. La alta autoestima es pura adrenalina y orilla la embriaguez, que puede ser de poesía y de virtud, decía Braudelaire.Y Nietzsche instaba a vivir "peligrosamente" La autoestima tiene mucho de ambición y de peligros. ¿Cuándo una ambición es desmesurada? El tango dice:"Esos platos fuertes no son para vos". La alta autoestima busca el desafío y el estímulo de los objetivos difíciles y que merecen la pena.
Existen cuatro modalidades de autoestima si se tiene en cuenta su nivel de estabilidad (Horstein, 2011).

Autoestima alta y estable

Las circunstancias "exteriores" y los acontecimientos de vida "normales" tienen poca influencia sobre la autoestima. El individuo está fuera de la manada, sin obedecer ni polemizar con los demás. No consagra mucho tiempo ni energía en la defensa o la promoción de su imagen. No necesita defender la. En todo caso se defiende sola .

La excesiva confianza en el propio valor y eficiencia podrían hacernos más vulnerables a los peligros por el hecho de no reconocer límites y rechazar cierta información.
Es cierto que las personas con una buena autoestima no vacilan en pedir ayuda a los demás. Están seguros que la ayuda es un préstamo que podrán devolver. Y los demás son como los bancos: le prestan al que tiene, al que tiene con qué responder. Dicho de otra manera, ayúdate que te ayudaran. En la ayuda hay una promesa de reciprocidad o reciprocidad virtual. El que pide ayuda puede dar ayuda. Puede haber usureros, claro que se cobran la ayuda con sumisiones varias. Puede haber, por supuesto, una toma y daca, una puntada con nudo. Uno sabe con quién está tratando. O se lo pregunta a otro que si sabe (Horstein, 2011).

Autoestima alta e inestable

Aunque elevada, la autoestima de estas personas padece grandes altibajos. "Se ponen locos" ante las críticas y los fracasos, percibiéndolos como amenazas y nos refriegan en las narices sus éxitos y sus virtudes.
Los sujetos de autoestima alta y estable son mucho más atemperados y positivos, mientras que los de autoestima inestable siempre están pendientes del desafío o del reconocimiento de los otros. La presencia constante de amenazas revela la labilidad de la autoestima .

Esquemáticamente hay dos modos de reaccionar ante el fracaso. O aceptarlo y sacar una enseñanza, o culpar a los demás. A partir de un acontecimiento dado, tendemos a atribuirle ciertas características: lo que ha ocurrido depende de mí o del exterior, va a reproducirse o será un hecho aislado, es representativo o limitado.
Este sentimiento de frugalidad conduce a situar la autoestima como preocupación central y exige preservarla a cualquier precio y apelar a una actitud agresiva (para promoverla) o bien pasiva (para protegerla). Ambas actitudes responden a un sentimiento de vulnerabilidad, consiente cuando corresponde a una autoestima baja, y a veces inconsciente en el caso de una autoestima elevada pero frágil .

Las personas con autoestima elevada pero inestable luchan denodada mente. Sus tentativas para destacarse, dominar o hacer querer son constantes. La imagen les reluce pero no es oro. Cuando se empeña asoma una inquietante inseguridad. Estos perfiles de autoestima se encuentran como base de diversos trastornos psicológicos: ira incontrolable, abuso de alcohol y drogas, adicción al trabajo, depresiones y colapso narcisistas .

El éxito es postizo cuando se siente como un implante, una prótesis, cuando implica desgaste emocional, ansiedad excesiva y riesgo depresivo; así como un sentimiento de fragilidad que provoca inquietud o vulnerabilidad ante las agresiones (reales o imaginarias) sobre la autoestima. Los logros nunca aportan demasiada seguridad. El equilibrio narcisista está perturbado, hipotecado en defenderse de las experiencias negativas. Tienen la tentación de la huída hacia adelante, de brillar para no dudar 

Autoestima baja e inestable

Su autoestima es vulnerable. Debido a éxitos o satisfacciones puede subir un poco. Sin embargo, ese sentimiento es frágil y su autoestima se reciente cuando amagan las dificultades.
Las personas con baja autoestima pagan tributo al juicio de los otros. Su temor a engañarse o engañar a los demás los expone a dudas, a sentirse trásfugas, impostores. La vivencia de impostura transforma los aplausos en dudas constantes acerca del merito real. Son indecisos por temor a equivocarse. Con el pretexto de desensillar hasta que aclare (prudencia), terminan montando poco o nada en el caballo 

A veces, muchas catástrofes personales y sociales nos dejan cicatrices (narcisistas), porque les puso el pecho una autoestima "suficientemente buena". Otras, un pequeño traspié pudo ser un trauma si la autoestima está por el piso.
Las personas con baja autoestima parecen mansas pero son muy quisquillosas. No soportan la critica que les hace peligrar lo que tienen; en eso se parecen a los soberbios .

El síndrome del impostor puede ser crónico en sujetos con baja autoestima que suelen pensar que no están a la altura del reconocimiento logrado. Padecen una ansiedad permanente en el cumplimiento de sus tareas. Esta ansiedad los expone a estados depresivos a pesar de "éxitos" notables. Su incomodidad ente el éxito se basa en que éste le produce "disonancia cognitiva" producto de la contradicción de la idea que tiene de sí mismo y la mirada de los otros. Si bien necesita los logros, les temen porque les coloca ante una enorme exigencia.

Una baja autoestima, sin embargo, tiene aspectos beneficiosos porque la modestia favorece que aceptemos a los demás y sus puntos de vista, lo que ayuda a comprender aquello que no comprendemos.
Por el contrario, una elevada autoestima puede hacer que el sujeto no escuche las informaciones del entorno y, si bien soporta mejor los fracasos, los atribuye a causas ajenas a él. Para evitar cuestionamientos suele rodearse de halagadores, lo que puede conducirlo a perder contacto con la realidad, fomentando actitudes omnipotentes 

Autoestima baja y estable

En este caso, la autoestima se ve poco afectada por los acontecimientos exteriores. Están resignados y hacen pocos esfuerzos para valorarse a sus propios ojos o a los de los demás. Si no se sienten queridos, tenderán a replegarse en lugar de renovar vínculos satisfactorios. Si creen haber fracasado, tenderán a paralizarse y reprocharse sin darse otras oportunidades. Se ilusionan con fantasía de éxito y gloria, pero el temor a las decepciones los paraliza. Dependen excesivamente del reconocimiento de los otros .

En personas con baja autoestima predominan las emociones negativas (vergüenza, cólera, inquietud, tristeza, envidia) y padecen de un sentimiento de vulnerabilidad al sentirse amenazadas por las vicisitudes de la vida cotidiana. Cualquier riesgo es una amenaza. Se dedican más a la protección de la autoestima que a su despliegue, evitan arriesgarse a la crítica o al rechazo. Permanecen en la sombra, porque no están dispuestos a exponerse .

Los sujetos con la autoestima equilibrada tienden a buscar una evaluación, mientras aquellos con una autoestima baja buscan la aprobación. No se trata de miedo sino de alergia al fracaso. En los trastornos de la autoestima (esa hipocondría del yo), el dolor y la muerte se ocultan tras el miedo al fracaso y el rechazo social.
Cuanto más afectada está la autoestima, existe el riesgo de una depresión prolongada y grave. Es menos probable que pueda superar la depresión un individuo pesimista y que no da ocasión de ser alentado. En las depresiones leves, en cambio, las personas están dispuestas a recibir mensajes valorizadores .

En las personas con una baja autoestima no existe ninguna relativización, ninguna distancia, ninguna indulgencia hacia los pequeños defectos. Por pensar sólo en lo que los otros piensan se olvidan en pensar en ellos mismos. La baja autoestima es una forma de alienación, ya que se delega en los otros el poder de dictaminar cuánto vale el sujeto en quien predominará un sentimiento de tedio y vacío.
Cuando la autoestima es baja disminuye a la resistencia frente a las adversidades y las personas encallan frente a vicisitudes superables. El déficit en él autoestima no supone incapacidad para los logros, ya que se puede tener el talento y empuje necesarios para concretarlos. Sin embargo, disminuye la eficiencia y la capacidad de alegrarse con sus logros que serán viven-ciados como insuficientes .

Cuanta menos autoestima tiene una persona, más inadecuada será su comunicación, debido a sus pensamientos y sentimientos, y al temor a la reacción a los otros. A la inversa, una autoestima elevada fomenta la vitalidad y la extroversión 
Prefieren tener un lugar asegurado en un grupo poco valorizado a esforzarse para defender un lugar en un grupo competitivo. Los atrae demasiado la inserción en un colectivo: dispuestos a compartir los éxitos, encuentran allí sobretodo la seguridad de una disolución de las responsabilidades si el fracaso se produce 

Autoestima equilibrada: ilusión realizable

¿Cuándo la ilusión es "buena" y cuando es "mala"? Es negativa cuando es un sustituto de la acción. La ilusión del trabajador que quería hacerse la casita; sus esfuerzos, sus luchas, sus sacrificios. Las noches de desvelo cuando no le alcanzaba la plata para la cuota del terreno. Ilusiones del ambicioso que a veces, para llegar a sus metas, tuvo que dejar demasiadas cosas en el camino.

En el lenguaje corriente, ilusión quiere decir muchas cosas: creencia, fantasía, proyecto, etc. Aquí trataremos de darle un significado preciso. Lo primero será separarla de la ilusión de error. La ilusión es una representación cautiva en su punto de vista, que requiere incluso al conocimiento de su propia falsedad. Los errores saltan a la vista. Las ilusiones falsas, no. El error es una carencia (de conocimiento). La ilusión, un exceso de creencia, de imaginación. Hacerse ilusiones es tomar los propios deseos por realidad. Puedo equivocarme sin que sea en función de mis deseos (entonces se trata de un error, no de una ilusión). La ilusión, aunque pueda ser falsa, y aunque lo sea la mayoría de las veces no es un error. Es una creencia. Parafraseando a Louis Altrusser, sólo una concepción ilusoria de la humanidad ha podido imaginar una humanidad sin ilusiones: sólo una concepción ideológica de la sociedad ha podido imaginar sociedades sin ideologías .

Con una autoestima equilibrada las ilusiones suelen ser un preámbulo de la acción, en vez de representar una alternativa: su modo de actuar (aceptar riesgos, intentar desarrollar sus competencias, ampliar sus límites) permite consolidar la autoestima .
Si el requisito para una buena autoestima fuera ser perfecto, nadie la tendría. No hay cuerpos totalmente sanos ni psiquismos sin fallas. La vida privada de Picasso no era una pintura. Muchas estrellas de Rock viven a los tumbos con la droga. Elegir es privarse de otras elecciones, como cuando se elige pareja. En general, por más que algunos solos estén bien, elegimos pareja porque solos nos sentimos incompletos. Elegimos emprender negocios inmobiliarios no porque la música no nos apasione. Somos incompletos. Es verdad que a veces podemos hacer mejor lo que hacemos o hacer más cosas, pero no podemos hacer todas las cosas.

Tal vez tengamos que ocuparnos de los distintos sentidos de la palabra "resignación". La entendemos como la renuncia a la satisfacción de un deseo, no como la muerte del deseo. La revelación dice no. La aceptación dice sí. La resignación es un inacabado proceso de duelo, demasiado confortable para que se desee abandonarla. Demasiado triste para quedarse ahí.

No canto perfectamente y no participare en la "Voz México". Pero saberlo no me impide mostrar, en los modestos karaokes, de lo que soy capaz actualmente (me divierte)… sobre todo si me resulta placentero y tomo clases y, así, la semana que viene cantaré un poco mejor, lo cual no es un consuelo sino un aliento legítimo 
En una entrevista laboral muestro lo mejor de mí y disimulo mis aspectos débiles, pero sé que los tengo, lo mismo que en cualquier escenario.

Con mis mejores aspectos puedo hacer dos cosas: ) abandonar la lucha en los otros frentes, o 2) darme aliento en los otros frentes ("si pudiste A, quizás puedas B, C, etc.).
La autoestima, si bien no prescinde de los éxitos, está conformada también de convicciones y de una visión de sí mismo.

Las vocecitas. "Crítica interior" son todos los pensamientos críticos destinados a nosotros mismos. Se trata a menudo de un discurso interiorizado, consecuencia de lo que oímos cuando éramos niños. Es necesario tomar conciencia de las modalidades de auto crítica. En Japón, un chico se suicido porque lo habían reprobado de un examen. Otro en Argentina, se lo tomó con calma. Otro, se dijo que en adelante se tomaría más en serio sus estudios. A otro chico, para consolarlo, pobrecito, le regalaron un viaje a Disney World .

La hipercrítica opaca los éxitos actuales y dirige el reflector sobre los fracasos laborales y afectivos. Esta de valuación puede ser constante o activarse sólo en ciertas situaciones en las que, equivocadamente o con razón, tenemos la sensación de revelar nuestros límites y puntos débiles.
La etiqueta no es lo más importante. Para dar cuenta de la autoestima se trata de entender los fenómenos psicológicos y las dimensiones subjetivas de los procesos sociales. Se trata de dialogar. El psicoanálisis ha hecho méritos para representar, en esa asamblea-juicio, a la parte psíquica. Pero la asamblea está abierta a todas las corrientes psicológicas y a todas las corrientes sociológicas. Cuando se "socializan" los procesos psíquicos se "psicoanalizan", no demos más vueltas: hay intereses creados o reducciones empobrecedores .

Tendremos que abordar nuestra concepción del sujeto. Pero no para reflotar el orondo personaje de la modernidad. Era un tipo consciente, autónomo, transparente para sí mismo ("se las sabia todas"), dotado de libre albedrío y dueño de su destino. El tipo de hoy, usted o yo, trata de sacar la cabeza en un mar de contradicciones. En vez de libertad, palabra tan endiosada, hablemos de "márgenes de maniobra". Maniobremos en los márgenes. Los márgenes de libertad no implican ausencia de coerciones sino, por el contrario, que las coerciones son muchas y variadas. En consecuencia, la persona es llevada a tomar decisiones, a elegir dentro del espacio creado por las contradicciones que lo atraviesan.
Es alguien que quiere comprometerse pero no domesticarse, que respeta la autonomía de los demás pero que exige que la suya sea respetada. No es bueno ni es posible que el hombre esté sólo. El sujeto recibe, del medio, alimentos que podrían llegar a ser nocivos, pero también propuestas deseables. El mundo ofrece. Y nosotros elegimos, a corto, a mediano y a largo plazo. En el corto plazo elegimos urgidos por la necesidad. En el mediano y en el largo entran a empujar nuestros proyectos. Cuando estamos mal nos impulsa sólo el pasado. Por supuesto que hay proyectos inviables. Son los desmesurados e inalcanzables. Me propongo jugar al fútbol como Messi, hacer la carrera de Bill Gates o de Daniel Baremboim .

Resumiendo: Los conocimientos necesarios para una autoestima saludable implica que los otros primordiales lo hayan criado con amor y respeto, le hayan ofrecido reglas estables y razonables que contribuyeron a generar expectativas adecuadas, sin recurrir al ridículo, la humillación o el maltrato físico y hayan tenido confianza en sus capacidades.

martes, 1 de marzo de 2016

Habla de tus Sentimientos.


Emociones y sentimientos que son escondidos, reprimidos, terminan en enfermedades como: gastritis, úlcera, dolores lumbares, dolor en la columna. Con el tiempo, la represión de los sentimientos degenera hasta el cáncer. Entonces, vamos a sincerar, confidenciar, compartir nuestra intimidad, nuestros “secretos”, nuestros errores!... El diálogo, el hablar, la palabra, es un poderoso remedio y una excelente terapia!
Si no quieres enfermarte...
...Toma Decisiones.
La persona indecisa permanece en duda, en la ansiedad, en la angustia. La indecisión acumula problemas, preocupaciones, agresiones. La historia humana es hecha de decisiones. Para decidir es preciso saber renunciar, saber perder ventajas y valores para ganar otros. Las personas indecisas son víctimas de dolencias nerviosas, gástricas y problemas de la piel.
Si no te quieres enfermar...
...Busca Soluciones.
Personas negativas no consiguen soluciones y aumentan los problemas. Prefieren la lamentación, la murmuración, el pesimismo. Mejor es encender un fósforo que lamentar la oscuridad. Una abeja es pequeña, pero produce lo más dulce que existe. Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo genera energía negativa que se transforma en enfermedad.
Si no te quieres enfermar...
...No Vivas de las Apariencias.
Quien esconde la realidad finge, hace poses, quiere siempre dar la impresión de estar bien, quiere mostrarse perfecto, bonachón, etc., está acumulando toneladas de peso... Una estatua de bronce con pies de barro. Nada peor para la salud que vivir de apariencias y fachadas. Son personas con mucho barniz y poca raíz. Su destino es la farmacia, el hospital, el dolor.
Si no te quieres enfermar...
...Acépate.
El rechazo de sí mismo, la ausencia de autoestima, hace que nos volvamos ajenos de nosotros mismos. Ser uno mismo es el núcleo de una vida saludable. Quienes no se aceptan a si mismos, son envidiosos, celosos, imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, aceptar ser aceptado, aceptar las críticas, es sabiduría, buen sentido y terapia.
Si no se quiere enfermar...
...Confía.
Quien no confía, no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no sabe hacer amistades verdaderas. Sin confianza, no hay relacionamiento. La desconfianza es falta de fe en sí, en los otros y en Dios.
Si no te quiere enfermar...
...No Vivas Siempre Triste.
El bueno humor, la risa, el reposo, la alegría, recuperan la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente donde vive. “El buen humor nos salva de las manos del doctor”. La alegría es salud y terapia.

domingo, 28 de febrero de 2016

GENTE MANIPULADORA LOS 10 RASGOS

Considera cómo te sientes alrededor de las personas que hay en tu vida antes de todo. ¿Tienes alguna relación en la que te sientes asfixiado, mangoneado, confundido o estresado, o simplemente harto de que te digan lo que tienes que hacer la mayor parte del tiempo (y sintiéndote culpable por ceder)? ¿Hay alguien en tu vida cerca del cual tienes que ir con pies de plomo y ser muy cuidadoso para aplacarle y no se enfade? ¿Conoces a alguien que parece tener “puntos” que le hacen perder el control contigo por cualquier cosa que dices o haces, a menudo sin razón? Si sientes que cualquiera de estas situaciones te es familiar, entonces es posible que estés lidiando con una persona controladora. Si es el caso, sigue leyendo.
Una persona controladora puede ser hombre o mujer; ya sea la relación romántica o de amistad. 
Sé precavido con cualquier amigo celoso que odie a tu pareja por serlo, especialmente si tu amigo no es feliz con sus relaciones.
El hecho de que una persona tenga una personalidad fuerte no implica que sea controladora. La prueba es: “Te deja ser tú mismo, o influencia exageradamente tu comportamiento”. Deberías poder determinar esto instintivamente.
Distingue una personalidad de límites de una persona controladora comprobando sus reacciones frente a otras cosas. Si una persona siempre estalla si le tocan sin permiso pero no reacciona de un modo controlador si cambias tu pelo o pierdes o ganas peso, etc., es un problema de límites. Las opciones personales de otros como cambiar de religión, reconocer una homosexualidad o transexualidad, hacer dieta, entrenar o hacer ejercicio son temas de límites. Incluso si crees que estás en lo correcto y los demás son los equivocados, alguien que es sensitivo a estos temas mantiene un límite cuando se trata de lo que hacen con su vida y cómo se les trata. Cuando empiezan a decirte quién eres, qué ropa llevar, cómo pensar, sentir y hacer es cuando te están controlando.
No te sientas mal si descubres que a veces controlar a otras personas en tu vida, sobre todo si has crecido con un padre controlador. En un nivel más profundo, aquello con lo que creces lo ves como “normal” y requiere tiempo dejar de tratar a los demás de la misma manera que te han tratado a ti. Es una parte muy importante de la recuperación el romper este patrón en ti mismo. Si te das cuenta a tiempo, puede ayudarte a corroborarlo y disculparte con la persona cuyos límites has propasado. Esto puede salvar las relaciones saludables de amistad y pareja que haya en tu vida.
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2
Busca cambios de humor repentinos. Esto es señal de una persona controladora, precisamente porque aquellos con personalidades cambiantes tienden a meditar sobre los daños e injusticias que perciben han recibido y buscan el remedio a su dolor interno y mejora de su situación controlando a otros. ¿Qué mejor que tener a alguien a tu disposición y otra que acepta la culpa o tiene miedo cuando no quieres ahondar en la solución del origen de tu propio dolor?
Las personas con cambios de humor suelen ser caprichosas ponen una cara larga en medio de un momento de alegría.
Los narcisistas con frecuencia enviarán una señal cuando no se les está prestando atención a ellos y sus necesidades. Esta es una forma de manipulación a la que es difícil decir no, pues la persona a menudo dirá que siente un dolor, está molesto, dolido y similares, haciendo así que la otra persona se sienta mal por él.

3
Sospecha de cualquier persona que tenga temperamento y lo use con frecuencia. Las frecuentes explosiones de temperamento, especialmente aquellas acompañadas de acoso (el cobarde que trata de controlar a otros) o amenazas (es más fácil dirigir sus advertencias de hacerte daño a ti que buscar el origen interno de su dolor) son signos de una personalidad controladora. Las explosiones de temperamento a menudo se producen cuando difieres de su opinión (tanto si lo haces tranquilamente como amablemente) o no haces exactamente lo que ellos quieren que hagas (algo que a veces es difícil de deducir, pues muchas personas controladoras esperan que seas capaz de “leerles la mente”). En su mente, tú estás desafiando su autoridad cuando no estás de acuerdo con ellos o no llevas a cabo sus deseos.
En conjunto con los cambios de humor, las personas con estallidos de temperamento pueden ser realmente problemáticas porque nunca sabes qué postura mantener con estas personas. Desafortunadamente, su inhabilidad para manejar su ira o resentimiento puede resultar en agresión física, verbal, emocional o sexual. No permitas nunca que una persona te haga daño; no es tu culpa que estén heridos en su interior; tristemente, es más que posible que alguien en su juventud se comportara de la misma forma con ellos y estén perpetuando ese mal ciclo.

4
Piensa cómo reacciona esta persona a preguntas comunes. Las preguntas pueden revelar bastantes cosas en lo que respecta a una persona controladora cuando responden de una manera frustrada o condescendiente:
Como ya se ha dicho anteriormente, una persona controladora piensa que puedes leer su mente. Si le haces preguntas sencillas sobre qué hacer juntos, dónde ir, qué es lo que quieren, etc., pueden frustrarse fácilmente porque esperan que tú tengas todas sus necesidades en cuenta y por encima de las tuyas. Las preguntas implican que hay que tomar una decisión, y una persona controladora cree que la decisión ya está tomada, siendo todo para ellos y su conveniencia.
La gente controladora frecuentemente asume que entiende cómo piensas, incluso cuando no es así. Pueden frustrarse porque la imagen que se han construido de ti no se corresponde con lo que dices.
Las preguntas pueden irritar a una persona controladora porque ellos prefieren tener el control a la hora de preguntar, y no los demás.
Las preguntas pueden afirmar para una persona controladora que aquel que pregunta necesita ayuda y control porque no conocen la respuesta. Esto puede agravarse con el tiempo porque el controlador busca que la persona controlada dude de sus propias habilidades a la hora de tomar decisiones.

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Busca elogios. Es común que las personas con problemas de control no sean buenos a la hora de elogiar sinceramente. No quieren que te sientas bien contigo mismo porque puede quitarles el control y hacer que se pierda la atención sobre ellos. Los elogios, cuando los dan, son maliciosos, mordaces y lo que hacen realmente es señalar una imperfección o defecto de la otra persona.
Por ejemplo: Cassie es el mejor referente de Maya para sentirse bien consigo misma y le gusta mangonear a Cassie. Así que, Maya suele decir a Cassie que es una buena amiga pero nunca le llama su mejor amiga aunque Cassie siempre se refiere a Maya como su mejor amiga; en este caso, Maya siempre tiene la posibilidad pero nunca lo hace. Cassie tiene un buen cuerpo y a Maya le enoja la atención que los chicos le prestan, por lo que Maya constantemente le dice a Cassie que a pesar de que tiene muy buen cuerpo, no debe presumir de ello ya que los chicos hablan de ella a sus espaldas.
Ten cuidado si eres muy atractivo(a) y la persona controladora no lo es. En este caso, es posible para una persona controladora hacer tu vida miserable. Tu aspecto se convertirá en un obstáculo es una relación de control, porque muy probablemente sentirán celos y harán lo posible para que pierdas la confianza en tu apariencia. Por ejemplo, una madre puede sentirse amenazada por la juventud de su hija e intentará hacer que su hija sienta que carece de estilo, incluso ayudará a que esto ocurra eligiendo su ropa o limitando su posibilidad de elegirla o de llevar maquillaje, etc. En una situación en la que la persona controladora sin atractivo se siente amenazada por el de la otra persona, rara vez lo elogiará; si acaso, lo más probable es que te recuerde tus defectos.
Una persona controladora intentará controlar tu manera de vestir y hablar, o incluso criticará tu opinión.

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Sé precavido con cualquier persona que parezca incapaz de entender o aceptar un “no”. Esta persona es un problema con tendencias controladoras, y estás destinado a que te pase por encima. Esta persona tenderá a insistir hasta que te agobies y rindas, cambiando tu firme no a un frágil sí, y dejándote con el sentimiento de culpa y vergüenza de ti mismo. Recuerda que estás en tu derecho de tomar decisiones, incluyendo aquellas que son negativas y hacen que te opongas a hacer lo que esta persona te pide.

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Considera qué ocurre cuando quieres ser tú mismo o actuar por tu cuenta.¿Te encuentras a menudo cambiando tu propia personalidad, planes o puntos de vista para que se ajusten a los de otra persona, incluso si habitualmente eres una persona fuerte? Si es así, es posible que estés tratando con una persona controladora. En lo que respecta a ti, estos son algunos puntos clave que llevan a estar en la posición de ser controlado:
¿Esta persona ignora, cambia o reinterpreta tu propia experiencia o expresiones de tus emociones? Los controladores intentan definir tu realidad. Si dices que estás cansado y la otra persona te dice que no, es una señal de que él o ella es una persona controladora.
¿Te encuentras a menudo sintiendo que debes cambiar tus planes por esta persona? Digamos que tienes tu día planeado, y entonces recibes la llamada de un amigo, y le cuentas tus planes. La persona quiere unirse a tus planes, con la excepción de que tu horario no le viene bien, o quizá no es el sitio al que quiere ir. Lo siguiente que te encuentras, es que tus planes han cambiado totalmente. Acabas viendo una película que no querías ver, en un momento en el que ni siquiera ni apetecía.

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Analiza cómo esta persona ve las situaciones difíciles, los momentos de tomar decisiones mutuas o cuestiones de responsabilidad. Es en estos campos en los que realmente puedes ver a una persona controladora por completo. A diferencia de una persona con fuertes opiniones (que puede ser molesta en sí misma pero no busca controlar, solo exponer sus opiniones de manera contundente), una persona controladora carece de la habilidad de tolerar o aceptar diferencias entre vosotros dos. Es más, una persona controladora siempre busca maneras de cambiar partes de tus rasgos o personalidad, transformándote en parte de su intento débil de controlar el mundo a su alrededor. Mientras que puede decirse que las relaciones no son democracias, tampoco son dictaduras. Es importante buscar un equilibrio en el que te encuentres a gusto en cualquier relación y la habilidad de comprometerse, tolerar, ser flexible y dar y recibir en ambos sentidos es esencial para las relaciones sanas.
La mayoría de personas controladoras siempre sacan a relucir durante las discusiones las expresiones, “tú eres el problema”, o “tienes un problema”. Nunca es su culpa.
La gente controladora suele tener dificultades para lidiar con los problemas de manera objetiva y manipularán la conversación para culpar a otros cuando señalan sus errores. Cuando esto ocurre, termina la discusión sin dejar que la persona controladora te eche la culpa o desacredite a ti u otros.
Si realmente quieres a esta persona, el “amarre” que tiene sobre ti puede hacer que te sea difícil ver y escapar de ella porque tu amor puede hacer que intentes excusar su comportamiento.
La gente controladora suele degradar o criticar a otros para crecerse y parecer superiores y con el control. De hecho, una persona controladora es fácil de localizar por su constante monólogo sobre cuán despreciable, estúpido, malvado, ridículo, molesto, etc. es el resto del mundo (aunque posiblemente nunca es ninguna de esas cosas).

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Observa lo que ocurre con tus otras relaciones. Cuando la persona controladora esté cerca de tus amigos y conocidos, ten cuidado. La persona controladora intentará causarte problemas entre tú y tus amigos, lanzando rumores, intentando crear divisiones (divide y vencerás) e incluso llegarán a contar mentiras (exageraciones para ser más suaves) sobre ti hacia ellos o viceversa, para intentar romper tu unión con ellos. Su principal objetivo es aislarte de los demás para que puedan tenerte para ellos mismos, dentro de la realidad que intentan tejer para ti. Permanece alerta; cualquier intento de alejarte o degradar a tus amigos y conocidos de tu vida es una bandera roja.
Evita conversaciones sobre interacciones, intereses mutuos y relaciones de amistad o pareja que tengas cuando la persona controladora esté presente. Sabes que le hará estallar y si tienes que dar la impresión de que eres un ermitaño en su presencia, es mejor a que haga trizas tus demás relaciones con sus comentarios maliciosos e insensibles.

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Observa la vida social de esta persona. La gente controladora normalmente no tiene amigos cercanos, y en raras ocasiones tiene amigos que sean más atractivos, inteligentes o bien parecidos que ellos. Suelen sentir celos de la gente popular, exitosa, y criticarán a aquellos que los demás tengan en buena estima. La falta de amigos cercanos puede ser una señal adicional de un incapacidad de tolerar a otros y de su necesidad de controlar firmemente las relaciones.
Las relaciones de amistad y pareja no se crean sobre quién tiene el control. Son interacciones mutuas basadas en compartir el dar y recibir y buscar siempre un equilibrio.

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Busca si existe abuso de poder administrativo o social, incluyendo cuando hay derechos compartidos. Una persona controladora tiende a mantener lazos sociales o legales (como amenazas de litigio, divorcio, matrimonios amañados, contratos de alquiler a compañeros de piso, planes de llamadas telefónicas compartidos, mal uso de un crédito compartido y contratos similares), especialmente si hay derechos administrativos incluidos. Incluso en las redes sociales, podrá bloquear y desbloquear a una persona antes que romper la relación, como otro intento de controlar una relación complicada o fallida.

Sospecha de la excesiva generosidad de una personalidad controladora pues puede ser una forma de impresionar y controlarte. Aparentando que te da muchas cosas, te hace creer que siempre te estás beneficiando de alguna forma, haciéndote sentir como si le debieras algo, quizás incluso pasado el tiempo. Entonces ellos utilizan ese sentimiento de obligación que tienes hacia ellos para controlarte.

La expresión libertad

Podemos definir la expresión libertad de muchas maneras y con muchos términos. La libertad para muchos puede ser la facultad humana de determinar los propios actos, actuando con facilidad y disposición con el poder de obrar y de no obrar o escoger el derecho que la persona se toma para realizar ciertos actos.
También puede ser el estado o condición del que no está preso, ni se es esclavo. La cual es considerada como una facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas, de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las costumbres de cada país o gobierno.
Es una condición de cada persona, las cuales no están obligadas por su estado al cumplimiento de ciertos deberes. Es la facilidad, soltura y disposición natural para hacer una cosa con destreza. En su sentido general, libertad es el estado del individuo que no está sujeto a ninguna obligación, que obra conforme a su voluntad y naturaleza.
Es el estado del ser humano que realiza en sus actos su verdadera naturaleza, considerada ésta como caracterizada por la razón y la moral.
En su sentido político, significa la ausencia de una obligación social que se imponga al individuo.
Voltaire decía que “la libertad consiste en no depender más de las leyes”. En este caso se suele hablar de varias libertades:

• Libertad individual. Es la que tienen todos los ciudadanos de moverse privados de su libertad sino en ciertos casos determinados por la ley.
• Libertad condicional. La que se concede al penado ciertas condiciones.
• Libertad de comercio. Es el derecho que se les concede a los ciudadanos de un país para que comercie libremente.
• Libertad de conciencia. Es el permiso de profesar cualquier religión y para obrar a su voluntad.
También hay otros tipos de libertades como son: de imprenta, de espíritu, de navegación, etc.
En su sentido psicológico y moral se impone a la inconsciencia, al arrebato, a la irresponsabilidad. En la filosofía se opone a determinismo.
Libertad es la autonomía, la autodeterminación de los seres racionales.
Ha sido uno de los temas más debatidos en toda la filosofía. Se distinguen dos tipos de libertad: libertad interior, llamada también de necesidad o libre albedrío, ésta se percibe desde un plano estrictamente psicológico, el cual no implica ninguna metafísica como “sentimiento de la espontaneidad de las propias acciones”. Libertad exterior o de coacción, es la posibilidad de realizar sin trabas determinadas actividades (pertenece a las libertades cívicas, religiosas y políticas).
Es la libertad uno de esos valores que no pueden someterse a los límites de la palabra, porque participa por igual del íntimo sentimiento y de la externa emoción de lo que se siente y de lo que se realiza, de lo que se piensa y de lo que se intuye, de las fuerzas que estructura las creencias y de lo que se acepta por el imperativo de la fe, de los mandatos de sangre, de los reclamos del afecto, de las imposiciones, del instinto, de las exigencias de juicio.
La libertad se halla indisolublemente unida a las fuerzas de las tradiciones que hacen la médula de nuestro vivir, a la dignidad espiritual y humana de hombre y aún a los mandatos de las potencias biológicas que en todas sus manifestaciones son anhelo y pregón de libertad.
El problema de la realidad de la libertad en cuanto tal, es un problema metafísico. Tanto la afirmación como la negación de la libertad del hombre, son dos postulados en si mismo indemostrables.
No es fácil ni útil renunciar al uso del concepto de libertad, el hombre se vive como libre y sólo podemos comprenderlos recurriendo a su origen en un centro libre de decisiones.
Se puede defender la hipótesis de que bajo esa libertad, vivida por el individuo y comprendida. Donde se oculta una cadena de hechos casuales y necesarios.
Un acto puede no ser libre, aunque en su realización estuviera presente la conciencia de libertad.
Para Gide, la libertad se daría, en su forma más pura, en el crimen gratuito e inútil. Ahora bien, ese crimen gratuito e inútil no resiste el primer análisis y rápidamente nos muestra su dependencia de una motivación.
Llamamos libertad a la determinación psíquica capaz de ser origen del sentido de la vida. Cuando la situación límite se establece, el hombre se contiene a ser libre.
La libertad se patentiza en la esencia misma del ser y del existir correlación imperativa entre el ser viviente y los elementos que lo rodean.
Los hombres limitan las cosas y someten a los criminales. También hay en el dominio del hombre por el hombre y el rechazo de todas las partes por la libertad.
La libertad es la lucha entre el destino que busca su cause y los obstáculos que cierran su ruta o destino.
El destino de libertad se confunde con la esencia misma de la vida.
Es más libre un indígena dentro de su jungla salvaje, que un magnate dentro de sus grandes empresas.
Libre mi mente que no me pueden encerrar como tienen a mi cuerpo.

Aprovecha lo que tienes

Cuánto tienes a tu alcance para hacer algo no es ni por asomo tan importante como lo que decidas hacer con ello. Muchísima gente que se volv...